“LO ESENCIAL ES EL AMOR”
PRIMERA LECTURA
ÉXODO 22,20-26
“Si explotáis a viudas y huérfanos, se encenderá mi ira contra vosotros”
Así dice el Señor: "No oprimirás ni vejarás al forastero, porque
forasteros fuisteis vosotros en Egipto. No explotarás a viudas ni a huérfanos,
porque, si los explotas y ellos gritan a mí, yo los escucharé. Se encenderá mi
ira y os haré morir a espada, dejando a vuestras mujeres viudas y a vuestros
hijos huérfanos. Si prestas dinero a uno de mi pueblo, a un pobre que habita
contigo, no serás con él un usurero, cargándole intereses. Si tomas en prenda
el manto de tu prójimo, se lo devolverás antes de ponerse el sol, porque no
tiene otro vestido para cubrir su cuerpo, ¿y dónde, si no, se va a acostar? Si
grita a mí, yo lo escucharé, porque yo soy compasivo." Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
La legislación de Israel estaba orientada a mitigar los efectos del
empobrecimiento de las grandes masas de campesinos. El exilio, el
desplazamiento forzado por causa de la guerra, la usura... se convertían en una
amenaza para la convivencia y, sobretodo, contradecían los fundamentos éticos
del pueblo de Dios. El «código de la alianza» hacía énfasis, no sólo en los
ritos litúrgicos o en las orientaciones religiosas, sino en la
protección de los sectores más vulnerables de la sociedad: forasteros, viudas,
huérfanos, jornaleros y pobres en general. Los forasteros porque, en la mayoría
de los casos, eran exiliados de la guerra que habían sufrido el desplazamiento
forzado y llegaban a las tierras de Israel sin otro recurso que sus propias
manos. La legislación recuerda los beneficios del éxodo y el cambio de
situación del pueblo hebreo que pasó de la servidumbre a la libertad. Las
viudas y los huérfanos estaban a merced de los parientes varones que detentaban
el monopolio jurídico de la tierra. Los jornaleros estaban a merced de los
terratenientes que les pagaban cuando se les venía en gana y no al terminar el
día, como lo determinaba la Ley. El clamor de estas personas se convertía en
una preocupación del Dios liberador que no podía dejar impune a los opresores,
explotadores y usureros.
Un hombre del antiguo Israel, como Jesús, se sorprendería al ver que
nuestra sociedad se basa en la usura. Para ellos, los exagerados intereses de
una deuda eran una auténtica vergüenza. Y más se asustaría al saber que los
grandes usureros gobiernan las políticas de los países y determinan quién
vivirá satisfechos y cuantos millones de pobres morirán de hambre. La usura es,
en la Biblia, un delito comparable sólo con el asesinato. La usura es la mayor
amenaza para la gente pobre que se ve obligada a empeñar hasta la propia ropa
para poder comer. La usura se origina en la injusta percepción de los valores
sociales, pues la ambición y la acumulación se convierten en el objetivo de las
relaciones sociales, quitándoles su carácter de gratuidad y solidaridad.
SALMO RESPONSORIAL:
17
R./ Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza.
Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza;
Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador. R.
Dios mío, peña mía, refugio mío, escudo mío,
mi fuerza salvadora, mi baluarte.
Invoco al Señor de mi alabanza
y quedo libre de mis enemigos. R.
Viva el Señor, bendita sea mi Roca,
sea ensalzado mi Dios y Salvador.
Tú diste gran victoria a tu rey,
tuviste misericordia de tu Ungido. R.
OREMOS CON EL SALMO
Este Salmo es una alabanza a Dios (puesta en boca de David) por la
protección que obtuvo en su lucha contra diversos enemigos. La presencia de
Dios se manifestó en medio de la tormenta. El tono guerrero de este salmo
podemos tomarlo como una imagen literaria y aplicarla a realidades nuevas, en
el orden espiritual. También estamos en lucha con el pecado, con el mal, con la
muerte. Dios es el único que puede iluminar nuestras tinieblas.
SEGUNDA LECTURA
1TESALONICENSES
1,5C-10
“Abandonasteis los ídolos para servir a Dios y vivir aguardando la
vuelta de su Hijo”
Hermanos: Sabéis cuál fue nuestra actuación entre vosotros para vuestro
bien. Y vosotros seguisteis nuestro ejemplo y el del Señor, acogiendo la
palabra entre tanta lucha con la alegría del Espíritu Santo. Así llegasteis a
ser un modelo para todos los creyentes de Macedonia y de Acaya. Desde vuestra
Iglesia, la palabra del Señor ha resonado no sólo en Macedonia y en Acaya, sino
en todas partes. Vuestra fe en Dios había corrido de boca en boca, de modo que
nosotros no teníamos necesidad de explicar nada, ya que ellos mismos cuentan
los detalles de la acogida que nos hicisteis: cómo, abandonando los ídolos, os
volvisteis a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y vivir aguardando la
vuelta de su Hijo Jesús desde el cielo, a quien ha resucitado de entre los
muertos y que os libra del castigo futuro. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Pablo interpreta el paso de una mentalidad legalista y opresora, hacia
una mentalidad creativa y liberadora, como un cambio de la idolatría al culto
al Dios verdadero, al Dios de la Vida. Mientras los hebreos eran prisioneros de
los interminables preceptos de la Ley (la escrita y la oral), los así llamados paganos
eran esclavos de la incesante marea de modas de pensamiento y de religiones que
les impedían descubrirse a sí mismos como esclavos de la idolatría del imperio.
Pablo propone a los gentiles no una religión más, sino un nuevo estilo de vida
donde el discernimiento, la gratuidad y la conciencia de ser libres constituía
el fundamento de la relación con Dios y con el prójimo.
LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 22,34-40
“Amarás al Señor, tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo”
En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los
saduceos, formaron grupo, y uno de ellos, que era experto en la Ley, le
preguntó para ponerlo a prueba: "Maestro, ¿cuál es el mandamiento
principal de la Ley?" Él le dijo: ""Amarás al Señor, tu Dios,
con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser." Este mandamiento
es el principal y primero. El segundo es semejante a él: "Amarás a tu
prójimo como a ti mismo." Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y
los Profetas." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
El evangelio apunta, a mostrarnos que para Jesús, el fundamento de
la relación con Dios y el prójimo es el amor solidario. Jesús sintetiza el
decálogo y casi toda la legislación en su principio de amor fraternal y
recíproco. Los juristas gustaban de probar los conocimientos que Jesús
tenía sobre la Ley. Para ellos el mandamiento más importante era la observancia
del sábado. Ese día debían dedicarse por completo al reposo y a escuchar la
lectura de la Escritura. Con el tiempo convirtieron esta ley en una carga que a
duras penas soportaban los pobres. El sábado había dejado de ser fiesta
del Señor y se había convertido en un día lúgubre, lleno de prescripciones
ridículas que impedían a las personas movilizarse, cocinar e incluso auxiliar
al necesitado. Cuando los juristas preguntan a Jesús por la ley más
importante esperan que el cometa un error y se pronuncie contra la Ley misma.
Jesús se les adelanta y les hace ver que en la Ley lo más importante es el amor
a Dios y el amor al prójimo. El amor es el espíritu mismo de la legislación
divina. Al colocar estos dos mandamientos como el eje de toda la Escritura,
Jesús pone en primer lugar la actitud filial de amor con respecto a Dios (
Padre) y la solidaridad hacia los demás como los fundamentos de toda la
vida religiosa.
Y es que el amor es la única certeza y garantía de ser verdaderamente
felices aquí en la tierra y más adelante heredar el cielo. El gran reto
del cristianismo de toda la historia (pasado, presente y futuro) es: “Viviendo
el AMOR de Dios, atrevernos a PERDONAR y amando y perdonando hacernos
SERVIDORES Y MISIONEROS para los demás”, (AMAR, PERDONAR Y
SERVIR).
Nosotros vivimos hoy aún en sociedades que tienen muchas más normas que
el pueblo judío, incluso nuestras iglesias tienen extensas legislaciones.
Vivimos también en un mundo que tiene muchísimos más millones de pobres
oprimidos bajo la usura internacional, que los pobres oprimidos por los que
clamaron los profetas. La Palabra de Jesús que hoy recordamos y actualizamos en
nuestra celebración es una invitación a sacudir nuestra pasividad, a recuperar
dignidad como personas, a reclamar nuestros derechos, ante la situación
intolerable de este mundo llamado moderno y civilizado, y a volver a lo
esencial del Evangelio, al mandamiento principal, a los dos amores.
ORACIÓN
Dios Padre nuestro, creemos en Ti aunque no te veamos, pero nos
llenamos de una alegría radiante al saber que somos tuyos y nos amas. Sabemos,
que tú siempre estas presente en nuestra vida especialmente en el rostro de
nuestros hermanos más necesitados y en ellos podemos expresar todo nuestro amor
hacia Tí. Permite que en nuestra vida lo fundamental siempre sea el amor, tanto
a ti, como a los hermanos, y que tu amor nos lleve a vivir una vida
coherente a nuestra fe. Amén.
“Comprometidos en el amor a Dios y al prójimo experimentaremos la
ternura de Dios en nuestras acciones”
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