lunes, 1 de noviembre de 2021

Viernes 12 de Noviembre de 2021


 “NO ESTAR APEGADOS, NO MIRAR

 ATRÁS, PARA ACOGER EL  REINO ”

 

PRIMERA LECTURA

SABIDURÍA 13,1-9

 

“Si lograron averiguar el principio del cosmos, ¿cómo no encontraron a su Dueño?”

 

Eran naturalmente vanos todos los hombres que ignoraban a Dios y fueron incapaces de conocer al que es, partiendo de las cosas buenas que están a la vista, y no reconocieron al Artífice, fijándose en sus obras, sino que tuvieron por dioses al fuego, al viento, al aire leve, a las órbitas astrales, al agua impetuosa, a las lumbreras celestes, regidoras del mundo. Si, fascinados por su hermosura, los creyeron dioses, sepan cuánto los aventaja su Dueño, pues los creó el autor de la belleza; y si los asombró su poder y actividad, calculen cuánto más poderoso es quien los hizo; pues, por la magnitud y belleza de las criaturas, se descubre por analogía el que les dio el ser.

Con todo, a éstos poco se les puede echar en cara, pues tal vez andan extraviados, buscando a Dios y queriéndolo encontrar; en efecto, dan vueltas a sus obras, las exploran, y su apariencia los subyuga, porque es bello lo que ven. Pero ni siquiera éstos son perdonables, porque, si lograron saber tanto que fueron capaces de averiguar el principio del cosmos, ¿cómo no encontraron antes a su Dueño?  Palabra de Dios.

 

REFLEXIÓN

La primera lectura presenta el tema antiguo y profundo de la revelación de Dios en su Creación. Este texto nos quiere dejar en claro que Dios es Dios y que todo lo demás son criaturas suyas.

Si lo miramos bien, a través del texto, de lo que se trata es de ponderar la huella maravillosa que Dios ha dejado en sus obras, para que así también aprendamos a ir, de la sabiduría que descubrimos en las cosas creadas, hacia la sabiduría increada.

Si miramos, se balancea entre la indulgencia y el reproche con aquellos que no logran encontrar a Dios en medio de la belleza y el esplendor de sus obras.

En la sociedad en que vivimos hoy, todo es tan apurado que en el correr de la vida nos hemos olvidado de fascinarnos con los regalos tan maravillosos que Dios nos da a diario. Algunas veces nos despertamos en la mañana y no valoramos el hecho de tener vida y poder levantarnos y que debemos de agradecerle eso a nuestro Padre; lo que hacemos en cambio es levantarnos a prisa y cumplir con la rutina de siempre la cual la hacemos de manera casi mecánica.

 

Muchas veces además le estamos quitando el lugar a Dios, por dioses falsos como el dinero, la fama y el poder. Por eso la insistencia en nuestra lectura de hoy, que debemos reconocer a Dios como el artífice de todo, porque nada puede dar sentido, nada puede cambiar la historia, solo el poder del verdadero Dios, el que se reveló en el amor por medio de Jesús, el que se había mostrado por los profetas, el que siempre quiere lo mejor para nosotros.

 

 

SALMO RESPONSORIAL: 18

“El cielo proclama la gloria de Dios”.

 

El cielo proclama la gloria de Dios,

el firmamento pregona la obra de sus manos:

el día al día le pasa el mensaje,

la noche a la noche se lo susurra. R.

 

Sin que hablen, sin que pronuncien,

sin que resuene su voz,

a toda la tierra alcanza su pregón

y hasta los límites del orbe su lenguaje. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

Este salmo hace la alabanza de la revelación de Dios, primero en las obras de la creación y luego en la ley, para terminar con una humilde oración. La revelación de Dios tiene su punto culminante en Jesús, palabra definitiva de Dios, camino, verdad y vida 

 

LECTURA DEL EVANGELIO

LUCAS 17,26-37

 

“El día que se manifieste el Hijo del hombre”

 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre: comían, bebían y se casaban, hasta el día que Noé entró en el arca; entonces llegó el diluvio y acabó con todos. Lo mismo sucedió en tiempos de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, sembraban, construían; pero el día que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y acabó con todos. Así sucederá el día que se manifieste el Hijo del hombre. Aquel día, si uno está en la azotea y tiene sus cosas en casa, que no baje por ellas; si uno está en el campo, que no vuelva. Acordaos de la mujer de Lot. El que pretenda guardarse su vida la perderá; y el que la pierda la recobrará. Os digo esto: aquella noche estarán dos en una cama: a uno se lo llevarán y al otro lo dejarán; estarán dos moliendo juntas: a una se la llevarán y a la otra la dejaran." Ellos le preguntaron: "¿Dónde, Señor?" Él contestó: "Donde se reúnen los buitres, allí está el cuerpo." Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

Lucas presenta dos ejemplos del Antiguo Testamento para enseñarnos que las situaciones-límite no deben tomarnos por sorpresa. El primero es el de la gente de tiempos de Noé, que se interesaba sólo en lo terrenal. Pero vino el diluvio y los hizo perecer a todos. El segundo ejemplo es el de los habitantes de Sodoma en tiempos de Lot. Estos comían, bebían, compraban, vendían, construían… Pero llovió fuego y azufre, y todos perecieron. A Noé y Lot apenas se les menciona, pero son ejemplos típicos del creyente salvado en medio de la perdición general. Este evangelio es una invitación al desprendimiento. Sodoma y los contemporáneos de Noé perecieron por su indiferencia y su apego a lo material, olvidándose de Dios y de los demás. Comencemos por revisar nuestra actitud ante las cosas y nuestra apertura a los hermanos. Cuántas veces nos aferramos a lo material, a proyectos o ideas, y sólo pensamos en lograr lo que queremos. El evangelio es un llamado de atención a quienes propugnan un mundo sin valores evangélicos. Y éstos nos dicen que quien quiera ganar su vida la perderá; en cambio el que la pierda, la ganará; porque no buscarse a sí mismo, sino entregarse por entero a los demás por la causa de Jesús, es trabajar por la vida plena del ser humano.

ORACIÓN

Señor, ayúdanos a no perder la capacidad de asombrarnos y agradecer las maravillas de la creación y de tu existencia, no de los avances científicos y tecnológicos que no son capaces de descifrar el origen de la creación de la bondad, la génesis de todo cuanto existe y muchas veces lleva a enceguecernos perdiendo lo verdaderamente humano y alejando a las nuevas generaciones de ti, que eres la esencia del amor.  Oramos, damos gracias y bendecimos la vida de Leticia Hospital en su cumpleaños. Amén

 

“Perder la vida por causa de Jesús puede suceder de dos maneras: explícitamente confesando la fe, o implícitamente defendiendo la verdad”

(Papa Francisco).

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