lunes, 1 de noviembre de 2021

NOVIEMBRE 2021

 

“LEYES DE LA SIEMBRA Y LA COSECHA”

 

Existe en la vida humana una ley inquebrantable que nunca falla, se cumple: La ley de la siembra y la cosecha. No hace falta ser botánico para saber que:

1.      Se cosecha siempre lo que se siembra, es obvio. Si, aunque es tan obvio algunos piensan ingenuamente que las cosas malas que han hecho a otros en la vida no se las harán a ellos mismos. Ojo, cuidado, ¡Debes saber!, siempre cosecharás lo que has sembrado (lo bueno tanto como lo malo).

2.      Cosechas más de lo que has sembrado. Siempre que deposites un grano bajo la tierra y lo riegues y podes (discipulado) recogerás miles. Jesús dijo: “A diez, a ciento, a mil por uno”. Así que lo que hagas en vida se te pagará con creces, más que multiplicado sea bueno o sea malo.

3.      Debes recordar que cosechas siempre, no para recibir inmediatamente sino en la próxima temporada. Quizás no veamos inmediatamente las consecuencias de nuestro obrar, pero tarde o temprano lo que hagas a otros regresará a ti. Al comienzo parece que todo ha quedado enterrado bajo tierra, y que nadie nos ha visto, pero en algún momento saldrá a la luz, como Moisés cuando mató y enterró al egipcio bajo la tierra.

4.      Antes de sembrar, prepara o purifica la tierra, es una invitación a la reconciliación.

5.      Una vez preparada la tierra, selecciona, escoge o elige la mejor semilla.

6.      Abona, protege y cuida la semilla sembrada.

7.      Espera con fe y confianza la llegada de la cosecha; porque nuestra conciencia no nos acusa y sabemos que de antemano hemos hecho fiel y sinceramente el proceso anterior; de tal manera, a siembra de Bendición cosecha de Bendición. “Si yo, como causa siembro bendición,  por efecto bendición voy a recibir”.

 

Existe el concepto de la Causa–Efecto, miremos algunos ejemplos: Miremos en el libro de Ester : Amán murió en la misma horca que había preparado él para asesinar a Mardoqueo. Jezabel, quien planeó y ordenó la muerte de Nabot ( 1ra Reyes 21) y de los profetas de Israel, murió devorada por los perros que había utilizado para destruir a los profetas (2da Reyes 9).

Y otros ejemplos relatados en la historia del mundo: Marco Aurelio el emperador romano del siglo III d.C. como muchos profesionales hoy en día por evitar costos hizo una construcción barata con malos materiales sobre el conocido puente de Milvio, pero no se imaginaba que él mismo iba a transitarlo y por su mala construcción iba a caer y se iba a ahogar en este mismo puente.

 

“NO LO OLVIDEMOS, NUESTRO MAÑANA NO SERÁ OTRA COSA QUE LA RECOLECCIÓN DE LO QUE ESTAMOS SEMBRANDO EN ESTE MISMO MOMENTO”  

 

Y ya casi terminando el año civil, y a final de este mes, culminando el año litúrgico, agradecemos y celebramos además por los dos primeros días de este mes de noviembre en que celebramos dos fiestas: El día de todos los Santos, donde damos gracias por  todos los  discípulos (as) que se atrevieron a vivir el amor en acción,  y pedimos a Dios nos ayude a seguir su ejemplo y recordamos y bendecimos  a todos los que han partido al encuentro con el Señor con la esperanza de una vida eterna en el día Día de los difuntos.

 

 

Damos gracias al Señor por este nuevo mes, y pedimos que en el Señor siga iluminando nuestro camino, y todos sean bendecidos(as),  junto a sus familias,  proyectos y  pequeñas comunidades. Amén.   

        

Roberto Zamudio

 

PROMESA BÍBLICA DEL MES.

 

“Que nadie se engañe, Dios no puede ser burlado, todo lo que el hombre siembre eso también va a recoger” Gálatas 6,7.


ORACIÓN AL COMENZAR EL DÍA

Señor, cada mañana de este penúltimo mes del año quiero estar delante de ti y pedirte que me mires con tus ojos de ternura y me hagas sentir todo el amor para apropiarme de mis propias deficiencias y poder estar listo(a) para construir un camino de felicidad y de gozo. Dios, confío en que esa mirada de amor me haga reconocerme, como alguien valioso(a) y capaz de ser feliz y llevando a buen término mis propósitos en la vida. Quiero conocerme, aceptarme y amarme. Quiero poder proyectar a mi prójimo una relación sana conmigo mismo(a), para así poderle ayudar a conocer todas las capacidades que Tú has puesto en sus corazones y que las usen a favor de la realización de sus sueños.

Señor quiero pedirte que me ayudes a sembrar  una buena semilla, para  obtener buenos frutos, a pensar muy bien siempre antes de actuar,  de hablar, antes de pensar en murmurar.   Señor que pueda entender  que llevando bendición, recibiré bendición y que lo pueda hacer con todos los que me rodean. Señor cambia mi mentalidad para ser generador de perdón, generosidad, desprendimiento, restauración, ayúdame a actuar como tú lo hacías.

Te alabo y te bendigo porque sé que me vas a ayudar a salir adelante, porque Tú nunca me has fallado y cuento contigo siempre. Gracias por todo mi Amado Señor de la vida. Amén 

 

ORACIÓN AL FINALIZAR EL DÍA

 

En esta noche te doy gracias, Señor, por todo lo que me has dado y especialmente porque me has hecho pensar de nuevo en todo lo bueno que hay en mi ser. Gracias porque me siento con muchas posibilidades, con esperanzas con sueños y, sobre todo con la certeza de que lo que emprendo, si está dentro de tu sabia voluntad, saldrá adelante.  Gracias por todas las oportunidades de siembra de bendición que me has permitido experimentar en este día, que pueda seguir construyendo caminos de amor, servicio, solidaridad, justicia para otros. Gracias por todas las cosas buenas que me vas a dar y regalar mientras duermo, porque estoy seguro(a) de tu presencia en mi existencia, liberándome y llenándome de fuerza y gozo. Suplico tu bendición para todas las personas que amo, que me rodean y con las que me encuentro día a día y en este momento están necesitadas de tu mirada amorosa. Gracias por amarme mi  Amado Dios. Amén     

 

Lunes 01 de Noviembre de 2021

 Todos los Santos

 

“COMUNIÓN PLENA CON DIOS”

 

PRIMERA LECTURA

APOCALIPSIS 7,2-4.9-14

 

“Apareció en la visión una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua”

Yo, Juan, vi a otro ángel que subía del oriente llevando el sello del Dios vivo. Gritó con voz potente a los cuatro ángeles encargados de dañar a la tierra y al mar, diciéndoles: "No dañéis a la tierra ni al mar ni a los árboles hasta que marquemos en la frente a los siervos de nuestro Dios." Oí también el número de los marcados, ciento cuarenta y cuatro mil, de todas las tribus de Israel. Después esto apareció en la visión una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua, de pie delante del trono y del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos. Y gritaban con voz potente: "¡La victoria es de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!" Y todos los ángeles que estaban alrededor del trono y de los ancianos y de los cuatro vivientes cayeron rostro a tierra ante el trono, y rindieron homenaje a Dios, diciendo: "Amén. La alabanza y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y el honor y el poder y la fuerza son de nuestro Dios, por los siglos de los siglos. Amén."

Y uno de los ancianos me dijo: "Ésos que están vestidos con vestiduras blancas, ¿quiénes son y de dónde han venido?" Yo le respondí: "Señor mío, tú lo sabrás." Él me respondió: "Éstos son los que vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del Cordero."  Palabra de Dios.

 

REFLEXIÓN

 Al comenzar este mes, la Iglesia nos invita a celebrar con gozo la solemnidad de Todos los Santos. Hoy, la Palabra de Dios orienta nuestra mirada hacia la meta. Esta lectura nos presenta un panorama espectacular y hermoso: la visión de una inmensa multitud que goza victoriosa y alaba a Dios en el cielo. Es la Iglesia de los Santos, de aquellos que siguieron fielmente a Jesús y ahora gozan de plena alegría en la eternidad de Dios.

 

Y qué bueno sería la fiesta de hoy  no se redujera a lo que hemos solido llamar “mundo católico”, sino a un mundo verdaderamente  «universal». No limitarnos a pensar en «un catálogo romano de los santos», de los «canonizados» por la Iglesia católica romana, sino hacer de esta una fiesta «ecuménica» que agrupa a todos los santos.  Es más que ecuménica, porque no contempla sólo a los santos cristianos, sino a «todos», todos los que son santos a los ojos de Dios. Ello quiere decir, obviamente, que también incluye a los «santos no cristianos»... a los santos de otras religiones (debería ser una fiesta inter-religiosa), e incluso a los santos sin pertenencia a ninguna religión,  los santos anónimos, que nos han dado ejemplo de vida y la siguen dando en muchos lugares del mundo.

Podríamos  reflexionar sobre dos aspectos: el de la santidad misma (¿qué es, en qué consiste....?), y el del «Dios de todos los santos». La actitud universalista, la amplitud del corazón y de la mente hacia la universalidad, a la acogida de todos sin etiquetas particulares, siempre nos cuestiona la imagen de Dios. Dios no puede ser sólo nuestro Dios, “el nuestro”, el que piensa como nosotros e intervendría en la historia siempre según nuestras categorías y de acuerdo con nuestros intereses... Dios, si es verdaderamente Dios, ha de ser el Dios de todos los santos, el Dios de todos los nombres, el Dios de todas las utopías, el Dios de todos los hombres  ( religiosos o no).  Dios está más allá de toda religión concreta. Está «con todo el que ama y practica la justicia, sea de la religión que sea», como dijo Pedro en casa de Cornelio (Hch 10).  Que cada día sea una oportunidad para nosotros de buscar la santidad, de hacer la voluntad de Dios, de hacer siempre el bien, de crear ambientes de solidaridad, equidad, justicia en nuestra realidad y de mantener una mente y un corazón abierto hacia los demás.

 

SALMO RESPONSORIAL: 23

R. / Éste es el grupo que viene a tu presencia, Señor.

 

Del Señor es la tierra y cuanto la llena,

el orbe y todos sus habitantes:

él la fundó sobre los mares,

él la afianzó sobre los ríos. R., 

 

¿Quién puede subir al monte del Señor?

¿Quién puede estar en el recinto sacro?

El hombre de manos inocentes

y puro corazón,

que no confía en los ídolos. R.

 

Ése recibirá la bendición del Señor,

le hará justicia el Dios de salvación.

Éste es el grupo que busca al Señor,

que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

Después de anunciar las condiciones morales para que el culto a Dios tenga sentido, se dramatiza la entrada de Dios, Rey de la gloria, en el templo. En la liturgia se aplica este salmo a la entrada de Cristo al santuario celestial, a su glorificación definitiva. De Él también se puede decir que es el Rey de la gloria.

 

SEGUNDA LECTURA

1JUAN 3,1-3

 

“Veremos a Dios tal cual es”

 

Queridos hermanos: Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! El mundo no nos conoce porque no le conoció a él. Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es. Todo el que tiene esperanza en él, se purifica a sí mismo, como él es puro. Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

El secreto de la santidad no está en el esfuerzo humano sino en la iniciativa gratuita de amor con que Dios nos llama a ser sus hijos. En otras palabras, Dios nos quiere tanto, que desea que seamos como Él. “Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos!”. Dios se inserta en nuestra historia imprimiéndole a nuestro ser su misma santidad y haciendo así de nuestra vida una bendición para el mundo.

 

 

LECTURA DE EVANGELIO

MATEO 5,1-12A

 

“Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo”

 

En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles: "Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados. Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra. Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los Hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo." Palabra de Dios.

 

REFLEXIÓN

Aparece Jesús seguido por multitudes judías y paganas; su actividad trasciende las fronteras de su pueblo. Sube al monte y se dispone a enseñar. El lugar nos refiere a Moisés, y la actividad a Dios mismo. Se sienta como un maestro y comienza a enseñar a sus discípulos.

Jesús va a hablar del Reino en muchas oportunidades, pero siempre de manera misteriosa, en parábolas. Aquí nos regala toda una propuesta para comenzar a vivir el proyecto del Padre, en el aquí y ahora de la historia, sabiendo que su consumación plena será al final de los tiempos. La misma lógica del reinado de Dios, que no encaja en la lógica del sistema imperante, no se entiende sino en la paradoja misma: “Felices los afligidos”, “felices los desposeídos”. La lógica de Jesús es ilógica para aquellos que no piensan y sienten desde el corazón de Dios. La herencia de la tierra es el Reino mismo que ya viven los que todo lo esperan en Dios, los que no acumulan, sino que comparten lo propio. En ellos ya está Dios reinando. El programa de Jesús nos invita también a no descansar en la búsqueda de la paz, que proviene de la justicia, y a asumir el riesgo profético que lleva consigo el oponer una alternativa de inclusión, solidaridad e igualdad al sistema de opresión e injusticia. La persecución y la injuria serán elementos para discernir si nuestras opciones son las de Jesús y el Reino u otras.

Esta invitación es a vivir la verdadera santidad a la que nos llama la liturgia del día de hoy. Ser santos en el día a día para hacer realidad el Reino que Jesús nos mostró con palabras y hechos.

 

ORACIÓN

Señor quienes han logrado vivir según tu proyecto de amor, nos dan testimonio del gozo  y felicidad plena de una vida bienaventurada que se ha centrado en el servicio a quienes más lo necesitan. Por eso te pedimos que mientras permanezcamos en esta tierra logremos, vivir las Bienaventuranzas y  ser testigos alegres que proclaman tu Evangelio, no solo con la palabra sino sobre todo con nuestra vida. Oramos, damos gracias y bendecimos la vida de Yolanda Betancur en su cumpleaños. Amén 

 

“La vida de personas que entregaron todo a Dios, son ejemplo para quienes aún existimos”

 

Martes 02 de Noviembre de 2021

 

“NUEVA VIDA EN JESÚS”

 

 

PRIMERA LECTURA

2 MACABEOS 12, 43-46  

 

 Efectuó entre sus soldados una colecta y entonces envió hasta dos mil monedas de plata a Jerusalén a fin de que allí se ofreciera un sacrificio por el pecado. Todo esto lo hicieron muy bien inspirados por la creencia de la resurrección, pues si no hubieran creído que los compañeros caídos iban a resucitar, habría sido cosa inútil y estúpida orar por ellos. Pero creían firmemente en una valiosa recompensa para los que mueren como creyentes; de ahí que su inquietud era santa y de acuerdo con la fe. Esta fue la razón por la cual Judas ofreció este sacrificio por los muertos; para que fueran perdonados de su pecado.  Palabra de Dios.

 

REFLEXIÓN

El texto que nos propone la liturgia de la celebración de los fieles difuntos es 2 Macabeos en el capítulo 12, es un escrito muy tardío del antiguo testamento. Durante la dominación griega en Jerusalén, hacia el siglo II antes de Cristo nos cuenta como, después de la batalla contra  Gorguias, el ejército de Judas Macabeo fue a recoger los muertos para darles sepultura y encontraron en muchos de ellos “objetos consagrados a los ídolos” que la ley prohíbe a los judíos. Judas Macabeo, entonces ofrece una celebración de sacrificios de expiación, unos, para pedir perdón de los pecados; pero con el pensamiento puesto en la resurrección.

Hay aquí dos elementos muy propios de nuestra experiencia cristiana: la conciencia del pecado comunitario, que lleva a celebrar un sacrificio para pedir perdón, y la esperanza puesta en la resurrección. Lo segundo da confianza para lo primero; porque creemos en la resurrección, pedimos perdón a Dios por el pecado de todos, no solo por los pecados de nuestros difuntos.        

 

SALMO RESPONSORIAL 129

R. / Desde lo hondo grito a Ti, Señor.

 

Desde lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica. R.


Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón,
y así infundes respeto. R.


Mi alma espera en el Señor,
espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor,
más que el centinela la aurora R.


Aguarde Israel al Señor,
como el centinela la aurora;
porque del Señor viene la misericordia,
la redención copiosa;
y él redimirá a Israel
de todos sus delitos. R.

 

OREMOS CON EL SALMO 

Este Salmo es un humilde reconocimiento del pecado y acto de confianza en el perdón de Dios para el salmista y para todo el pueblo. Con la misma convicción de que todos necesitamos el perdón de Dios, podemos hacer nuestras las palabras del salmista. En Cristo Dios concede a todos el perdón

 

SEGUNDA LECTURA

ROMANOS 6,3-9

 

¿No saben ustedes que, al quedar unidos a Cristo Jesús en el bautismo, quedamos unidos a su muerte? 

 

Pues por el bautismo fuimos sepultados con Cristo, y morimos para ser resucitados y vivir una vida nueva, así como Cristo fue resucitado por el glorioso poder del Padre.

 

Si nos hemos unido a Cristo en una muerte como la suya, también nos uniremos a él en su resurrección. Sabemos que lo que antes éramos fue crucificado con Cristo, para que el poder de nuestra naturaleza pecadora quedara destruido y ya no siguiéramos siendo esclavos del pecado. Porque, cuando uno muere, queda libre del pecado. Si nosotros hemos muerto con Cristo, confiamos en que también viviremos con él. Sabemos que Cristo, habiendo resucitado, no volverá a morir. La muerte ya no tiene poder sobre él. Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

El texto que nos regala la liturgia se comprende mejor si se piensa en el bautismo primitivo cuando se usaba en el rito de la inmersión: el signo de sumergirse en el agua y salir de ella expresa muy bien lo que sucede a través de este rito: el hombre se une a Cristo sepultado en la muerte y resucitado de entre los muertos. Eso tiene una primera consecuencia: esta unión con Cristo trae un cambio en el modo de vivir. El que se ha unido conscientemente con Él, ciertamente querrá vivir del modo más parecido, sin pecado. Y esta unión tiene una segunda consecuencia que es vivir con Él más allá de la muerte. El cristiano cree que Jesús ha resucitado y vive para siempre, y por eso cree también que el que se ha sumergido con Él en la muerte vivirá también por siempre.

 

LECTURA DEL EVANGELIO

JUAN 14, 1-6

 

“En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones y yo les estoy preparando la suya”

 

"No se angustien ustedes. Crean en Dios y crean también en mí. En la casa de mi Padre hay muchos lugares donde vivir; si no fuera así, yo no les hubiera dicho que voy a prepararles un lugar. Y después de irme y de prepararles un lugar, vendré otra vez para llevarlos conmigo, para que ustedes estén en el mismo lugar en donde yo voy a estar. Ustedes saben el camino que lleva a donde yo voy."

Tomás le dijo a Jesús: --Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo vamos a saber el camino?

Jesús le contestó:--Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre.  Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

 

La fiesta de los fieles difuntos que celebramos hoy es continuación y complemento de la de ayer. Junto a todos los santos ya gloriosos, queremos celebrar la memoria de nuestros difuntos. Muchos de ellos formarán parte, sin duda, de ese «inmenso gentío» que celebrábamos en la fiesta de «todos los santos»... Pero hoy no queremos rememorar su memoria en cuanto «santos» sino en cuanto difuntos, y tal vez sobre todo en cuanto «nuestros difuntos».

En ese sentido, es un día para hacer presente en nuestro corazón la memoria de todos nuestros familiares y amigos o conocidos difuntos, que quizá durante la vida diaria no podemos estar recordando. El verso del poeta «¡Qué solos se quedan los muertos!», expresa bien esa limitación humana: con el tiempo, no podemos vivir prendidos constantemente al recuerdo de nuestros difuntos... por más que seamos fieles a su memoria. Acabamos olvidando de alguna manera a nuestros difuntos, al menos en el curso de la vida ordinaria, para poder sobrevivir.

Por eso, este día es una ocasión propicia para cumplir periódicamente con el  deber de nuestro recuerdo agradecido. Orar por los difuntos no deja de ser un acto de solidaridad, al querernos sentir en comunión con ellos, más allá de los límites del espacio, del tiempo y de la carne. Un día de recuerdo, de recogimiento, para sentir en nuestro corazón la memoria de los nuestros, y para curar si hiciera falta las heridas que a veces lleva consigo: la muerte empequeñece los errores cometidos, tanto por nosotros como por quienes ya se fueron. Nos debemos reconciliar con nuestros recuerdos, con compasión, con ternura... hasta que ya no nos duelan.

 

Y miremos también como los que nos han precedido, nos han dejado una herencia vivida en el amor y en la fe, en el sacrificio y en el trabajo El sacrificio de Cristo en la cruz, nos alcanza la salvación, abre a ellos y a nosotros la esperanza de la vida eterna. El apóstol Pablo nos anuncia hoy un mensaje de alegría, de esperanza y victoria; ante la muerte, Pablo no quiere que vivamos tristes y desconsolados como los que no tienen esperanza. Para un cristiano la muerte no puede ser el final, sino el comienzo de una vida nueva, pues tiene la absoluta certeza de que Dios le concede participar de la muerte de Jesús para resucitar victorioso con Él.

 

El evangelio de este día nos confirma, a través de la resurrección de Jesús, que la vida está por encima de la muerte. La vida es el destino de la humanidad, pues es el querer de Dios, es su proyecto; y es este proyecto el que Jesús vivió y proclamó: que todos y todas tuviéramos vida y vida abundante y digna. Los que presenciaban la agonía de Jesús en la cruz creían que era la derrota de un hombre y de un proyecto, no la donación de una vida a favor de la humanidad; el único que confiesa la acción salvadora de Dios efectuada en Jesús es el centurión romano: Realmente este hombre era Hijo de Dios; esta confesión nos lleva a afirmar que la muerte, y con ella todos los sistemas que ciegan la vida, es derrotada. Por lo tanto, la fe que confesamos debe estar apoyada por verdaderas acciones que defiendan la vida, tal como lo hizo Jesús de Nazaret.

 

ORACIÓN

Señor ayúdanos, por favor a experimentar desde ahora la trascendencia, la vida más allá de la muerte física, a llevar una vida centrada en tu Palabra y en el compartir de la comunidad discipular que nos permita buscar y vivir tu Reino;  que no  vivamos una vida superficial y sin sentido, que no nos dejemos llevar por los proyectos que nos proponen avanzar sin Ti,  que permanezcamos unidos a ti que eres camino, verdad y vida. Oramos, damos gracias y bendecimos la vida de Aura Cecilia Ocampo en su cumpleaños.Amén

 

“La persona que cree y vive a la manera de Jesús, nunca morirá…”

Miércoles 03 de Noviembre de 2021

 Santo Fray Martin de Porres


“DISCIPULADO: OPTAR POR JESÚS COMO CENTRO DE LA VIDA”

 

PRIMERA LECTURA

ROMANOS 13,8-10

 

“Amar es cumplir la ley entera”

 

Hermanos: A nadie le debáis nada, más que amor; porque el que ama a su prójimo tiene cumplido el resto de la ley. De hecho, el "no cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no envidiarás" y los demás mandamientos que haya, se resumen en esta frase: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." Uno que ama a su prójimo no le hace daño; por eso amar es cumplir la ley entera. Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

Seguimos la idea que Pablo ha comenzado en días anteriores en su mensaje a la comunidad de Roma, la vida en torno a la convivencia comunitaria. Es necesario, además de la doctrina dada en los capítulos anteriores cierta práctica que ayude a manejar las sanas relaciones interpersonales, en la vida de la comunidad.  La idea que le interesa a Pablo subrayar es “El Amor”, el que ama tiene cumplido el resto de la ley. Todos los mandamientos y normas de relación están cimentadas y contenidas en el mandamiento del amor, y “todo el proyecto de Jesús se resume en esta frase: Amarás al Señor y a tu prójimo como a ti mismo”.   

 Y recordemos y recitemos hoy un escrito de San Agustín de hace más de 1500 años:

"Ama, y haz lo que quieras.
Si callas, callarás con amor.
Si gritas, gritarás con amor.
Si corriges, corregirás con amor.
Si perdonas, perdonarás con amor.
Si está dentro de ti la raíz del amor,
ninguna otra cosa sino el bien
podrá salir de tal raíz."

SALMO RESPONSORIAL: 111

R/  Dichoso el que se apiada y presta.

 

Dichoso quien teme al Señor

y ama de corazón sus mandatos.

Su linaje será poderoso en la tierra,

la descendencia del justo será bendita. R.

 

En las tinieblas brilla como una luz

el que es justo, clemente y compasivo.

Dichoso el que se apiada y presta,

y administra rectamente sus asuntos. R.

 

Reparte limosna a los pobres;

su caridad es constante, sin falta,

y alzará la frente con dignidad. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

Este salmo siguiendo el tono de las reflexiones de los sabios, proclama la felicidad que gozará  el que es bueno, clemente y compasivo. Las bienaventuranzas de Jesús proponen temas complementarios en relación con su proclamación del Reino de Dios, que El hace presente entre los hombres. 

 

LECTURA DEL EVANGELIO

LUCAS 14,25-33

 

“El que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío”

 

En aquel tiempo, mucha gente acompañaba a Jesús; él se volvió y les dijo: "Si alguno se viene conmigo y no pospone a su padre y a su madre, y a su mujer y a sus hijos, y a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío. Quien no lleve su cruz detrás de mí no puede ser discípulo mío.

 

Así, ¿quién de vosotros, si quiere construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla? No sea que, si echa los cimientos y no puede acabarla, se pongan a burlarse de él los que miran, diciendo: "Este hombre empezó a construir y no ha sido capaz de acabar." ¿O qué rey, si va a dar la batalla a otro rey, no se sienta primero a deliberar si con diez mil hombres podrá salir al paso del que le ataca con veinte mil? Y si no, cuando el otro está todavía lejos, envía legados para pedir condiciones de paz. Lo mismo vosotros: el que no renuncia a todos sus bienes, no puede ser discípulo mío." Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

El seguimiento de Jesús es como una piedra en el zapato. Nos hace detenernos en el camino y examinar qué es lo que no nos deja seguir. Nos obliga a pensar si el camino vale la pena, si es el adecuado, el ideal. Porque el seguimiento de Jesús tiene exigencias destinadas a liberar a los seres humanos de las cargas inútiles y excesivas; requiere y exige absoluta libertad. El evangelio de hoy nos recuerda las exigencias del seguimiento. Requerimientos que en alguna medida pueden “mortificar”, causar incomodidades, pero que tienen como fin ayudar al discípulo a estar disponible para seguir el camino de Jesús. Por eso lo más oportuno es no llevar muchos zapatos para el camino, acumulando bienes innecesarios, ni cargar con muchas bolsas, pues el bien más grande es Dios mismo. Ni hay que llevar mucha compañía, porque en la comunidad de hermanos se encontrará la amistad y el apoyo. Viendo así las cosas, el camino se debe emprender en la más entera libertad, con los brazos abiertos para ir al encuentro del hermano, y con los pies descalzos para estar en el más cercano contacto con la realidad. El cargar con la propia cruz es signo de aceptación de un camino de sufrimiento, soledad e incluso muerte, que el discípulo escoge por la causa de Jesús y por seguir en pos de él.

 ORACIÓN

Hoy nos dices que no basta con decir que somos seguidores(as) de Jesucristo declarándolo de labios para afuera, es necesario que los gestos y signos de amor solidario y desinteresado se hagan evidentes. Señor por favor ayúdanos a que esto se haga realidad en nuestra vida, pues solo así,  muchos se acercarán buscando vivir del mismo Espíritu de justicia y solidaridad. Amén

 

El epicentro que nos debe mover en esta vida es: amar al Maestro, ejerciendo el camino de la cruz que requiere sacrificio, renuncia, disciplina obediencia y perseverancia”