domingo, 1 de diciembre de 2019

Viernes 20 de Diciembre de 2019

“SER OYENTES FIELES DE LA PALABRA”

PRIMERA LECTURA
ISAÍAS 7,10-14

“Mirad: la virgen está encinta”

En aquellos días, el Señor habló a Acaz: "Pide una señal al Señor, tu Dios: en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo." Respondió Acaz: "No la pido, no quiero tentar al Señor." Entonces dijo Dios: "Escucha, casa de David: ¿No os basta cansar a los hombres, que cansáis incluso a mi Dios? Pues el Señor, por su cuenta, os dará una señal: Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa "Dios-con-nosotros". Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
El rey no hace lo que el profeta le pide porque se niega a poner toda su confianza en Dios, escudándose en la piedad. La piedad difiere de la fe. Pensemos en que muchas de prácticas devocionales envuelven piedad, pero escasean en fe. Se asumen como ritos mágicos, en los que la persona participa pasivamente; esto mantiene la fe en un nivel infantil. La fe hace crecer y madurar a la persona; la va capacitando a asumir sus propias decisiones con responsabilidad ante Dios y la comunidad. Una fe madura establece con Dios un diálogo continuo y transformante. El rey de la lectura no quiere diálogo ni relación personal alguna. Con todo, Dios le garantiza un sucesor: ¡el pueblo tiene futuro! El próximo nacimiento de Cristo, es la señal más clara de que Dios es fiel, a pesar de las negativas y desatinos de parte nuestra. Nos da su Palabra para continuar el diálogo. Cristo es la firme señal para dialogar y crecer con él. ¿Cuáles son las señales que Dios nos da?
SALMO RESPONSORIAL: 23
R/ Va a entrar el Señor, él es el Rey de la gloria.

Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos. R.

¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes
y puro corazón,
que no confía en los ídolos. R.

Ése recibirá la bendición del Señor,
 le hará justicia el Dios de salvación.
Éste es el grupo que busca al Señor,
que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R.

OREMOS CON EL SALMO
Después de enunciar las condiciones morales para que el culto a Dios tenga sentido, en este Salmo se dramatiza la entrada de Dios, Rey de la gloria, en el templo. En la liturgia se aplica este salmo a la entrada de Cristo al santuario celestial, a su glorificación definitiva. De Él también se puede decir que es el Rey de la gloria. La conducta de los que buscan al Señor  debe corresponder a su profesión de fe.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 1,26-38
“Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo”
A los seis meses, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo." Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo: "No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin."
Y María dijo al ángel: "¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?" El ángel le contestó: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible." María contestó: "Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra." Y la dejó el ángel. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
En la primera lectura Isaías anuncia al Emmanuel, “Dios con nosotros”, que va a ser concebido por una joven virgen. El evangelio anuncia el nacimiento de Jesús. Una joven judía de Nazaret espera un hijo por obra del altísimo. María es una mujer cuatro veces marginada: por ser mujer, por ser pobre, por ser joven y por ser galilea. Sin embargo, ella es la que recibe el anuncio del ángel, en quien conoce la acción de Dios después de sorprenderse, después de su iniciativa para preguntar y entrar en diálogo. María, con su sí al proyecto de Dios, introduce a Jesús en la historia. Es en ese lugar de marginación y pobreza donde el proyecto de Dios va a fructificar por medio del sí consciente de María. Lucas quiere resaltar que Dios actúa en lo pequeño, en lo que la sociedad cree despreciable. Es precisamente en los pequeños, en los marginados del mundo donde Dios se complace. Los rostros campesinos, indígenas, afros, mestizos, desplazados, los abandonados por la sociedad son los privilegiados donde habita Dios y donde hace surgir su proyecto de vida. Hay que descubrir en esos rostros el rostro mismo de Jesucristo, el Hijo de Dios.

ORACIÓN
Ayúdanos Amado Dios, a comprender desde nuestro limitado entendimiento la magnificencia de tu concepción. Que no nos podemos quedar en el cómo, sino en el para qué, comenzando por el gozo que se siente al reconocer a la fiel, bella y dispuesta  joven María de aquel “pequeño” pueblito de Nazaret, como la escogida para llevar en su ser al Dios de la vida y el amor. Amén.


“La Palabra de Dios se cumple siempre pero debe ser acogida y creída con fe por las persona y comunidad a la que se dirige”

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