“ESPERA Y NACIMIENTO EN FAMILIA”
Estamos en el tiempo de Adviento
que son cuatro semanas de espera y preparación para ese gran acontecimiento que
es la Navidad (Lucas 1, 26-38). ¿Surge
la inquietud: y cómo nos preparamos?¿Con tamales, lechona, natillas, buñuelos,
compras, regalos, paseos y papa Noel, lucecitas y demás? Sera ese el sentido de
la espera al Mesías, al Dios con nosotros?
Claro que es un tiempo de alegría porque preparamos el camino para
recibir a Jesús, al Hijo de Dios, al que se hizo humano, siendo divino, para
hacerse puenteentre Dios y nosotros y reanudar nuestra relación con El, no con
la religión, sino con un estilo de vida basado en el amor, que produce
relaciones fraternas, justicia, solidaridad, hermandad, comunicación, interés
por el bien de mis semejantes, economías compartidas, cuidado y respeto por la
tierra, por la naturaleza y por la célula base de la sociedad, la familia.
Tiempo de alegría desde el corazón y el reconocimiento de Dios con nosotros,
solo que como poco conocedores de la verdadera esencia de la vida, no tenemos
otro sentido sino satisfacer nuestros deseos, con el jolgorio tradicional, que
nos enseñaron desde pequeños, lo cual en su medida y con un sentido cristiano
se hace adecuado y gozoso. Es asumir el sentido a las noches en que nos
reunimos como comunidad y recordamos y celebramos durante nueve días Al que ha
de llegar, haciendo una interiorización de nuestra conversión, sanación y
nuestro sistema de relaciones con Dios, con nosotros mismos, con el prójimo y
con todo lo que nos rodea.
La navidad, significa el
nacimiento del Regalo y Tesoro más grande para el mundo, El Hijo de Dios entre
nosotros. Del que decían los profetas desde el Antiguo testamento(Is.9,6), (Is.
7,14), (Miqueas 5,2), del que profetizó Zacarías (Luc. 1, 67-80), del que nació
en una pesebrera (Luc. 2,1-20),del que buscaban los magos de oriente (Mateo
2,1-2)y del que traía una gran misión (Mat. 1,21).Al que le abrimos la puerta
del corazón, lo recibimos, vive con nosotros y con quien contamos todos los
días de la vida (Juan 1,12-13), (Prov. 3,20). El que nos mostró y enseñó los
valores de su Reino, se hizo humilde y sencillo y de verdad lucho por la
justicia y el amor hasta ser violentado y colgado en el madero y el que
continua presente a través del tiempo. Nos invita hoy a volver el rostro a Él,
a caminar en su proyecto de vida y nos envía a darlo a conocer, a proclamar y a
servir con nuestras actitudes, obras, sentimientos y pensamientos. Y así no
permitir que se desdibuje la esencia de la creación y el orden establecido por
el Creador.
¿Cómopreparamos ese camino y como
celebramos el Nacimiento de Jesús? Sugerimos cinco acciones
1.
Traer
a la mente el verdadero sentido de la espera: viene la imagen de María de
Nazaret, embarazada, feliz, porque está haciendo la voluntad de su Padre Dios y
en sus entrañas se gesta la Promesa, que hará cambiar el mundo.
2.
Revisar
interiormente como está mi ser, mi corazón donde lo voy a recibir, como voy a
limpiar y organizar mi casa, mi pesebre, en las diferentes áreas de vida.
3.
Volver
a un momento puntual donde renovamos el Si queremos que entre Jesús a nuestra
vida y caminar con El.
4.
Con
alegría congregarnos entorno al símbolo de la navidad, la familia de Nazaret en
el pesebre, durante nueve noches, donde, tomemos la Palabra, leyendo,
analizando y reflexionando cada relatoy sacando claves para la vida; y
compartamos la mesa (buñuelos, natilla…)
5.
Vamos
a celebrar el 24 y 25 de diciembre,en familia, el gozo de haberlo recibido en
el corazón y el querer, volver a caminar o seguir caminando con El. Y vamos a
ofrecer los regalos, como símbolo del amor de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo
en nuestra persona y en nuestros hogares y comunidades.
En
el último mes del año, por tradición se celebra la navidad, que es como una
llave para abrir las puertas al nuevo año y llenarnos de motivos para comenzar
una nueva ilusión y una nueva esperanza. Invitamos a sembrar la esperanza en
rescatar el valor de la familia diseñada y creada por Dios y que recreó al
traer a su Hijo a través del Hogar de Nazaret, el de María y José. Lafamilia
donde prevalece una relación basada en el respeto a Dios, entre sí mismos y
hacia la naturaleza; donde se forma a los niños en el amor, los valores
humanos, en la conciencia social y comunitaria, en el respeto, la unidad y la
sana convivencia. Que no se siga perdiendo la familia natural, basada en el
amor y la voluntad de Dios,para que el mundo no siga colapsando.