lunes, 1 de julio de 2019

Viernes 26 de Julio de 2019


“COSECHA ABUNDANTE”

PRIMERA LECTURA
ÉXODO 20,1-17

“La Ley se dio por medio de Moisés”

En aquellos días, el Señor pronunció las siguientes palabras: "Yo soy el Señor, tu Dios, que te saqué de Egipto, de la esclavitud. No tendrás otros dioses frente a mí. No te harás ídolos, figura alguna de lo que hay arriba en el cielo, abajo en la tierra o en el agua debajo de la tierra. No te postrarás ante ellos, ni les darás culto; porque yo, el Señor, tu Dios, soy un dios celoso: castigo el pecado de los padres en los hijos, nietos y biznietos, cuando me aborrecen. Pero actúo con piedad por mil generaciones cuando me aman y guardan mis preceptos. No pronunciarás el nombre del Señor, tu Dios, en falso. Porque no dejará el Señor impune a quien pronuncie su nombre en falso.  Fíjate en el sábado para santificarlo. Durante seis días trabaja y haz tus tareas, pero el día séptimo es un día de descanso, dedicado al Señor, tu Dios: no harás trabajo alguno, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu ganado, ni el forastero que viva en tus ciudades. Porque en seis días hizo el Señor el cielo, la tierra y el mar y lo que hay en ellos. Y el séptimo día descansó: por eso bendijo el Señor el sábado y lo santificó.

Honra a tu padre y a tu madre: así prolongarás tus días en la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar. No matarás. No cometerás adulterio. No robarás. No darás testimonio falso contra tu prójimo. No codiciarás los bienes de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de él."  Palabra de Dios.

REFLEXIÓN
Esta primera lectura nos presenta el texto referente a los diez mandamientos, o decálogo de alianza entre Dios y su pueblo. Todo empieza con una frase básica: “Yo soy el Señor tu Dios, que te saqué de la esclavitud de Egipto. Las normas de vida que el pueblo recibe no vienen de un Dios extraño, lejano, sino de quien los ha liberado de la opresión, está con ellos, los acompaña en su camino, camina con ellos. Los diez mandamientos son el estilo o programa de vida  que Dios pide al pueblo elegido. Unos se refieren a la relación con Dios, empezando por el primero y más importante: “No tendrás otros dioses fuera de mi”. Los otros mandamientos dan normas sobre la relación y trato con los demás de la comunidad, empezando por el “Honra a tu padre y a tu madre”.
Hoy también siguen siendo válidos estos mandatos antiguos de Dios, pero a la luz y visión de la enseñanza de Jesús, quien les dio sentido y motivaciones más profundas (“Amaos como yo os he amado”) y los completó sobre todo con las Bienaventuranzas y el Sermón de la Montaña. No se trata de normas contra la libertad, sino del camino de una vida digna, más justa, libre, en armonía con Dios y con los hermanos. Los mandamientos de Jesús (bienaventuranzas) son el camino para la verdadera liberación y promoción humana. 

SALMO RESPONSORIAL: 18
R. / Señor, tú tienes palabras de vida eterna.

La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante. R.

Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos. R.

La voluntad del Señor es pura
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos. R.

Más preciosos que el oro,
más que el oro fino;
más dulces que la miel
de un panal que destila. R.

OREMOS CON EL SALMO
Este salmo hace la alabanza de la revelación de Dios, primero en las obras de la creación y luego en la ley, para terminar con una humilde oración. La revelación de Dios  tiene su punto culminante en Jesús, Palabra definitiva de Dios, camino, verdad y vida.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                 
LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 13,18-23

“El que escucha la palabra y la entiende, ése dará fruto”

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Vosotros oíd lo que significa la parábola del sembrador: Si uno escucha la palabra del reino sin entenderla, viene el Maligno y roba lo sembrado en su corazón. Esto significa lo sembrado al borde del camino. Lo sembrado en terreno pedregoso significa el que la escucha y la acepta en seguida con alegría; pero no tiene raíces, es inconstante, y, en cuanto viene una dificultad o persecución por la palabra, sucumbe. Lo sembrado entre zarzas significa el que escucha la palabra; pero los afanes de la vida y la seducción de las riquezas la ahogan y se queda estéril. Lo sembrado en tierra buena significa el que escucha la palabra y la entiende; ése dará fruto y producirá ciento o sesenta o treinta por uno." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Toda nuestra vida es una parábola en la que Dios está escondido y sin embargo desde ahí nos habla. Uno puede quedarse en el exterior de las personas o los acontecimientos y ser como esos terrenos donde no se encuentra fruto o bien podemos escuchar a Dios poniéndolo en el centro de nuestras situaciones humanas y entonces podremos claramente descubrir su voluntad y buscar cumplirla con una fe iluminada por la Palabra, una esperanza alentada por la vida con sentido y una caridad inflamada por nuestro compromiso en obras de misericordia. El Señor nos invita a luchar contra los enemigos que impiden que la semilla, que es el mensaje del reino, no de fruto. Los enemigos a combatir son: la sordera ante la Palabra; miedo a la crítica y la oposición al mensaje; un estilo de vida egoísta y una vida infecunda, impía. Estemos atentos en nuestros pensamientos, palabras y obras para convertirnos día con día en terreno bien dispuesto a recibir con fe esta semilla y dejarnos transformar. ¿Qué clase de terreno eres hoy?

ORACIÓN
Señor, necesitamos comprender y vivir con mayor plenitud, tus preceptos y orientaciones para unas relaciones armoniosas, sanas, equilibradas.  A Moisés le diste las tablas de la ley  y tú, Jesús nos revelas una guía para vivir desde el amor que es donde se resume el principal sentido de tu paso por esta tierra. Ayúdanos por favor para aprender a ser y hacer como tú nos indicas, para nuestro bien y el de los que nos rodean. Amén 


“Lo importante para Dios es que la Palabra llegue a todas partes incluso a donde no hay esperanza de vida”

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