lunes, 1 de mayo de 2017

Martes 02 de Mayo de 2017


“FE GRATUITA Y SIN CONDICIONES”


PRIMERA LECTURA
HECHOS DE LOS APOSTOLES 7,51-8,1a

“Señor Jesús, recibe mi Espíritu
En aquellos días, Esteban decía al pueblo, a los ancianos y a los escribas: "¡Duros de cerviz, incircuncisos de corazón y de oídos! Siempre resistís al Espíritu Santo, lo mismo que vuestros padres. ¿Hubo un profeta que vuestros padres no persiguieran? Ellos mataron a los que anunciaban la venida del Justo, y ahora vosotros lo habéis traicionado y asesinado; recibisteis la Ley por mediación de ángeles, y no la habéis observado."
Oyendo estas palabras, se recomían por dentro y rechinaban los dientes de rabia. Esteban, lleno de Espíritu Santo, fijó la mirada en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús de pie a la derecha de Dios, y dijo: "Veo el cielo abierto y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios." Dando un grito estentóreo, se taparon los oídos; y, como un solo hombre, se abalanzaron sobre él, lo empujaron fuera de la ciudad y se pusieron a apedrearlo. Los testigos, dejando sus capas a los pies de un joven llamado Saulo, se pusieron también a apedrear a Esteban, que repetía esta invocación: "Señor Jesús, recibe mi espíritu." Luego, cayendo de rodillas, lanzó un grito: "Señor, no les tengas en cuenta este pecado." Y, con estas palabras, expiró. Saulo aprobaba la ejecución.  Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Seguimos leyendo la pequeña historia de Esteban, el protagonista de la lectura de ayer.  Esteban, el primero de los mártires cristianos, mostró en su sabiduría y en su virtud de quién era discípulo; pero sobre todo lo manifestó con su modo de dar la vida. Así como Jesús, también este seguidor de Jesús ruega por sus propios adversarios y verdugos, es intercesor de quienes le traicionan y calumnian, y lo mismo que su Maestro, está tan lleno de verdad como de amor y finalmente entrega su espíritu al Creador.
En el momento de la máxima humillación, Esteban contempla la máxima glorificación. La visión de Esteban, por otra parte, no se limita al Señor. Él ve "los cielos abiertos". Ahora con Cristo Glorioso los cielos se han abierto. Los bienes de lo alto están prestos a descender, especialmente el bien por excelencia, el gran y maravilloso don, que es el Espíritu Santo.
SALMO RESPONSORIAL: 30
R. / A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.

Sé la roca de mi refugio,
un baluarte donde me salve,
tú que eres mi roca y mi baluarte;
por tu nombre dirígeme y guíame. R.

A tus manos encomiendo mi espíritu:
tú, el Dios leal, me librarás
yo confío en el Señor
Tu misericordia sea mi gozo y mi alegría. R.

Haz brillar tu rostro sobre tu siervo,
sálvame por tu misericordia.
En el asilo de tu presencia los escondes
de las conjuras humanas. R.

OREMOS CON EL SALMO
En este salmo hay elementos de petición de ayuda, que hace alguien injustamente perseguido, combinados con la acción de gracias por la liberación concedida. Se expresa también un profundo sentimiento de confianza en el poder y amor de Dios. Se encuentra allí las últimas palabras de Cristo en la cruz. En Él se cumple perfectamente la confianza absoluta en el amor de Dios, y en su resurrección se realiza con plenitud la liberación de la muerte y del mal, prenda y garantía de nuestra liberación definitiva  

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 6,30-35
No fue Moisés, sino que es mi Padre el que da el verdadero Pan del Cielo
En aquel tiempo, dijo la gente a Jesús: "¿Y qué signo vemos que haces tú, para que creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: "Les dio a comer pan del cielo."" Jesús les replicó: "Os aseguro que no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo." Entonces le dijeron: "Señor, danos siempre de este pan." Jesús les contestó: "Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí nunca pasará sed."  Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
En el Antiguo Testamento la consigna del maná era no acaparar y en el Nuevo Testamento, Jesús nos da la vida verdadera que comienza desde ahora. La realidad del cielo y de la tierra son una sola: por ello Dios nos entrega la vida como pan, para poder vivir como hijos e hijas suyos. Cuántas veces espiritualizamos este texto del evangelio y lo referimos exclusivamente a participar en la mesa de la eucaristía. La eucaristía envuelve todos los anhelos humanos de pan, de la mesa, de la verdad, de la educación, de vida digna y trabajo. Estamos viviendo de una manera dividida como si la vida espiritual fuera diferente de la cotidiana. Jesús es pan del mundo, de vida para ayudarnos a saciar todas las necesidades. Todo lo que hace crecer la vida en dignidad de las personas, hace crecer el Reino de Dios. Creer en Jesús es aportar nuestro granito de arena para que Dios reine en el mundo. La eucaristía incluye las tres T de las que nos habla el papa Francisco: Trabajo, Tierra y Techo. 


ORACIÓN
Bendito Padre, el amor por ley no tiene sentido, pero el amor que nos enseñaste a través de tu Hijo, es lo más hermoso que podemos identificar de ti, porque encierra el verdadero sentido de la existencia. Ayúdanos, por favor, a que logremos vivirlo aquí, como Él lo hizo. Haznos justos(as), solidarios, misericordiosos(as), obedientes a ti y     llenos(as) de tu amor. Amén 


“Solo una fe desinteresada puede darnos un sentido nuevo para la vida”

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