domingo, 1 de junio de 2014

Lunes 30 de Junio de 2014


“AL SERVICIO DEL DIOS DE LA JUSTICIA”

PRIMERA LECTURA
AMÓS 2, 6-10. 13-16

“Revuelcan en el polvo al desvalido”

Así dice el Señor: "A Israel, por tres delitos y por el cuarto, no le perdonaré: porque venden al inocente por dinero y al pobre por un par de sandalias; revuelcan en el polvo al desvalido y tuercen el proceso del indigente.
Padre e hijo van juntos a una mujer, profanando mi santo nombre; se acuestan sobre ropas dejadas en fianza, junto a cualquier altar, beben vino de multas en el templo de su Dios.
Yo destruí a los amorreos al llegar ellos; eran altos como cedros, fuertes como encinas; destruí arriba el fruto, abajo la raíz. Yo os saqué de Egipto, os conduje por el desierto cuarenta años, para que conquistarais el país amorreo.
Pues mirad, yo os aplastaré en el suelo, como un carro cargado de gavillas; el más veloz no logrará huir, el más fuerte no sacará fuerzas, el soldado no salvará la vida; el arquero no resistirá, el más ágil no se salvará, el jinete no salvará la vida; el más valiente entre los soldados huirá desnudo aquel día." Oráculo del Señor.  Palabra de Dios.

REFLEXIÓN
Este texto es  un ejemplo de las denuncias de los profetas. Amós es conocido en la Sagrada Escritura como un adalid, un heraldo, un enamorado de la justicia. Y el valor de Amós para denunciar los pecados, nos muestra un rostro severo, de Dios. Acostumbrados al lenguaje de la misericordia, nos sentimos casi golpeados cuando tenemos que leer en la Biblia:  "A Israel no le perdonaré" Amós 2,6, o cuando dice que nadie va a huir, que nadie se puede escapar: "Yo os aplastaré en el suelo como un carro lleno de gavillas", Amós 2,13...
¿Estamos frente a un Dios "castigador" e implacable? ¿Es ese nuestro Dios?
Pero no es así, Dios sigue siendo  un Dios de amor, y un Dios de justicia. El principio y la fuente del amor están en Él, y  el amor de Dios se manifiesta con más de un rostro,  nos sigue amando, porque  su rostro de amor,  no es  solamente ternura, también está cuando nos regaña y  nos corrige.  Bueno, ¿y por qué podemos llamar amor estas expresiones tan duras del profeta, en este caso del profeta Amós? Por varias razones,  porque es una fuente de luz, porque nos ilumina, nos hace ver la distancia que hay entre su plan y nuestra vida.   Dios muestra las consecuencias del pecado para separarnos del pecado. El pecado no daña a Dios, el pecado nos daña a nosotros.

Cuando Dios señala el pecado, no está defendiéndose Él, nos está defendiendo a nosotros.  Es un acto de amor mostrar el pecado, y lo muestra con tanta claridad: los dineros injustos y su malversación,  las injusticias contra los pobres, la idolatría, el desorden con nuestra vida.  Es un acto de amor.  Su denuncia es un acto de amor para protegeros y devolvernos al camino.

SALMO RESPONSORIAL: 49
R/Atención, los que olvidáis a Dios.

"¿Por qué recitas mis preceptos
y tienes siempre en la boca mi alianza,
tú que detestas mi enseñanza
y te echas a la espalda mis mandatos?" R.

"Cuando ves un ladrón, corres con él;
te mezclas con los adúlteros;
sueltas tu lengua para el mal,
tu boca urde el engaño." R

"Te sientas a hablar contra tu hermano,
deshonras al hijo de tu madre;
esto haces, ¿y me voy a callar?
¿Crees que soy como tú?
Te acusaré, te lo echaré en cara." R.

"Atención, los que olvidáis a Dios,
no sea que os destroce sin remedio.
El que me ofrece acción de gracias,
ése me honra;
al que sigue buen camino
 le haré ver la salvación de Dios." R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO
El Señor, juez supremo, echa en cara a su pueblo el atribuir excesivo valor a los sacrificios de animales, y reprocha a los malos, el no poner en práctica las exigencias de la alianza. El Nuevo Testamento reconoce que el sacrificio de Cristo supera y hace caducos los antiguos sacrificios, pero recuerda también la necesidad de vivir de acuerdo con nuestra profesión de fe.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 8, 18-22

“Sígueme”

En aquel tiempo, viendo Jesús que lo rodeaba mucha gente, dio orden de atravesar a la otra orilla. Se le acercó un letrado y le dijo: "Maestro, te seguiré a donde vayas". Jesús le respondió: "Las zorras tienen madrigueras y los pájaros nidos, pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza". Otro, que era discípulo, le dijo: "Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre". Jesús le replicó: "Tú, sígueme. Deja que los muertos entierren a sus muertos". Palabra del Señor.

 REFLEXIÓN
Nos disponemos a reflexionar sobre las características del seguimiento de Jesús. Mateo nos presenta las actitudes de un letrado y un discípulo. El letrado representa alguien con estatus importante dentro de la sociedad de su tiempo, a quien Jesús deja desprovisto de cualquier interés por fama y poder. Seguirlo no augura seguridad de acuerdo a los valores establecidos. Es despojarse de cualquier pretensión y apostar por el sin poder que ofrece el ir en pos de Jesús. Su discípulo, a diferencia del letrado, antepone en primer lugar un hecho familiar extremo: el entierro de su padre. El seguimiento de Jesús no supone condicionamientos, incluso de la familia. En ambas perspectivas, Jesús establece claramente los criterios y las características
que debe reunir quien quiera decidirse a seguirlo de verdad. Al letrado le espera la vida itinerante, insegura y desprovista de comodidades. Al discípulo, corresponde discernir su propia responsabilidad, pues el padre ya anduvo su camino y no representa futuro y esperanza para el establecimiento del Reino a diferencia del hijo que se encuentra en camino. Podríamos preguntarnos: ¿Tenemos actitudes de letrados que queremos ir en busca de acomodarnos mejor? ¿Nos parecemos al discípulo que antepone motivos personales y familiares?

ORACIÓN
Señor, Tu Palabra nos llevas a cuestionarnos: ¿Será que hoy nuestros sistemas sociales siguen    vendiendo al inocente por dinero, aplastando a los pobres contra el suelo y sacando del camino a los humildes, y a los que nos has llamado a seguirte para transmitir tu mensaje de salvación y liberación, se nos ha olvidado el verdadero sentido de tu muerte y resurrección que nos acomodamos a tanta injusticia, deshumanización y perdida del respeto y amor por ti? ¡Ay Señor! que tu Espíritu tome radicalmente nuestra vida para ser verdaderos servidores(as). Amén.

  “La luz de Cristo iluminará a la gente sencilla, no habrá muchos sabios y entendidos, pero la alegría de predicar el Evangelio, nadie se la podrá quitar”

    

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