domingo, 1 de junio de 2014

Sábado 07 de Junio de 2014

“DAR TESTIMONIO DE ENCUENTRO CON CRISTO”

PRIMERA LECTURA
HECHOS 28,16-20.30-31

“Vivió en Roma, predicando el Reino de Dios

Cuando llegamos a Roma, le permitieron a Pablo vivir por su cuenta en una casa, con un soldado que lo vigilase. Tres días después, convocó a los judíos principales; cuando se reunieron, les dijo: "Hermanos, estoy aquí preso sin haber hecho nada contra el pueblo ni las tradiciones de nuestros padres; en Jerusalén me entregaron a los romanos. Me interrogaron y querían ponerme en libertad, porque no encontraban nada que mereciera la muerte; pero, como los judíos se oponían, tuve que apelar al César; aunque no es que tenga intención de acusar a mi pueblo. Por este motivo he querido veros y hablar con vosotros; pues por la esperanza de Israel llevo encima estas cadenas."

Vivió allí dos años enteros a su propia costa, recibiendo a todos los que acudían, predicándoles el reino de Dios y enseñando lo que se refiere al Señor Jesucristo con toda libertad, sin estorbos. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
El último pasaje de los Hechos que leemos resume los dos años que Pablo estuvo en Roma en su primer cautiverio. En Roma estaba alojado en una casa, con un arresto domiciliario vigilado. Pero nadie le impedía hacer lo que él siempre había querido hacer: evangelizar, anunciar a Cristo Jesús. Y ahora precisamente en el centro del imperio y del mundo: Roma. Llamó ante todo a los principales de los judíos, ante los que se justificó y les dio su versión del proceso que había tenido lugar en Jerusalén contra él. Pero también predicó a otros muchos “enseñando lo que se refiere al Señor Jesucristo con toda libertad”. No fue en este cautiverio en Roma cuando dio testimonio con su muerte. Al ser liberado, visitó otras comunidades y seguramente viajó a España, como ya había anunciado que iba a hacer.

SALMO RESPONSORIAL: 10
R. / Los buenos verán tu rostro, Señor

El Señor está en su templo santo,
el Señor tiene su trono en el cielo;
sus ojos están observando,
sus pupilas examinan a los hombres. R.

El Señor examina a inocentes y culpables,
y al que ama la violencia él lo odia.
Porque el Señor es justo y ama la justicia:
los buenos verán su rostro. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO
El salmista ve que le falta el apoyo humano pero expresa su confianza en la justicia de Dios. Para el cristiano(a) adquiere un sentido más profundo la esperanza de ver el rostro de Dios. Jesucristo vencedor de la muerte, nos permite llegar a contemplar a Dios cara a cara 

 LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 21,20-25

“Éste es el discípulo que ha escrito todo esto, y su testimonio es verdadero

En aquel tiempo, Pedro, volviéndose, vio que los seguía el discípulo a quien Jesús tanto amaba, el mismo que en la cena se había apoyado en su pecho y le había preguntado: "Señor, ¿quién es el que te va a entregar?" Al verlo, Pedro dice a Jesús: "Señor, y éste ¿qué?" Jesús le contesta: "Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué? Tú sígueme." Entonces se empezó a correr entre los hermanos el rumor de que ese discípulo no moriría. Pero no le dijo Jesús que no moriría, sino: "Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué?"

Éste es el discípulo que da testimonio de todo esto y lo ha escrito; y nosotros sabemos que su testimonio es verdadero. Muchas otras cosas hizo Jesús. Si se escribieran una por una, pienso que los libros no cabrían ni en todo el mundo. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
El “discípulo amado” tiene una gran importancia dentro del evangelio de san Juan, especialmente por su gran cercanía a Jesús y por su fidelidad al proyecto de vida iniciado por él. Este testimonio de fidelidad, dado por el discípulo amado, confronta profundamente la fe y la vocación de Pedro, pues sabe que ha fracasado y que, por lo mismo, se ha alejado considerablemente del camino propuesto por el Maestro; sin embargo, ahora que Jesús lo ha invitado nuevamente a seguirle y que conoce cuál es su misión, decide hacerlo de una manera más firme y radical siguiendo aquel discípulo que acompañó a Jesús hasta la cruz. Pedro pregunta por él (“Señor, y éste, ¿qué?”), porque siente que este discípulo es modelo de seguimiento, cree que siguiéndolo a él podrá seguir a Jesús. Tal comprensión es errónea, por ello Jesús reafirma su llamado (“Tu sígueme”), ya que para seguirle no son necesarios los intermediarios, por más fieles y cercanos que sean a Jesús. Todos los discípulos están referidos a él, es a él a quien siguen, él es la razón de su entrega y de su amor, y no otra persona. – Nuestra experiencia de fe, ¿está realmente fundamentada en las actitudes y comportamientos de Jesús? ¿Seguimos a Jesús o seguimos a otros creyentes?

ORACIÓN
Llegar a conocerte  y estar unidos(as) a ti Dios de amor, es tan fácil, solo se necesita disponerse a vivir  en comunión contigo, entrar y escudriñar las Escrituras, ser orantes y contar con la comunidad y el Espíritu Santo. Por favor no permitas que nos distraigamos en otras cosas, ayúdanos a tener un estilo de vida que hable de ti y  que lleve a otros a encontrase contigo. Amén.


“Anunciemos a Cristo sin perder tiempo”

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