“LA OBRA DE DIOS Y SU MINISTERIO
NOS
ENVUELVEN”
PRIMERA LECTURA
SABIDURÍA 13,1-9
“Si
lograron averiguar el principio del cosmos, ¿cómo no encontraron a su Dueño?”
Eran naturalmente vanos todos los hombres que
ignoraban a Dios y fueron incapaces de conocer al que es, partiendo de las
cosas buenas que están a la vista, y no reconocieron al Artífice, fijándose en
sus obras, sino que tuvieron por dioses al fuego, al viento, al aire leve, a
las órbitas astrales, al agua impetuosa, a las lumbreras celestes, regidoras
del mundo. Si, fascinados por su hermosura, los creyeron dioses, sepan cuánto
los aventaja su Dueño, pues los creó el autor de la belleza; y si los asombró
su poder y actividad, calculen cuánto más poderoso es quien los hizo; pues, por
la magnitud y belleza de las criaturas, se descubre por analogía el que les dio
el ser.
Con todo, a éstos poco se les puede echar en
cara, pues tal vez andan extraviados, buscando a Dios y queriéndolo encontrar;
en efecto, dan vueltas a sus obras, las exploran, y su apariencia los subyuga,
porque es bello lo que ven. Pero ni siquiera éstos son perdonables, porque, si
lograron saber tanto que fueron capaces de averiguar el principio del cosmos,
¿cómo no encontraron antes a su Dueño? Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
La
primera lectura presenta el tema antiguo y profundo de la revelación de Dios en
su Creación. Si lo miramos bien, de lo que se trata es de ponderar la huella
maravillosa que Dios ha dejado en sus obras, para que así también aprendamos a
ir, de la sabiduría que descubrimos en las cosas creadas, hacia la sabiduría
increada.
Si
miramos, se balancea entre la indulgencia y el reproche con aquellos que no
logran encontrar a Dios en medio de la belleza y el esplendor de sus obras.
En la
sociedad en que vivimos hoy, todo es tan apurado que en el correr de la vida
nos hemos olvidado de fascinarnos con los regalos tan maravillosos que Dios nos
da a diario. Algunas veces nos despertamos en la mañana y no valoramos el hecho
de tener vida y poder levantarnos y que debemos de agradecerle eso a nuestro
Padre; lo que hacemos en cambio es levantarnos a prisa y cumplir con la rutina
de siempre la cual la hacemos de manera casi mecánica.
SALMO
RESPONSORIAL: 18
“El
cielo proclama la gloria de Dios”.
El
cielo proclama la gloria de Dios,
el
firmamento pregona la obra de sus manos:
el día
al día le pasa el mensaje,
la
noche a la noche se lo susurra. R.
Sin que
hablen, sin que pronuncien,
sin que
resuene su voz,
a toda
la tierra alcanza su pregón
y hasta
los límites del orbe su lenguaje. R.
OREMOS CON EL
SALMO Y ACERQUÉMONOS A SU CONTEXTO
Este salmo hace
la alabanza de la revelación de Dios, primero en las obras de la creación y
luego en la ley, para terminar con una humilde oración.
La revelación de
Dios tiene su punto culminante en Jesús, palabra definitiva de Dios, camino,
verdad y vida
LECTURA
DEL EVANGELIO
LUCAS
17,26-37
“El día
que se manifieste el Hijo del hombre”
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
"Como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo
del hombre: comían, bebían y se casaban, hasta el día que Noé entró en el arca;
entonces llegó el diluvio y acabó con todos. Lo mismo sucedió en tiempos de
Lot: comían, bebían, compraban, vendían, sembraban, construían; pero el día que
Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y acabó con todos. Así
sucederá el día que se manifieste el Hijo del hombre. Aquel día, si uno está en
la azotea y tiene sus cosas en casa, que no baje por ellas; si uno está en el
campo, que no vuelva. Acordaos de la mujer de Lot. El que pretenda guardarse su
vida la perderá; y el que la pierda la recobrará. Os digo esto: aquella noche
estarán dos en una cama: a uno se lo llevarán y al otro lo dejarán; estarán dos
moliendo juntas: a una se la llevarán y a la otra la dejaran." Ellos le
preguntaron: "¿Dónde, Señor?" Él contestó: "Donde se reúnen los
buitres, allí está el cuerpo." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Se
acercan los días del Hijo del Hombre: Su Apocalipsis (manifestación). No se
habla ni de Parusía ni de Venida, sino de su manifestación en todos los
momentos de la historia. Esta manifestación es inesperada, pero sucede en medio
de las actividades de la vida cotidiana: comer, beber, casarse, comprar,
vender, plantar y construir (vv. 26-30). Las exigencias, cuando llegue aquel
Día, se concretan en no mirar atrás, ni aferrarse a la vida. La respuesta al
“dónde” es ambigua y enigmática; es un dicho popular, no una metáfora. Se
insinúa solamente la fuerza de atracción que tiene la manifestación. Los
buitres son atraídos por el cuerpo muerto. Una de las teorías de más consenso
es que Jesús aludiría aquí a Jerusalén, que era muy corrupta --como un cuerpo
muerto-- y por eso atraía su propia destrucción.
Teniendo en cuenta las claves propuestas por el
texto, consideremos si nuestras vidas son vidas al servicio de la manifestación
de Jesús y su Reino. Hablamos aquí de cotidianeidad, ¿es acaso nuestra vida
personal y comunitaria la rendija que deja ver el anticipo de la Gloria del
Reino?
ORACIÓN
Señor, ayúdanos a no perder la capacidad
de asombrarnos y agradecer la maravilla de la creación y de tu existencia, no
de los avances científicos y tecnológicos que no son capaces de descifrar el
origen de la creación de la bondad, la génesis de todo cuanto existe y solo
llevan a sorprendernos, enceguecernos, perdiendo lo verdaderamente humano y
alejando a las nuevas generaciones de ti, que eres la esencia del amor. Amén
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Mensaje o Intercesión por: