“NUESTRA VIDA Y COMPROMISO
REVELAN A DIOS”
PRIMERA
LECTURA
MALAQUÍAS
3, 19-20a
“Os
iluminará un sol de justicia”
Mirad
que llega el día, ardiente como un horno: malvados y perversos serán la paja, y
los quemaré el día que ha de venir- dice el Señor de los ejércitos-, y no quedará de ellos
ni rama ni raíz.
Pero a
los que honran mi nombre los iluminará un sol de justicia que lleva la salud en
las alas.
REFLEXIÓN
La
primera lectura está tomada del libro de Malaquías que es un profeta que ejerce
su ministerio en el siglo V antes de Cristo. Debe vivir con el pueblo la gran
decepción que siguió al retorno de Babilonia. El profeta Malaquías quiere abrir
un camino a la comprensión de los signos de los tiempos, y nos da una clave
para la interpretación de la realidad; la ausencia o no de la justicia en la
vida y en la historia. Él desde esta clave cómo en la Biblia, nos lleva a ver y
comprender la presencia o ausencia de
Dios en los distintos momentos y acontecimientos de la historia del pueblo de
Israel y de la historia de todos los pueblos hasta hoy. El profeta un gran
motivador, ánima y levanta su voz para mostrar que Dios no sólo no ha
abandonado a su pueblo, sino que Él en persona vendrá para hacer justicia.
SALMO
RESPONSORIAL: 97
R. / El
Señor llega para regir los pueblos con rectitud.
Tañed
la cítara para el Señor,
suenen
los instrumentos: con clarines
y al
son de trompetas,
aclamad
al Rey y Señor. R.
Retumbe
el mar y cuanto contiene,
la
tierra y cuantos la habitan;
aplaudan
los ríos,
aclamen
los montes al Señor,
que
llega para regir la tierra. R.
Regirá
el orbe con justicia
y los
pueblos con rectitud. R.
OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS A SU CONTEXTO
Canto de aclamación a la realeza de
Dios, Señor del universo y de la historia.
El despliegue de poder liberador de Dios
llega a su punto culminante en la encarnación de su Hijo y en la victoria de
este sobre la muerte, el pecado y la opresión.
SEGUNDA
LECTURA
2TESALONICENSES
3, 7-12
“El que
no trabaja, que no coma”
Hermanos: Ya sabéis cómo tenéis que imitar
nuestro ejemplo: no vivimos entre vosotros sin trabajar, nadie nos dio de balde
el pan que comimos, sino que trabajamos y nos cansamos día y noche, a fin de no
ser carga para nadie.
No es
que no tuviésemos derecho para hacerlo, pero quisimos daros un ejemplo que
imitar.
Cuando
vivimos con vosotros os lo mandarnos: el que no trabaja, que no coma.
Porque
nos hemos enterado de que algunos viven sin trabajar, muy ocupados en no hacer
nada.
Pues a
esos les mandamos y recomendamos, por el Señor Jesucristo, que trabajen con
tranquilidad para ganarse el pan. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
En esta
lectura Pablo le hace una invitación a la ciudad de Tesalónica a tener una
actitud de apertura al testimonio recibido por quienes le han transmitido el
mensaje del evangelio, una actitud laboriosa que antepone el trabajo a la
pereza y a la ociosidad como forma de obtener el sustento para la supervivencia.
Esta lectura nos plantea también el tema interesante de discutir y pensar, el
trabajo. A Pablo le ha llegado la noticia de que existen en la comunidad
cristianos que como piensan que el mundo se va acabar, porque ya es inminente
la llegada del Señor ya no quieren trabajar. Dos son las características de
estos individuos fanáticos: por un lado se ocupan en no hacer nada y por eso se
meten en todo. No se entregan a un trabajo o ministerio que les centre su vida
en algo y puedan dejar de ser piedra de tropiezo sin otra misión que transmitir
chismes y divisiones. Por otro lado, turban la tranquilidad de los demás y su
peligrosa ocupación, pues andan metidos en todo, ponen a la comunidad en trance
de perder la paz y la armonía; este sigue siendo un peligro terrible hoy en día
en muchas comunidades, fundaciones y parroquias.
LECTURA
DEL EVANGELIO
LUCAS
21, 5-19
“Con
vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas”
En aquel tiempo, algunos ponderaban la belleza
del templo, por la calidad de la piedra y los exvotos. Jesús les dijo:
"Esto que contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre
piedra: todo será destruido."
Ellos le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo va a
ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?"
Él
contesto: "Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos vendrán
usurpando mi nombre, diciendo: "Yo soy", o bien: "El momento
está cerca; no vayáis tras ellos.
Cuando
oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico.
Porque
eso tiene que ocurrir primero, pero el final no vendrá en seguida."
Luego
les dijo: "Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá
grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre.
Habrá
también espantos y grandes signos en el cielo.
Pero antes de todo eso os echarán mano, os
perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a la cárcel, y os harán comparecer
ante reyes y gobernadores, por causa mía. Así tendréis ocasión de dar
testimonio.
Haced propósito de no preparar vuestra defensa,
porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni
contradecir ningún adversario vuestro.
Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos,
y amigos os traicionarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán
por causa mía.
Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá;
con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas."
REFLEXIÓN
El texto del evangelio de la comunidad lucana,
nos pone ante las verdades más duras de la vida: todo lo humano termina. Me has escuchado decir muchas veces: todo
tiene una fecha de vencimiento. ¿ Cuándo será tu fecha de vencimiento?. Jesús
amonesta a sus discípulos acerca de la realidad última. Todo lo humano aún los
frutos del bien, como el templo es caduco. Llegará un momento en el que todo
perecerá. La destrucción del templo es una manera figurada con la que Jesús no
quiere hablar del fin de la historia, sino del final de una etapa de esa
historia contraria al proyecto de Dios. Cuando la vida, la familia, la
sociedad, la ciencia y la historia se sueltan de la mano de Dios el mundo se
vuelve como un huérfano, desprotegido, queda sin rumbo, a las puertas del
fracaso, la ruina y la destrucción. Hoy necesitamos recomenzar el proyecto de
Dios en nuestras vidas, familias y comunidades, ir agarrados de la mano de
Dios, regresar a él con confianza y fidelidad, desde algunas actitudes que nos
ayudan en el camino del discipulado: la primera actitud debe ser la del
realismo, pues el camino de nuestra historia nunca ha sido fácil, ya que en
ellas encontramos dificultades y luchas que tenemos que enfrentar y superar.
Necesitamos, en segundo lugar, superar la ingenuidad, ya que en momentos de
crisis, desconcierto y confusión se pueden escuchar muchas voces y mensajes
extraños proponiendo caminos nuevos que más que salvar, nos hunden en abismos
peores; caminos mágicos, de confort, de triunfalismo, sin sacrificios, etc. En
tercer lugar necesitamos volver a
centrarnos en lo esencial, sin perder la calma, asumiendo nuestra propia
responsabilidad ante la vida y la historia del momento presente, superando
tantas complicaciones que le hemos puesto a las cosas sencillas de la vida y de
la fe. En cuarto lugar es necesario vivir la hora de la fe y del testimonio
esperanzador, ya que los tiempos difíciles no han de ser tiempos para los
lamentos, las quejas, la nostalgia y el desaliento; tampoco para la
resignación, la pasividad o la renuncia, ya que en tiempos difíciles “tendremos
la oportunidad de dar testimonio de Jesús”. Todos los discípulos(las) tendremos
que enfrentarnos a realidades duras y trágicas; por eso el énfasis no está
puesto en el fin, sino en lo que está “antes del fin”. Lucas quiere explicar
que no sabe cuándo ocurrirá el fin o fecha de vencimiento, lo que importa para
Lucas y la comunidad, no es conocer la fecha de la parusía ( regreso del
Señor), sino tener claro que antes de todo eso la comunidad ( iglesia) será perseguida.
Por eso la última actitud en la comunidad es la paciencia y la perseverancia,
“gracias a la constancia salvarán sus
vidas”. Es el momento de cultivar una vida cristiana, paciente y tenaz, que nos
ayude a responder a nuevos retos sin perder la fe, la esperanza, la paz y la
lucidez.
ORACIÓN
Señor, tu Palabra nos anima a trabajar
con constancia en la construcción de la fraternidad y la solidaridad, guía
nuestra vida hacia el compromiso serio con la sociedad actual. Queremos permanecer
en la búsqueda de lo bueno, noble y justo en los demás, superando actitudes de
crítica, abandono de responsabilidad y
alarmismos. Amén
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