viernes, 1 de noviembre de 2013


HAY QUE APRENDER A PAGAR EL PRECIO

Como preámbulo al tema para este penúltimo mes del año 2013, quisiera invitar a reflexionar en torno a dos celebraciones de fe y esperanza que se vivirán en noviembre. El primero corresponde al   “Día de todos los santos”, es una propuesta, desde el discipulado comunitario de la Palabra, a hacer del servicio una entrega generosa y solidaria al otro, especialmente a los más necesitados. El segundo día, desde el mismo discipulado de la Palabra y finalizando el año de la fe, celebrar con esperanza y gratitud, la memoria de todas aquellas personas que ya han pasado a la presencia del Señor y que durante su estadía por esta tierra han dejado en nosotros(as) huella, no de derrota, sino de esperanza y victoria. Como vemos todos ellos también aprendieron a pagar el precio.   
En muchas ocasiones nos sorprendemos cuando leemos las biografías de personas famosas que narran como llegaron tan lejos, que conquistaron el triunfo, pero nos olvidamos que detrás de todo esto hay un gran esfuerzo, sacrificio y dedicación. En otras palabras fueron personas que aprendieron a pagar el precio. Y esto significa:
·         Perseverar, luchar y pelear por lo que quiero.
·         No ahorrar esfuerzo por llegar a la meta.
·         “Sacrificarse” por lo soñado y anhelado.
·         Batallar o guerrear.
·         No parar aunque haya obstáculos.
·         Resistir y persistir en la prueba.
·         Pasar por encima de la tentación.
·         Darlo todo por un objetivo.
Miremos lo que afirma Pablo (2° Tim.4,7)
1.      He peleado la buena batalla
2.      He acabado la carrera
3.      He guardado la fe.,
Hoy tendrás que desafiarte, creer, esperar y declarar: “con el Señor voy hacia adelante, no me voy a rendir por nada ni nadie, no dejaré nada a medias o sin terminar”.
¿Quieres ver y recibir grandes bendiciones?
¿Quieres llegar a las metas y alcanzar tus sueños?
¿Quieres salir de la frustración y de ser del montón?
¿Quieres prosperar espiritual e integralmente?
¿Quieres que todos los tuyos conozcan del Señor?

“Pues hay que pagar el precio”
 La buena noticia es que no estás solo(a), DIOS ESTÁ CONTIGO, Él te acompaña, Él guiará tus pasos y te respaldará en todo lo que hagas y emprendas. Pero decídete a cambiar, determínate a creer, a perseverar, a luchar y batallar por todo lo que quieres.

Que a partir de hoy   puedas decir:
“Empezaré algo, vendrán obstáculos y dificultades, pero con el Señor y en el nombre de El pasaré por encima de ellos, pagaré el precio, no me quedaré a mitad de camino, llegaré a la meta”.
Oro por ti, los tuyos, tu pequeña comunidad, y tus nuevos proyectos. Declaro que Dios está de tu parte, Él te da la sabiduría, la fuerza, la dirección del Espíritu Santo. Por tanto no tropezarás, no fracasarás. Cristo el Señor te guiará por nuevas sendas de justicia, paz y amor.   
Roberto Zamudio    

PROMESA BÍBLICA DEL MES.

“He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe
2° Timoteo: 4,7

ORACIÓN AL COMENZAR EL DÍA
Señor, cada mañana de este penúltimo mes del año quiero estar delante de ti y solicitarte que por favor me mires con tus ojos de ternura y me hagas sentir todo el amor para apropiarme de mis propias deficiencias y poder estar listo(a)para construir un camino de felicidad y de gozo. Dios, confío en que esa mirada de amor me haga reconocerme, como alguien valioso(a) y capaz de ser feliz y llevando a buen término mis propósitos en la vida. Quiero conocerme, aceptarme y amarme. Quiero poder proyectar a mi prójimo una relación sana conmigo mismo(a), para así poderle ayudar a conocer todas las capacidades que Tú has puesto en sus corazones y que las usen a favor de la realización de sus sueños.
Te alabo y te bendigo porque sé que me vas a ayudar a salir adelante, porque Tú nunca me has fallado y cuento contigo siempre. Gracias por todo mi amado Señor de la vida. Amén 

ORACIÓN AL FINALIZAR EL DÍA
En esta noche te doy gracias, Señor, por todo lo que me has dado y especialmente porque me has hecho pensar de nuevo en todo lo bueno que hay en mi ser. Gracias porque me siento con muchas posibilidades, con esperanzas con sueños y, sobre todo con la certeza de que lo que emprendo, si está dentro de tu sabia voluntad, saldrá adelante. Sé que podré ser feliz en medio de las dificultades que la vida me trae. Estoy optimista, sé que podré ganar y ser una persona llena de posibilidades. Gracias por todas las cosas buenas que me vas a dar y regalar mientras duermo, porque estoy seguro(a) de tu presencia en mi existencia, liberándome y llenándome de fuerza y gozo. Suplico tu bendición para todas las personas que amo y en este momento están necesitadas de tu mirada amorosa. Gracias por amarme mi  Precioso Dios. Amén    


Viernes 01 de Noviembre de 2013


Todos los Santos

“LA ALEGRÍA DE LOS SANTOS ES

 SIGNO QUE EVANGELIZA”

PRIMERA LECTURA
APOCALIPSIS 7,2-4.9-14

“Apareció en la visión una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua”
Yo, Juan, vi a otro ángel que subía del oriente llevando el sello del Dios vivo. Gritó con voz potente a los cuatro ángeles encargados de dañar a la tierra y al mar, diciéndoles: "No dañéis a la tierra ni al mar ni a los árboles hasta que marquemos en la frente a los siervos de nuestro Dios." Oí también el número de los marcados, ciento cuarenta y cuatro mil, de todas las tribus de Israel.
Después esto apareció en la visión una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua, de pie delante del trono y del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos. Y gritaban con voz potente: "¡La victoria es de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!" Y todos los ángeles que estaban alrededor del trono y de los ancianos y de los cuatro vivientes cayeron rostro a tierra ante el trono, y rindieron homenaje a Dios, diciendo: "Amén. La alabanza y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y el honor y el poder y la fuerza son de nuestro Dios, por los siglos de los siglos. Amén."
Y uno de los ancianos me dijo: "Ésos que están vestidos con vestiduras blancas, ¿quiénes son y de dónde han venido?" Yo le respondí: "Señor mío, tú lo sabrás." Él me respondió: "Éstos son los que vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del Cordero."  Palabra de Dios.

REFLEXIÓN
 Al comenzar este mes, la Iglesia nos invita a celebrar con gozo la solemnidad de Todos los Santos.

Hoy, la Palabra de Dios orienta nuestra mirada hacia la meta. Esta lectura nos presenta un panorama espectacular y hermoso: la visión de una inmensa multitud que goza victoriosa y alaba a Dios en el cielo. Es la Iglesia de los Santos, de aquellos que siguieron fielmente a Jesús y ahora gozan de plena alegría en la eternidad de Dios. No son sólo los 144.000, como dicen algunos que leen literalmente la palabra, sino “una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua”.
La muchedumbre de la tierra se une a la muchedumbre del cielo. Pensábamos que luchábamos solos, que sufríamos solos, que no teníamos más compañía que nuestras propias ideas y recursos. De repente, el velo se corre y vemos que estamos y que siempre estuvimos acompañados. Millares de ángeles se gozan en el mismo Dios nuestro, y nuestro gozo es su mismo gozo.

SALMO RESPONSORIAL: 23
R. / Éste es el grupo que viene a tu presencia, Señor.

Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos. R.

¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes
y puro corazón, / que no confía en los ídolos. R.

Ése recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Éste es el grupo que busca al Señor,
que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO
Después de anunciar las condiciones morales para que el culto a Dios tenga sentido, se dramatiza la entrada de Dios, Rey de la gloria, en el templo.
En la liturgia se aplica este salmo a la entrada de Cristo al santuario celestial, a su glorificación definitiva. De Él también se puede decir que es el Rey de la gloria. La conducta de los que buscan al Señor debe corresponder a su profesión de fe.   

SEGUNDA LECTURA
1JUAN 3,1-3

“Veremos a Dios tal cual es”
Queridos hermanos: Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! El mundo no nos conoce porque no le conoció a él. Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es. Todo el que tiene esperanza en él, se purifica a sí mismo, como él es puro. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
El secreto de la santidad no está en el esfuerzo humano sino en la iniciativa gratuita de amor con que Dios nos llama a ser sus hijos. En otras palabras, Dios nos quiere tanto, que desea que seamos como Él. “Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos!”. Dios se inserta en nuestra historia imprimiéndole a nuestro ser su misma santidad y haciendo así de nuestra vida una bendición para el mundo.


LECTURA DE EVANGELIO
MATEO 5,1-12A

“Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo
En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles: "Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados. Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra. Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los Hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo." Palabra de Dios.

REFLEXIÓN
Aparece Jesús seguido por multitudes judías y paganas; su actividad trasciende las fronteras de su pueblo. Sube al monte y se dispone a enseñar. El lugar nos refiere a Moisés, y la actividad a Dios mismo. Se sienta como un maestro y comienza a enseñar a sus discípulos.
Jesús va a hablar del Reino en muchas oportunidades, pero siempre de manera misteriosa, en parábolas. Aquí nos regala toda una propuesta para comenzar a vivir el proyecto del Padre, en el aquí y ahora de la historia, sabiendo que su consumación plena será al final de los tiempos. La misma lógica del reinado de Dios, que no encaja en la lógica del sistema imperante, no se entiende sino en la paradoja misma: “Felices los afligidos”, “felices los desposeídos”. La lógica de Jesús es ilógica para aquellos que no piensan y sienten desde el corazón de Dios. La herencia de la tierra es el Reino mismo que ya viven los que todo lo esperan en Dios, los que no acumulan, sino que comparten lo propio. En ellos ya está Dios reinando.
El programa de Jesús nos invita también a no descansar en la búsqueda de la paz, que proviene de la justicia, y a asumir el riesgo profético que lleva consigo el oponer una alternativa de inclusión, solidaridad e igualdad al sistema de opresión e injusticia. La persecución y la injuria serán elementos para discernir si nuestras opciones son las de Jesús y el Reino u otras.
Esta invitación es a vivir la verdadera santidad a la que nos llama la liturgia del día de hoy. Ser santos en el día a día para hacer realidad el Reino que Jesús nos mostró con palabras y hechos.

ORACIÓN
Señor quienes han logrado vivir según tu proyecto de amor, nos dan testimonio del gozo  y felicidad plena de una vida bienaventurada que se ha centrado en el servicio a quienes más lo necesitan. Por eso te pedimos que mientras permanezcamos en esta tierra logremos, lavar nuestra existencia en tu Sangre liberadora, para ser testigos alegres que proclaman tu Evangelio. Amén 


Sábado 02 de Noviembre de 2013

Fieles Difuntos


“LA ESPERANZA DE LA COMUNIÓN DE

 LOS SANTOS” 

PRIMERA LECTURA
2 MACABEOS 12, 43-46  

 Efectuó entre sus soldados una colecta y entonces envió hasta dos mil monedas de plata a Jerusalén a fin de que allí se ofreciera un sacrificio por el pecado. Todo esto lo hicieron muy bien inspirados por la creencia de la resurrección, pues si no hubieran creído que los compañeros caídos iban a resucitar, habría sido cosa inútil y estúpida orar por ellos. Pero creían firmemente en una valiosa recompensa para los que mueren como creyentes; de ahí que su inquietud era santa y de acuerdo con la fe. Esta fue la razón por la cual Judas ofreció este sacrificio por los muertos; para que fueran perdonados de su pecado.  Palabra de Dios.

REFLEXIÓN
El texto que nos propone la liturgia de la celebración de los fieles difuntos es 2 Macabeos en el capítulo 12, es un escrito muy tardío del antiguo testamento. Durante la dominación griega en Jerusalén, hacia el siglo II antes de Cristo nos cuenta como, después de la batalla contra  Gorguias, el ejército de Judas Macabeo fue a recoger los muertos para darles sepultura y encontraron en muchos de ellos “objetos consagrados a los ídolos” que la ley prohíbe a los judíos. Judas Macabeo, entonces ofrece una celebración de sacrificios de expiación, unos, para pedir perdón de los pecados; pero con el pensamiento puesto en la resurrección.
Hay aquí dos elementos muy propios de nuestra experiencia cristiana: la conciencia del pecado comunitario, que lleva a celebrar un sacrificio para pedir perdón, y la esperanza puesta en la resurrección. Lo segundo da confianza para lo primero; porque creemos en la resurrección, pedimos perdón a Dios por el pecado de todos, no solo por lo pecados de nuestros difuntos.        

SALMO RESPONSORIAL 129
R. / Desde lo hondo grito a Ti, Señor.

Desde lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica. R.

Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón,
y así infundes respeto. R.

Mi alma espera en el Señor,
espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor,
más que el centinela la aurora R.

Aguarde Israel al Señor,
como el centinela la aurora;
porque del Señor viene la misericordia,
la redención copiosa;
y él redimirá a Israel
de todos sus delitos. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO
Humilde reconocimiento del pecado y acto de confianza y acto de confianza en el perdón de Dios para el salmista y para todo el pueblo.
Con la misma convicción de que todos necesitamos el perdón de Dios, podemos hacer nuestras las palabras del salmista. En Cristo Dios concede a todos el perdón

SEGUNDA LECTURA
ROMANOS 6,3-9

¿No saben ustedes que, al quedar unidos a Cristo Jesús en el bautismo, quedamos unidos a su muerte? 

Pues por el bautismo fuimos sepultados con Cristo, y morimos para ser resucitados y vivir una vida nueva, así como Cristo fue resucitado por el glorioso poder del Padre.

Si nos hemos unido a Cristo en una muerte como la suya, también nos uniremos a él en su resurrección. Sabemos que lo que antes éramos fue crucificado con Cristo, para que el poder de nuestra naturaleza pecadora quedara destruido y ya no siguiéramos siendo esclavos del pecado. Porque, cuando uno muere, queda libre del pecado. Si nosotros hemos muerto con Cristo, confiamos en que también viviremos con él. Sabemos que Cristo, habiendo resucitado, no volverá a morir. La muerte ya no tiene poder sobre él. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
El texto que nos regala la liturgia se comprende mejor si se piensa en el bautismo primitivo cuando se usaba en el rito de la inmersión: el signo de sumergirse en el agua y salir de ella expresa muy bien lo que sucede a través de este rito: el hombre se une a Cristo sepultado en la muerte y resucitado de entre los muertos. Eso tiene una primera consecuencia: esta unión con Cristo trae un cambio en el modo de vivir. El que se ha unido conscientemente con Él, ciertamente querrá vivir del modo más parecido, sin pecado. Y esta unión tiene una segunda consecuencia que es vivir con Él más allá de la muerte. El cristiano cree que Jesús ha resucitado y vive para siempre, y por eso cree también que el que se ha sumergido con Él en la muerte vivirá también por siempre.


LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 14, 1-6

“EN LA CASA DE MI PADRE HAY MUCHAS HABITACIONES Y YO LES ESTOY PREPARANDO LA SUYA”

"No se angustien ustedes. Crean en Dios y crean también en mí. En la casa de mi Padre hay muchos lugares donde vivir; si no fuera así, yo no les hubiera dicho que voy a prepararles un lugar. Y después de irme y de prepararles un lugar, vendré otra vez para llevarlos conmigo, para que ustedes estén en el mismo lugar en donde yo voy a estar. Ustedes saben el camino que lleva a donde yo voy."
Tomás le dijo a Jesús:
--Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo vamos a saber el camino?
Jesús le contestó:
--Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre.  Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Los que nos han precedido, nos han dejado una herencia vivida en el amor y en la fe, en el sacrificio y en el trabajo. Por eso, celebrar hoy la conmemoración de los fieles difuntos es la manifestación fraterna de nuestra solicitud cristiana y de nuestro agradecimiento por nuestros seres queridos. El sacrificio de Cristo en la cruz, nos alcanza la salvación, abre a ellos y a nosotros la esperanza de la vida eterna. El apóstol Pablo nos anuncia hoy un mensaje de alegría, de esperanza y victoria; ante la muerte, Pablo no quiere que vivamos tristes y desconsolados como los que no tienen esperanza. Para un cristiano la muerte no puede ser el final, sino el comienzo de una vida nueva, pues tiene la absoluta certeza de que Dios le concede participar de la muerte de Jesús para resucitar victorioso con Él.

Hoy es una noticia consoladora saber que si participamos de la muerte de Cristo, también participaremos un día de su gloriosa resurrección. San Pablo le reprocha a la comunidad de Corinto y nos sigue reprochando a nosotros fuertemente: “si se proclama que Cristo resucitó de la muerte, ¿cómo algunos de ustedes siguen diciendo que no hay resurrección de los muertos?” (1 de Corintios 15,12). Recordamos en este día con afecto y gratitud a todos nuestros seres queridos difuntos con la feliz esperanza de que un día nos encontraremos todos en el gran banquete del Reino de Dios.
El evangelio de este día nos confirma, a través de la resurrección de Jesús, que la vida está por encima de la muerte. La vida es el destino de la humanidad, pues es el querer de Dios, es su proyecto; y es este proyecto el que Jesús vivió y proclamó: que todos y todas tuviéramos vida abundante y digna. Los que presenciaban la agonía de Jesús en la cruz creían que era la derrota de un hombre y de un proyecto, no la donación de una vida a favor de la humanidad; el único que confiesa la acción salvífica de Dios efectuada en Jesús es el centurión romano: Realmente este hombre era Hijo de Dios; esta confesión nos lleva a afirmar que la muerte, y con ella todos los sistemas que ciegan la vida, es derrotada. Por lo tanto, la fe que confesamos debe estar apoyada por verdaderas acciones que defiendan la vida, tal como lo hizo Jesús de Nazaret.

ORACIÓN

Señor ayúdanos, por favor a experimentar desde ahora la trascendencia, la vida más allá de la muerte física, a llevar una vida centrada en tu Palabra y en el compartir de la comunidad discipular que nos permita buscar y vivir en las cosas el Reino, no en lo superfluos y sin sentidos que un mundo sin Ti propone a la humanidad. Amén 

Domingo 03 de Noviembre de 2013


 “LA PALABRA COMPROMETE CON LA VERDAD Y LA JUSTICIA”


Las lecturas de hoy nos dejan ver de modo particular la inmensidad de la misericordia divina que todo lo abarca. Aunque la misericordia está particularmente ligada a la obra de la redención, como queda bien manifiesto en el evangelio de hoy, estaba ya presente desde el hecho mismo de la creación: al Señor Dios nadie le obligó a crear; nos ha creado sólo por amor de gratuidad. Esta idea aparece en el texto de la primera lectura, tomada del libro de la Sabiduría.

PRIMERA LECTURA
SABIDURÍA 11, 22-12,2

“Te compadeces, Señor, de todos, porque amas a todos los seres
Señor, el mundo entero es ante ti como grano de arena en la balanza, como gota de rocío mañanero que cae sobre la tierra.
Pero te compadeces de todos, porque todo lo puedes, cierras los ojos a los pecados de los hombres, para que se arrepientan.
Amas a todos los seres y no odias nada de lo que has hecho; si hubieras odiado alguna cosa, no la habrías creado.
Y ¿cómo subsistirían las cosas, si tú no lo hubieses querido?
¿Cómo conservarían su existencia, si tú no las hubieses llamado?
Pero a todos perdonas, porque son tuyos, Señor, amigo de la vida.
Todos llevan tu soplo incorruptible.
Por eso, corriges poco a poco a los que caen, les recuerdas su pecado y los reprendes, para que se conviertan y crean en ti, Señor. Palabra de  Dios.
REFLEXIÓN
La lectura de hoy del libro de la Sabiduría presenta una bella e impecable imagen de Dios... y es una bella oración meditativa sobre Dios.
La misericordia divina, no es sólo un "sentimiento." Produce fruto y su fruto es la conversión. La primera lectura  describe a Dios de modo poético, muy hermoso: "a los que caen, los vas recogiendo poco a poco, los reprendes y les traes a la memoria sus pecados, para que se arrepientan de sus maldades y crean en ti Señor."
Es interesante notar en este último versículo que la misericordia en realidad no elimina la justicia. El reconocimiento del pecado cometido es una obra de la misericordia adentro de nosotros; tal reconocimiento mueve a dolor de amor, es decir, arrepentimiento. Tal dolor es de algún modo también obra de justicia que nos hace "pagar" por el mal cometido. No es entonces que la misericordia elimine el hecho de la culpa o el hecho de que es necesaria una restitución de la gloria divina que hemos usurpado y robado con esa culpa. La misericordia no quita la obra de la justicia, ni la justicia excluye el poder de la misericordia: van juntas porque vienen de Dios.

SALMO RESPONSORIAL: 144
R. / Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey.

Te ensalzaré, Dios mío, mi rey;
bendeciré tu nombre por siempre jamás.
Día tras día, te bendeciré
y alabaré tu nombre por siempre jamás. R.

El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas. R.

Que todas tus criaturas te den gracias,
Señor, que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas. R.

El Señor es fiel a sus palabras,
 bondadoso en todas sus acciones.
El Señor sostiene a los que van a caer,
endereza a los que ya se doblan. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO
Salmo de alabanza al amor de Dios que se extiende a todas las criaturas.
El reinado del Mesías, reinado de amor y de paz, será eterno.

SEGUNDA LECTURA
2TESALONICENSES 1, 11-2, 2

“Que Cristo sea glorificado en vosotros, y vosotros en él
Hermanos: Pedimos continuamente a Dios que os considere dignos de vuestra vocación, para que con su fuerza os permita cumplir buenos deseos y la tarea de la fe; para que así Jesús, nuestro Señor, sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, según la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.
Os rogamos, hermanos, a propósito de la venida de nuestro Señor Jesucristo y de nuestra reunión con él, que no perdáis fácilmente la cabeza ni os alarméis por supuestas revelaciones, dichos o cartas nuestras, como si afirmásemos que el día del Señor está encima. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
En esta segunda lectura escrita a la comunidad de Tesalónica, debemos entender el texto de Pablo, en la realidad o contexto que se produce.  Al parecer, algunos exaltados fanáticos de esa comunidad habían difundido la idea de que la venida del Señor ( parusía) era ya, con lo cual habían creado pánico alarmando a los creyentes, como sucede hoy en día en medio de algunas iglesias fanáticas. Estas afirmaciones se fundaban en supuestas revelaciones y visiones de algunos miembros de la comunidad y en algunas frases mal entendidas de Pablo en su carta anterior, que podían ser y fueron, de hecho, muy mal interpretadas. En efecto, la exhortación a la vigilancia ante la repentina venida del Señor y la insistencia en la necesidad de orar comunitariamente sin interrupción, se  prestaban a una interpretación milenarista; se llamaba “milenarismo” a la actitud fanática de algunos primeros cristianos que con el pretexto de la inmediata venida del Señor, se desentendían de vivir su realidad en el mundo y la sana convivencia, dejando sus familias y el trabajo sólo para dedicarse para el ayuno y la oración. Pablo condena aquí esa actitud, los exhorta a no olvidarse de su realidad familiar, social y laboral motivándolos en una actitud de fe viviendo el presente y serenando los ánimos de la comunidad          

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 19, 1-10

“El Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido”
En aquel tiempo, entró Jesús en Jericó y atravesaba la ciudad.
Un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de distinguir quién era Jesús, pero la gente se lo impedía, porque era bajo de estatura. Corrió más adelante y se subió a una higuera, para verlo, porque tenía que pasar por allí.
Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo: "Zaqueo, baja en seguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa."
Él bajo en seguida y lo recibió muy contento.
Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: "Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador."
Pero Zaqueo se puso en pie y dijo al Señor: "Mira, la mitad de mis bienes, Señor, se la doy a los pobres; y si de alguno me he aprovechado, le restituiré cuatro veces más."
Jesús le contestó: "Hoy ha sido la salvación de esta casa; también este es hijo de Abrahán.
Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido."  Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
En el evangelio de hoy, Jesús nos enseña hoy que el Padre–Dios no deja de ser el mismo, siempre compasivo perdonador, amigo de la vida, siempre saliendo al encuentro de sus hijos y construyendo con ellos una relación nueva de amor. Las lecturas de este domingo son una preciosa descripción de este comportamiento de Dios con la persona humana. Nos dicen que Dios ama entrañablemente todo lo que existe, porque su aliento de vida está en todas las cosas.
El episodio de la conversión de Zaqueo se encuentra en el itinerario o “camino” de Jesús hacia Jerusalén y sólo lo encontramos narrado por el evangelio de Lucas. En él pone de manifiesto el evangelista, una vez más, algunas de las características más destacadas de su teología: la misericordia de Dios hacia los pecadores, la necesidad del arrepentimiento, la exigencia de renunciar a los bienes, el interés de Jesús por rescatar lo que está “perdido”. Este evangelio es una ocasión excelente para recordar que éstos son los temas que se destacan en el material particular de la tradición lucana y que resaltan la predilección de Jesús por los pobres, marginados y excluidos.
El relato nos muestra la pedagogía de Dios, en la persona de Jesús, hacia aquellos que actúan mal. Dios es paciente y compasivo, lento a la ira y rico en misericordia, corrige lentamente, respeta los ritmos y siempre busca la vida y la reconciliación. En este sentido, Dios es definido como “el amigo de la vida”, y buscando ésta, su auténtica gloria, sale hacia el pecador y lo corrige, le brinda su amor y lo salva.
Muy seguramente nosotros, por nuestra incapacidad de acoger y perdonar, no hubiéramos considerado a Zaqueo como un hijo bienaventurado de Dios, como no lo consideraron sus paisanos que murmuraron contra Jesús diciendo: “Ha ido a hospedarse a casa de un hombre pecador”. Decididamente, Jesús y sus contemporanéos creían en un Dios diferente. Por eso pensaban también de forma diferente. Para el judaísmo de la época el perdón era cuestión de ritos de purificación hechos en el templo con la mediación del sacerdote, era un puro cumplimiento; para Jesús la oferta del perdón se realiza por medio del Hijo del hombre, ya no en el templo sino en cualquier casa, y con ese perdón se ofrece también la liberación total de lo que oprime al ser humano.

ORACIÓN

Señor reconocemos que eres el creador de todo cuanto existe y amante de la creación, enséñanos a amar tu obra y a comprometernos en la solidaridad y la justicia para con todos los que amas y quieres liberar, y a estar comprometidos con tu palabra en la construcción de una sociedad basada en tus valores del evangelio de la verdad, la solidaria y la justicia. Amén

Lunes 04 de Noviembre de 2013


“JESÚS NOS LLAMA PARA LA 

LIBERACIÓN”

PRIMERA LECTURA
ROMANOS 11,29-36

“Dios nos encerró a todos en la rebeldía para tener misericordia de todos
Hermanos: Los dones y la llamada de Dios son irrevocables. Vosotros, en otro tiempo, erais rebeldes a Dios; pero ahora, al rebelarse ellos, habéis obtenido misericordia. Así también ellos, que ahora son rebeldes, con ocasión de la misericordia obtenida por vosotros, alcanzarán misericordia. Pues Dios nos encerró a todos en la rebeldía para tener misericordia de todos.
¡Qué abismo de generosidad, de sabiduría y de conocimiento, el de Dios! ¡Qué insondables sus decisiones y qué irrastreables sus caminos! ¿Quién conoció la mente del Señor? ¿Quién fue su consejero? ¿Quién le ha dado primero, para que él le devuelva? Él es el origen, guía y meta del universo. A él la gloria por los siglos. Amén.  Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Pablo es plenamente consciente de que el cómo y el cuándo de la restauración de Israel pertenecen a los planes misteriosos de Dios. Pero, al mismo tiempo, está seguro de que se realizará, porque es algo que forma parte del proyecto salvífico general de Dios. De ahí el bello himno de alabanza y reconocimiento a los proyectos siempre sabios y soberanos de Dios. La actitud del creyente debe ser de aceptación y humildad, porque Dios es siempre más grande.

SALMO RESPONSORIAL: 68
R. / Que me escuche, Señor, tu gran bondad.

Yo soy un pobre malherido;
Dios mío, tu salvación me levante.
Alabaré el nombre de Dios con cantos,
proclamaré su grandeza con acción de gracias. R.

Miradlo, los humildes, y alegraos,
buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón.
Que el Señor escucha a sus pobres,
no desprecia a sus cautivos. R.

El Señor salvará a Sión,
reconstruirá las ciudades de Judá,
y las habitarán en posesión.
La estirpe de sus siervos la heredará,
los que aman su nombre vivirán en ella. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO
Lamentación de profunda emotividad de alguien que sufre diversas aflicciones y clama a Dios para que lo socorra a él personalmente y a todo su pueblo.
Salmo frecuentemente citado en el Nuevo Testamento, que se le entiende como referido a Cristo, el justo sufriente por excelencia, que confía plenamente en Dios.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 14,12-14
No invites a tus amigos, sino a pobres y lisiados”
En aquel tiempo, dijo Jesús a uno de los principales fariseos que lo había invitado: "Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado. Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Las palabras del Evangelio de hoy nos enseñan algunas reglas de oro para la vida cristiana, que es importante repasar y poner en práctica en nuestra de vida cotidiana, tanto personal como familiar y social: renunciar a creernos los más importantes, compartir con quienes no nos pueden corresponder, ayudar a los que muchas veces ignoramos antes que a los que preferimos, sentar en la mesa de la vida a quienes hemos arrojado lejos de la sociedad, no aparentar, servir con gratuidad. Si obramos así, viviremos en plena felicidad delante de Dios y de los hermanos. Jesús propone que para ser feliz hay que compartir con los pobres, los mancos, los cojos, los ciegos, quienes, además de haber sufrido el dolor de sus limitaciones, son rechazados e ignorados por una sociedad insensible y excluyente, que no los tiene en cuenta y que los margina. Jesús hace una opción preferente por quienes no cuentan, para restablecer su humanidad rota. – Y nosotros, ¿cómo podemos compartir solidariamente, en nuestras familias y comunidades (desde nuestra pobreza), con otras personas que más lo necesitan? Estamos llamados a restablecer la condición humana de los otros, con gestos y actitudes que los ayuden a vivir en mayor dignidad.

ORACIÓN
Señor, que tu don gratuito y misericordioso de regalarnos la liberación espiritual nos lleve en todo momento a vivir en paz, a ser compasivos y a comprometernos por los más desposeídos de nuestra comunidad y del entorno donde nos encontremos. Anhelamos como Tu ser revelación visible de tu infinito amor. Amén