jueves, 1 de marzo de 2012

Lunes 26 de Marzo de 2012

La Anunciación



“LA VIRGEN ESTÁ EN CINTA Y DARÁ A LUZ UN HIJO”


PRIMERA LECTURA
ISAÍAS 7,10-14; 8,10


“MIRAD: LA VIRGEN ESTÁ ENCINTA"


En aquel tiempo, el Señor habló a Acaz: "Pide una señal al Señor, tu Dios: en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo." Respondió Acaz: "No la pido, no quiero tentar al Señor." Entonces dijo Dios: "Escucha, casa de David: ¿No os basta cansar a los hombres, que cansáis incluso a mi Dios? Pues el Señor, por su cuenta, os dará una señal: Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa "Dios-con-nosotros"."


REFLEXIÓN
María es introducida definitivamente en el misterio de Cristo a través de este acontecimiento: la anunciación del ángel. Acontece en Nazaret, en circunstancias concretas de la historia de Israel, el primer pueblo destinatario de las promesas de Dios. El mensajero divino dice a la Virgen: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo" (Lc 1, 28). María "se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo" (Lc 1, 29). Qué significarían aquellas extraordinarias palabras y, en concreto, la expresión "llena de gracia" (Kejaritoméne).
Si queremos meditar junto a María sobre estas palabras y, especialmente sobre la expresión "llena de gracia", podemos encontrar una verificación significativa precisamente en el pasaje anteriormente citado de la Carta a los Efesios. Si, después del anuncio del mensajero celestial, la Virgen de Nazaret es llamada también "bendita entre las mujeres" (cf. Lc 1, 42), esto se explica por aquella bendición de la que "Dios Padre" nos ha colmado "en los cielos, en Cristo". Es una bendición espiritual, que se refiere a todos los hombres, y lleva consigo la plenitud y la universalidad ("toda bendición"), que brota del amor que, en el Espíritu Santo, une al Padre el Hijo consubstancial. Al mismo tiempo, es una bendición derramada por obra de Jesucristo en la historia del hombre desde el comienzo hasta el final: a todos los hombres. Sin embargo, esta bendición se refiere a María de modo especial y excepcional; en efecto, fue saludada por Isabel como "bendita entre las mujeres".
La razón de este doble saludo es, pues, que en el alma de esta "hija de Sión" se ha manifestado, en cierto sentido, toda la "gloria de su gracia", aquella con la que el Padre "nos agració en el Amado". El mensajero saluda, en efecto, a María como "llena de gracia"; la llama así, como si éste fuera su verdadero nombre. No llama a su interlocutora con el nombre que le es propio en el registro civil: "Miryam" (María), sino con este nombre nuevo: "llena de gracia". ¿Qué significa este nombre? ¿Por qué el arcángel llama así a la Virgen de Nazaret?

SALMO RESPONSORIAL: 39
R. / Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

Tú no quieres sacrificios ni ofrendas,
y, en cambio, me abriste el oído;
no pides sacrificio expiatorio,
entonces yo digo: "Aquí estoy." R.

"-Como está escrito en mi libro-
para hacer tu voluntad."
Dios mío, lo quiero,
y llevo tu ley en las entrañas. R.

He proclamado tu salvación
ante la gran asamblea;
no he cerrado los labios:
Señor, tú lo sabes. R.

No me he guardado en el pecho tu defensa,
he contado tu fidelidad y tu salvación,
no he negado tu misericordia y tu lealtad
ante la gran asamblea. R.

SEGUNDA LECTURA
HEBREOS 10,4-10


“ESTÁ ESCRITO EN EL LIBRO: "AQUÍ ESTOY, OH DIOS, PARA HACER TU VOLUNTAD”




Hermanos: Es imposible que la sangre de los toros y de los machos cabríos quite los pecados. Por eso, cuando Cristo entró en el mundo dijo: "Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, pero me has preparado un cuerpo; no aceptas holocaustos ni víctimas expiatorias. Entonces yo dije lo que está escrito en el libro: "Aquí estoy, oh Dios, para hacer tu voluntad."" Primero dice: "No quieres ni aceptas sacrificios ni ofrendas, holocaustos ni víctimas expiatorias", que se ofrecen según la Ley. Después añade: "Aquí estoy yo para hacer tu voluntad." Niega lo primero, para afirmar lo segundo. Y conforme a esa voluntad todos quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha una vez para siempre.


REFLEXIÓN
El autor de la carta a los Hebreos relee el salmo 39 utilizado hoy como un salmo responsorial, como si fuera una declaración de intenciones del mismo Cristo al entrar en el mundo, es decir, en el acontecimiento de la encarnación. Allí declara: “Aquí estoy, oh Dios, para hacer tu voluntad”. La encarnación como actitud de obediencia se lleva a cabo el día de la anunciación a María. El día del anuncio comienza la peregrinación mesiánica que finaliza con la entrega salvífica de Cristo en la Cruz. Gracias al mismo testimonio de las Escrituras, podemos decir hoy que “la Virgen anunciada por el profeta es María de Nazaret, y su “Hijo” el Mesías. Así lo anuncia el ángel Gabriel a la Virgen.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 1,26-38


“CONCEBIRÁS EN TU VIENTRE Y DARÁS A LUZ UN HIJO”


A los seis meses, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo." Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo: "No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin." Y María dijo al ángel: "¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?" El ángel le contestó: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible." María contestó: "Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra." Y la dejó el ángel.


REFLEXIÓN
La fiesta de la anunciación a María del nacimiento de Jesús se traslada del día de ayer a hoy, lunes, por razones litúrgicas. Dios “decidió” habitar en medio de la humanidad, inserto en una familia, en un pueblo y una cultura. Asume la condición humana en todas sus dimensiones para salvar a la humanidad desde dentro, desde abajo, desde el mismo corazón del mundo. Y es una jovencita adolescente de Nazaret la que ha sido elegida desde siempre para colaborar activamente en este proyecto de Dios. Una campesina de una aldea insignificante de Palestina es capaz de intuir la propuesta de Dios y responder con todo su ser a la misión cuyas dimensiones no alcanza a comprender del todo. Esta joven, auténtica judía, que espera que Dios realice sus promesas, se constituye en modelo y paradigma de creyente porque, como Abrahán, confía plenamente en la promesa de Dios y coloca todas sus posibilidades y cualidades al servicio de esta causa. – Como a María, Dios nos sigue anunciando muchas promesas para mantener viva la esperanza de nuestro pueblo. Dios nos llama, nos elige, nos propone, pero espera nuestra respuesta libre y voluntaria ¿Qué y cómo le respondemos?

ORACIÓN
Padre Bueno gracias por ese regalo y modelo de virtud, que es María de Nazaret, Maestra de la prudencia y madre de bondad. Enséñame a ser como ella. Haz que hoy aprenda a donarme sin medida, a confiar y esperar en el Dios de la vida como ella. Madre María, llévame de tu mano al camino y proyecto de vida de tu Hijo Amado. Amén

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