viernes, 1 de noviembre de 2024

Sábado 30 de Noviembre 2024

 

 Fiesta San Andrés, apóstol 

 

“DISPONIBILIDAD PARA ACEPTAR LA LLAMADA”

 

PRIMERA LECTURA

ROMANOS 10, 9-18

 

“La fe nace del oir, y ésta consiste en hablar de Cristo”

 

Si con tu boca reconoces a Jesús como Señor, y con tu corazón crees que Dios lo resucitó, alcanzarás la salvación. Pues con el corazón se cree para alcanzar la justicia, y con la boca se reconoce a Jesucristo para alcanzar la salvación.

La Escritura dice: "El que confíe en él, no quedará defraudado." No hay diferencia entre los judíos y los no judíos; pues el mismo Señor es Señor de todos, y da con abundancia a todos los que lo invocan. Porque esto es lo que dice: "Todos los que invoquen el nombre del Señor, alcanzarán la salvación." Pero ¿cómo van a invocarlo, si no han creído en él? ¿Y cómo van a creer en él, si no han oído hablar de él? ¿Y cómo van a oir, si no hay quien les anuncie el mensaje? ¿Y cómo van a anunciar el mensaje, si no son enviados? Como dice la Escritura: "¡Qué hermosa es la llegada de los que traen buenas noticias!"

Pero no todos han aceptado el evangelio. Es como dice Isaías: "Señor, ¿quién ha creído al oir nuestro mensaje?" Así pues, la fe nace al oir el mensaje, y el mensaje viene de la palabra de Cristo.

Pero yo pregunto: ¿Será tal vez que no oyeron el mensaje? ¡Claro que lo oyeron! Porque la Escritura dice: "La voz de ellos salió por toda la tierra, y hasta los últimos rincones del mundo llegaron sus palabras."  Palabra del Señor.

 

REFLEXIÒN
Qué texto tan hermoso el que escribe Pablo a los Romanos “Si tus labios profesan que Jesús es el Señor y tu corazón cree que Dios lo resucito de entre los muertos te salvaras”. Palabra que hoy sigue impactándonos  fuertemente a nosotros que hemos confesado más de una vez el señorío de Jesús, que tenemos más de una experiencia fuerte de su presencia, que hemos sentido su poder y reconocemos su grandeza.

Invocar al Señor debe conducirnos a una actitud existencial, porque creer no es mover los labios, como un ejercicio vacío sino como manifestación profunda de lo que acontece en nuestra vida.

Cuando abrimos nuestro ser a su presencia y dejamos que actúe en lo que somos y hacemos, cuando no vivimos nosotros sino es Él quien vive, entonces cada palabra, cada acto, cada situación por la que atravesamos es una muestra de esa experiencia salvadora con el Señor. Así toda la tierra escuchará nuestro pregón, el tuyo, el mío, el de muchos que hemos dejado que Cristo venga y se apodere de nuestro ser.

 

SALMO RESPONSORIAL: 18

R: / A toda la tierra alcanza su pregón.

 

El cielo proclama la gloria de Dios,

el firmamento pregona la obra de sus manos:

 el día al día le pasa su mensaje,

la noche a la noche se lo susurra. R.

 

Sin que hablen, sin que pronuncien,

sin que resuene su voz,

a toda la tierra alcanza su pregón

y hasta los límites del orbe su lenguaje. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

Este salmo hace alabanza, la revelación de Dios, primero en las obras de la creación y luego en la ley, para terminar con una humilde oración. La revelación de Dios  tiene su punto culminante en Jesús, Palabra definitiva de Dios, el que la verdad, camino y vida.

 

LECTURA DEL EVANGELIO

MATEO 4,18-22

 

“Inmediatamente, dejando la barca, lo siguieron”

 

Jesús iba caminando por la orilla del Lago de Galilea, cuando vio a dos hermanos: uno era Simón, también llamado Pedro, y el otro Andrés. Eran pescadores, y estaban echando la red al agua. Jesús les dijo: --Síganme, y yo los haré pescadores de hombres.

Al momento dejaron sus redes y se fueron con él. Un poco más adelante, Jesús vio a otros dos hermanos: Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que estaban con su padre en una barca arreglando las redes. Jesús los llamó, y en seguida ellos dejaron la barca y a su padre, y lo siguieron.  Palabra del Señor.


REFLEXIÓN

Hacemos una primera pausa en la secuencia del tiempo de adviento para recordar y celebrar el discipulado desde la vida del apóstol Andrés, hermano de Simón Pedro; ellos junto con los hermanos Zebedeo hacen parte del primer grupo de apóstoles elegidos por el Señor Jesús. Andrés fue uno de los primeros discípulos de Juan Bautista, en convertirse al seguimiento o discipulado del Señor Jesús.

Son personas del común que aceptan sin condiciones la invitación hecha por el Maestro, dejan atrás los miedos, los fracasos, las comodidades, e inician una nueva forma de vida inspirada y sostenida por la fe en aquél que proclama y realiza el Reino de Dios: Jesús de Nazaret.

Mateo, en este relato vocacional, nos ofrece elementos esenciales del discipulado cristiano.

En primer lugar, consideremos que es el Señor quien llama, Él toma la iniciativa e invita a mujeres y hombres a su seguimiento, se acerca y lanza su propuesta e invitación: “Ven y sígueme”. La persona queda en libertad para aceptar esa invitación o rechazarla. En segundo lugar, el seguimiento supone una entrega sin medida ni reservas, para toda la existencia y para toda la vida, no por pasar el rato. La entrega es incondicional, con todo lo que implica el camino apostólico; por eso el discípulo sigue y acepta para sí, el mismo destino de privaciones, de renuncias, de donación y entrega de su Maestro Jesucristo.

Hoy, nosotros, estamos llamados a continuar la obra iniciada por Jesús, ser discípulos(as) oyentes y servidores, testigos fieles y apasionados de esa Palabra, con el fin de trascendernos y hacernos libres. Que el modelo discipular de San Andrés, nos conceda la gracia de ir asumiendo en nuestra vida la actitudes y los sentimientos del Señor Jesús para ser sus testigos hasta los confines del mundo. Empecemos bien este adviento para ser mejores receptores del llamado de Jesús: “Vengan hoy conmigo y los haré pescadores de hombres”.

 

ORACIÓN

Señor Jesús, eres la Buena Noticia, el modelo del hombre y la mujer nuevos(as). Como no darte gracias por habernos llamado y permitirnos caminar contigo para conocerte, aprender a vivir a tu estilo y ser transmisores de tu Palabra, haciéndonos generadores(as) de la civilización del amor. Bendita tu luz, bendita tu mirada en mi y en mis hermanos y hermanas; continúa fortaleciéndonos y llenándonos de Tí. Amén  

 

“Cristo no solo nos llama de pasar de lo malo a lo bueno, sino que continuamente nos está llamando para que demos el paso de lo bueno hacia lo mejor”

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Mensaje o Intercesión por: