viernes, 1 de noviembre de 2024

Lunes 04 de Noviembre de 2024

 


“UN VÍNCULO INDISOLUBLE: LA UNIDAD: LA PAZ, LA HUMILDAD Y LA UNIDAD”

 

PRIMERA LECTURA

FILIPENSES 2, 1-4

 

“Dadme esta gran alegría: manteneos unánimes”

 

Hermanos: Si queréis darme el consuelo de Cristo y aliviarme con vuestro amor, si nos une el mismo Espíritu y tenéis entrañas compasivas, dadme esta gran alegría: manteneos unánimes y concordes con un mismo amor y un mismo sentir. No obréis por rivalidad ni por ostentación, dejaos guiar por la humildad y considerad siempre superiores a los demás. No os encerréis en vuestros intereses, sino buscad todos el interés de los demás. Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

Es sabido que el apóstol Pablo tuvo una relación de particular  amor con esta comunidad de Filipo, hacia la cual desplegó sentimientos de singular delicadeza y expresividad. Podemos decir que para los filipenses, Pablo tuvo más el corazón de un amigo entrañable que el de un simple predicador o maestro. Y desde esa relación cálida brotan los consejos que hoy hemos escuchado: unidad, paz, humildad. En la mente de Pablo estas tres realidades están tan conexas que se diría que son una sola. No es posible tener alguna sin tener las otras dos. Aunque, si pensamos bien, la raíz está en la humildad: de ella nace la capacidad de acoger, que engendra unidad, y la capacidad de perdonar y apoyar, que hace posible la paz.

La humildad, pues, no es una decoración espiritual o una virtud entre otras: es la condición ineludible para hacer presente el misterio de Cristo en medio de la comunidad. Esto explica el tono suplicante y firme a la vez con el que Pablo quiere que reine la humildad en medio de sus amados filipenses: " Si de algo vale una advertencia hecha en nombre de Cristo, si de algo sirve una exhortación nacida del amor, si nos une el mismo Espíritu, si tienen un corazón compasivo, llénenme de alegría..."

 

SALMO RESPONSORIAL: 130

R./ Guarda mi alma en la paz junto a ti, Señor.

 

Señor, mi corazón no es ambicioso,

ni mis ojos altaneros;

no pretendo grandezas

que superan mi capacidad. R.

 

Sino que acallo y modero mis deseos,

como un niño en brazos de su madre. R.

 

Espera Israel en el Señor

ahora y por siempre. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

Con una gran espontaneidad, el salmista describe su actitud humilde y confiada delante de Dios, fundada en la renuncia a toda “aspiración desmedida”.  Esta actitud se expresa admirablemente en la imagen del niño que descansa tranquilo en los “brazos de su madre”. El versículo final amplía la perspectiva a todo Israel, para exhortarlo a tener ese mismo espíritu de humildad y confianza en el Señor. Se puede relacionar este salmo con las palabras de Jesús: “Si no cambian y se hacen como niños, no entraran en el Reino de los cielos”.

 

LECTURA DEL EVANGELIO

LUCAS 14, 12-14

 

“No invites a tus amigos, sino a pobres y lisiados”

En aquel tiempo, dijo Jesús a uno de los principales fariseos que lo había invitado: "Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado. Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos."   Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

Jesús desafía los prejuicios sociales y religiosos de su época y su cultura. El objetivo de los banquetes no era suplir las necesidades de alimento, sino que eran un modo para conseguir nuevos aliados, consolidar antiguas amistades y demostrar a simpatizantes y adversarios que se contaba con los recursos económicos y sociales para asumir un gasto extraordinario. Lo primero que hace Jesús es alertar a los invitados para que no caigan en el eterno juego de sentarse en los asientos preferentes para indicar su posición social, religiosa y política. El siguiente gesto se dirige al anfitrión, para que no convierta un momento de encuentro y gratuidad en una ocasión para exhibir su poder y su ambición. Para Jesús, la cena era un momento de comunión con todos aquellos que, aunque excluidos de la escala social, religiosa o económica, eran capaces de abrazar la causa del Reino y hacer del alimento un gesto de solidaridad que anticipa la justicia de Dios. – Nuestra fe cristiana nos desafía hoy a retar los prejuicios culturales, que otorgan mayor valor a las personas que cuentan con mayor crédito económico, excluyendo a aquellos que carecen de los medios para hacerse reconocer de bancos, empresas e instituciones.

Como cristianos debemos saber que lo único que incrementa nuestro inmenso valor como seres humanos es la capacidad de solidarizarnos con quienes han sido despojados de su dignidad humana.

 

ORACIÓN

Señor ayúdanos a ser comunidades unidas, fraternas, que nos esforcemos por salir adelante en la comisión de amar y servir a quienes más lo necesiten, en los espacios donde nos desenvolvemos. Que despojándonos de nuestros intereses seamos capaces de ser misericordiosos(as) y compartir también con quienes no hacen parte de nuestros afectos. Oramos, damos gracias y bendecimos a  Héctor Buitrago y Ana González en su cumpleaños.Amén

 

“La propuesta de Jesús es que te acostumbres a que no todo tiene que ser transacción. Aprende a dar sin tener siempre la expectativa de que te van a pagar.”

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