San Antonio de Padua
“LA LEY DE LA CARIDAD”
PRIMERA LECTURA
1REYES 18, 41-46
“Elías oró, y el cielo derramó
lluvia”
En aquellos días, Elías dijo a
Ajab: "Vete a comer y a beber, que ya se oye el ruido de la lluvia."
Ajab fue a comer y a beber,
mientras Elías subía a la cima del Carmelo; allí se encorvó hacia tierra, con
el rostro en las rodillas, y ordenó a su criado: "Sube a otear el
mar." El criado subió, miró y dijo: "No se ve nada."
Elías ordenó: "Vuelve
otra vez." El criado volvió siete veces, y a la séptima dijo: "Sube
del mar una nubecilla como la palma de una mano."
Entonces Elías mandó:
"Vete a decirle a Ajab que enganche y se vaya, no le coja la 1uvia."
En un instante se oscureció el
cielo con nubes empujadas por el viento, y empezó a diluviar.
Ajab montó en el carro y
marchó a Yezrael. Y Elías, con la fuerza del Señor, se ciñó y fue corriendo
delante de Ajab, hasta la entrada de Yezrael. Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
El texto del primer libro de
los Reyes presenta como protagonista al gran profeta Elías que, después de
haber hecho una demostración espectacular y violenta, delante de los 450
sacerdotes de Baal y en presencia del pueblo, les muestra quien es el verdadero
Dios, ahora está convencido de que ese mismo Dios lo respalda enviando del cielo
la lluvia tan esperada. Elías sube a la cumbre del monte Carmelo, desde donde
se puede ver el esplendor del Mediterráneo, que es de donde viene normalmente
la lluvia en Palestina, y allí en actitud de oración se abandona al Señor Yavhé
que hará que cambie la situación del pueblo de Israel en ese tiempo de
sequía inmensa que está padeciendo. Elías envía a su criado Ajab a fijarse cómo
se ve el mar. Siete veces va y viene sin que haya respuesta, pero en la última
le dice que una nubecilla como la palma de la mano sube del mar. Ese es el
signo que Elías esperaba, ahora la lluvia, casi diluvio, está por
llegar.
SALMO RESPONSORIAL: 64
R. / Oh Dios, tú mereces un
himno en Sión.
Tú cuidas de la tierra, la
riegas
y la enriqueces sin
medida;
la acequia de Dios va
llena de agua,
preparas los trigales.
R.
Riegas los surcos, igualas los
terrenos,
tu llovizna los deja mullidos,
bendices sus brotes. R.
Coronas el año con tus bienes,
tus carriles rezuman
abundancia;
rezuman los pastos del páramo,
y las colinas se orlan de
alegría. R.
OREMOS CON EL SALMO
La alegría de una
nueva cosecha, que quizás se veía en peligro, mueve al salmista a entonar este
canto de gran sentido poético para alabar a Dios, a quien ve presente en cada
lugar y en cada hora. Su presencia es fuente de bendición para el ser humano.
También hoy podemos ver y sentir presente a Dios en la naturaleza y en la
historia cotidiana.
LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 5, 20-26
“Todo el que esté peleado con
su hermano, será procesado”
En aquel tiempo dijo Jesús a
sus discípulos: "Si no sois mejores que los letrados y fariseos, no
entraréis en el Reino de los cielos. Habéis oído que se dijo a los antiguos: No
matarás, y el que mate será procesado. Pero yo os digo: todo el que esté
peleado con su hermano, será procesado. Y si uno llama a su hermano
"imbécil", tendrá que comparecer ante el sanedrín, y si lo llama
"renegado", merece la condena del fuego.
Por tanto, si cuando vas a
poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene
quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a
reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda. Procura
arreglarte con el que te pone pleito en seguida, mientras vais todavía de
camino, no sea que te entregue al juez, y el juez al alguacil, y te metan en la
cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Jesús, como legislador de la Nueva Alianza, profundiza la Ley de Dios
dada en el Antiguo Testamento. Da una interpretación más profunda de la Ley y
pide un compromiso más a fondo con el Evangelio. No basta el cumplimiento de
algunos ritos para tranquilizar la conciencia. Dios Padre que nos ama, busca
hijos e hijas capaces de vivir con intensidad, al estilo de Jesús. Al
mandamiento de no matar, le agrega la exigencia de amar al amigo y al enemigo
sin menoscabar nada de su dignidad. Dios no permite que a sus hijos se los
llame con nombres que los degradan. Las palabras crean situaciones que afectan
a los demás. Personas simples pueden ser afectadas en su autoestima por
etiquetas que los demás les aplican sin consideración. Por eso antes de ir a
rendir culto a Dios analicemos si hemos ofendido o insultado a los hermanos y
pidamos perdón. Dios sólo acepta la ofrenda de un corazón humilde que sabe
rehacer los lazos de hermandad que ha roto con su egoísmo y falta de
consideración.
ORACIÓN
Señor entregaste tu Cuerpo y tu Sangre para rescatar nuestra dignidad
como seres humanos a través de la reconciliación con el Padre Creador, te
pedimos nos ayudes a ser mensajeros de paz, perdón y reconciliación. Perdona a
quienes aún no han querido volver el rostro a Ti e inspíranos y ayúdanos para
que con nuestro testimonio llevemos a que muchos más quieran
seguirte. Amén
“En todo momento ante cualquier
dificultad, hemos de buscar darle el primer lugar a la caridad antes que, a la
ira, el resentimiento y la enemistad”
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