miércoles, 1 de mayo de 2024

Viernes 10 de Mayo de 2024

 

“NO TEMER Y CONFIAR”

 

PRIMERA LECTURA

HECHOS 18,9-18

 

“Muchos de esta ciudad son pueblo mío”

 

Estando Pablo en Corinto, una noche le dijo el Señor en una visión: "No temas, sigue hablando y no te calles, que yo estoy contigo, y nadie se atreverá a hacerte daño; muchos de esta ciudad son pueblo mío."

Pablo se quedó allí un año y medio, explicándoles la Palabra de Dios. Pero, siendo Galión procónsul de Acaya, los judíos se abalanzaron en masa contra Pablo, lo condujeron al tribunal y lo acusaron: "Éste induce a la gente a dar a Dios un culto contrario a la Ley." Iba Pablo a tomar la palabra, cuando Galión dijo a los judíos: "Judíos, si se tratara de un crimen o de un delito grave, sería razón escucharos con paciencia; pero, si discutís de palabras, de nombres y de vuestra ley, arreglaos vosotros. Yo no quiero meterme a juez de esos asuntos." Y ordenó despejar el tribunal. Entonces agarraron a Sóstenes, jefe de la sinagoga, y le dieron una paliza delante del tribunal. Galión no hizo caso. Pablo se quedó allí algún tiempo; luego se despidió de los hermanos y se embarcó para Siria con Priscila y Aquila. En Cencreas se afeitó la cabeza, porque había hecho un voto.  Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

Hechos nos presenta un capítulo interesante, en una visión nocturna, en un sueño, el Señor le dice a Pablo, una de las frases de las que más veces se escuchan tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento, dirigidas a personas a las que Dios ha elegido para ser sus testigos en el mundo: “no temas” oyeron lo mismo Moisés, Jeremías, María y ahora Pablo.

En el caso de Pablo, la estancia en Corinto debía serle difícil, por dificultades externas e internas. La voz del Señor le anima “no temas, sigue hablando y no te calles, que yo estoy contigo”. Y hay otro motivo que puede resultarnos sorprendente: “muchos de esta ciudad son pueblo mío”. La escena que describe a continuación Lucas es bastante cómica, porque el procónsul Galión se desentiende irónicamente de la discusión, al ver que no afecta al orden público, sino a cuestiones internas de religión, y no hace caso tampoco al ver que apalean precisamente al jefe de la sinagoga, que ahora es Sóstenes. También hoy puede Dios decirnos: “muchos de esta ciudad son pueblo mío”. A pesar de la mala fama de Corinto, Dios espera que muchos se conviertan porque están destinados a la vida.

 

SALMO RESPONSORIAL: 46

R. / Dios es el rey del mundo.

 

Pueblos todos, batid palmas,

aclamad a Dios con gritos de júbilo;

porque el Señor es sublime y terrible,

emperador de toda la tierra. R.

 

Él nos somete los pueblos

y nos sojuzga las naciones;

 él nos escogió por heredad suya:

gloria de Jacob, su amado. R.

 

Dios asciende entre aclamaciones;

el Señor, al son de trompetas:

tocad para Dios, tocad,

tocad para nuestro Rey, tocad. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

Este salmo aclama a Dios como rey universal; parece oírse en él el eco de una gran victoria. Nosotros con este canto aclamamos a Cristo resucitado, en la hora misma de su resurrección. El Señor sube a la derecha del Padre, y a nosotros nos ha escogido como su heredad. Su triunfo es, pues, nuestro triunfo e incluso la victoria de toda la humanidad. Por ello, no solo el pueblo que le sigue sino incluso todos los pueblos debemos batir palmas y aclamar a Dios con gritos de júbilo.

 

LECTURA DEL EVANGELIO

JUAN 16,20-23a

 

“Nadie os quitará vuestra alegría”

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Os aseguro que lloraréis y os lamentaréis vosotros, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría. La mujer, cuando va a dar a luz, siente tristeza, porque ha llegado su hora; pero, en cuanto da a luz al niño, ni se acuerda del apuro, por la alegría de que al mundo le ha nacido un hombre. También vosotros ahora sentís tristeza; pero volveré a veros, y se alegrará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestra alegría. Ese día no me preguntaréis nada."  Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

La alegría que trae Jesús no conoce fin. Nadie la puede quitar. Esa es la promesa que el Crucificado-Resucitado da a los que entran en una relación existencial con él. Esto es muy importante. No se puede ser cristiano si no se tiene una relación profunda con el Señor Jesús muerto, en la Cruz del calvario y Resucitado por el amor de Dios Padre. Esa alegría nadie la puede arrebatar. Esta promesa es bellísima porque es en esta dimensión donde debemos potenciar la vida, el pensamiento y los sentimientos de un creyente en Jesucristo. Dejemos que sea la alegría del Crucificado-Resucitado la que llene nuestra vida. Pero para que eso suceda hemos de abrir un espacio a Dios para que sea él quien haga la obra en nosotros. No es una tarea fácil. Es cierto que nos resistimos a dejarnos tocar por Dios. Son muchas las resistencias que aparecen permanentemente en nuestras vidas. Pero Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, es el único que puede hacer que la alegría de su Hijo se encienda en nosotros.

 

ORACIÓN

Cantamos con alegría ante tu presencia, porque nos enseñas con lo vivido y el testimonio de los primeros anunciadores de tu Palabra, que no debemos temer para evangelizar porque eres tu como resucitado quien nos da la certeza de estar con nosotros(as)  y nos proteges de todo ataque de los que quieran acallarnos. Gracias te damos  Señor y te pedimos nos sigas fortaleciendo. Amén

 

 

“Dios se convierte en la única razón capaz de generar vida donde hay muerte, claridad donde hay oscuridad y paz donde hay angustia”

 

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