“LA MISERICORDIA DE DIOS SE PROLONGA EN
LOS ÚLTIMOS TIEMPOS”
Hoy acaba un año, y es preciso que demos gracias a Dios por la
vida que sigue siendo posible a pesar de las múltiples adversidades. Que sea la
bendición de Dios la que colme hoy y siempre nuestro ser, nuestras familias y
comunidades; que, hecho el balance de fin de año, seamos capaces de ver el paso
de Dios por nuestras vidas.
PRIMERA LECTURA
1 JUAN 2,18-21
“Estáis ungidos por el Santo, y todos
vosotros lo conocéis”
Hijos míos, es el momento final. Habéis
oído que iba a venir un Anticristo; pues bien, muchos anticristos han
aparecido, por lo cual nos damos cuenta que es el momento final. Salieron de
entre nosotros, pero no eran de los nuestros. Si hubiesen sido de los nuestros,
habrían permanecido con nosotros. Pero sucedió así para poner de manifiesto que
no todos son de los nuestros. En cuanto a vosotros, estáis ungidos por el
Santo, y todos vosotros lo conocéis. Os he escrito, no porque desconozcáis la
verdad, sino porque la conocéis, y porque ninguna mentira viene de la verdad.
Palabra del Señor
REFLEXIÓN
San Juan nos habla de la presencia de muchos "anticristos,"
pero sus palabras no son un grito de pánico sino un mensaje de esperanza porque
lo que quiere es recordarnos la fuerza de la unción que hemos recibido junto
con nuestra fe. Así como Isaías, Juan Bautista y María nos acompañaron durante
el Adviento, así también, durante estos días fugaces de Navidad, que forman
parte de la octava de Navidad, tenemos como guía, a Juan, que ha sido comparado
con el águila por la altura de su reflexión y por su capacidad de acercarse a
la luz.
SALMO RESPONSORIAL 95
R./Alégrese el cielo, goce la tierra.
Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre,
proclamad día tras día su victoria. R.
Alégrese el cielo, goce la tierra,
retumbe el mar y cuanto lo llena;
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos,
aclamen los árboles del bosque. R.
Delante del Señor, que ya llega,
ya llega a regir la tierra:
regirá el orbe con justicia
y los pueblos con fidelidad. R.
OREMOS CON EL SALMO
Hay que recitar este salmo con los
"ángeles de Navidad" que "cantaron aquella noche":
"Gloria a Dios, paz a los hombres". Nosotros junto con ellos cantemos
también "alegría en el cielo, fiesta en la tierra"... "¡El cielo
se alegra, la tierra exulta!" "¡Gloria a Dios!" "¡Adorad a
Dios!" "¡El Señor es rey! Que nuestra oración jamás olvide esta
actitud. La adoración, el sentimiento de anonadamiento, es el fundamento de
todo primer descubrimiento de Dios. Dios, el trascendente, aquel que supera
toda imaginación. Y la revelación de la proximidad de Dios que se hizo
"uno de nosotros", que se hizo "niño" en Navidad "no
disminuye en nada este sentimiento de adoración.
LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 1,1-18
“La Palabra se hizo carne”
En el principio ya existía la Palabra,
y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. La Palabra en el
principio estaba junto a Dios. Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella
no se hizo nada de lo que se ha hecho. En la Palabra había vida, y la vida era
la luz de los hombres. La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la
recibió. Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía
como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a
la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz. La Palabra era la luz
verdadera, que alumbra a todo hombre. Al mundo vino, y en el mundo estaba; el
mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y
los suyos no la recibieron. Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser
hijos de Dios, si creen en su nombre. Éstos no han nacido de sangre, ni de amor
carnal, ni de amor humano, sino de Dios.
Y la Palabra se hizo carne y acampó
entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del
Padre, lleno de gracia y de verdad. Juan da testimonio de él y grita diciendo:
"Éste es de quien dije: "El que viene detrás de mí pasa delante de
mí, porque existía antes que yo."" Pues de su plenitud todos hemos recibido,
gracia tras gracia. Porque la Ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la
verdad vinieron por medio de Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios
Hijo único, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.
Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Estos días anteriores hemos reflexionado sobre el nacimiento de Jesús.
Hoy nos volvemos a centrar en el acontecimiento de la Encarnación, desde un
lenguaje poético y muy teológico, pero no por ello incomprensible. Con estos
textos volvemos a celebrar, agradeciendo a Dios, desde la oración y la
meditación, el que nos haya enviado a su Hijo, nacido de mujer, para poner su
tienda entre nosotros. “La Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros”. Por
esta razón, los seres humanos hemos alcanzado un lugar privilegiado en los
planes de Dios, porque Dios nos eligió como morada de su Palabra. Que esa
Palabra creadora de Dios nos desafíe a promocionar la vida, la justicia y
el amor. El mundo necesita más que nunca que quienes nos llamamos cristianos
demos testimonio de aquél que nos ha enviado a ser promotores de paz y verdad.
Que esa Palabra que se hizo carne y habita entre nosotros nos dé la gracia de
ser fieles discípulos suyos.
Hoy hemos llegado al último día del año y es el momento
oportuno para agradecer al Dios de la vida, de la historia y del tiempo, todas
las experiencias vividas durante este año que se nos va. Es el momento de
evaluar y asumir que todo, cuanto hemos vivido, ha sido un regalo de Dios, sin
merecerlo. No podemos olvidar que nos encontramos en este mundo tan
ambivalente, lleno de signos de muerte, pero también repleto de signos de vida,
de alegría, de encarnación y resurrección. Es en esta realidad tan compleja,
donde el misterio de la Navidad vuelve a aparecer como un gran llamado que nos
encamina, hacia la dignidad humana querida por Dios. La Navidad nos conduce a
la Epifanía. Y entre estas dos grandes columnas de la revelación cristiana,
Dios sigue apostando por la vida en abundancia para todos sus hijos e hijas.
Que todo el camino recorrido durante este año, nos haga mucho más conscientes,
para asumir nuestra dignidad y nuestra responsabilidad en la construcción de un
mundo más justo y más humano.
Que todas nuestras reflexiones, revisiones y planes, los pongamos en el
Señor de la Historia de nuestras vidas, familias y la vivencia de nuestros
grupos y comunidades. Pongamos también en él nuestra esperanza y el mundo en
que vivimos. El nacimiento de Jesús es el nacimiento de la paz, así lo presentó
el ángel a los pastores y así lo dice el Apóstol: “Él es nuestra paz”.
Nuestro deseo de corazón es que finalicemos en paz este año 2021,y que
comencemos el 2022 con la paz que nos trae Jesús. ¡Feliz Año Nuevo 2021!
ORACIÓN
Señor Jesús, tu lo eres todo para nosotros, lo conoces todo, lo penetras
y contienes todo. Tú, que existes desde siempre y para siempre, has que
recordemos que fuimos creados para ti, para servirte y para adorarte. Que
podamos seguirte encontrándonos contigo en la intimidad de nuestra alma y
descubrir que nos has amado desde siempre y por toda la eternidad. Te alabamos,
te bendecimos y te damos gracias por todo este caminar bíblico en este año que
hoy termina. Gracias por día a día, amarnos y bendecirnos tanto. Te amamos y
desde ya acogemos en gratitud el nuevo año que colocamos en tus manos. Amén.
“Es tiempo
de detenernos y pausar nuestra vida para
descubrir la verdadera Vida en Jesucristo, regocijarnos en Aquel que es el
Único que es fuente de amor, vida y esperanza,
y decirle: ¡Gracias, gracias, bienvenido siempre a nuestra historia, a nuestra
casa, a nuestro corazón, a nuestro caminar en este nuevo año 2022!”
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