“POR LOS FRUTOS NOS CONOCERÁN”
PRIMERA LECTURA
1TIMOTEO 1,15-17
"Vino al mundo para salvar a los pecadores"
Querido hermano: Podéis
fiaros y aceptar sin reserva lo que os digo: que Cristo Jesús vino al mundo
para salvar a los pecadores, y yo soy el primero. Y por eso se compadeció de
mí: para que en mí, el primero, mostrara Cristo Jesús toda su paciencia, y pudiera
ser modelo de todos los que creerán en él y tendrán vida eterna. Al rey de los
siglos, inmortal, invisible, único Dios, honor y gloria por los siglos de los
siglos. Amén. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Y como Dios hizo de
él un signo de misericordia, con eso mismo lo hizo un instrumento de
misericordia a través del ministerio de la predicación. Aquel que ha sido
compadecido no tiene más que predicar sino su propia historia. La compasión
divina es tan poderosa, en efecto, que hace que nuestro pasado sea un lenguaje
en el que ya no se lee ruina sino construcción maravillosa; ya no la herida
sino el relato de su curación; ya no el mal olor del pecado sino el penetrante
y dulce aroma de la gracia. Por eso, para aprender a ser predicadores de la
gracia necesitamos aprender a ser conocedores de la desgracia que nos trae el
pecado y el alejarnos de Dios. Un predicador ajeno al tema del pecado es un
predicador ausente del drama del dolor humano y de lo maravilloso del amor divino.
SALMO RESPONSORIAL:
112
R./Bendito sea el nombre del Señor, ahora y por siempre.
Alabad, siervos del Señor,
alabad el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor,
ahora y por siempre. R.
De la salida del sol hasta su ocaso,
alabado sea el nombre del Señor.
El Señor se eleva sobre todos los pueblos,
su gloria sobre los cielos. R.
¿Quién como el Señor, Dios nuestro,
que se abaja para mirar
al cielo y a la tierra?
Levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre. R.
OREMOS CON EL
SALMO
Este salmo es un canto de alabanza a Dios por su bondad especial con los
pobres y afligidos. El canto de María (el Magníficat) desarrolla temas
parecidos, pero relacionándolos con el acontecimiento central de la
historia de salvación: la venida del Mesías.
LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 6,43-49
¿Por qué me llamáis "Señor, Señor", y no hacéis lo que digo?
En aquel tiempo, decía Jesús a sus discípulos: "No hay árbol sano
que dé fruto dañado, ni árbol dañado que dé fruto sano. Cada árbol se conoce
por su fruto; porque no se cosechan higos de las zarzas, ni se vendimian
racimos de los espinos. El que es bueno, de la bondad que atesora en su corazón
saca el bien, y el que es malo, de la maldad saca el mal; porque lo que rebosa
del corazón, lo habla la boca.
¿Por qué me llamáis "Señor, Señor", y no hacéis lo que digo?
El que se acerca a mí, escucha mis palabras y las pone por obra, os voy a decir
a quién se parece: se parece a uno que edificaba una casa: cavó, ahondó y puso
los cimientos sobre roca; vino una crecida, arremetió el río contra aquella
casa, y no pudo tambalearla, porque estaba sólidamente construida. El que
escucha y no pone por obra se parece a uno que edificó una casa sobre tierra,
sin cimiento; arremetió contra ella el río, y en seguida se derrumbó y quedó
hecha una gran ruina." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
La
parábola de la casa construida sobre roca, representa una llamada significativa
para una época que necesita cambios. Durante los últimos años hemos sido
testigos de que este modelo económico neoliberal rompe con el circuito
"vital" de la vida (valga la redundancia) porque a costa de proteger
a unos pone en peligro a otros. Este modelo además de socavar una profunda y
creciente desigualdad entre las personas, la radicaliza con la naturaleza. Por
eso, se hace urgente poner en práctica acciones como: cuidar el agua, los
animales y a nosotros mismos. De acuerdo con esto, el llamado de Jesús a sus
discípulos, a través de la parábola, es claro. Muchos escuchamos atentamente
sus palabras y comprendemos sus implicaciones, pero Jesús no pronuncia la
parábola para eso, sino para que se practiquen sus enseñanzas, no son una
cátedra para hacer el bien sino muestra el bien que debemos hacer. Ahora
reflexionemos con esta Palabra y miremos que estamos haciendo para edificar nuestro proyecto vida en Jesús.
ORACIÓN
En ti, Señor Jesús, roca firme de Salvación, queremos hundir nuestra
vida, y seguir profundizando en tu manera de ser, y sentir y actuar; síguenos
enseñando tu forma de amar generosamente en obras concretas. Que cada día por
la acción de tu Espíritu nos sintamos más comprometidos con la situación de los
demás. Que por el fruto que demos desde el servicio misericordioso a los demás,
especialmente los que están alejados de ti o no te conocen, te descubran y
sepan que tu eres una realidad. Amén.
“El amor tiene que
ponerse en acción. Muchas veces basta una palabra, una mirada, un gesto para
llenar el corazón del que amamos” (Madre Teresa de Calcuta)
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