PRIMERA LECTURA
ESDRAS 1,1-6
“Hay que reedificar el Templo”
El año primero de Ciro, rey de Persia, el Señor, para cumplir lo que
había anunciado por boca de Jeremías, movió a Ciro, rey de Persia, a proclamar
de palabra y por escrito en todo su reino: "Ciro, rey de Persia, decreta:
"El Señor, Dios del cielo, me ha entregado todos los reinos de la tierra y
me ha encargado construirle un templo en Jerusalén de Judá. Los que entre vosotros
pertenezcan a ese pueblo, que su Dios los acompañe, y suban a Jerusalén de Judá
para reconstruir el templo del Señor, Dios de Israel, el Dios que habita en
Jerusalén. Y a todos los supervivientes, dondequiera que residan, la gente del
lugar proporcionará plata, oro, hacienda y ganado, además de las ofrendas
voluntarias para el templo del Dios de Jerusalén."
Entonces, todos los que se sintieron movidos por Dios, cabezas de
familia de Judá y Benjamín, sacerdotes y levitas, se pusieron en marcha y subieron
a reedificar el templo de Jerusalén. Sus vecinos les proporcionaron de todo:
plata, oro, hacienda, ganado y otros muchos regalos de las ofrendas
voluntarias. Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
La primera lectura de hoy, que nos devuelve al Antiguo Testamento
después de unas cuantas semanas con algunas Cartas del apóstol Pablo, nos
muestra con un ejemplo sobresaliente cómo Dios enseña a su pueblo que su acción
no por oculta es menos eficaz, y no por discreta es menos poderosa. Dios no
detuvo el curso de la historia cuando Nabucodonosor asaltó a Jerusalén y la
saqueó a placer. No detuvo el curso de los acontecimientos cuando aquellos
judíos, ya deportados, gemían bajo peso de cadenas. No hizo entonces prodigios
como los del Mar Rojo, entre otras cosas porque esos mismos prodigios, con toda
su "espectacularidad" resultaron incapaces para engendrar corazones
fieles en el pueblo así liberado. ¿Estaba Dios descuidando a su pueblo? ¿Es que
no le dolía lo que sufrían los niños judíos o cómo enronquecían en llanto sus madres
maltratadas? ¿Por qué no hizo más cosas maravillosas o envió ángeles como había
mandado al ángel exterminador en tiempos de Faraón? ¿Por qué?: porque eso no
funciona. Puede funcionar alguna vez, pero no es regla general, y la prueba
está en el mismo Antiguo Testamento: ver cosas maravillosas puede cambiarlo a
uno, pero haberlas visto ya no tiene la misma fuerza. Las intervenciones
estruendosas son como los estruendos mismos: pronto pierden fuerza. A
largo plazo, termina sucediendo entonces que el pecado final es peor que la
situación inicial, por dos razones: primera, porque padecer el mal no lo hace a
uno malo forzosamente, mientras que pecar si hace daño en primer lugar al
pecador. Segunda, porque pecar después de haber recibido manifestaciones tan
patentes de poder de Dios daña la conciencia y termina empujando hacia el
desprecio mismo de la voluntad divina.
Por eso vemos que a lo largo mismo del camino del Antiguo
Testamento hay como un "cambio en la estrategia" de Dios. De las
demostraciones grandiosas a las acciones, quizá más discretas, pero con un
poder incomparable a largo plazo, porque tienen capacidad de dar sabiduría y de
generar humildad y confianza en la prueba. Ver a Dios parando al mundo
para obrar él será siempre emocionante, pero verle actuar mientras el mundo
parece seguir su rumbo nos da algo más que emoción: nos da una actitud
sapiencial, humilde, respetuosa del ser humano, como es en realidad, y
respetuosa de la majestad divina, como es y será en la eternidad.
SALMO RESPONSORIAL: 125
R./ El Señor ha estado grande con nosotros.
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía soñar:
la boca se nos llenaba de risas,
la lengua de cantares. R.
Hasta los gentiles decían:
"El Señor ha estado grande con ellos."
El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres. R.
Que el Señor cambie nuestra suerte,
como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas
cosechan entre cantares. R.
Al ir, iba llorando,
llevando la semilla;
al volver, vuelve cantando,
trayendo sus gavillas. R.
OREMOS CON EL SALMO
Este salmo presenta el recuerdo de la alegría que experimentó el pueblo
al regresar del destierro e invocación de una nueva intervención divina en un
nuevo peligro. La liberación de Israel seguirá siendo presagio y figura de la
redención que realizó Cristo y esta será prenda de liberación definitiva en la
consumación del Reino de Dios.
LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 8,16-18
“El candil se pone en el candelero para que los que entran tengan luz”
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: "Nadie enciende un candil y
lo tapa con una vasija o lo mete debajo de la cama; lo pone en el candelero
para que los que entran tengan luz. Nada hay oculto que no llegue a
descubrirse, nada secreto que no llegue a saberse o a hacerse público. A ver si
me escucháis bien: al que tiene se le dará, al que no tiene se le quitará hasta
lo que cree tener." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
En muchas comunidades rurales de nuestra América Latina no ha llegado la
energía eléctrica. En las noches, alrededor del fogón de leña se reúne la
familia para comentar los acontecimientos de la vida. Una luz tenue de una
vela, de una lámpara de petróleo, o de una lámpara de gasolina alumbra la
penumbra de los ranchos, bohíos o casitas de madera o bahareque en que habitan nuestros
hermanos. Ellos sí que saben de la importancia de la luz para espantar la
oscuridad, el miedo y la desconfianza que la noche produce. También las
ciudades están llenas de oscuridades y amenazas: no solo por parte de
delincuencias comunes, sino de injusticias, corrupciones, opresiones,
violencias y exclusiones que por todas partes siembran de nubarrones nuestra
existencia humana. Nosotros, creyentes en la “luz que viene de lo alto” somos
antorchas, pábilos, pequeñas luces en medio de la oscuridad de la injusticia y
la violencia que pretende ocultar la luz de la verdad y de la paz. Oremos con
fe y esperanza por vivir en la luz del Señor.
ORACIÓN
Padre Dios, te damos gracias, por este nuevo día. Reflexionando desde tu
Palabra queremos pedirte que nos ayudes a tener una vida coherente y fiel a tu
proyecto, que podamos ser luz para los que nos rodean; que el amor que
profesamos por ti, se manifieste en acciones concretas que beneficien a nuestra
familia y a los demás. Que tu Espíritu nos ayude a esforzarnos para ser
luz al compartir con nuestro prójimo; que en Él podamos recibir valentía para
superar toda dificultad que nos quiera alejar de la gran misión, la de
construir tu Reino. Amén.
“Esfuérzate por ser luz compartiendo
con el prójimo la Palabra, practicándola y orándola”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Mensaje o Intercesión por: