domingo, 1 de marzo de 2020

Martes 31 de Marzo de 2020



“LA CRUZ SIGNO DE LA VIDA”

PRIMERA LECTURA
NÚMEROS 21,4-9

“Los mordidos de serpientes quedarán sanos al mirar a la serpiente de bronce”

En aquellos días, desde el monte Hor se encaminaron los hebreos hacia el mar Rojo, rodeando el territorio de Edom. El pueblo estaba extenuado del camino, y habló contra Dios y contra Moisés: "¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el desierto? No tenemos ni pan ni agua, y nos da náusea ese pan sin cuerpo." El Señor envió contra el pueblo serpientes venenosas, que los mordían, y murieron muchos israelitas. Entonces el pueblo acudió a Moisés, diciendo: "Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti; reza al Señor para que aparte de nosotros las serpientes." Moisés rezó al Señor por el pueblo, y el Señor le respondió: "Haz una serpiente venenosa y colócala en un estandarte: los mordidos de serpientes quedarán sanos al mirarla." Moisés hizo una serpiente de bronce y la colocó en un estandarte. Cuando una serpiente mordía a uno, él miraba a la serpiente de bronce y quedaba curado. Palabra de Dios
REFLEXIÓN
En la ruta a la libertad y a la vida digna con Dios, el caminante puede ser herido de muerte por no alcanzar la meta, sea porque los obstáculos son insuperables o porque no cobra conciencia de su propio potencial, se olvida de sus pasos y hasta de orar. La mordedura mortal, sin embargo, obliga a recuperar lo ganado en la batalla. La serpiente representa  lo vulnerable que es el humano frente al mal, y nos remonta al Paraíso, a la imagen de la transgresión original. Sucumbimos ante el mal, ahogados en los sueños de grandeza. Recuperar conciencia de nuestra fragilidad es algo saludable y necesario para ir al encuentro de la promesa divina. La fragilidad se sustenta en lo simple y sustancial: pan y agua. No vale la pena correr riesgos inútiles, porque no somos fuertes. Miremos lo que tenemos y oremos con nuestra debilidad. Dios nos la transformará en señal de vida perdurable. Las Escrituras nos ayudan a recuperarnos, a dejar de mirar el suelo para poner nuestros ojos en Cristo que se ha  Levantado; de allí nos viene la salud y la bendición. 

SALMO RESPONSORIAL: 101
R. / Señor, escucha mi oración, que mi grito llegue hasta ti.

Señor, escucha mi oración,
que mi grito llegue hasta ti;
no me escondas tu rostro
el día de la desgracia.
Inclina tu oído hacia mí;
cuando te invoco, escúchame en seguida. R.

Los gentiles temerán tu nombre,
los reyes del mundo, tu gloria.
Cuando el Señor reconstruya Sión
y aparezca en su gloria,
y se vuelva a las súplicas de los indefensos,
y no desprecie sus peticiones. R.

Quede esto escrito para la generación futura,
y el pueblo que será creado alabará al Señor.
Que el Señor ha mirado desde su excelso santuario,
desde el cielo se ha fijado en la tierra,
para escuchar los gemidos de los cautivos
y librar a los condenados a muerte. R.

OREMOS CON EL SALMO
Este salmo es una invocación a Dios en una grave enfermedad y lamentación por la situación de la ciudad en ruinas. En medio de tal situación se expresa la confianza en la intervención salvadora de Dios. Las calamidades personales y públicas nos ayudan a reconocer nuestra pequeñez y a poner la confianza en Dios.


LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 8,21-30
“Cuando levantéis al Hijo del hombre, sabréis que yo soy”
En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos: "Yo me voy y me buscaréis, y moriréis por vuestro pecado. Donde yo voy no podéis venir vosotros." Y los judíos comentaban: "¿Será que va a suicidarse, y por eso dice: "Donde yo voy no podéis venir vosotros"?" Y él continuaba: "Vosotros sois de aquí abajo, yo soy de allá arriba: vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. Con razón os he dicho que moriréis por vuestros pecados: pues, si no creéis que yo soy, moriréis por vuestros pecados." Ellos le decían: "¿Quién eres tú?" Jesús les contestó: "Ante todo, eso mismo que os estoy diciendo. Podría decir y condenar muchas cosas en vosotros; pero el que me envió es veraz, y yo comunico al mundo lo que he aprendido de él." Ellos no comprendieron que les hablaba del Padre. Y entonces dijo Jesús: "Cuando levantéis al Hijo del hombre, sabréis que yo soy, y que no hago nada por mi cuenta, sino que hablo como el Padre me ha enseñado. El que me envió está conmigo, no me ha dejado solo; porque yo hago siempre lo que le agrada." Cuando les exponía esto, muchos creyeron en él. Palabra del Señor
REFLEXIÓN

Jesús sigue revelando su identidad. El Evangelio de Juan tiene toda una pedagogía para decir quién es Jesús y por qué es, en definitiva, la revelación plena de Dios. Jesús es el “Yo-Soy”, pero esta revelación solo se hará plena y total cuando él esté elevado en la “Cruz del Calvario”. En la Cruz Jesús será plenamente la luz del mundo. Sólo quien lo acoge, con fe y se adhiere a él, entra en la claridad que Dios ofrece al mundo. Nos acercamos a los días en que recordamos el misterio de la pasión y muerte de Jesús. Ojalá que no sea “otra Semana Santa” más en nuestras vidas. Dejemos que la luz del Crucificado, que reveló el misterio definitivo de Dios, inunde nuestras mentes, sentimientos, palabras y acciones, a fin de que el mundo crea por nuestro testimonio. Recuerda que únicamente por la Cruz se puede llegar a conocer totalmente a Jesús, como el Mesías definitivo de Dios. Cualquier otro acceso a Dios, que no sea el de la Cruz, no es el camino verdadero y  es sencillamente idolátrico. 

ORACIÓN
Señor Jesús queremos que todos nuestros actos te agraden. Ayúdanos hoy a hacer el bien. Que nuestra vida tenga un verdadero propósito. Ayúdanos a discernir lo bueno y lo perfecto de lo malo. Que nuestra vida y caminar diario descubra más razones para amarte, seguirte y servirte. Amén 

“Nunca hemos de desanimarnos en las dificultades. Cuando hay cruces es señal de que estamos vivos y Dios está con nosotros”


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