miércoles, 1 de mayo de 2019

Jueves 23 de Mayo de 2019


“PERMANECER EN EL AMOR DE CRISTO PARA VIVIR FELICES”

PRIMERA LECTURA
HECHOS  DE APÓSTOLES 15,7-21

“A mi parecer, no hay que molestar a los gentiles que se convierten a Dios.”

En aquellos días, después de una fuerte discusión, se levantó Pedro y dijo a los apóstoles y a los presbíteros: "Hermanos, desde los primeros días, como sabéis, Dios me escogió entre vosotros para que los gentiles oyeran de mi boca el mensaje del Evangelio, y creyeran. Y Dios, que penetra los corazones, mostró su aprobación dándoles el Espíritu Santo igual que a nosotros. No hizo distinción entre ellos y nosotros, pues ha purificado sus corazones con la fe. ¿Por qué provocáis a Dios ahora, imponiendo a esos discípulos una carga que ni nosotros ni nuestros padres hemos podido soportar? No; creemos que lo mismo ellos que nosotros nos salvamos por la gracia del Señor Jesús."  Toda la asamblea hizo silencio para escuchar a Bernabé y Pablo, que les contaron los signos y prodigios que Dios había hecho por medio de ellos entre los gentiles. Cuando terminaron, Santiago resumió la discusión, diciendo: "Escuchadme, hermanos: Simón ha contado la primera intervención de Dios para escogerse un pueblo entre los gentiles. Esto responde a lo que dijeron los profetas: "Después volveré para levantar de nuevo la choza caída de David; levantaré sus ruinas y la pondré en pie, para que los demás hombres busquen al Señor, y todos los gentiles que llevarán mi nombre: lo dice el Señor, que lo anunció desde antiguo." Por eso, a mi parecer, no hay que molestar a los gentiles que se convierten a Dios; basta escribirles que no se contaminen con la idolatría ni con la fornicación y que no coman sangre ni animales estrangulados. Porque durante muchas generaciones, en la sinagoga de cada ciudad, han leído a Moisés todos los sábados y lo han explicado." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Toda esta discusión que se presenta en lo que se ha llamado el Concilio de Jerusalén, capítulo 15 de los Hechos de los Apóstoles, puede parecer un problema muy alejado de nosotros. Como sabemos, el tema era si había que imponer a los no judíos, cuando se convertían a Cristo, la Ley de Moisés. Porque empezó a suceder que se convertían a la fe en Jesús, no solamente los que venían del pueblo de las promesas, es decir, los judíos, sino también otros, los gentiles, que no tenían esa Ley de Moisés y que llegaban a la fe en Cristo. La pregunta entonces era si había que imponerles la Ley de Moisés,  hemos escuchado en este día  las conclusiones de esa discusión básicamente: no hay que imponerles la Ley de Moisés.

¿Pero qué era lo que quería mostrar el Espíritu ahí? Evidentemente, quería mostrar que el pueblo de la primera alianza, ese pueblo Judío era el servidor de la salvación, el diácono, el mesero de la salvación para los gentiles, pero que no tenía que imponer a los demás lo que él mismo había vivido. El pueblo tiene el llamado a experimentar la salvación, ofreciendo la salvación a todo el mundo.

SALMO RESPONSORIAL: 95
R. / Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.

Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre. R.

Proclamad día tras día su victoria.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones. R.

Decid a los pueblos: "El Señor es rey,
él afianzó el orbe, y no se moverá;
él gobierna a los pueblos rectamente." R.

OREMOS CON EL SALMO
Este Salmo expresa la alegría del pueblo fiel al Señor, e invitación  universal a reconocer la gloria y el poder de Dios. Nuestra liturgia también debe ser expresión de la alegría que nace de nuestra fe en la obra salvadora de Dios en Cristo. La invitación universal es más actual gracias al evangelio. El juicio anunciado es juicio liberador.   

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 15,9-11
“Permaneced en mi amor, para que vuestra alegría llegue a plenitud”
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud." Palabra del Señor.
REFLEXION
En el evangelio, Jesús insiste en la urgencia de lo esencial: permanecer en Él por el amor, correspondiendo así al amor-relación con el Padre con la que Él nos ha amado. En tal sentido, se trata de una permanencia dinámica, efectiva y alegre en el ejercicio de amar. Es el camino de crecimiento que moviliza a la persona y a la comunidad humana por medio de la colaboración solidaria, la responsabilidad social y la capacidad de crear condiciones pacíficas y de justicia en las cuales nos realicemos plenamente como humanidad. La pedagogía de este amor exige transformar a los sujetos y las estructuras sociales en una nueva comunidad capaz de cumplir el derecho y el querer de Dios, que no es sino su proyecto de llevar hasta las últimas consecuencias las posibilidades de humanización. Este amor de Jesús trasciende todo vínculo piadoso y orienta a la comunidad al horizonte del reino: transformar las relaciones personales, sociopolíticas, religiosas y ecológicas «a compasión». ¿Tu fe en Jesús de Nazaret transmite densidad espiritual, alegría incondicional, responsabilidad? 

ORACIÓN
Amado Dios, infinitamente digno de todo amor, ayúdanos a permanecer en tu amor, que podamos renunciar a todo amor que no sea tuyo, y a todo cuanto quebranta el amor verdadero que debemos a nuestra familia, hermanos (as)  y comunidad. Señor queremos vivir con una  mente abierta, amorosa, compasiva y misericordiosa para con los demás. Amén


“Estaremos alegres y tranquilos si buscamos  soluciones inspiradas por Dios, frente a  tensiones y dificultades de nuestra vida” 

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