“LEY DE LIBERTAD”
PRIMERA LECTURA
DEUTERONOMIO 4,1.5-9
“Poned por obra los mandatos”
Moisés habló al pueblo, diciendo:
"Ahora, Israel, escucha los mandatos y decretos que yo os mando cumplir.
Así viviréis y entraréis a tomar posesión de la tierra que el Señor, Dios de
vuestros padres, os va a dar. Mirad, yo os enseño los mandatos y decretos que
me mandó el Señor, mi Dios, para que los cumpláis en la tierra donde vais a
entrar para tomar posesión de ella. Ponedlos por obra, que ellos son vuestra
sabiduría y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos que, cuando tengan
noticia de todos ellos, dirán: "Cierto que esta gran nación es un pueblo
sabio e inteligente."
Y, en efecto, ¿hay alguna nación
tan grande que tenga los dioses tan cerca como lo está el Señor Dios de
nosotros, siempre que lo invocamos? Y, ¿cuál es la gran nación, cuyos mandatos
y decretos sean tan justos como toda esta ley que hoy os doy? Pero, cuidado,
guárdate muy bien de olvidar los sucesos que vieron tus ojos, que no se aparten
de tu memoria mientras vivas; cuéntaselos a tus hijos y nietos." Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
Los
discursos del Deuteronomio se sitúan a la entrada a la tierra prometida, eso
quiere decir que hay como dos proclamaciones de la ley. Una primera
proclamación apenas salidos de Egipto, cuando llegan al Sinaí; y una segunda
proclamación, una generación después, unos cuarenta años después, cuando ya van
a entrar a la tierra prometida. Esto tiene su significado, desde luego. La
primera proclamación de la Ley como esta en el Éxodo, es como el código que
sella la pertenencia a Dios que les ha dado la libertad. La segunda
proclamación de la Ley, en Deuteronomio es la que se hace a las puertas de la
tierra prometida, es como una invitación a conservar la libertad.
Esta nueva proclamación de la Ley
sucede de alguna manera también en nosotros. Cuando Dios nos da su Ley, nos la
da por las razones del Éxodo o por las razones del Deuteronomio. Dios da estos mandatos, sus preceptos, sus
provisiones, sus consejos, por una parte, para consolidar la libertad, es la
proclamación de nuestra libertad para sólo servir a Dios, para recordarnos que
Él es el Señor, y también nos da su Ley y nos da sus mandatos para que
nosotros, que ya hemos sido liberados por Él, no caigamos en nueva idolatría.
Moisés
está comunicando los mandamientos de Dios al pueblo. Pero antes de dar un lista
de ordenanzas y decretos los invita a que muevan su corazón hacia Dios, les
invita a la obediencia.
La
obediencia es una palabra que no es muy popular, lo mismo que no es popular la
ley. Obrar fuera de la ley parece reportar muchos beneficios. ¿Cómo haremos
nosotros para acercarnos de una manera nueva a la obediencia para descubrir las
bondades de la obediencia, para convencernos de lo que significa obedecer? La
obediencia es un acto que involucra todo lo que nosotros somos, y precisamente
la obediencia fue lo que más brilló en el momento final de la vida de Cristo.
SALMO RESPONSORIAL: 147
R. /Glorifica al Señor,
Jerusalén.
Glorifica al Señor, Jerusalén;
alaba a tu Dios, Sión:
que ha reforzado los cerrojos de
tus puertas,
y ha bendecido a tus hijos dentro
de ti. R.
Él envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre veloz;
manda la nieve como lana,
esparce la escarcha como ceniza.
R.
Anuncia su palabra a Jacob, sus
decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus
mandatos. R.
OREMOS
CON EL SALMO
Este Salmo es un canto de acción de gracias a Dios por la
reconstrucción de Jerusalén y el regreso de los derrotados, y de alabanza por
la providencia con que gobierna el universo. La restauración de Jerusalén es
anticipo y símbolo de la redención obrada por Dios en Cristo. Él sigue presente
en medio de su pueblo y le ofrece diariamente pruebas de su amor.
LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO
5,17-19
“Quien
cumpla y enseñe será grande”
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus
discípulos: "No creáis que he venido a abolir la Ley y los profetas: no he
venido a abolir, sino a dar plenitud. Os aseguro que antes pasarán el cielo y
la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley. El que
se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los
hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los
cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos." Palabra del Señor
REFLEXIÓN
Jesús,
Dios hace nuevas todas las cosas. Con Jesús se inaugura una nueva alianza, un
Nuevo Testamento y un nuevo pueblo de Dios. Lo nuevo no significa eliminar el
pasado, sino de hacer una relectura con las novedades del presente. La ley
surgió en Israel como memoria histórica de la libertad conquistada por Dios en
tierras de Egipto, como una luz para iluminar al pueblo en su camino hacia la
tierra prometida y, como una carta de navegación para leer siempre la voluntad
de Dios y llegar a buen puerto. Jesús se da cuenta que en Israel, la libertad
se ha perdido, la luz se ha apagado y la voluntad de Dios dejó de cumplirse. El
pueblo de Dios estaba a la deriva, no por falta de la palabra de Dios, sino
porque esta no se cumplía. Las instituciones religiosas y políticas terminaron
pervirtiendo la ley y los profetas. Jesús busca rescatar la tradición,
renovarla y darle cumplimiento, en perspectiva de Reino de Dios. No basta
conocer la Palabra sino hacer la voluntad de Dios.
ORACIÓN
Señor Jesús, enséñanos hoy, a vivir
en plenitud como hijos tuyos, y en esa experiencia de vida comprendamos la
inmensidad de tu amor por nosotros; Enséñanos a guardar tus mandamientos de
amor y seguir construyendo tu Reino de vida, a cumplir tu voluntad . Amén.
“Creamos
sinceramente en la bondad de los mandamientos de Dios, no los sintamos como un
peso”
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