miércoles, 1 de noviembre de 2017

NOVIEMBRE 2017


LA MUJER Y SU COMPROMISO SOCIO-POLÍTICO

La política es la búsqueda del bien común en una sociedad;  esto implica un compromiso serio y generoso con la comunidad, con la región, con un país, y también en el campo internacional . No se debe confundir algo que es muy común: política con politiquería;  la politiquería es el uso del poder para fines personales y egoístas, es decir, el abuso y la prostitución de la política auténtica, reviste la politiquería  de una máscara de intereses particulares, falseando la verdad, deteniendo el progreso, generando violencia,  coartando la libertad, encubriendo la injusticia   y creando el deterioro moral, técnico y muchas veces científico de los pueblos.
El ser humano en lo profundo de su naturaleza es un político , es decir desde su honestidad, desde cualquier profesión, buscar siempre hacer el bien común y trabajar por el. La verdadera política siempre hace fecunda la vida de una comunidad.   La sana política sabe promover  y enaltecer los derechos de la familia, el trabajo, el estudio, la ciencia en todos sus campos; estimula siempre la participación de todos en beneficio de la humanidad ; trabaja por los recursos naturales, el patrimonio de una nación y su valor ecológico; defiende la cultura, valora el pensamiento, la espiritualidad (fe), y los principios morales. Hoy en día no podemos negar el deterioro moral y el escándalo a que es sometida la mala forma de hacer política es decir politiquería. Podemos decir que la gran crisis de los sistemas políticos actuales,  están generando grandes problemas, originando inconformidad, apatía , desconfianza, reforzando así la violencia e inseguridad. Ante esta realidad  difícil, tratemos de meter un poquito el rostro y la imagen de la mujer. El liderazgo y participación política de las mujeres desde el pasado y actualmente no es ajeno a esta misma crisis de la política; tanto a nivel mundial como nacional.  Las mujeres tienen poca representación   no solo como votantes, sino también en los puestos directivos en la administración pública, el sector privado y el mundo académico. Todo esto debido al pensamiento y cultura machista que todavía sigue arraigado en el pensamiento colectivo de nuestros pueblos. Se habla casi de un setenta porciento de la violencia y agresiones de género a las mujeres que hacen política en Colombia.  El proceso de inclusión de mujeres en la política colombiana ha sido más lento que en otros países.  La participación de la mujer en la política es relativamente reciente en la historia moderna. Tal vez el hecho más significativo en el mundo lo encontramos hacia el año 1966  con la llegada de Indira Gandhi a la jefatura de gobierno de su país, la India. Considero que las mujeres  llegarían a ocupar un papel más protagónico  si se lo proponen y ante todo se hicieran conscientes que necesitan unirse entre ellas mismas, ser solidarias entre ellas mismas, valorarse y animarse con las demás mujeres de su género. Muchas veces lo hemos conversado que quizás un gran pecado de muchas mujeres que tal vez hoy pueden ser una denuncia profética que quisiera hacerles es que el gran enemigo de muchas mujeres son ellas mismas. Hoy algunas ciencias sociales con mucha certeza lo siguen declarando después de profundas investigaciones. La mujer es la que en la historia desde el pasado ha ido empoderando cada vez más al hombre y haciendo que nuestra sociedad incluyendo la misma iglesia sea cada vez mas machista.
Recuerdo en este momento algunas mujeres a nivel mundial destacadas por sus liderazgo y participación social y política:  Michelle Bachelet  (Chile), la ya mencionada Indira Gandhi, Angela Merkel ( Alemania),  Hillary Clinton, Theresa May ( Inglaterra), Clara López, María Emma Mejía, etc .
Actualmente según algunas estadísticas para tener en cuenta las mujeres son sólo el 16% concejales, el 18% diputadas, el 9% alcaldesas, 9,3% son gobernadoras, etc. Me pregunto: ¿Acaso no es todavía la hora para que una mujer ocupe cargos preeminentes como : El ministerio de Hacienda, Planeación Nacional, Alcaldía de Bogotá y Presidencia de la República?. Por favor no me vayan a criticar y a decir que soy comunista, feminista o muy ingenuo. Tengo derecho a pensar, soñar y creer, que la profecía bíblica se tiene que cumplir, que los últimos o excluidos en este caso las mujeres, tienen que llegar un día a ser los primeros y protagonistas.    
Roberto Zamudio 


PROMESA BÍBLICA DEL MES
La mujer que honra al Señor merece alabanza. Felicítenla por el éxito de su trabajo.
Proverbios 31,30-31


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