LA
MUJER Y SU COMPROMISO SOCIO-POLÍTICO
La política es la búsqueda del
bien común en una sociedad; esto implica
un compromiso serio y generoso con la comunidad, con la región, con un país, y
también en el campo internacional . No se debe confundir algo que es muy común:
política con politiquería; la
politiquería es el uso del poder para fines personales y egoístas, es decir, el
abuso y la prostitución de la política auténtica, reviste la politiquería de una máscara de intereses particulares,
falseando la verdad, deteniendo el progreso, generando violencia, coartando la libertad, encubriendo la
injusticia y creando el deterioro
moral, técnico y muchas veces científico de los pueblos.
El ser humano en lo profundo de
su naturaleza es un político , es decir desde su honestidad, desde cualquier
profesión, buscar siempre hacer el bien común y trabajar por el. La verdadera
política siempre hace fecunda la vida de una comunidad. La sana política sabe promover y enaltecer los derechos de la familia, el
trabajo, el estudio, la ciencia en todos sus campos; estimula siempre la
participación de todos en beneficio de la humanidad ; trabaja por los recursos
naturales, el patrimonio de una nación y su valor ecológico; defiende la
cultura, valora el pensamiento, la espiritualidad (fe), y los principios
morales. Hoy en día no podemos negar el deterioro moral y el escándalo a que es
sometida la mala forma de hacer política es decir politiquería. Podemos decir
que la gran crisis de los sistemas políticos actuales, están generando grandes problemas, originando
inconformidad, apatía , desconfianza, reforzando así la violencia e
inseguridad. Ante esta realidad difícil,
tratemos de meter un poquito el rostro y la imagen de la mujer. El liderazgo y
participación política de las mujeres desde el pasado y actualmente no es ajeno
a esta misma crisis de la política; tanto a nivel mundial como nacional. Las mujeres tienen poca representación no solo como votantes, sino también en los
puestos directivos en la administración pública, el sector privado y el mundo
académico. Todo esto debido al pensamiento y cultura machista que todavía sigue
arraigado en el pensamiento colectivo de nuestros pueblos. Se habla casi de un
setenta porciento de la violencia y agresiones de género a las mujeres que
hacen política en Colombia. El proceso
de inclusión de mujeres en la política colombiana ha sido más lento que en
otros países. La participación de la
mujer en la política es relativamente reciente en la historia moderna. Tal vez
el hecho más significativo en el mundo lo encontramos hacia el año 1966 con la llegada de Indira Gandhi a la jefatura
de gobierno de su país, la India. Considero que las mujeres llegarían a ocupar un papel más
protagónico si se lo proponen y ante
todo se hicieran conscientes que necesitan unirse entre ellas mismas, ser
solidarias entre ellas mismas, valorarse y animarse con las demás mujeres de su
género. Muchas veces lo hemos conversado que quizás un gran pecado de muchas
mujeres que tal vez hoy pueden ser una denuncia profética que quisiera hacerles
es que el gran enemigo de muchas mujeres son ellas mismas. Hoy algunas ciencias
sociales con mucha certeza lo siguen declarando después de profundas
investigaciones. La mujer es la que en la historia desde el pasado ha ido
empoderando cada vez más al hombre y haciendo que nuestra sociedad incluyendo
la misma iglesia sea cada vez mas machista.
Recuerdo en este momento algunas
mujeres a nivel mundial destacadas por sus liderazgo y participación social y
política: Michelle Bachelet (Chile), la ya mencionada Indira Gandhi, Angela
Merkel ( Alemania), Hillary Clinton, Theresa
May ( Inglaterra), Clara López, María Emma Mejía, etc .
Actualmente según algunas
estadísticas para tener en cuenta las mujeres son sólo el 16% concejales, el
18% diputadas, el 9% alcaldesas, 9,3% son gobernadoras, etc. Me pregunto:
¿Acaso no es todavía la hora para que una mujer ocupe cargos preeminentes como
: El ministerio de Hacienda, Planeación Nacional, Alcaldía de Bogotá y
Presidencia de la República?. Por favor no me vayan a criticar y a decir que
soy comunista, feminista o muy ingenuo. Tengo derecho a pensar, soñar y creer,
que la profecía bíblica se tiene que cumplir, que los últimos o excluidos en
este caso las mujeres, tienen que llegar un día a ser los primeros y
protagonistas.
Roberto
Zamudio
PROMESA BÍBLICA DEL
MES
La mujer que honra al
Señor merece alabanza. Felicítenla por el éxito de su trabajo.
Proverbios 31,30-31
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