“LA
ALEGRÍA DE COMPARTIR”
PRIMERA LECTURA
ROMANOS 11,29-36
“Dios nos encerró a todos en la rebeldía para tener
misericordia de todos”
Hermanos:
Los dones y la llamada de Dios son irrevocables. Vosotros, en otro tiempo,
erais rebeldes a Dios; pero ahora, al rebelarse ellos, habéis obtenido
misericordia. Así también ellos, que ahora son rebeldes, con ocasión de la
misericordia obtenida por vosotros, alcanzarán misericordia. Pues Dios nos
encerró a todos en la rebeldía para tener misericordia de todos. ¡Qué abismo de
generosidad, de sabiduría y de conocimiento, el de Dios! ¡Qué insondables sus
decisiones y qué irrastreables sus caminos! ¿Quién conoció la mente del Señor?
¿Quién fue su consejero? ¿Quién le ha dado primero, para que él le devuelva? Él
es el origen, guía y meta del universo. A él la gloria por los siglos.
Amén. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Pablo es plenamente consciente de que el cómo y el
cuándo de la restauración de Israel pertenecen a los planes misteriosos de
Dios. Pero, al mismo tiempo, está seguro de que se realizará, porque es algo
que forma parte del proyecto salvador general de Dios. De ahí el bello himno de
alabanza y reconocimiento a los proyectos siempre sabios y soberanos de Dios.
La actitud del creyente debe ser de aceptación y humildad, porque Dios es
siempre más grande.
SALMO RESPONSORIAL: 68
R. / Que me escuche, Señor, tu gran bondad.
Yo soy
un pobre malherido;
Dios
mío, tu salvación me levante.
Alabaré
el nombre de Dios con cantos,
proclamaré
su grandeza con acción de gracias. R.
Miradlo,
los humildes, y alegraos,
buscad
al Señor, y revivirá vuestro corazón.
Que el
Señor escucha a sus pobres,
no
desprecia a sus cautivos. R.
El
Señor salvará a Sión,
reconstruirá
las ciudades de Judá,
y las
habitarán en posesión.
La
estirpe de sus siervos la heredará,
los que
aman su nombre vivirán en ella. R.
OREMOS CON EL SALMO
Este salmo es una lamentación de profunda emotividad
de alguien que sufre diversas aflicciones y clama a Dios para que lo socorra a
él personalmente y a todo su pueblo. Salmo frecuentemente citado en el Nuevo
Testamento, que se le entiende como referido a Cristo, el justo sufriente por
excelencia, que confía plenamente en Dios.
LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 14,12-14
“No
invites a tus amigos, sino a pobres y lisiados”
En
aquel tiempo, dijo Jesús a uno de los principales fariseos que lo había
invitado: "Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a
tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán
invitándote, y quedarás pagado. Cuando des un banquete, invita a pobres,
lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú, porque no pueden pagarte; te pagarán
cuando resuciten los justos." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Las palabras del Evangelio de hoy nos enseñan
algunas reglas de oro para la vida cristiana, que es importante repasar y poner
en práctica en nuestra de vida cotidiana, tanto personal como familiar y
social: renunciar a creernos los más importantes, compartir con quienes no nos
pueden corresponder, ayudar a los que muchas veces ignoramos antes que a los
que preferimos, sentar en la mesa de la vida a quienes hemos arrojado lejos de
la sociedad, no aparentar, servir con gratuidad. Si obramos así, viviremos en
plena felicidad delante de Dios y de los hermanos. Jesús propone que para ser
feliz hay que compartir con los pobres, los mancos, los cojos, los ciegos,
quienes, además de haber sufrido el dolor de sus limitaciones, son rechazados e
ignorados por una sociedad insensible y excluyente, que no los tiene en cuenta
y que los margina. Jesús hace una opción preferente por quienes no cuentan,
para restablecer su humanidad rota. – Y nosotros, ¿cómo podemos compartir
solidariamente, en nuestras familias y comunidades (desde nuestra pobreza), con
otras personas que más lo necesitan? Estamos llamados a restablecer la
condición humana de los otros, con gestos y actitudes que los ayuden a vivir en
mayor dignidad.
ORACIÓN
Señor, que tu don gratuito y
misericordioso de regalarnos la liberación espiritual nos lleve en todo momento
a vivir en paz, a ser compasivos y a comprometernos por los más desposeídos de
nuestra comunidad y del entorno donde nos encontremos. Anhelamos ser revelación
visible de tu infinito amor, ayúdanos a hacerlo a tu manera. Amén
“Restablezcamos y
promovamos la dignidad de los más pobres
y marginados”
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