domingo, 1 de junio de 2014

PROMESA BÍBLICA DEL MES



Y todos quedaron llenos del Espíritu Santo”


Hechos 2,4

reflexion

LA VIDA EN EL ESPÍRITU

Fin de un semestre y comienzo de un nuevo mes, por el cual damos gracias, alabamos y adoramos al Buen Dios  resucitado en este tiempo de Pascua.  Hemos caminado haciendo un itinerario de noventa días: cuarenta días de preparación,  decisión y de cambios(Cuaresma), luego reflexionamos queriendo hacer vida la pasión, muerte y resurrección del Señor Jesús (Pascua), ahora celebrando cincuenta días, la Resurrección, es decir el triunfo de la vida sobre la muerte, vamos hacia la meta o plenitud de la Pascua que es Pentecostés.

La Pascua del resucitado ha dado herramientas a los discípulos(as), a tomar conciencia de la necesidad y acción de ese Cristo en sus vidas (mover del Espíritu Santo). Ya ese Espíritu se manifestaba y estaba desde el comienzo de la creación (Génesis, 1, 1-3) conduciendo a los animadores del pueblo de Israel. El profeta Joel lo había anunciado como promesa  para todos los integrantes de esa pequeña comunidad tribal. Jesús resucitado congrega, motiva y guía a esta pequeña comunidad cristiana, desde toda una escuela de vida, siguiendo los pasos del verdadero Pastor y Maestro.

Recordemos que luego de la muerte en la cruz en medio de todas las adversidades, pecados (negación, traición y abandono) el Espíritu Santo guiaba la vida de estos primeros y débiles discípulos. Aquí vemos al Espíritu Santo como animador, conductor y maestro de esta pequeña comunidad. Pero debía cumplirse la plenitud de esta experiencia del resucitado en  cada uno(a)  y en la comunidad discipular con el Pentecostés, que es el desenlace, bautismo y sello de una nueva vida y relación comunitaria que comienza.

De tal  manera que podemos afirmar que Pentecostés es la vida nueva en el Espíritu, es una propuesta e invitación del Maestro Pastor resucitado a ser nuevos, como varias veces lo hemos dicho y hoy lo recordamos: nuevos en la manera de pensar, sentir, ver el mundo (visión- proyecto de vida) al estilo o modelo de Jesucristo el Crucificado y Resucitado, verdadero hombre siempre nuevo.

Referirnos a Pentecostés es volver a reflexionar, interiorizar y especialmente atrevernos a vivir un nuevo plan, proyecto o propuesta de vida, en estas claves o ejes:

Búsqueda en la vida del Espíritu
·         Espiritualidad Cristocéntrica
·         Arraigo profundo en la Palabra del Resucitado ( Biblia –texto y vida)
·         Vida orante (oración nacida de la realidad)
·         Búsqueda y construcción de la pequeña comunidad
·         Comunidad centrada en la solidaridad, fraternidad y equidad (compartir del pan y la mesa)
·         Comunidad que busca la información, formación, revelación y transformación desde el discipulado
·     
    En el DISCIPULADO siempre avanzar hacia el crecimiento desarrollo y madurez de la comunidad, es decir MISION – SERVICIO-APOSTOLADO

·      La vida del Espíritu tiene que llevar a hacer de la comunidad de puertas abiertas a las diferentes culturas, pensamientos y espiritualidades (inclusión)

·      La comunidad del Resucitado que está en un constante Pentecostés debe dar un papel protagónico a las mujeres, a los pobres, necesitados y excluidos.

En este tiempo de Pentecostés  recordamos, agradecemos e intercedemos por todos los   padres en su mes, así como lo hacíamos en el mes anterior con las madres, hoy oramos, pidiendo la vida del Espíritu sobre los padres; que el Espíritu del Señor les siga haciendo sabios, compasivos, dedicados para que junto a las madres y esposas sigan guiando su pequeña comunidad familiar en la vida del Espíritu. Que nuestro gran clamor personal, familiar y comunitario en estos días sea: “¡Ven Espíritu Santo y sigue transformando y guiando nuestra vida en el plan de Jesús Resucitado!”.

Declaro bendiciones sobre ustedes en este nuevo mes.

Roberto Zamudio 

Oraciones

 AL COMENZAR EL DÍA

Señor, que  cada mañana, recibamos  tu precioso regalo de Pentecostés: el ESPÍRITU SANTO, para que como hombres y mujeres seamos capaces de ser padres,  madres, y en general personas  acordes con tu propuesta de sembrar el amor que tú nos pides.  LLénanos Señor, de tu Espíritu Santo, para ser capaces de salir de nosotros mismos,  llevando a nuestras familias y comunidades valores como la  solidaridad, justicia, equidad, igualdad, amor y fortaleza y  ayúdanos  a tener la  capacidad para emprender en comunidad propuestas basadas en tu Palabra.  Se tú el motor de nuestra  vida,  que tanto necesitamos para ser buenos padres y madres en estos tiempos tan difíciles:
“Espíritu Santo que vives en los corazones de quienes seguimos a Dios, ilumina nuestro rostro con la sonrisa que surge del alma.  Haz que permanezcamos atentos a tu voz para aprender a vivir en la unidad y en el amor. Gracias por ti que eres el gran DON que nos ayuda a ser honestos, a vivir continuamente bajo la mirada amorosa y alentadora de Dios, actuando como a Él le agrada, a tal punto que estemos gozosos(as)como padres de familia cuando nuestros hijos nos digan: “papá, mamá, yo quiero ser como tú”, porque vivimos como Dios  enseña. Amén    


 AL FINALIZAR EL DÍA

Amado Dios, que en esta y  todas las noches de mi vida  pueda decirte : 
“Espérame por la mañana, antes de que salga el sol, antes que comience el día quiero darte mi oración, adoración y alabanza.
Espérame cuando las aves aún no empiecen cantar. Cuando todo esté en silencio yo contigo quiero hablar.
Espérame luz de mi corazón, estrella de la mañana te quiero ver. Espérame dueño de mi amor, serás mi primera cita, allí estaré.
Espérame desde temprano yo no quiero el día empezar sin estar en tu presencia, sin saber que cerca estas.
Espérame que necesito tu mirada sobe mí, llenas todos mis anhelos solo así puedo vivir. Espérame por favor”

Hasta mañana. Te amo y  te doy gracias por amarme. Amén 

Domingo 01 de Junio de 2014

Ascensión del Señor

El tema protagonista de este domingo es, indiscutiblemente, «la Ascensión», la subida misma de Jesús al cielo. Un segundo tema es el de «el mandato misionero» que el autor de los Hechos de los Apóstoles que compuso aquella escena puso en boca de Jesús.

“EL SEÑOR PERMANECE JUNTO A LOS SUYOS”

PRIMERA LECTURA
HECHOS DE APÓSTOLES 1,1-11

“Lo vieron levantarse”

En mi primer libro, querido Teófilo, escribí de todo lo que Jesús fue haciendo y enseñando hasta el día en que dio instrucciones a los apóstoles, que había escogido, movido por el Espíritu Santo, y ascendió al cielo. Se les presentó después de su pasión, dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo, y, apareciendoseles durante cuarenta días, les habló del reino de Dios.
Una vez que comían juntos, les recomendó: "No os alejéis de Jerusalén; aguardad que se cumpla la promesa de mi Padre, de la que yo os he hablado. Juan bautizó con agua, dentro de pocos días vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo." Ellos lo rodearon preguntándole: "Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?" Jesús contestó: "No os toca a vosotros conocer los tiempos y las fechas que el Padre ha establecido con su autoridad. Cuando el Espíritu Santo descienda sobre vosotros, recibiréis fuerza para ser mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los confines del mundo." Dicho esto, lo vieron levantarse, hasta que una nube se lo quitó de la vista. Mientras miraban fijos al cielo, viéndolo irse, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: "Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que os ha dejado para subir al cielo volverá como le habéis visto marcharse." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
La primera lectura de la liturgia nos ofrece el relato de la Ascensión del Señor cuyo objetivo fundamental es trazar los rasgos específicos de la esperanza cristiana. Jesús, nuevo Elías, asciende a los cielos y este hecho no significa el fin de la historia deseado por los discípulos según se refleja en su pregunta: «¿Es ahora cuando vas a restaurar el reino para Israel?» (v.6). Se trata por el contrario, del tiempo del testimonio que prepara ese final.

Lucas  en el texto resume la enseñanza de Cristo Resucitado, en sus apariciones a los discípulos, como una predicación sobre el Reino de Dios. Recordamos bien que el inicio de su ministerio público fue un anuncio similar: "El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos y creed en el evangelio" (Marcos 1,15).

Aprendemos de aquí que en la Resurrección del Señor se da como un nuevo comienzo. El proyecto de Jesucristo no ha cambiado. Ni siquiera la muerte lo ha cambiado. Torturarlo, abandonarlo, crucificarlo, llevarlo a la muerte y depositarlo en el sepulcro... nada de ello fue capaz de romper la obediencia de amor de Cristo hacia su Padre. Una vez levantado de entre los muertos, no tiene un nuevo proyecto sino el mismo de siempre: que el nombre de Dios sea glorificado, que su voluntad sea escuchada y obedecida; en resumen: ¡que venga el Reino de Dios, que Dios reine!

Tampoco los discípulos han cambiado mucho en sus proyectos propios. Siguen esperando una gran victoria política y  militar. Por eso preguntan si ha llegado el tiempo de restaurar el reino "de Israel." Jesús les habla del reino "de Dios" pero ellos quieren oír del reinado "de Israel." Su inteligencia tiene un límite, que es el límite de sus intereses. Por eso Jesús les anuncia no una nueva predicación, que ya les ha predicado bastante, sino un nuevo amor. Eso será la efusión del Espíritu Santo, cuya fiesta estamos prontos a celebrar, el próximo Domingo: será un nuevo amor. Con un nuevo corazón palpitando en nuestro pecho habrá también nuevas razones, las razones de Dios, que podrán entrar a nuestra mente y un nuevo Espíritu que nos refresca y nos cambia.

SALMO RESPONSORIAL: 46
R. / Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas

Pueblos todos batid palmas,
aclamad a Dios con gritos de júbilo;
porque el Señor es sublime y terrible,
emperador de toda la tierra. R.

Dios asciende entre aclamaciones;
el Señor, al son de trompetas;
tocad para Dios, tocad,
tocad para nuestro Rey, tocad. R.

Porque Dios es el rey del mundo;
tocad con maestría.
Dios reina sobre las naciones,
Dios se sienta en su trono sagrado. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO
Canto de aclamación a la realeza de Dios, Señor del universo y Señor de la historia- El Nuevo Testamento da sentido más pleno al Carácter universal de la realeza de Dios. El Reino de Dios sobre todas las naciones se realiza por medio del anuncio del evangelio a todos los pueblos

SEGUNDA LECTURA
EFESIOS 1,17-23

“Lo sentó a su derecha en el cielo

Hermanos: Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo. Ilumine los ojos de vuestro corazón, para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos, y cuál la extraordinaria grandeza de su poder para nosotros, los que creemos, según la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo, por encima de todo principado, potestad, fuerza y dominación, y por encima de todo nombre conocido, no sólo en este mundo, sino en el futuro. Y todo lo puso bajo sus pies, y lo dio a la Iglesia como cabeza, sobre todo. Ella es su cuerpo, plenitud del que lo acaba todo en todos.

REFLEXIÓN
San Pablo descubre el secreto de los proyectos de Dios y encuentra a Cristo como en la cima de todos los ideales de Dios. Todo fue creado por Él y para Él. Toda criatura, así sea el hombre más inteligente, es criatura. No tiene razón de ser si no es orientándose hacia aquel por quien fueron hechas todas las cosas y para el cual son todas las cosas; también se habla del Cristo que planifica todo, en todo. Es decir, la criatura está vacía cuando se la quiere divorciar del Creador. Así como un rayo de luz, cuando se quisiera separar del foco, se convierte en tinieblas, el hombre, la criatura, el sol, la estrella, todo cuanto existe, si se separa de esa plenitud que le da el ser, queda vacío. El hombre es un absurdo, cuando no se orienta hacia Dios. Cristo aparece hoy como la clave de toda la historia, como fuente de la trascendencia.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 28,16-20

“Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra”

En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Al verlo, ellos se postraron, paro algunos vacilaban. Acercándose a ellos, Jesús les dijo: "Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra. Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
El evangelio, final del relato de Mateo, comprende las circunstancias del último encuentro entre Jesús y sus discípulos  y las palabras finales del Señor a su comunidad.

Respecto a las circunstancias, el texto sitúa la escena en una montaña de la Galilea. Se produce en ella la teofanía (aparición divina) del Resucitado que debe colocarse en relación con la montaña de la Tentación y con la montaña de la Transfiguración. Se anticipa, así el Señorío de Jesús, tema principal que se desprenden de las palabras que éste pronuncia.

Lejos del centro de la dirigencia religiosa, Jesús se encuentra con los Once. El número es el resultado de la sustracción de Judas de la cifra original de los Doce discípulos y significa la totalidad de los seguidores de Jesús que no claudicaron, ni desertaron. Todos ellos son beneficiarios de la experiencia del Resucitado.

Ante esa experiencia su actitud es una mezcla de adoración y de duda. Como Pedro ante el embate de las olas (Mt 14,23-33), la comunidad lleva en su seno estos dos sentimientos contradictorios. Las palabras de Jesús se dirigen a fortalecer la fe desde un encargo en que están implicados tres personajes: Jesús, el círculo de los discípulos y «todos los pueblos».

Respecto a sí mismo, Jesús ahora afirma que ha recibido «plena autoridad en el cielo y en la tierra» (v. 18). Jesús al inicio de su actividad, había rechazado la última propuesta del diablo en orden recibir «todos los reinos del mundo», los discípulos habían visto actuar en Jesús el significado del poder divino pero debían mantenerlo en secreto . Ahora es el momento de la proclamación de ese señorío, recibido por Jesús del Padre. Junto al «cielo y la tierra» y la mención de los «pueblos» se da una significativa repetición del término «todo», «todos los pueblos», «todo lo que les mandé» , «cada día». La obediencia al querer divino confiere a Jesús un señorío universal que se ejerce sobre toda realidad creada. Se inicia una nueva era con la presencia definitiva del Emmanuel, el Dios con nosotros.

El mandato de Jesús compromete a toda la comunidad y la responsabiliza frente a todas las naciones. Aunque ya iniciado en el círculo de los discípulos, el señorío de Jesús no puede agotarse en el interior de las comunidades. Para ello cuenta con la asistencia de su Señor: «Yo estaré con ustedes»." Y nos prepara diciéndonos: "Cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes, recibirán fuerza hasta para ser mis testigos.... hasta los confines del mundo". Esta asistencia suministra el coraje necesario para superar todos los temores y tempestades y confiere un ámbito ilimitado para la actuación de la salvación.

Contemplemos pues a Jesús Resucitado, que cumple su misión entregando la vida en la cruz, para que obtuviéramos la bendición, que Asciende y se sienta a la derecha del Padre, pero que no nos deja solos y nos promete una nueva experiencia maravillosa: Pentecostés...la venida del Espíritu Santo. Comprometámonos con la acción de su Espíritu, demos gracias por toda la experiencia pascual que hemos vivido y pidamos a Dios que nos acompañe, en el anuncio misionero de la salvación. Pongamos nuestra confianza en la promesa de Jesús: " Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el  fin del mundo" (Mateo, 28,20).

ORACIÓN
Señor,  que la cotidianidad no  nos haga olvidar que estamos llamados(as) a contemplar la presencia del Resucitado y al compromiso de hacer que este mundo se parezca más al Reino. Ayúdanos a estar cada vez más comprometidos en mirar no solo hacia lo alto para estar sintonizados con las realidades divinas, sino también hacia abajo para servir a los que más lo necesiten.  Amén.

“El Señor no abandonará a los suyos en ninguna etapa de la historia de salvación”


Lunes 02 de Junio de 2014



“EL ESPÍRITU HACE EL CAMINO LUMINOSO”

PRIMERA LECTURA
HECHOS DE APÓSTOLES 19,1-8

“¿Recibisteis el Espíritu Santo al aceptar la fe?

Mientras Apolo estaba en Corinto, Pablo atravesó la meseta y llegó a Éfeso. Allí encontró unos discípulos y les preguntó: "¿Recibisteis el Espíritu Santo al aceptar la fe?" Contestaron: "Ni siquiera hemos oído hablar de un Espíritu Santo." Pablo les volvió a preguntar: "Entonces, ¿qué bautismo habéis recibido?" Respondieron: "El bautismo de Juan." Pablo les dijo: "El bautismo de Juan era signo de conversión, y él decía al pueblo que creyesen en el que iba a venir después, es decir, en Jesús."
Al oír esto, se bautizaron en el nombre del Señor Jesús; cuando Pablo les impuso las manos, bajó sobre ellos el Espíritu Santo, y se pusieron a hablar en lenguas y a profetizar. Eran en total unos doce hombres.
Pablo fue a la sinagoga y durante tres meses habló en público del reino de Dios, tratando de persuadirlos.  Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Pablo llega a Éfeso, en su tercer viaje misionero. Éfeso era una de las ciudades más importantes  de la época. Allí estuvo más de dos años, fundando una comunidad a la que luego le escribiría una de sus cartas. En Éfeso, como siempre, primero predica a los judíos, en la sinagoga. De los diversos episodios que Lucas cuenta de esta estancia de Pablo en Éfeso, hoy escuchamos uno algo extraño: se  encuentra con unos doce hombres que eran creyentes, pero que sólo han recibido el bautismo de Juan Bautista y no conocen al Espíritu Santo. Probablemente se cuenta este caso para dar a entender lo que tendrían que hacer otros que están en las mismas circunstancias, como discípulos del bautista. Pablo les instruye amablemente sobre la relación entre el bautismo de Juan y la fe en Jesús. Estos doce aceptan la fe, son bautizados de nuevo, esta vez en el nombre de Jesús y reciben el Espíritu con la imposición de manos de Pablo.  El Espíritu suscita en ellos el carisma de las lenguas y de la profecía. 

SALMO RESPONSORIAL: 67
R. / Reyes de la tierra, cantad a Dios.

Se levanta Dios, y se dispersan sus enemigos,
huyen de su presencia los que lo odian;
como el humo se disipa, se disipan ellos;
como se derrite la cera ante el fuego,
así perecen los impíos ante Dios. R.

En cambio, los justos se alegran,
gozan en la presencia de Dios,
rebosando de alegría.
Cantad a Dios, tocad en su honor,
su nombre es el Señor. R.

Padre de huérfanos, protector de viudas,
 Dios vive en su santa morada.
Dios prepara casa a los desvalidos,
libera a los cautivos y los enriquece. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO
Canto recitado en la liturgia de Jerusalén, en el que se hace reminiscencia de los grandes momentos de la historia sagrada. La comunidad alaba  a Dios por su constante amor. Todos los pueblos pueden reconocer la grandeza del Dios de Israel. La historia de liberación tiene su culminación en la  historia de Jesús y de la Iglesia. La invitación a unirse al pueblo de Dios en su acción de gracias se hace aún más universal.  

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 16,29-33

“Tened valor: yo he vencido al mundo
En aquel tiempo, dijeron los discípulos a Jesús: "Ahora sí que hablas claro y no usas comparaciones. Ahora vemos que lo sabes todo y no necesitas que te pregunten; por ello creemos que saliste de Dios." Les contestó Jesús: "¿Ahora creéis? Pues mirad: está para llegar la hora, mejor, ya ha llegado, en que os disperséis cada cual por su lado y a mí me dejéis solo. Pero no estoy solo, porque está conmigo el Padre. Os he hablado de esto, para que encontréis la paz en mí. En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo." Palabra del Señor. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Confesar que Jesús es el Hijo de Dios no es tan fácil, y es esto lo que Jesús intenta comunicar a sus discípulos. Después de un largo proceso de enseñanza y conversión a los valores del Reino, los discípulos reconocen que Jesús es el Verbo Encarnado de Dios; sin embargo, Jesús escucha dicha confesión con cierta suspicacia, pues aquellos que ahora lo confiesan como el Hijo de Dios, más adelante serán los primeros en abandonarlo y negarlo. Ante este abandono futuro de los discípulos, Jesús reacciona expresando su convencimiento de la permanencia y la fidelidad de Dios. Por lo visto, los discípulos únicamente han confesado una parte del misterio salvífico otorgado por medio de Jesús, olvidándose de un elemento esencial en su seguimiento: el camino de la cruz como camino real de salvación y de vinculación total al proyecto divino de Dios. El evangelista Juan quiere comunicar a la comunidad cristiana de todos los tiempos que no basta con confesar que Jesús es el Hijo de Dios; es necesario transparentar con nuestra vida dicha realidad, a través de la continua donación de nuestra vida al proyecto de amor iniciado por Jesús de Nazaret; la realidad del amor incondicional es capaz de vencer la injusticia y la violencia del “mundo”.

ORACIÓN
Amado Dios, llévanos a tener siempre presente que la presencia de tu Espíritu no nos dispensa de las dificultades de la vida, sino que nos capacita para vencer el mundo, para no temer, mantener la paz y permanecer firmes aun cuando todo parezca oscuro. También a entender que somos obra de tu Espíritu y que si lo permitimos Él nos guía y conduce por los caminos del Evangelio. Amén.


“Nada se hace sin la presencia del Espíritu Santo y en Él todo cuenta con la colaboración fiel de la persona”

Martes 03 de Junio de 2014


“MISIÓN CUMPLIDA CON SATISFACCIÓN”

PRIMERA LECTURA
HECHOS 20,17-27

“Completo mi carrera, y cumplo el encargo que me dio el Señor Jesús
En aquellos días, desde Mileto, mandó Pablo llamar a los presbíteros de la Iglesia de Éfeso. Cuando se presentaron, les dijo: "Vosotros sabéis que todo el tiempo que he estado aquí, desde el día que por primera vez puse pie en Asia, he servido al Señor con toda humildad, en las penas y pruebas que me han procurado las maquinaciones de los judíos. Sabéis que no he ahorrado medio alguno, que os he predicado y enseñado en público y en privado, insistiendo a judíos y griegos a que se conviertan a Dios y crean en nuestro Señor Jesús. Y ahora me dirijo a Jerusalén, forzado por el Espíritu.
No sé lo que me espera allí, sólo sé que el Espíritu Santo, de ciudad en ciudad, me asegura que me aguardan cárceles y luchas. Pero a mí no me importa la vida; lo que me importa es completar mi carrera, y cumplir el encargo que me dio el Señor Jesús: ser testigo del Evangelio, que es la gracia de Dios. He pasado por aquí predicando el reino, y ahora sé que ninguno de vosotros me volverá a ver. Por eso declaro hoy que no soy responsable de la suerte de nadie: nunca me he reservado nada; os he anunciado enteramente el plan de Dios." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Durante todo este período de Pascua hemos venido siguiendo el desarrollo de la iglesia, en medio de ires y venires, de triunfos y fracasos, hemos descubierto que Dios está  presente en la historia humana. Pues bien, durante hoy y mañana escucharemos el discurso de despedida de Pablo ante los responsables de las comunidades cercanas a Efeso. Como en todo discurso de despedida, encontramos aquí una mirada al pasado, otra, al presente y una final al futuro de la comunidad.  Pablo ante todo, hace un resumen global de su ministerio, en el que se presenta a sí mismo como modelo de  apóstol y de responsable de comunidad. Ahora Pablo se dirige a Jerusalén, “forzado por el Espíritu”. Y de nuevo es admirable su actitud y disponibilidad: “no sé lo que me espera allí”, aunque si estoy seguro que me aguardan cárceles y luchas”. Y sin embargo va con confianza: “no me importa la vida: lo que me importa es completar mi carrera y cumplir el en encargo que me dio el Señor Jesús: ser testigo del Evangelio, que es la gracia de Dios”.

SALMO RESPONSORIAL: 67
R.  / Reyes de la tierra, cantad a Dios.

Derramaste en tu heredad, oh Dios, una lluvia copiosa,
aliviaste la tierra extenuada;
y tu rebaño habitó en la tierra
que tu bondad, oh Dios, preparó para los pobres. R.

Bendito el Señor cada día,
Dios lleva nuestras cargas, es nuestra salvación.
Nuestro Dios es un Dios que salva,
el Señor Dios nos hace escapar de la muerte. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO  
Este salmo es una alabanza continua. Tiene una expresión rotunda y profunda de lo que Dios es, así como de plena confianza en Él. La persona que está en Dios no solamente necesita  orar sino expresar intensamente su gratitud a Él.

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 17,1-11a

“Padre, glorifica a tu Hijo
En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, dijo: "Padre, ha llegado la hora, glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique y, por el poder que tú le has dado sobre toda carne, dé la vida eterna a los que le confiaste. Ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo. Yo te he glorificado sobre la tierra, he coronado la obra que me encomendaste. Y ahora, Padre, glorifícame cerca de ti, con la gloria que yo tenía cerca de ti, antes que el mundo existiese.
He manifestado tu nombre a los hombres que me diste de en medio del mundo. Tuyos eran, y tú me los diste, y ellos han guardado tu palabra. Ahora han conocido que todo lo que me diste procede de ti, porque yo les he comunicado las palabras que tú me diste, y ellos las han recibido, y han conocido verdaderamente que yo salí de ti, y han creído que tú me has enviado. Te ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por éstos que tú me diste, y son tuyos. Sí, todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y en ellos he sido glorificado. Ya no voy a estar en el mundo, pero ellos están en el mundo, mientras yo voy a ti."  Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
El relato que leemos hoy es una pieza clave dentro de este evangelio, pues nos ofrece la síntesis de la teología joánica, que se interesa por presentar un informe sobre la actividad evangelizadora de Jesús y la misión que debe asumir la comunidad de discípulos. Más que una “oración sacerdotal”, como comúnmente se conoce este relato, es una meditación profunda sobre la obra de Jesús y sus implicaciones; es un ejercicio de reflexión sobre la trascendencia que tuvo para la comunidad del discípulo amado -Juan- la vida de Jesús. El tema central de esta meditación es la unidad inquebrantable que existe entre Jesús, el Enviado, y el Padre, a quien retorna ahora que ha cumplido a plenitud su misión. De este vínculo estrecho entre Jesús y Dios Padre participan también los creyentes, quienes son llamados a participar de la misma gloria ofrecida por el Padre. Jesús ruega a quien lo envió para que la relación de los “suyos” con el proyecto de Dios sea real, fiel y radical, ya que esa es la única manera de vivir la plenitud de la salvación. Sólo quien cree en la fuerza transformadora del amor es capaz de percibir la presencia de Dios en su existencia, tal como lo experimentó Jesús en medio de la humanidad.
ORACIÓN
Señor, Tú nos permites transmitir la Buena Nueva de muchas maneras, incluso de algunas que no entendemos, pues no se trata, solamente  de llegar a las naciones y predicar a muchos,  sino en nuestro propio entorno y con nuestro testimonio de vida. Ayúdanos a ser personas pacifistas,   amorosas, pegadas a ti para no dejarse robar la paz; que logremos obrar adecuadamente, según tus enseñanzas y que nos sintamos a gusto con la manera en que nos envías. Amén  

“Dios bendice a todo obrero que hace su trabajo responsablemente y con amor” 181818

Miércoles 04 de Junio de 2014

“CONFIADO COMPLETAMENTE EN MANOS DEL PADRE”

PRIMERA LECTURA
HECHOS 20,28-38

“Os dejo en manos de Dios, que tiene poder para construiros y daros parte en la herencia prometida

En aquellos días, decía Pablo a los presbíteros de la Iglesia de Éfeso: "Tened cuidado de vosotros y del rebaño que el Espíritu Santo os ha encargado guardar, como pastores de la Iglesia de Dios, que él adquirió con su propia sangre. Ya sé que, cuando os deje, se meterán entre vosotros lobos feroces, que no tendrán piedad del rebaño. Incluso algunos de vosotros deformarán la doctrina y arrastrarán a los discípulos. Por eso, estad alerta: acordaos que durante tres años, de día y de noche, no he cesado de aconsejar con lágrimas en los ojos a cada uno en particular. Ahora os dejo en manos de Dios y de su palabra de gracia, que tiene poder para construiros y daros parte en la herencia de los santos. A nadie le he pedido dinero, oro ni ropa. Bien sabéis que estas manos han ganado lo necesario para mí y mis compañeros. Siempre os he enseñado que es nuestro deber trabajar para socorrer a los necesitados, acordándonos de las palabras del Señor Jesús: "Hay más dicha en dar que en recibir."

Cuando terminó de hablar, se pusieron todos de rodillas, y rezó. Se echaron a llorar y, abrazando a Pablo, lo besaban; lo que más pena les daba era lo que había dicho, que no volverían a verlo. Y lo acompañaron hasta el barco.

REFLEXIÓN
La primera lectura de hoy nos presenta un apóstol lleno de sentimiento pero también lleno de claridad. Siente, desde luego, y le duele partir; pero también sabe que los ojos que lloran porque él se va podrán también mentir cuando se haya ido. Pablo habla con confianza, pero no con ingenuidad. Es cercano pero no manipulable. Se le puede conmover pero no engañar.

Pablo nos deja un legado y en su testamento algunas advertencias: : hay que estar siempre atentos y despiertos para cuidar responsablemente el rebaño, la comunidad y la familia que el Señor nos ha encomendado. No podemos descuidarnos porque no faltan los lobos rapaces, los falsos profetas vendiendo falsas ilusiones, ni los diablos que dividen con calumnias y chismes, nuestras comunidades.
Pablo también apela a su propio ejemplo: “acuérdense de que durante tres años, día y noche, no me cansé de exhortarlos hasta con lágrimas a cada uno de ustedes...” ¡Feliz testigo que puede invitar a leer la verdad en la vida!. Termina su discurso encomendando las comunidades a la Palabra de Dios, advirtiéndolas contra la ambición del dinero y recordándoles su compromiso con los pobres y los débiles.

 Pablo, ha sabido llegar, ha sabido servir; ha sabido orar, y ahora demuestra que sabe también partir. Si su corazón se apega es como el seno que quiere dar leche a la criatura, no como el que busca ganancias de esta tierra o como el que depende del afecto que se le brinda. Es generoso y es libre. Como es generoso, se da; como es libre, sabe irse.

SALMO RESPONSORIAL: 67
R.  / Reyes de la tierra, cantad a Dios.

Derramaste en tu heredad, oh Dios, una lluvia copiosa,
aliviaste la tierra extenuada;
y tu rebaño habitó en la tierra
que tu bondad, oh Dios, preparó para los pobres. R.

Bendito el Señor cada día,
Dios lleva nuestras cargas, es nuestra salvación.
Nuestro Dios es un Dios que salva,
el Señor Dios nos hace escapar de la muerte. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO
Si  entramos en el movimiento de este salmo quedamos impresionados por su dinamismo: comienza con un grito de súplica, continúa  con una petición, y culmina en la alegría de la acción de gracias. Deberíamos adoptar frecuentemente este ritmo. Nuestra oración no puede ser la simple expresión de contrariedades y problemas sino, como nos instruye el presente salmo, una oración que nos transforme, que nos haga avanzar y que concluya con unos afligidos que se alegran y siguen con esperanza y propósito en la vida, alabando y confiando en el nombre de  Dios.


LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 17, 11b-19

“Tened valor: yo he vencido al mundo


En aquel tiempo, dijeron los discípulos a Jesús: "Ahora sí que hablas claro y no usas comparaciones. Ahora vemos que lo sabes todo y no necesitas que te pregunten; por ello creemos que saliste de Dios." Les contestó Jesús: "¿Ahora creéis? Pues mirad: está para llegar la hora, mejor, ya ha llegado, en que os disperséis cada cual por su lado y a mí me dejéis solo. Pero no estoy solo, porque está conmigo el Padre. Os he hablado de esto, para que encontréis la paz en mí. En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo." Palabra del Señor. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

En el evangelio de hoy continuamos escuchando y contemplando a Jesús orando al Padre e intercediendo por sus discípulos: “Guarda en tu nombre a los que me has dado”.  Es la oración de quien ama incondicional, estable y fielmente; la oración de Aquel que no se contradice, que a pesar de las infidelidades de los suyos sigue orando para que sus corazones permanezcan en su amor y se dejen transformar todos los días con el poder de su Espíritu. Es, a la vez, una escuela de oración, donde los discípulos escuchan y contemplan al Maestro, al amigo capar de dar la vida por ellos, que se relaciona íntimamente con el Padre y en Él encuentra fortaleza.

Este texto nos recuerda que el discípulo que de verdad quiere asumir con radicalidad el proyecto de Jesús será odiado, calumniado, perseguido por los que ostentan el poder y dominan a los demás, por los que no quieren el cambio para el bienestar de todos. “El mundo los odió”. Los que viven constantemente apartados de la verdad proclamada por Cristo, odian todo proyecto de vida y, por tanto, odian a los que lo llevan a cabo. En este pasaje Jesús anuncia su pronta partida a la presencia de su Padre: “Ahora voy hacia ti”. Pero no nos deja abandonados, sino que nos deja sus enseñanzas y el gozo de ser parte de su proyecto de vida: El Reino. Ya no somos del mundo, así como él no fue del mundo. Pero la petición del Señor es explícita: “No te pido que los saques del mundo” (v. 15), pero sí que nos libre de todo mal. La verdad nos consagra al Señor y somos consagrados por la verdad, y esa verdad es la Palabra de Dios que debemos proclamar. Que el Señor nos mantenga siempre en la verdad y nos haga partícipes de su Reino.

ORACIÓN
Amado Padre-Madre de la vida, tu eres la fuente de donde brota la liberación de las personas y de los pueblos, ayúdanos por favor a apropiarnos del sentido verdadero del sacrifico de tu Hijo, que es el volver a reconciliarnos contigo que eres el Creador y Hacedor de la verdadera justicia, amor y protección. Gracias Señor. Amén.  

“Vivir confiado en Dios venga lo que venga, da paz”


Jueves 05 de Junio de 2014


 “CRISTO ES EL ORIGEN Y CENTRO DE LA UNIDAD

PRIMERA LECTURA
HECHOS 22,30; 23,6-11

“Tienes que dar testimonio en Roma
En aquellos días, queriendo el tribuno poner en claro de qué acusaban a Pablo los judíos, mandó desatarlo, ordenó que se reunieran los sumos sacerdotes y el Sanedrín en pleno, bajó a Pablo y lo presentó ante ellos. Pablo sabía que una parte del Sanedrín eran fariseos y otra saduceos y gritó: "Hermanos, yo soy fariseo, hijo de fariseo, y me juzgan porque espero la resurrección de los muertos." Apenas dijo esto, se produjo un altercado entre fariseos y saduceos, y la asamblea quedó dividida. (Los saduceos sostienen que no hay resurrección, ni ángeles, ni espíritus, mientras que los fariseos admiten todo esto.) Se armó un griterío, y algunos escribas del partido fariseo se pusieron en pie, porfiando: "No encontramos ningún delito en este hombre; ¿y si le ha hablado un espíritu o un ángel?" El altercado arreciaba, y el tribuno, temiendo que hicieran pedazos a Pablo, mandó bajar a la guarnición para sacarlo de allí y llevárselo al cuartel.
La noche siguiente, el Señor se le presentó y le dijo: "¡Ánimo! Lo mismo que has dado testimonio a favor mío en Jerusalén tienes que darlo en Roma." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Como vamos llegando al final del tiempo pascual y de la lectura del libro de los Hechos, la liturgia comienza a dar saltos hacia los capítulos más importantes de la misión de Pablo, por eso hoy lo presenta en Jerusalén, donde es detenido –entre otras cosas para protegerle del motín que contra él una turba judía amenaza con lincharlo- y está ahora en presencia del Sanedrín y del tribuno romano, que quiere enterarse de los motivos de tanto odio contra Pablo.  La astucia de Pablo le va a salvar también esta vez. Ante  todo, porque conocedor de que en el Sanedrín hay un fuerte grupo de saduceos, que niegan la resurrección como imposible, y otro, de fariseos que sí admiten la posibilidad de la resurrección, provoca una discusión entre los dos grupos, que se enzarzan entre sí olvidándose de Pablo.  Y además porque apela al César, como ciudadano romano, al ver que en Jerusalén va a ser difícil salir absuelto por la tensión que se ha creado en torno a él. Invoca su derecho de ser juzgado en Roma. De noche oye en visión la voz del Señor.  En el  fondo, ir a Roma, el centro del imperio, ha sido desde hace años para Pablo un sueño personal y también apostólico.

SALMO RESPONSORIAL: 15
R. / Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti

Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti;
yo digo al Señor: "Tú eres mi bien."
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa;
mi suerte está en tu mano. R.

Bendeciré al Señor, que me aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré. R.

Por eso se me alegra el corazón,
se gozan mis entrañas,
y mi carne descansa serena.
Porque no me entregarás a la muerte,
ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción. R.

Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO
Los levitas no recibieron una porción especial en Israel, porque el Dios mismo fue la parte que les tocó en herencia. El salmista expresa su alegría por esa suerte  y la certeza  de su pertenencia a Dios no será frustrada por la muerte. Esta herencia especial se extiende a todo el pueblo de Dios, pueblo  sacerdotal. Cada creyente puede repetirlo personalmente. Cristo, al resucitar, nos da la certeza de que Dios no dejará en el poder de la muerte a aquellos que Él ama.  

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 17,20-26

“Que sean completamente uno”
En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, oró, diciendo: "Padre santo, no sólo por ellos ruego, sino también por los que crean en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí, y yo en ti, que ellos también lo sean en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. También les di a ellos la gloria que me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno; yo en ellos, y tú en mí, para que sean completamente uno, de modo que el mundo sepa que tú me has enviado y los has amado como me has amado a mí.
Padre, éste es mi deseo: que los que me confiaste estén conmigo donde yo estoy y contemplen mi gloria, la que me diste, porque me amabas, antes de la fundación del mundo. Padre justo, si el mundo no te ha conocido, yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste. Les he dado a conocer y les daré a conocer tu nombre, para que el amor que me tenías esté con ellos, como también yo estoy con ellos."  Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
El evangelista Juan pone en evidencia el gran deseo de Jesús: “Que todos sean uno, como lo somos nosotros”; éste es el ideal de vida para la comunidad de creyentes de todos los tiempos; es la característica principal del discípulo de Cristo, y por lo mismo de la Iglesia. Si profundizamos en las palabras que componen este relato, vamos a ver evidente que el autor escribe con el objetivo de invitar a la comunidad a que se mantenga unida a Cristo, ya que los intereses personales, la búsqueda de poder y la fuerte influencia del imperio romano estaban dividiendo internamente a la comunidad de seguidores. Por eso, Juan pone de manera urgente como modelo de unidad y de fidelidad la relación de amor entre Jesús y el Padre, fuente de comunión y de unidad entre los creyentes. Si la Iglesia no vive el amor fraterno, si no se interesa por la causa del Reino de Dios, rompe esa unidad de amor que Jesús dejó como herencia a sus discípulos y pierde su carácter sacramental en el mundo. – Hoy necesitamos una Iglesia que manifieste a la sociedad actual su unión con el proyecto iniciado por Jesús, a través de la creatividad, la solidaridad con los más pobres y el amor real entre los hermanos.
ORACIÓN
Amado Jesús, algo hermoso que nos enseñaste es el sentido de la unidad, la tuya con el Padre y la que viviste con tus discípulos y discípulas. ¡Oh Señor!, en este mundo actual tan individualista, necesitado de lo material y tecnológico para subsistir, que difícil es vivir unidos como las primeras comunidades. Por favor derrama esa unción hermosa sobre nuestras familias y comunidades, tú que eres el ejemplo certero de la unidad en la diversidad. Amén

"No podemos vivir sólo para nosotros mismos. Miles de fibras nos conectan con nuestro prójimo”