“SOMOS LUZ Y SAL PARA EL MUNDO”
PRIMERA LECTURA
2CORINTIOS 1,18-22
“Jesús no fue primero "sí" y luego "no"; en él todo se ha convertido en un "sí"
Hermanos: ¡Dios me es testigo! La palabra que os dirigimos no fue primero "sí" y luego "no". Cristo Jesús, el Hijo de Dios, el que Silvano, Timoteo y yo os hemos anunciado, no fue primero "sí" y luego "no"; en él todo se ha convertido en un "sí"; en él todas las promesas han recibido un "sí". Y por él podemos responder "Amén" a Dios, para gloria suya. Dios es quien nos confirma en Cristo a nosotros junto con vosotros. Él nos ha ungido, él nos ha sellado, y ha puesto en nuestros corazones, como prenda suya, el Espíritu. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
La relación de Pablo con la comunidad de Corinto fue bastante compleja y
cargada de tensiones y desilusiones, así como también de algunas sorpresas
gratas y amables esperanzas. Por eso nos extraña que la comunicación
entre el apóstol fundador de esta iglesia de Corinto y la comunidad por él fundada
resultara también compleja y llena de situaciones que comprendemos bien en sus
líneas generales pero cuyos detalles a veces se nos escapan. Cuando el
apóstol habla, por ejemplo, del consuelo de Dios o cuando dice, como hemos
escuchado en el texto de hoy: "nuestras palabras no son hoy sí y mañana
no", seguramente está aludiendo a reproches, indirectas o murmuraciones
que ciertamente dificultaron su labor apostólica y le propinaron más de una
amargura o disgusto.
En el breve pasaje de hoy en la primera lectura, por ejemplo, Pablo desea
mostrar el fundamento de su propio testimonio de la indudable fidelidad
de Dios. En Cristo se han cumplido "todas las promesas"; en él halla
cimiento nuestra esperanza; en él es posible también para nosotros encontrar
una fuente, una razón y una base para ser fieles.
SALMO
RESPONSORIAL: 118
R./ Haz brillar, Señor, tu rostro sobre tu siervo.
Tus preceptos son admirables,
por eso los guarda mi alma. R.
La explicación de tus palabras ilumina,
da inteligencia a los ignorantes. R.
Abro la boca y respiro,
ansiando tus mandamientos. R.
Vuélvete a mí y ten misericordia,
como es tu norma con los que aman tu nombre. R.
Asegura mis pasos con tu promesa,
que ninguna maldad me domine. R.
Haz brillar tu rostro sobre tu siervo,
enséñame tus leyes. R.
OREMOS CON EL SALMO
Este salmo presenta las excelencias de la ley de Dios, entendida como la
manifestación de la voluntad de Dios para el ser humano. Su cumplimiento le
asegura el bienestar y la dicha. La Urgencia de cumplir siempre la voluntad de
Dios hace de la misma fe. Para nosotros se trata de “la Ley perfecta del amor”
que se encuentra en el evangelio y se encarna en el seguimiento de Cristo.
LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 5,13-16
“Vosotros sois la luz del mundo”
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Vosotros sois la sal de
la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que
para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No
se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende
una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero
y que alumbre a todos los de casa. Alumbre así vuestra luz a los hombres, para
que vean vuestras buenas obras. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Estamos en la conclusión del Discurso de las Bienaventuranzas. Y ¡qué
manera tan fuerte de concluir! ¡Qué exigencia la que Jesús le coloca a sus
seguidores, a aquellos que tiene por tarea hacer vida, en su propia vida, las
Bienaventuranzas! Jesús declara que aquellos que ponen en práctica la ruta de
vida que él ha señalado con las Bienaventuranzas se convierten en sal y luz del
mundo.
Jesús
da a conocer lo que piensa y espera de
sus seguidores: aunque sean un grupo ínfimo dentro del vasto Imperio Romano,
han de ser la “sal” que necesita la tierra y la “luz” que le hace falta al
mundo. Tanto la sal como la luz no pueden permanecer aisladas u ocultas, porque
entonces no sirven para nada. La sal necesita entrar en contacto con los
alimentos para darles sabor y evitar que se corrompan, y la luz debe ser
colocada en lo alto para iluminar. Al respecto, el Papa Francisco dice:
“Prefiero una iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle que
una iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a las propias
seguridades” (Evangelii Gaudium 49). El texto termina con un llamado a evitar
el orgullo y la vanidad: la práctica de las buenas obras no debe llevarnos a la
arrogancia. La misión del discípulo es ser luz y sal… para la mayor gloria de
Dios.
Jesús, nos llamas a ser la sal y la luz para los demás, nos invitas a llevar una vida santa para dar "sabor" a los diferentes ambientes y defenderlos de la corrupción, como hace la sal; a llevar la luz de Cristo a través del testimonio de vida, que nuestras palabras y acciones sean reflejo de un amor y de tu misericordia infinita. Ayúdanos Señor, guíanos con tu Espíritu Santo, para que Él sea quien edifique, en nosotros y seamos constructores de tu Reino en nuestra realidad. Oramos, damos gracias y bendecimos la vida de Mariana Acevedo en su cumpleaños y recordamos a Aurita Solís que goza de la Pascua eterna del Señor. Amén.
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