martes, 1 de enero de 2019

ENERO 2019


“EJERCICIOS DE VIDA PARA EL NUEVO AÑO”

Iniciamos un nuevo año, con mucha expectativa, ilusión y esperanza; pero ojalá con una mente y sentimiento de mucha gratitud al Buen Dios por todas las bendiciones derramadas a lo largo del año anterior. Recordemos que hemos estado reflexionando en torno a la importancia del Kerigma como primer anuncio de evangelización en la iglesia primitiva. Que tenía su gran objetivo en llevar al creyente a una experiencia de fe o de encuentro personal con el Cristo resucitado, de la misma manera una renovación de los sacramentos de iniciación. Este año después de mirar un poquito el último bloque de estos sacramentos que son la comunidad centrada en la Eucaristía, continuaremos ya no con la iniciación cristiana sino con el “Crecimiento, desarrollo y madurez de la persona que sigue a Jesús”. Comenzando este nuevo año, quisiéramos invitarlos a reflexionar sobre unos propósitos o ejercicios de vida para el año que iniciamos:

1.      Mucho ejercicio y más ejercicio: Ejercitaré mis brazos brindando abrazos con más fuerza, intentando dejar a la otra persona impregnada del valor y el afecto que Dios le tiene. Ejercitaré los músculos de mi rostro brindando más sonrisas, más besos y más palabras de motivación y aliento.
2.      Lucharé por bajar de peso: Trabajaré para bajar el peso de mi ego, de mi orgullo, de mis sentimientos de culpabilidad, de complejos, miedos y de otros defectos que no me permitan crecer y evolucionar como persona. Bajaré el peso de mis cargas, poniendo en manos de Dios todo aquello que me ata y que me es difícil resolver y me ocuparé de lo que sí puedo solucionar.
3.      Liberarme de algunos vicios: Dejaré de lado el vicio de la ingratitud, el vicio de quejarme por todo, el vicio del chisme, de la crítica y calumnia, en cambio valoraré más a las personas y las cosas que tengo y me esforzaré por aprender a vivir sin todo aquello que no tengo y que a veces siento que necesito para ser feliz.
4.      Mejoraré la alimentación: Mejoraré los nutrientes que le doy a mi espíritu, me enfocaré en rodearme en personas de fe, positivas, generosas, solidarias; que aporten vida, paz, amor, esperanza, fortaleza, crecimiento y bendición a mi vida. Pondré barreras para lo que las quejas y comentarios negativos y la amargura de otras personas no se implanten en mi corazón y lo dañen.
5.      Terminaré algún proyecto: Haré de cada día del nuevo año un proyecto a realizar, el cual tendrá el objetivo más grande “Ser feliz”, viviré los 365 proyectos de este año con alegría, fe, esperanza y optimismo. No me impondré más metas ingenuas e inalcanzables, pero lucharé con todas mis fuerzas con la bendición del Señor por conseguir lo necesario para tener una vida con sentido y propósito.
6.      Viajaré: Viajaré cada día hacia mi propio interior, me lanzaré en busca de un tour o crucero a lo más profundo de mi ser, meditaré cada momento de mi vida y sacaré la mejor enseñanza de lo vivido. Desde mis adentros me atreveré a ser un turista que se deja deslumbrar y maravillar por toda la belleza y bendición que es la vida. Viajaré por el espacio virtual y llevaré pensamientos, sentimientos y palabras de amor, perdón, aliento, tranquilidad, solidaridad, comprensión y paz a quien lo necesite.
7.      Buscaré ahorrar: Ahorraré palabras que no debo decir. Ahorraré acciones que no debo hacer, ahorraré dificultades, conflictos y problemas que no debo buscar.
8.      Cada día aprenderé algo nuevo: Buscaré cada día aprender a conocer, amar y servir más a Dios, aprenderé a valorar más mi ser, mi propia vida, aprenderé a saber alejarme a tiempo, aprenderé a ser signo de edificación, bendición para los demás. Aprenderé a callar cuando es necesario, aprenderé a hablar cuando me lo requieran, aprenderé a otorgar silencio a quien tiene oídos sordos, aprenderé a aceptar mis errores sin querer justificarme.
9.      Buscaré leer más: Aprenderé a leer entre líneas los mensajes que Dios y la vida me manden, aprenderé a leer en las miradas de la gente lo que hay en su alma. Y leeré cosas que enriquezcan mi vida, y leeré solo cosas motivadoras que me dejen un mensaje y una enseñanza. Haré de la Palabra de Dios una mirada sabia que nace desde el texto, pasa por la vida y se convierte en letra viva de bendición para los demás
10.  Cambiaré mi look: Maquillaré mi rostro con más sonrisas, pondré en mis pupilas chispas de alegría, no me pondré máscaras de amargura y tristeza a pesar de que los momentos sean difíciles, por la vida del Espíritu Santo sacaré fuerzas de mi interior para no provocar frases de lamento sobre mí, como: “pobrecito, que mal se ve como esta de flaquito, como sufre. Jamás bajaré mi cabeza a pesar de todo, en el nombre del Señor Jesús siempre levantaré mis ojos hacia el cielo y mi rostro caminará seguro con postura de valiente guerrero, listo para la lucha de cada día.
Seguro y confiado en la promesa del tiempo de Navidad, que el Señor a través de Isabel le dio a la joven campesina de Nazaret María, creyendo que también se cumplirá en este nuevo año en mi vida y en los míos: “Serás feliz y dichosa por haber creído y se cumplirán en ti las promesas del Señor” (Lucas 1,45).

Bendiciones para este nuevo año, en tu vida personal, familiar, vocacional y comunitaria.

“CON VOLUNTAD, PROPÓSITO Y COMUNIÓN CONSTANTE CON EL ESPÍRITU SANTO, LOGRARÉMOS DESARROLLAR ESTE DECÁLOGO DE VIDA PARA EL NUEVO AÑO 2019”

Roberto Zamudio

PROMESA BÍBLICA DEL MES

“No te dejare ni te abandonare”

HEBREOS 13,5



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