DECÁLOGO DE LA MUJER EN LA PAREJA
La mujer de hoy está llamada a optimizar sus afectos y dar prioridad
después del Señor, en su familia, a su
Marido; los hijos en el hogar son
importantes y requieren gran parte de su atención pero no por estar pendiente
de ellos debemos descuidarlo. Dice la Palabra:
"Por tanto dejará el hombre a su padre y madre, y se unirá a su
mujer, y serán una sola carne" Gen 2,24. Dios hizo a la mujer con el
propósito de ser "ayuda idónea para él " Gen 2,18. La palabra de Dios
deja claro que este propósito divino en la creación de la mujer en ninguna
manera la hace a ella un ser inferior, la mujer de Dios debe ser una ayuda para
su marido tanto física,
emocional, mental y espiritualmente. El hombre y la mujer en la
pareja se complementan. Ella al poseer
dones como la ternura, entrega, calidez, recursividad,
sensibilidad e inteligencia, entre muchos otros, debe ser para su marido quién
le da ejemplo de equilibrio, sensatez, ánimo, quién le conforta y le enseña
a dignificarla como
ser humano; porque han decidido construir juntos un proyecto y deben desarrollarlo en su diario
vivir.
En el pasaje de PROVERBIOS 31 (como lo hemos mencionado en otras
reflexiones) podemos encontrar el modelo de la mujer virtuosa, la mujer sabia a
los ojos de Dios. Una mujer ejemplar que
vale más que las piedras preciosas, sabia en la administración de su casa,
trabajadora, llena de fortaleza, misericordiosa, que protege y está pendiente
de su familia, que se reviste de
dignidad y fe, que vive confiada en Dios, está atenta a la marcha de
su casa, de sus hijos y por supuesto de su esposo; que ama su marido, le es
fiel, busca su bien y lo hace sentir importante,
sin
descuidar
su
identidad y dignidad. Ahora Bien, les
mencionaré 10 aspectos para poner esto en práctica, al estilo del Dios Amor. :
1.
RESPETO: En todo caso cada uno
de ustedes amen a su mujer como así mismo, y que la mujer respete a su marido
Efesios 5,33. Debe existir un respeto mutuo, pero de nuestra actitud como mujeres
dependerá mucho este aspecto en la vida de pareja.
2- NO
LO CRITIQUES NI
LE RIDICULICES: Es
como si lo
hicieras contigo misma,
pues recuerda que son uno y se complementan.
3-
SE AGRADECIDA Y EXPRESA ESA GRATITUD DE DIFERENTES MANERAS.: No mires
el punto negro siempre, valora lo positivo, resáltalo. Identifica todo lo que
hace bueno por ti, como protector y compañero de camino.
4- DILE LO QUE
ADMIRAS DE ÉL
Y DILE
QUE LO AMAS: Estamos muy equivocadas cuando pensamos que
los hombres no necesitan oír que cosas buenas apreciamos de ellos y sobre todo
escuchar que les amamos.
5-
PON ATENCIÓN A LOS PEQUEÑOS DETALLES: Algún regalo inesperado, alguna
cena sorpresa etc. Es importante no descuidar los pequeños detalles, así hayan
pasado los años.
6- ARRÉGLATE PARA ÉL NO DESCUIDES TU
ASPECTO FÍSICO: Qué bueno que nos vea tal como somos, pero no por eso debemos
descuidar nuestro aspecto físico, que nos vea a pesar del paso del tiempo, cuidaditas y atractivas.
7- BUSCAR TIEMPO PARA ESTAR A SOLAS
CON ÉL: Hemos de invertir tiempo para
nuestra pareja a lo largo de la vida, no perder, buscar y respetar los espacios
para la pareja. Tengamos presente que los hijos se irán y ¿y quienes quedarán?,
la pareja quedará finalmente sola.
Por eso debemos
lograr una unidad
y acoplamiento para
poder disfrutar de
la convivencia en la madurez. Permitiéndolo tenemos toda una vida para
trabajar la relación y disfrutar de nuestra pareja a lo largo del matrimonio
hasta que seamos viejos.
8- ORAR POR ÉL Y CON ÉL: Posiblemente será difícil empezar si no se
tiene ese buen hábito, pero sería bueno
que se hablara con la
pareja y se
busque ese tiempo para leer la Palabra de Dios y orar juntos cada día,
poniendo al Señor primero y encomendado nuestras vidas en manos de Dios ¡Esto no tiene precio! y afianza la relación.
9- INTELIGENTES
EN LA OBEDIENCIA: Efesios 5,22;
Colosenses 3,18; 1 de Pedro 3,1-6.
Medita en ellas.
Pero quiero dejar
claro que la
obediencia no es
subyugación, no es
aceptar por aceptar,
aquí cabe el
diálogo y el
ponerse de acuerdo para tomar decisiones. Es un asunto que tiene que ver con los
diferentes roles, dados por Dios al hombre y la mujer. El hombre es cabeza, como Cristo es la cabeza de la
Iglesia, pero desde el amor y la obediencia a Dios, no con caprichos y prepotencia.
1- 10. NO
DESCUIDAR LAS RELACIONES SEXUALES: “Que el marido cumpla
con su deber con su mujer e igualmente la mujer lo cumpla con el marido. La
mujer tiene autoridad sobre su propio cuerpo al igual que el marido y lo
comparten en fidelidad y placer para que su amor trasciende en una sola carne. No
se prive el uno del otro, excepto de común acuerdo y por cierto tiempo, para
dedicarse a la oración. Vuelvan después a juntarse a fin que satanás no los
tiente por causa de falta de dominio propio. 1 de Corintios 7,3-5
Muchas mujeres, con el paso de los años piensan que esta área no es tan
importante, pero realmente si es crucial. No solo eres la ayuda idónea para tu esposo,
su compañera, su mejor amiga, si no que debes ser su amante. Tu cuerpo y el de
él se pertenecen mutuamente y se deben complacer, cada uno desde su identidad
como hombre y mujer. Muchos matrimonios se han roto por no cuidar la
relación sexual por lo tanto cuida y disfruta tu relación sexual. Es una
bendición cuando sentimos que después de años de matrimonio los dos nos
seguimos deseando, a pesar de nuestros kilos de más y nuestras arrugas.
El plan de Dios para la pareja se ha tergiversado, y tendemos a
confundirnos con la igualdad, Sí ante los ojos de Dios todos y todas somos
iguales y valemos mucho, pero a cada uno se nos dio una misión, si esto no
hubiera cambiado sino que se hubiese crecido en el amor y la unidad de la
pareja, en el mundo prevalecería la justicia, la paz y la armonía, no el egoísmo, la violencia y la
confusión. Procura ser intencional en que tu matrimonio refleje la unión de
Cristo y su iglesia Efesios 5, 21-33 y en cumplir el rol de esposa que Dios te
ha dado.
“¡Mujeres a resaltar las
cualidades dadas por Dios para crear, sostener y guiar tu vida de pareja,
siempre con respeto y dignidad!”
Que él Todopoderoso derrame una lluvia abundante de bendiciones en sus vidas
y seamos iluminados(as) en su Santo Espíritu. Con Él todo lo podemos.
MARTHA
Y MARÍA HERMANAS DE LÁZARO
En
este mes vamos a reflexionar sobre dos mujeres bíblicas del Nuevo Testamento (Martha y María de Betania, hermanas de Lázaro)
familia amiga de Jesús de Nazaret.
Datos Históricos: Mujeres, discípulas evangelizadoras
de Jesús.
Jesús
sentía gran aprecio por Martha, María y Lázaro (Juan 11-5). Martha y María de
Betania eran figuras bíblicas bien conocidas. Las dos hermanas parecen haber
tenido diferentes temperamentos y sus
personajes son con frecuencia polarizados en el relato de su historia, Martha y
María son mencionadas en los 4 evangelios
en varias narraciones no hay mención de los padres o esposos. Es posible
que Martha y María eran jóvenes huérfanas, que aún no se habían casado o viudas
de avanzada edad que no se habían vuelto a casar.
Otra
posibilidad dentro de su historia es que Martha y María pertenecían a una comunidad
ascética (cuyas bases son la mística, austeridad, búsqueda de la purificación
del espíritu, negación de placeres materiales, servicio a los pobres, entre
otros) y habían elegido la soltería y el celibato.
Se
cree que una de estas colonias vivían en Betania. Estas colonias eran
conocidas por sus actos de caridad donde
hospedaban y ayudaban a los pobres e indigentes. Jesús pudo haber estado allí,
cuando anuncio “porqué siempre tendréis pobres con vosotros pero a mí no
siempre me tendréis” (Mateo 26-11, Marcos
14-7, Juan 12-8).
Es
difícil saber sus respectivas edades.
MARTHA Y MARÍA TEMPERAMENTO Y FE:
Martha
era una mujer práctica, servidora y extrovertida y mujer de fe como nos lo
muestra el evangelio; quien ha sido injustamente calumniada por algunos, debido
a que María se sentó a los pies de Jesús para escuchar lo que El decía, pero
Martha que estaba atareada con sus quehaceres se acercó a Jesús y le dijo ¿Señor
no te preocupa nada que mi hermana me
deje sola con todo el trabajo? dile que me ayude - Jesús le contesto: Martha, Martha estas preocupada y afligida por muchas
cosas pero solo una cosa es necesaria. “María ha escogido la mejor parte y nadie
se la va a quitar” (Lucas 10 38-42).
Sin
embargo ella hizo algunas declaraciones muy astutas respecto a Jesús y la vida
eterna en Juan capítulo 11 cuando respondió: Yo sé que Lázaro volverá a vivir
cuando los muertos resuciten con el último día
(Juan 11-24). Ella le dijo “Sí,
señor, yo creo que tú eres el Mesías el hijo de
Dios, el que tenía que venir al mundo” (Juan 11-27).
MARÍA MUJER DE ORACIÓN Y
REFLEXIÓN:
Martha
tenía una hermana llamada María quien se sentó a los pies de Jesús para escuchar
lo que él decía (Lucas 10-39).
Ser
hospitalario y servir una comida era un deber casi sagrado en la cultura de la
época, pero María optó por escuchar y
estar con Jesús y aprender de Él lo que es realmente necesario, por lo cual
Jesús le dice que ha escogido la mejor parte. (Lucas 10-42).
Más
adelante, María opta por hacer otra cosa, ungirá Jesús con su perfume
muy costoso antes de su crucifixión (Mateo 26 6-13, Marcos 14 3-9, Juan 1
12-8). María fue criticada por su acto extravagante pero Jesús la defendió y
profetizó, “les aseguro que en cualquier lugar del mundo, donde se predique
este mensaje de salvación se hablará también
de esta mujer y así será
recordada. (Mateo 26-13)
Martha
y María siguieron a Jesús como sus discípulas. En Betania (la casa pobre). Allí
Jesús experimento la calidez, hospitalidad y el amor de sus verdaderos amigos.
Es posible que Jesús pudiera haber pasado sus últimos días antes de su
crucifixión en la casa de Martha y María.
MISIÓN DE LA MUJER
¡Ser
evangelizadora!, ¿Eres hoy Martha o María?
Martha
tenía personalidad, extrovertida y práctica, fue ella la que invito a Jesús a
hospedarse, fue ella quien sale a su encuentro cuando viene a resucitar a Lázaro.
Fue ella quien enfrentó a Jesús y le reclamó por qué no llego a tiempo´, fue
una mujer activa por cuanto hacia personalmente los trabajos de la casa, por
tal razón era autosuficiente.
María
era introvertida y contemplativa, era indecisa;
cuando Jesús vino a resucitar a Lázaro ella se quedó en casa. Jesús la
mandó a llamar y salió corriendo a su encuentro. Era una mujer reflexiva y de
una profunda vida interior. Podía reconocer su necesidad interior y por eso se
sentó al lado de Jesús para aprender su palabra. Fue una mujer generosa pues no
le importó gastar una fortuna para adorar a quien era digno de adoración como
lo era Jesús.
APRENDAMOS DE MARTHA Y MARIA
Todas
las Marthas son esenciales en la evangelización, son Marthas la que abren
camino y van al frente.
El
secreto es reconocer las diferentes personalidades. Las Marthas comienzan su
servicio al Señor con las mejores
intenciones, son las que toman la iniciativa, la que invitan y las que sirven.
Las
Marías nos invitan acercarnos a Dios, a ver la vida a través de Él. María
inspira paz y tranquilidad. Como necesitamos hoy esta paz esta tranquilidad y
este sentido de las cosas y esta escala de valores, el mundo sería
diferente.
Conocidas
las historias de Martha y María, ¿Quiénes somos nosotras en este momento como
seguidoras de Cristo?
Las
Marthas debemos entender que es esencial la relación íntima con Jesús y que el
servicio nos puede hacer equivocar en cuanto las prioridades.
Las
Marias debemos estar a los pies de Jesús sin menospreciar el servicio.
Las
Marías por su espiritualidad debemos reconocer nuestros errores y no dudar en
perdonar.
Las
Marías seguimos a Jesús y traemos un
perfume para ungirlo, perfume que sólo Él puede percibir, es el perfumen del corazón.
Las
Marías por su condición contemplativa somos mujeres de permanente oración; María
con su ejemplo nos invita a acercarnos cada vez más a Dios y a ver la vida a
través de Él.
María
inspira paz a través de Jesús, hagamos de María la paz que necesitamos, la
tranquilidad de nuestros semejantes para
así obtener que nuestros hermanos estén llenos de valores morales y espirituales para tener un
mundo serio y distinto, sin desconocer la labor de Martha y de que estamos
llamados(as) al servicio, al dar, al organizar, pero sin dejar lo esencial:
estar a los pies del Maestro, estar en relación con Dios y organizarnos para no
descuidar el servicio. Por eso, mujeres, somos integrales y se nos dio la
capacidad, necesitamos hacer las cosas pero dando prioridad a estar con Dios
que es el motor para dar y amar.
SILVIA GONZÁLEZ
SERVIDORA DE CASA ABIERTA