miércoles, 1 de junio de 2016

JUNIO 2016

“GUARDA TU LENGUA”

Ponemos cerrojo a nuestra casa, echamos llave al cajón de nuestro escritorio, le ponemos clave secreta a nuestro computador, celular, cuenta de correo electrónico, instalamos alarma en nuestro carro, a nuestra casa, pero acaso ¿Hemos reparado en cuidar la seguridad de nuestros labios?…. Pensemos cuantas veces pecamos de imprudentes al hablar. Un sabio consejo bíblico dice: “Señor, ponme en la boca un centinela; un guardia a la puerta de mis labios” Salmo 141,3. El sabio siempre piensa lo que dice, el necio en cambio siempre dice lo piensa. Hay una muy corta distancia entre lo que pensamos y en lo que decimos, una brecha muy pequeña. Si no cultivamos la disciplina de pensar antes de hablar, correremos serios riesgos y nos podremos ver envueltos en situaciones en que tendremos que pedir perdón a diario. ¿Será nuestro caso?. Si nuestra lengua nos mete en problemas muy a menudo, necesitamos contratar un servicio urgente de guardia y cerrojo  para nuestros labios. Muchas veces asociamos a alguien que levanta la voz en actitud exigente, como alguien de carácter fuerte, cuando en realidad es totalmente lo contrario, ya que una persona iracunda, tiene realmente una gran debilidad para controlarse. Pierde fácilmente las riendas de su temperamento y se rompe como una represa dejando una multitud de damnificados a su paso (Proverbios 25,28). Por eso la Palabra nos dice hoy: “controlemos nuestra lengua” (Salmo 34,13), ya que el que espera antes de responder, el que cuenta hasta diez, o hasta cien, muchas veces, ese es un hombre sabio que  evitará causar muchas heridas, peleas, muchos problemas y se evitará muchos males. 
En el mundo, hay tantas víctimas de maltrato verbal tendidas a la vera del camino, por una palabra mal dada, con heridas profundas, difíciles de sanar. El abuso verbal es mucho peor que el físico y hay personas, nos lo dice la Biblia, que sus palabras son como golpes de espada. Reflexionemos: ¿Cómo podemos asegurarnos que con nuestras palabras no ofenderemos a nadie?,  reflexionemos en clave de justicia, ¿Cuántas veces juzgamos injustamente y hablamos de otros  sin medir el daño que causamos?. ¿Cuántos comentarios dañinos, críticas destructivas, ofensas salen de nuestra boca a diario?, ¿Cuántas palabras de maldición y no de bendición salen de nuestros labios?
Deberíamos tener una alarma instalada que se activa en nuestro interior antes de hablar, que nos lleve a tener  un control interior efectivo; Dios nos ofrece su Espíritu Santo, para que actúe en nosotros y nos controle. Como hombres y mujeres en Dios, confesémosle nuestra debilidad  y pidámosle que su Espíritu Santo  nos ayude y opere en nuestro interior para actuar, vivir y hablar sabiamente.

“ES MEJOR SER REY DE TU SILENCIO QUE ESCLAVO DE TUS PALABRAS”

Dios los bendiga.

SEXTO FRUTO: LA JUSTICIA

En la historia de las diferentes culturas, se ha mencionado la Justicia, desde un orden filosófico,  (pensamiento) y jurídico (Ley) .  En las Sagradas Escrituras el término justicia indica como un estado de armonía y paz interior fruto de una buena acción en torno a un buena relación con los demás y con el mismo Dios. En el Antiguo Testamento se habla de justicia, entendiendo darle a cada cual lo que se merece; esto muchas veces  se media con la ley del talión y casi siempre en una clave de castigo. Desde el mismo comienzo se hablaba del hombre justo que es aquel que se adhiere por completo a la voluntad de Dios (Génesis 15,6) que es fiel a la alianza en sus derechos y deberes ( Ezequiel 20, 21-24, Deuteronomio 9,16) y que se proyecta luego a vivir en unas sanas relaciones con los otros miembros de la comunidad con que se vive ( Isaías 5,1 – siguientes; Ezequiel  18,1- siguientes ) y también en particular con los que más están necesitados ( Amós 2,1-siguientes; 5,1- siguientes; Salmo 103,6). Así visto de esta manera la justicia en la Biblia especialmente en el Antiguo Testamento se puede ver en dos dimensiones:  Una vertical, es decir de relación con Dios y otra horizontal, de referencia a la vida  común con los otros.
El fin de la justicia es provocar en los seres humanos una forma de integridad de vida que sea una imagen de la justicia divina. En el judaísmo del Antiguo Testamento justicia es la respuesta, por la fe que se da al amor de Dios, especialmente en los momentos de prueba, persecución y tribulación  (1Macabeos 1,7). En el Nuevo Testamento la justicia en relación con Jesús, siempre aparece en clave o con rostro de “misericordia” (2da Corintios 5,21).  La justicia es rectitud y honestidad en la vida diaria, es una responsabilidad de integralidad personal. Desde la antigüedad solamente se llego a pensar o a interpretar la justicia relacionada con las leyes, reglamentos o mandamientos, aplicándola, felicitando o bendiciendo a quien se la merecen pero castigando a quienes la violen. En Jesús y en nuestro proyecto de vida, la justicia está relacionada profundamente con la reconciliación, la paz y la equidad de la que hablaremos el próximo mes. Como tal es un tema muy complejo, difícil de agotar. Por eso quisiera dejarles algunas situaciones donde podríamos reflexionar, profundizar y cuestionae el tema de la justicia:  ¿Son justos los impuestos que estamos pagando? ¿Es justo el trato recibido en algunas instituciones del sistema de salud como clínicas y hospitales?,  ¿Son justos los salarios de los pobres? , ¿Es justo el salario mínimo?, ¿Es justo el trato con las mujeres, las oportunidades y el salario con respecto al de los hombres?, ¿ Es justo en nuestra sociedad actual el trato a los niños, a los ancianos  y a nuestros campesinos e indígenas?.  Es difícil que haya alguien que nunca haya escuchado ni expresado la famosa frase: “Es que esto no es justo”.  Esto nos hace pensar y a veces sentir deseos de clamar justicia, y porque no en algunos casos al ver tanta injusticia quisiéramos como un desquite o venganza. Es muy humano encontrarnos con estos sentimientos ante la injusticia, sentir tristeza, frustración y mal genio, ante tanta injusticia pero en esos momentos nosotros como creyentes es que más debemos recordar que “Dios es el único justo y la fuente de toda justicia”. 
Para profundizar más sobre este tema quisiera invitarlos a reflexionar y compartir en las pequeñas comunidades con otros, ubicando la justicia en algunas realidades concretas como:
-          La pareja, la familia, en la amistad, justicia de género, en las leyes, en la economía, en el trabajo, en la raza, en la cultura, religión, iglesia, etc.  
Algunos textos bíblicos sobre la justicia:
-          Proverbios 21,21
-          Romanos 2,6
-          1ra de Timoteo 6,11
-          Salmo 37,28
-          Salmo 112, 6
-          Gálatas 6,7-9
-          Mateo 6,33
-          1ra  Pedro 3,14
-          Santiago 3,18
-          Proverbios 11,18

“EL NUEVO ROSTRO DEL AMOR DEL AMOR MISERICORDIOSO SE LLAMA LA JUSTICIA”

ORACIÓN AL COMENZAR EL DÍA
Qué alegría, comenzar tomados de tu mano este nuevo mes. Gracias Buen Dios de la misericordia, por todo lo vivido y celebrado en el mes anterior. Gracias y alabado seas por este nuevo mes y por este nuevo día que en tu Bendito y Poderoso Nombre vamos a iniciar. Te pedimos de  nuevo la dirección y control de tu Espíritu Santo sobre nuestra vida. Reconocemos en este momento nuestra necesidad y dependencia solo de ti, Buen Dios. Sin el fuego de tu amor dentro de nosotros, experimentamos un gran vacío y una gran tristeza, nadie ni nada lo puede llenar. Sigue teniendo misericordia de nuestra vida, danos de tu luz, de tu sabiduría y valentía para enfrentar cada una de las tareas que en este nuevo día tenemos que realizar. Que tu Espíritu Santo nos coloque muy en sintonía con la justicia como fruto de la misericordia que  en este mes estaremos reflexionando. Gracias por llegar ya a la mitad de este año, y experimentar en los diferentes momentos y circunstancias, que tú has estado con nosotros  y con los nuestros.  Gracias por tanta generosidad con la cual nos bendices a manos llenas. En ti quisiéramos unirnos para agradecer e interceder por muchos que también lo hacen en este mes, por los padres en su mes, por los diferentes aniversarios y  celebraciones.  En esta oración comunitaria te pedimos,  tu bendición para todos los bebes que nacerán en este mes, las personas que también partirán al encuentro contigo, por todos los diferentes necesitados, bendícelos en la bondad de tu amor. Te amamos Señor, creemos en ti, confiamos y seguimos esperando en ti. En tu dulce nombre, salimos a conquistar tu bendición y felicidad en este día. Amén    


ORACIÓN AL FINALIZAR EL DÍA

Te damos gracias, Padre Bueno, porque al finalizar el día podemos observar el hermoso firmamento que tú has creado,  gracias por la vida, la esperanza, gracias  por todo lo que nos das día a día. Gracias porque es maravilloso saber que somos privilegiados, porque tenemos una familia, un hogar, una gran vida por vivir, y lo más importante, un ser supremo que guía nuestro existir. Te damos gracias, porque nos enseñaste a amar sin herir, sin engañar. Y si nos hieren nos enseñaste a perdonar. Te damos gracias, Jesús, porque nos enseñaste a no apegarnos a lo terreno y mundano, nos mostraste la verdadera riqueza  y  el camino que nos conduce a Dios. Durante estas treinta noches retomaremos,  el fruto de la misericordia que corresponde a la justicia y equidad, gracias por que nos ayudas a interiorizar sobre nuestras acciones respecto a estos valores tan importantes para desarrollar una verdadera Misericordia. Vamos al descanso seguros(as)de tu acompañamiento, y protección. Amén 

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