miércoles, 1 de junio de 2016

Sábado 11 de Junio de 2016

San Bernabé apóstol

“SER BUENOS Y LLENOS DEL ESPÍRITU SANTO”

PRIMERA LECTURA
HECHOS 11,21b-26; 13,1-3

“Era hombre de bien, lleno de Espíritu Santo y de fe”

En aquellos días, gran número creyó y se convirtió al Señor. Llegó noticia a la Iglesia de Jerusalén, y enviaron a Bernabé a Antioquía; al llegar y ver la acción de la gracia de Dios, se alegró mucho y exhortó a todos a seguir unidos al Señor con todo empeño; como era hombre de bien, lleno de Espíritu Santo y de fe, una multitud considerable se adhirió al Señor. Más tarde, salió para Tarso, en busca de Saulo; lo encontró y se lo llevó a Antioquía. Durante un año fueron huéspedes de aquella iglesia e instruyeron a muchos. Fue en Antioquía donde por primera vez llamaron a los discípulos cristianos. En la iglesia de Antioquía había profetas y maestros: Bernabé, Simeón, apodado el Moreno; Lucio el Cireneo,  Manahén, hermano de leche del virrey Herodes, y Saulo. Un día que ayunaban y daban culto al Señor, dijo el Espíritu Santo: "Apartadme a Bernabé y a Saulo para la misión a que los he llamado." Volvieron a ayunar y a orar, les impusieron las manos y los despidieron.   Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Algo nuevo ha comenzado hasta ahora los cristianos se habían mantenido en pequeños grupos y la predicación estaba restringida a los judíos; sin embargo, con el pasaje que leímos se abrió la puerta a los gentiles. Por eso, los que se habían dispersado por las persecuciones comenzaron a predicar al “mundo” entero, ya no había cabida para silencios ni para restricciones.  El mensaje del Reino comenzó a anunciarse a los helenos y con este anuncio aparecen las muestras de la gloria del Señor, por eso cuando Bernabé llega a Antioquia se da cuenta de todo lo que ha pasado allí y se alegra, pero invita a seguir haciendo crecer a las comunidades. Ahora no hay que   quedarse en los límites de la  raza, lo universal de la salvación ha comenzado a dar frutos y las muestras objetivas  de esta obra dicen por si solas la complacencia de Dios en ellas.

Salmo responsorial: 97
R./El Señor revela a las naciones su justicia.

Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas:
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R.

El Señor da a conocer su victoria,
revela a las naciones su justicia:
se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R.

Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad. R.

Tocad la cítara para el Señor,
suenen los instrumentos:
con clarines y al son de trompetas,
aclamad al Rey y Señor. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO
Himno de aclamación a la realeza de Dios y de reconocimiento de su santidad. La santidad de Dios se muestra en el perdón y en las exigencias de justicia. La santidad soberana de Dios se manifiesta en el llamamiento que hace a todos(as) a formar parte del pueblo de Dios, consagrado por la sangre de Cristo.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO  10, 7-13

“Id y proclamad que el Reino de de los Cielos está cerca”

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: "Id y proclamad que el reino de los cielos está cerca. Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad demonios. Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis. No llevéis en la faja oro, plata ni calderilla; ni tampoco alforja para el camino, ni túnica de repuesto, ni sandalias, ni bastón; bien merece el obrero su sustento. Cuando entréis en un pueblo o aldea, averiguad quién hay allí de confianza y quedaros en su casa hasta que os vayáis. Al entrar en una casa, saludad, si la casa se lo merece, la paz que le deseáis vendrá a ella. Si no lo merece, la paz volverá a vosotros"  Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

La proclamación del Reino de los Cielos en el evangelio de Mateo viene acompañada de cuatro señales muy concretas: sanar a los enfermos, resucitar a los muertos, limpiar a los leprosos y expulsar a los demonios. Sabemos, que en tiempos de Jesús esto significaba ir en contravía de leyes y costumbres que impedían acercarse a las personas enfermas, endemoniadas y leprosas. Era quedar en condición de impureza, marginación y exclusión social. Sin embargo, Jesús no prestó atención a estas normas legales y morales que no estaban acordes con los valores del Reino. Al enviar a los discípulos, les pone en alerta frente a las actitudes que han de testimoniar por el camino, para que su mensaje sea creíble y tenga la fuerza transformadora. Hay que dar razón de la gratuidad del amor de Dios, no rodearse de cosas que distancian del camino, ganarse con su trabajo el sustento de cada día y ser mensajeros de la paz. También hoy, recibimos el llamado a anunciar la Buena Noticia de Jesús con hechos concretos y no con meras palabras. El Señor espera que nuestro testimonio abunde en signos de vida y esperanza, en gestos de solidaridad con quienes viven en necesidad y en condiciones infrahumanas.

ORACIÓN
Señor hoy nos enseñas a dar gratis lo que se ha recibido gratis, es decir sin esperar nada a cambio, sin segundas intenciones, sin cuentas por saldar, como tú lo haces.  Realizaste el acto más grande que fue dar la propia vida por la liberación de la humanidad.  Tu solo sabes dar y darte por amor. Ayúdanos por favor a vivir este gran don en la cotidianidad de nuestra existencia. Amén.


“Da por gracia lo que por gracia has recibido”

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Mensaje o Intercesión por: