viernes, 1 de abril de 2016

ABRIL 2016


TRES CRUCES, TRES CENAS Y TRES AMORES

Estamos por estos días con el gozo fresco de la Pascua, de haber celebrado con mucho entusiasmo la vida que definitivamente vence a la muerte. Quisiera compartirles la reflexión que con muchos de ustedes hicimos en el tiempo de Cuaresma como preparación a la Pascua.


1.      TRES CRUCES: En esta Pascua, la del año de la Misericordia, de una y otra manera la historia bíblica del camino de fe, al igual que la historia humana es resumida en la experiencia que se vivió en una montaña, en un solo momento y representada por tres cruces. En el monte Calvario, de la Calavera, hace dos milenios atrás se vivió el drama de tres vidas marcadas por la cruz. Cruz aquí significa dolor, angustia y sufrimiento. Mateo y su comunidad es el que más dedica atención a este relato de los tres personajes de la cruz. Podemos decir quizás que el primer crucificado al lado de Jesús el de la izquierda, le injuriaba, pero el otro no. Este ladrón que en el último momento pudo cambiar el rumbo e historia de su vida, no lo quiso hacer, fue más grande su dureza de corazón, su rebeldía y falta de humildad; quizás nosotros también podemos también tener en nuestra vida, algunos momentos donde asumimos el dolor pero con dureza de corazón, con prepotencia, con soberbia y rebeldía. Pero al otro extremo estaba otro crucificado, otro que también tenía dolor, pero este lo asume con un reconocimiento total de su pecado (arrepentimiento) y suplica perdón por sus pecados  que reconoce y recibe ese perdón de labios de Jesús, esta bella promesa que es para ti y para mí: “En verdad te digo que estarás hoy conmigo en el paraíso (Lucas 23,43)”.  Podemos decir hoy que de estos tres hombres que sufrieron en la cruz, uno murió en sus pecados, rebelde, orgulloso y soberbio sin recibir ayuda por no reconocer su incapacidad. El otro arrepentido murió a sus pecados, y el tercero estaba en el centro, Jesús el Señor, moría, para perdonar los pecados. Este hecho sigue sucediendo a nuestro alrededor la sangre de Jesucristo sigue vigente y lista para limpiar el corazón herido de aquel que ponga toda su fe en la cruz. Pero la gran mayoría, responde con la misma actitud del ladrón rebelde y desafiante, que no se quiso arrepentir, transitan por sus vidas indiferentes al llamado, que Dios les hace, y al final llegan a la meta de su viaje sin recibir perdón ni una nueva vida para la eternidad. Cristo Jesús al igual que ayer hoy  sigue en  medio de nuestra vida, ofreciendo, invitando y esperando. Pero cuidado el tiempo se acaba.

 “EN LA CRUZ UNO MURIÓ EN SUS PECADOS, OTRO MURIÓ A LOS PECADOS Y OTRO POR LOS PECADORES”  
        
2.       TRES CENAS: En la Pascua al igual que la cruz es importante el signo de la cena que significa en el mundo judío de la Biblia, amistad, intimidad, cercanía, fidelidad, fraternidad. Quisiera que reflexionáramos en medio de muchas cenas o banquetes que aparecen en la Biblia especialmente en tres, siempre enmarcadas en un ambiente festivo y de alegría. Son tres cenas o banquetes que nos dejan lecciones acerca del carácter de Dios, pero también de nuestras condiciones y características como discípulos(as) del Señor. -La primera la encontramos en 2da de Samuel 9,7-13 donde se nos narra que después de años de haber sido perseguido injustamente David el rey se le concede el trono. En aquella cultura el rey entrante tenía el derecho de aniquilar a toda la descendencia del rey depuesto y quedarse con todas sus posesiones; en este caso Saúl;  pero David  en un acto de misericordia, no solamente perdona la vida del nieto inválido de Saúl (Mefiboset); sino que como una acción concreta de esa misericordia en clave con el fruto que en este mes vamos a reflexionar, repara, restituye o le devuelve todo lo que le habían quitado, lo saca de un basurero donde vivía, lo lleva a vivir al palacio y lo invita para siempre a ser parte de su corte y a comer, participar y celebrar de su mesa. - La segunda cena que les propongo como meditación en este tiempo de Pascua, es la de Mateo 22,11-14, que nos cuenta la historia de un rey que hizo un gran banquete o cena e invitó a sus comensales. Uno tras otro se disculparon, lo cierto es que nadie asistió y la mesa estaba preparada repleta, de las mejores bebidas y grandes manjares. Entonces la invitación del rey a sus siervos fue: “Vayan por las calles e inviten a todos los que encuentren en el camino”, obvio que en cuestión de horas la sala se llenó, pero dentro de los invitados se infiltró uno que no entró por la puerta con el traje apropiado para la cena y fue sacado (Ese traje es el amor, el perdón, la misericordia, la justicia, el servicio, la disposición). Todos estamos invitados gratis a la cena del Señor pero nadie entra a su manera, ni como se le antoje. - La última de estas cenas que estamos reflexionando está en Lucas 15,22-24 y quizás es la más conocida, es la cena que preparó el padre a su hijo pródigo, que  levantó la queja del hermano mayor. El padre le da nuevas sandalias (libertad), vestido (vida nueva y conversión) y anillo (reconciliación, nuevo pacto, nueva alianza). Misericordia, justicia o gracia o bondad de Dios, son las grandes características de estas cenas y de otras que aparecen en el evangelio. El plato principal de cada cena o banquete y el ingrediente principal de Dios que sazona y da sabor a tu vida, con el toque sobrenatural de su presencia. ¿Lo tienes en este momento?, ¿Lo disfrutas?. Si no es así todas las demás cenas son vacías, y entonces ¿Qué estas esperando?. La invitación sigue abierta para ti y los tuyos, basta de soportar más, tanto sinsabor en la vida, ven, anímate, acércate a la mesa y prepárate para disfrutar de estas cenas en tu existencia. Él puede transformar tu insípida existencia en una dulce experiencia.

“SU MISERICORDIA TE RESCATA, SU JUSTICIA, TE RENUEVA Y SU GRACIA TE SOSTIENE”
 
3.      TRES AMORES: El tercer momento de reflexión es una invitación a aplicar el sentido de la cruz (dolor) la experiencia de la cena (compartir en cercanía y amistad) a los tres grandes amores de la existencia humana:   
- El amor a Dios, entendiendo que este nuevo amor es como una doble calzada o autopista por un lado se sube, pero por un lado se baja, que es amar a los demás.
- El amor a mí mismo, que significa dignificarme, tolerarme, valorarme, respetarme, acogerme, perdonarme.
- El amor al otro.

Bendiciones para ti y todos los tuyos en este tiempo de Pascua, pidiéndole al Buen Dios te regale muchas experiencias bonitas de resurrección en tu vida y entorno. Bendiciones.
Roberto Zamudio.

ORACIÓN AL COMENZAR EL DÍA

Amado Dios en esta nueva mañana te damos infinitas gracias por tu presencia en nuestras vidas, porque nos has permitido permanecer en este mundo y nos has dado las herramientas para seguir caminando en medio de todas las circunstancias que se nos presentan. Gracias por el pan de cada día, por nuestra familia de sangre y  en el Espíritu, por la salud que nos permite trabajar y  servir, pero también por las enfermedades y dificultades que nos hacen más necesitados(as) de tu misericordia. Gracias porque tu Palabra nos ha venido guiando en el Espíritu, para comprender el verdadero sentido de los frutos de ser misericordiosos(as): el amor hasta el extremo, el perdón y la reconciliación, que nos hace restablecer heridas, amar aún a quien nos hace daño y liberarnos de sentimientos de odio, rencor y malas intenciones.
Te pedimos nos ayudes  a que estos frutos trabajados  individual y comunitariamente,  se vayan afianzando, que fluyan y se noten en nuestra vida.  Abre  nuestro entendimiento y que a través de tu Espíritu Santo podamos interiorizar el fruto de la REPARACIÓN Y RESTITUCIÓN durante este mes, que reflexionemos sobre las equivocaciones e inadecuados comportamientos, tanto personales y familiares, como los que han influido en el respeto por la vida y la justicia social en nuestro país. Amén

ORACIÓN AL FINALIZAR EL DÍA

Buenas noches Señor, ya terminada la jornada de hoy, contamos con un espacio para cerrar la puerta y a solas hablar contigo, buscar tu escucha, exhortación, orientación y guía, para seguir caminando bajo tu voluntad,  en tu acción misericordiosa y  unción de tu Espíritu.  Recordamos en esta noche a todas aquellas personas a quienes hemos hecho o nos han hecho daño, para seguir orando por que nos devuelvas la  paz y sanidad interior, retomamos el primordial valor del amor en nuestras relaciones interpersonales y en todos los espacios donde nos encontramos. Señor reafirma nuestra reconciliación contigo, con nosotros mismos y con quienes nos rodean. Que nuestro camino y proceso de conversión,  nos lleve a ser mejores personas  con el prójimo, sociedad y con todo lo que has creado para nuestro bienestar. Seguros(as) que tú estás en todos los momentos de nuestra existencia, sabemos que tendremos un sueño tranquilo y restaurador. Gracias Amado Dios. Amén 



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