viernes, 1 de abril de 2016

ABRIL 2016


TRES CRUCES, TRES CENAS Y TRES AMORES

Estamos por estos días con el gozo fresco de la Pascua, de haber celebrado con mucho entusiasmo la vida que definitivamente vence a la muerte. Quisiera compartirles la reflexión que con muchos de ustedes hicimos en el tiempo de Cuaresma como preparación a la Pascua.


1.      TRES CRUCES: En esta Pascua, la del año de la Misericordia, de una y otra manera la historia bíblica del camino de fe, al igual que la historia humana es resumida en la experiencia que se vivió en una montaña, en un solo momento y representada por tres cruces. En el monte Calvario, de la Calavera, hace dos milenios atrás se vivió el drama de tres vidas marcadas por la cruz. Cruz aquí significa dolor, angustia y sufrimiento. Mateo y su comunidad es el que más dedica atención a este relato de los tres personajes de la cruz. Podemos decir quizás que el primer crucificado al lado de Jesús el de la izquierda, le injuriaba, pero el otro no. Este ladrón que en el último momento pudo cambiar el rumbo e historia de su vida, no lo quiso hacer, fue más grande su dureza de corazón, su rebeldía y falta de humildad; quizás nosotros también podemos también tener en nuestra vida, algunos momentos donde asumimos el dolor pero con dureza de corazón, con prepotencia, con soberbia y rebeldía. Pero al otro extremo estaba otro crucificado, otro que también tenía dolor, pero este lo asume con un reconocimiento total de su pecado (arrepentimiento) y suplica perdón por sus pecados  que reconoce y recibe ese perdón de labios de Jesús, esta bella promesa que es para ti y para mí: “En verdad te digo que estarás hoy conmigo en el paraíso (Lucas 23,43)”.  Podemos decir hoy que de estos tres hombres que sufrieron en la cruz, uno murió en sus pecados, rebelde, orgulloso y soberbio sin recibir ayuda por no reconocer su incapacidad. El otro arrepentido murió a sus pecados, y el tercero estaba en el centro, Jesús el Señor, moría, para perdonar los pecados. Este hecho sigue sucediendo a nuestro alrededor la sangre de Jesucristo sigue vigente y lista para limpiar el corazón herido de aquel que ponga toda su fe en la cruz. Pero la gran mayoría, responde con la misma actitud del ladrón rebelde y desafiante, que no se quiso arrepentir, transitan por sus vidas indiferentes al llamado, que Dios les hace, y al final llegan a la meta de su viaje sin recibir perdón ni una nueva vida para la eternidad. Cristo Jesús al igual que ayer hoy  sigue en  medio de nuestra vida, ofreciendo, invitando y esperando. Pero cuidado el tiempo se acaba.

 “EN LA CRUZ UNO MURIÓ EN SUS PECADOS, OTRO MURIÓ A LOS PECADOS Y OTRO POR LOS PECADORES”  
        
2.       TRES CENAS: En la Pascua al igual que la cruz es importante el signo de la cena que significa en el mundo judío de la Biblia, amistad, intimidad, cercanía, fidelidad, fraternidad. Quisiera que reflexionáramos en medio de muchas cenas o banquetes que aparecen en la Biblia especialmente en tres, siempre enmarcadas en un ambiente festivo y de alegría. Son tres cenas o banquetes que nos dejan lecciones acerca del carácter de Dios, pero también de nuestras condiciones y características como discípulos(as) del Señor. -La primera la encontramos en 2da de Samuel 9,7-13 donde se nos narra que después de años de haber sido perseguido injustamente David el rey se le concede el trono. En aquella cultura el rey entrante tenía el derecho de aniquilar a toda la descendencia del rey depuesto y quedarse con todas sus posesiones; en este caso Saúl;  pero David  en un acto de misericordia, no solamente perdona la vida del nieto inválido de Saúl (Mefiboset); sino que como una acción concreta de esa misericordia en clave con el fruto que en este mes vamos a reflexionar, repara, restituye o le devuelve todo lo que le habían quitado, lo saca de un basurero donde vivía, lo lleva a vivir al palacio y lo invita para siempre a ser parte de su corte y a comer, participar y celebrar de su mesa. - La segunda cena que les propongo como meditación en este tiempo de Pascua, es la de Mateo 22,11-14, que nos cuenta la historia de un rey que hizo un gran banquete o cena e invitó a sus comensales. Uno tras otro se disculparon, lo cierto es que nadie asistió y la mesa estaba preparada repleta, de las mejores bebidas y grandes manjares. Entonces la invitación del rey a sus siervos fue: “Vayan por las calles e inviten a todos los que encuentren en el camino”, obvio que en cuestión de horas la sala se llenó, pero dentro de los invitados se infiltró uno que no entró por la puerta con el traje apropiado para la cena y fue sacado (Ese traje es el amor, el perdón, la misericordia, la justicia, el servicio, la disposición). Todos estamos invitados gratis a la cena del Señor pero nadie entra a su manera, ni como se le antoje. - La última de estas cenas que estamos reflexionando está en Lucas 15,22-24 y quizás es la más conocida, es la cena que preparó el padre a su hijo pródigo, que  levantó la queja del hermano mayor. El padre le da nuevas sandalias (libertad), vestido (vida nueva y conversión) y anillo (reconciliación, nuevo pacto, nueva alianza). Misericordia, justicia o gracia o bondad de Dios, son las grandes características de estas cenas y de otras que aparecen en el evangelio. El plato principal de cada cena o banquete y el ingrediente principal de Dios que sazona y da sabor a tu vida, con el toque sobrenatural de su presencia. ¿Lo tienes en este momento?, ¿Lo disfrutas?. Si no es así todas las demás cenas son vacías, y entonces ¿Qué estas esperando?. La invitación sigue abierta para ti y los tuyos, basta de soportar más, tanto sinsabor en la vida, ven, anímate, acércate a la mesa y prepárate para disfrutar de estas cenas en tu existencia. Él puede transformar tu insípida existencia en una dulce experiencia.

“SU MISERICORDIA TE RESCATA, SU JUSTICIA, TE RENUEVA Y SU GRACIA TE SOSTIENE”
 
3.      TRES AMORES: El tercer momento de reflexión es una invitación a aplicar el sentido de la cruz (dolor) la experiencia de la cena (compartir en cercanía y amistad) a los tres grandes amores de la existencia humana:   
- El amor a Dios, entendiendo que este nuevo amor es como una doble calzada o autopista por un lado se sube, pero por un lado se baja, que es amar a los demás.
- El amor a mí mismo, que significa dignificarme, tolerarme, valorarme, respetarme, acogerme, perdonarme.
- El amor al otro.

Bendiciones para ti y todos los tuyos en este tiempo de Pascua, pidiéndole al Buen Dios te regale muchas experiencias bonitas de resurrección en tu vida y entorno. Bendiciones.
Roberto Zamudio.

ORACIÓN AL COMENZAR EL DÍA

Amado Dios en esta nueva mañana te damos infinitas gracias por tu presencia en nuestras vidas, porque nos has permitido permanecer en este mundo y nos has dado las herramientas para seguir caminando en medio de todas las circunstancias que se nos presentan. Gracias por el pan de cada día, por nuestra familia de sangre y  en el Espíritu, por la salud que nos permite trabajar y  servir, pero también por las enfermedades y dificultades que nos hacen más necesitados(as) de tu misericordia. Gracias porque tu Palabra nos ha venido guiando en el Espíritu, para comprender el verdadero sentido de los frutos de ser misericordiosos(as): el amor hasta el extremo, el perdón y la reconciliación, que nos hace restablecer heridas, amar aún a quien nos hace daño y liberarnos de sentimientos de odio, rencor y malas intenciones.
Te pedimos nos ayudes  a que estos frutos trabajados  individual y comunitariamente,  se vayan afianzando, que fluyan y se noten en nuestra vida.  Abre  nuestro entendimiento y que a través de tu Espíritu Santo podamos interiorizar el fruto de la REPARACIÓN Y RESTITUCIÓN durante este mes, que reflexionemos sobre las equivocaciones e inadecuados comportamientos, tanto personales y familiares, como los que han influido en el respeto por la vida y la justicia social en nuestro país. Amén

ORACIÓN AL FINALIZAR EL DÍA

Buenas noches Señor, ya terminada la jornada de hoy, contamos con un espacio para cerrar la puerta y a solas hablar contigo, buscar tu escucha, exhortación, orientación y guía, para seguir caminando bajo tu voluntad,  en tu acción misericordiosa y  unción de tu Espíritu.  Recordamos en esta noche a todas aquellas personas a quienes hemos hecho o nos han hecho daño, para seguir orando por que nos devuelvas la  paz y sanidad interior, retomamos el primordial valor del amor en nuestras relaciones interpersonales y en todos los espacios donde nos encontramos. Señor reafirma nuestra reconciliación contigo, con nosotros mismos y con quienes nos rodean. Que nuestro camino y proceso de conversión,  nos lleve a ser mejores personas  con el prójimo, sociedad y con todo lo que has creado para nuestro bienestar. Seguros(as) que tú estás en todos los momentos de nuestra existencia, sabemos que tendremos un sueño tranquilo y restaurador. Gracias Amado Dios. Amén 




CUARTO FRUTO DE LA MISERICORDIA:  LA REPARACIÓN

Miremos un momento en el pensamiento bíblico algunas ideas que nos pueden aproximar al tema un poco complicado, de la REPARACIÓN:
Se entiende desde el Antiguo Testamento, el término de reparar como remediar un daño causado, desagraviar una ofensa ante una injusticia, restablecer el ánimo y las fuerzas perdidas, dar un nuevo aliento y vigor; componer o enmendar un error cometido. Este sentimiento, deseo y pensamiento bíblico en torno a la reparación, surgen o están muy ligados  primero a la idea de un reconocimiento del error o daño que se causó a otro y que como consecuencia se le dejó en una realidad de vulnerabilidad. Por eso, en la experiencia del pueblo de Dios, vulnerabilidad, reconocimiento y reparación son como lo mismo y están sumergidos en la interpretación del dolor y sufrimiento del pueblo de Israel, tanto en el Antiguo Testamento, como en el Nuevo Testamento con las nuevas comunidades cristianas; y que luego va a asumir la Iglesia como el nuevo pueblo de Dios. Experiencia humana que vive el creyente y que siempre nacía del amor de Dios, y pasando por el perdón tiene que convertirse en una acción reparadora como verdadero fruto o enmienda del mal que se ha causado. Podríamos afirmar que la Biblia entera es el relato de cómo Dios reconociendo la debilidad de su creatura y por sola gracia, bondad y misericordia sale siempre al encuentro de todos sus hijos, que se encuentran en debilidad, exclusión para llevarlos a la plenitud, reparando lo dañado y ofreciendo la salvación. De esta manera reparación tiene que ver como lo veremos más adelante en otro fruto de la misericordia con la justicia.
Recompensar por los daños sufridos y las pérdidas ocasionadas con respecto a la relación con Dios, significa siempre recompensar el amor o alejamiento, la infidelidad y el egoísmo causado por el pecado. En el Antiguo Testamento se habla como signo de reconciliación con Dios, siempre el trabajar por reparar la causa en la casa de Dios. En el Nuevo Testamento Jesucristo es el gran reparador que vino a restaurar los daños causados por el pecado en la casa de Dios que es la comunidad, la familia o pueblo vivo donde Él habita.

Algunos textos bíblicos sobre el tema de la reparación:
-Números 21,27
-2da de Reyes 12, 5
-1ra Crónicas 11, 8
--1ra Crónicas 26,27
- Esdras 4,12
- Nehemías 3,8
- Job 4,20
-Proverbios 25,10
- Cantares 1,6
-Hechos 15,16


Viernes 01 de Abril de 2016


“¡ES EL SEÑOR!”

PRIMERA LECTURA
HECHOS DE LOS APÓSTOLES 4,1-12

“Ningún otro puede salvar”
En aquellos días, mientras hablaban al pueblo Pedro y Juan, se les presentaron los sacerdotes, el comisario del templo y los saduceos, indignados de que enseñaran al pueblo y anunciaran la resurrección de los muertos por el poder de Jesús. Les echaron mano y, como ya era tarde, los metieron en la cárcel hasta el día siguiente. Muchos de los que habían oído el discurso, unos cinco mil hombres, abrazaron la fe.
Al día siguiente, se reunieron en Jerusalén los jefes del pueblo, los ancianos y los escribas; entre ellos el sumo sacerdote Anás, Caifás y Alejandro, y los demás que eran familia de sumos sacerdotes. Hicieron comparecer a Pedro y a Juan y los interrogaron: "¿Con qué poder o en nombre de quién habéis hecho eso?" Pedro, lleno de Espíritu Santo, respondió: "Jefes del pueblo y ancianos: Porque le hemos hecho un favor a un enfermo, nos interrogáis hoy para averiguar qué poder ha curado a ese hombre; pues, quede bien claro a todos vosotros y a todo Israel que ha sido en nombre de Jesucristo Nazareno, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de entre los muertos; por su nombre, se presenta éste sano ante vosotros. Jesús es la piedra que desechasteis vosotros, los arquitectos, y que se ha convertido en piedra angular; ningún otro puede salvar; bajo el cielo, no se nos ha dado otro nombre que pueda salvarnos."  Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
La manera como se va desarrollando la predicación de los –ahora-  apóstoles, va generando un revuelo en la gente y en la vida de los judíos. Si el milagro de la curación del paralítico tiene por una parte unas consecuencias muy buenas para la comunidad de Jesús, porque se convirtieron muchos (cinco mil), trae por otro lado, un alto precio, porque Pedro y Juan son detenidos y enviados a la cárcel por haber dirigido al pueblo el discurso que leíamos ayer. Pero Pedro -portavoz de los demás apóstoles también ahora, como lo había sido en vida de Jesús- no se calla; aprovecha la ocasión para dar testimonio del Mesías delante de las autoridades, como lo había hecho delante del pueblo.  Es su tercer discurso, y siempre dice lo mismo: que los judíos mataron a Jesús, pero Dios le resucitó y así le glorificó y reivindicó, y hay que creer en él, porque es el único que salva.  Si antes eran valientes los apóstoles, ahora, delante de las autoridades y experimentando ya lo que es la persecución y la cárcel, aparecen admirablemente decididos y cambiados.  El amor que Pedro había mostrado hacia Cristo en la vida, pero con debilidad y malentendidos, ahora se ha convertido en una convicción madura y en un entusiasmo valiente que le llevará a soportar todas las contradicciones y al final la muerte en Roma, para dar testimonio de aquél a quien había negado delante de la criada.

SALMO RESPONSORIAL: 117
R. / La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular.

Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
Diga la casa de Israel:
eterna es su misericordia.
Digan los fieles del Señor:
eterna es su misericordia. R.

La piedra que desecharon los arquitectos
es ahora la piedra angular.
Es el Señor quien lo ha hecho,
ha sido un milagro patente.
Éste es el día en que actuó el Señor:
sea nuestra alegría y nuestro gozo. R.

Señor, danos la salvación;
Señor, danos prosperidad.
Bendito el que viene en nombre del Señor,
os bendecimos desde la casa del Señor;
el Señor es Dios, él nos ilumina. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO
Este magnífico canto de acción de gracias celebra una victoria de Israel, en la que se puso de manifiesto una vez más el amor del Señor hacia su Pueblo (vs. 1-4) y su invencible poder (vs. 15-16). La referencia explícita a dos acciones culturales  -la liturgia de entrada al Santuario (vs. 19-20) y la procesión de la comunidad hacia el altar (v. 27)- destaca con particular relieve el carácter litúrgico del Salmo.
LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 21,1-14

Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado
En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás apodado el Mellizo, Natanael el de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos discípulos suyos. Simón Pedro les dice: "Me voy a pescar." Ellos contestan: "Vamos también nosotros contigo." Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús.
Jesús les dice: "Muchachos, ¿tenéis pescado?" Ellos contestaron: "No." Él les dice: "Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis." La echaron, y no tenían fuerzas para sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo que Jesús tanto quería le dice a Pedro: "Es el Señor." Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos cien metros, remolcando la red con los peces.
Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan. Jesús les dice: "Traed de los peces que acabáis de coger." Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red. Jesús les dice: "Vamos, almorzad." Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado. Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los muertos.  Palabra del Señor.
REFLEXIÓN

La decepción causada por la pascua de Jesús y el temor a correr su misma suerte, arrastra a los discípulos a volver a sus tareas de antes. Entregados nuevamente a sus cosas, su vida, al margen de su maestro ha vuelto a ser insípida y estéril (“aquella noche no pescaron nada”). Pero Jesús irrumpe en el claroscuro de sus vidas y de sus días (al amanecer) y con la fuerza de su palabra, reaviva el fuego y la memoria dormidas. Es entonces cuando le reconocen. La comunidad y la misión, fundadas en la obediencia a su palabra, vuelven a ser nuevamente central para ellos.
Este texto nos expresa la importancia que tiene la presencia de Jesús resucitado en medio de la comunidad. Como vemos, el relato está cargado de diversos símbolos que expresan cómo la comunidad de discípulos pasa de un estado de tristeza, incredulidad y esterilidad (salieron a pescar de noche sin Jesús) a un estado de alegría, fe y abundancia (pescaron en la mañana con Jesús). Todo ello nos está indicando que Jesús es parte fundamental de la comunidad; sin él los discípulos permanecen en la oscuridad de la noche, sólo con él, junto a él y por él los discípulos pueden dar fruto en abundancia.
En la comunión de palabra y de mesa con su Señor, la comunidad se recrea y empieza a reagruparse. Esta comunión, es un don de Él que oxigena la confianza de los discípulos desintoxicándola de sus miedos e incredulidades, preparándoles así para la misión, que por su alcance universal, requiere de la corresponsabilidad de todos y del compromiso personal de cada uno.  Actualmente, la comunidad cristiana atraviesa por diversas situaciones difíciles, que desdibujan su horizonte liberador, que hacen difícil la misión y, por lo mismo, hacen también difícil reconocer al Señor; es necesario, entonces, volver a la orilla donde está el Maestro y compartir con Él, el pan de su Palabra. ¿Somos conscientes del peligro de un seguimiento que no esté fundado en la centralidad de la palabra y la comunión con el Señor?.

ORACIÓN
Señor podemos alejarnos de muchas maneras de ti e intentar darle sentido a la vida desde otras direcciones, pero llegará el momento en que  comprenderemos que solo en ti y desde ti la vida tiene sentido y trasciende más allá de la muerte. Gracias por enseñarnos, que en ti somos verdaderamente libres. Amén.


“Cualquier circunstancia es una ocasión para dar  testimonio del Resucitado”

Sábado 02 de Abril de 2016


“PREDICAR EL EVANGELIO POR TODAS PARTES”

1PRIMERA LECTURA
HECHOS DE LOS APÓSTOLES 4,13-21

No podemos menos de contar lo que hemos visto y oído

En aquellos días, los jefes del pueblo, los ancianos y los escribas, viendo la seguridad de Pedro y Juan, y notando que eran hombres sin letras ni instrucción, se sorprendieron y descubrieron que habían sido compañeros de Jesús. Pero, viendo junto a ellos al hombre que habían curado, no encontraban respuesta. Les mandaron salir fuera del Sanedrín, y se pusieron a deliberar: "¿Qué vamos a hacer con esta gente? Es evidente que han hecho un milagro: lo sabe todo Jerusalén, y no podemos negarlo; pero, para evitar que se siga divulgando, les prohibiremos que vuelvan a mencionar a nadie ese nombre." Los llamaron y les prohibieron en absoluto predicar y enseñar en nombre de Jesús. Pedro y Juan replicaron: "¿Puede aprobar Dios que os obedezcamos a vosotros en vez de a él? Juzgadlo vosotros. Nosotros no podemos menos de contar lo que hemos visto y oído." Repitiendo la prohibición, los soltaron. No encontraron la manera de castigarlos, porque el pueblo entero daba gloria a Dios por lo sucedido.  Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
En la primera lectura de ayer veíamos el enfrentamiento de Pedro con los líderes religiosos judíos, esa escena continúa hoy y el texto nos dice que los apóstoles están delante de las autoridades, después de haber pasado la noche en la cárcel.  Los miembros del Sanedrín no saben qué hacer. No acaban de entender la valentía y aplomo de unas personas incultas que dan testimonio de Jesús a pesar de todas las prohibiciones. Los que se creen sabios no han captado la voluntad de Dios, y los sencillos, si. Pero de por medio está el milagro que acaban de hacer los apóstoles con el paralítico, que les ha dado credibilidad ante todo el pueblo.  La nueva prohibición se encuentra de nuevo, con la respuesta de Pedro, lúcido y decidido a continuar su testimonio sobre Jesús. Los apóstoles muestran una magnífica libertad interior: los acusados responden acusando al tribunal por no querer entender los planes de Dios y el mesianismo de Jesús. Nadie les podrá hacer callar a partir de ahora.  Éste es el fin del primer enfrentamiento con las autoridades de Israel. Luego vendrán otros, hasta que se consume la dispersión de los cristianos fuera de Jerusalén.

SALMO RESPONSORIAL: 117
R. / Te doy gracias, Señor, porque me escuchaste.

Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
El Señor es mi fuerza y mi energía,
Él es mi salvación.
Escuchad: hay cantos de victoria
en las tiendas de los justos. R.

La diestra del Señor es excelsa,
la diestra del Señor es poderosa.
No he de morir, viviré
para contar las hazañas del Señor.
Me castigó, me castigó el Señor,
pero no me entregó a la muerte. R.

Abridme las puertas del triunfo,
y entraré para dar gracias al Señor.
Ésta es la puerta del Señor:
los vencedores entraran por ella.
Te doy gracias porque me escuchaste
y fuiste mi salvación. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO
En este salmo de  acción de gracias, la función principal corresponde al rey, que describe la acción salvadora de Dios en primera persona del singular (vs. 5-14, 17-18, 21), mostrando así su condición de representante y portavoz de todo el Pueblo. La liturgia cristiana confirió a este Salmo un significado “pascual”, y lo utiliza para cantar la victoria de Cristo.

LECTURA DEL EVANGELIO
MARCOS 16,9-15

“¡Id al mundo entero y proclamad el evangelio!”

Jesús, resucitado al amanecer del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, de la que había echado siete demonios. Ella fue a anunciárselo a sus compañeros, que estaban de duelo y llorando. Ellos, al oírle decir que estaba vivo y que lo había visto, no le creyeron. Después se apareció en figura de otro a dos de ellos que iban caminando a una finca. También ellos fueron a anunciarlo a los demás, pero no les creyeron. Por último, se apareció Jesús a los Once, cuando estaban a la mesa, les echó en cara su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que lo habían visto resucitado. Y les dijo: "Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación."  Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Si analizamos en su conjunto los textos bíblicos que hemos leído durante esta semana (octava de pascua), podemos concluir que la fe es el elemento fundamental que nos permite comprender y vivir al máximo el misterio de la resurrección. Dicho elemento esencial se nos hace mucho más evidente en el relato que leemos en este día. Marcos hace referencia, de manera sintética, a tres momentos claves en los cuales Jesús resucitado se ha hecho presente en medio de la comunidad de discípulos. En las tres apariciones encontramos actitudes que expresan el rechazo al seguimiento radical del maestro por parte de los discípulos, pues están sumergidos en el dolor, el abatimiento, la frustración y la rabia. El mensaje anunciado por los testigos de la resurrección es recibido con incredulidad, alejándose así de la fe y cayendo en el “anti-seguimiento”. Parece como si la muerte fuera la última explicación para el proyecto liberador iniciado por Jesús de Nazaret. Sin embargo, Jesús reprende tales actitudes e invita a sus discípulos a creer, ya que es la única manera de comprender e integrarse en el proyecto divino del Padre. – Es importante preguntarnos hoy si nuestra fe realmente nos motiva a construir una comunidad alternativa, alejada del egoísmo y de la muerte.

ORACIÓN
Señor necesitamos salir al encuentro de las personas, familias, comunidades y pueblos para comunicarles y compartir el don del encuentro contigo, que  ha llenado de sentido, de verdad, amor y esperanza a nuestras vidas. Te pedimos que nos aumentes la fe en ti y urgentemente nos ayudes a recuperar el valor y la decisión de los(as) primeros(as) evangelizadores(as); que actuemos con convicción y usemos las herramientas apropiadas para nuestra realidad de hoy. Amén.


“Sintámonos llamados(as) por Dios y enviados a la misión con gratitud y empeño”

Domingo 03 de Abril de 2016


“CREER SIN HABER VISTO”

PRIMERA LECTURA
HECHOS DE LOS APÓSTOLES 5,12-16

“Crecía el número de los creyentes, hombres y mujeres, que se adherían al Señor”
Los apóstoles hacían muchos signos y prodigios en medio del pueblo. Los fieles se reunían de común acuerdo en el pórtico de Salomón; los demás no se atrevían a juntárseles, aunque la gente se hacía lenguas de ellos; más aún, crecía el número de los creyentes, hombres y mujeres, que se adherían al Señor. La gente sacaba los enfermos a la calle, y los ponía en catres y camillas, para que, al pasar Pedro, su sombra, por lo menos, cayera sobre alguno. Mucha gente de los alrededores acudía a Jerusalén, llevando a enfermos y poseídos de espíritu inmundo, y todos se curaban. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
El libro de los Hechos, el Apocalipsis y el evangelio de Juan que leemos hoy se escribieron casi por la misma época. La Iglesia de Jesús, formada por muchas y diferentes comunidades, estaba recogiendo las diversas tradiciones sobre Jesús histórico y cada comunidad las reelaboraba y contaba de acuerdo a las nuevas situaciones que estaban viviendo. Era tiempos de grandes conflictos con el imperio romano y con los fariseos, el único grupo oficial judío que había sobrevivido a la destrucción del templo. Las Iglesias estaban descubriendo su propia identidad y Pedro (que por este tiempo ya había sido martirizado en Roma) ya era reconocido como autoridad dentro y fuera de la Iglesia. Con los textos de hoy,  la liturgia nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre  el fundamento de nuestra fe.
Así como en nuestras rutas necesitamos señales que nos indiquen las curvas, los puentes, los caminos estrechos, también en el camino de la Iglesia necesitamos esas señales que nos indican si andamos en la buena ruta o no. Las señales son las mismas de siempre: la práctica liberadora de Jesús, su opción por los(as) más necesitados y su trabajo por la vida. Comenzando por la buena sombra de Pedro que curaba a los enfermos, vemos cómo, en medio de conflictos, las primeras comunidades repetían esa práctica liberadora de Jesús.

SALMO RESPONSORIAL: 117
R. / Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia.

Diga la casa de Israel:
eterna es su misericordia.
Diga la casa de Aarón:
eterna es su misericordia.
Digan los fieles del Señor:
eterna es su misericordia. R.

La piedra que desecharon los arquitectos
es ahora la piedra angular.
Es el Señor quien lo ha hecho,
ha sido un milagro patente.
Éste es el día en que actuó el Señor:
sea nuestra alegría y nuestro gozo. R.

Señor, danos la salvación; Señor,
danos prosperidad. Bendito el que viene en nombre del Señor,
os bendecimos desde la casa del Señor;
el Señor es Dios, él nos ilumina. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO
Compuesto para la liturgia hebrea, este salmo recibe un puesto destacado en la cristiana, que encuentra reflejados en él los misterios redentores de la vida de Cristo. El Señor cantó este salmo al finalizar la Ultima Cena: así consta -además de otras fuentes- en las notaciones de los salterios más antiguos. Y así, la liturgia de acción de gracias de la Nueva Alianza, inaugurada con la Eucaristía, encontró en la expresión de este salmo una admirable conclusión. Con los sentimientos que se contienen en él, nuestro Salvador se encaminó hacia la vía dolorosa que le introduciría en la gloria eterna.
SEGUNDA LECTURA
APOCALIPSIS 1, 9-11A. 12-13. 17-19

“Estaba muerto y, ya ves, vivo por los siglos de los siglos”
Yo, Juan, vuestro hermano y compañero en la tribulación, en el reino y en la constancia en Jesús, estaba desterrado en la isla de Patmos, por haber predicado la palabra de Dios, y haber dado testimonio de Jesús. Un domingo caí en éxtasis y oí a mis espaldas una voz potente que decía: "Lo que veas escríbelo en un libro, y envíaselo a las siete Iglesias de Asia." Me volví a ver quién me hablaba, y, al volverme, vi siete candelabros de oro, y en medio de ellos una figura humana, vestida de larga túnica, con un cinturón de oro a la altura del pecho. Al verlo, caí a sus pies como muerto. Él puso la mano derecha sobre mí y dijo: "No temas: Yo soy el primero y el Último, yo soy el que vive. Estaba muerto y, ya ves, vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del abismo.  Escribe, pues, lo que veas: lo que está sucediendo y lo que ha de suceder más tarde." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
La revelación de Jesucristo a Juan en el Apocalipsis, que es el libro de la esperanza  y el consuelo, expresa la nueva condición del Resucitado. Sus palabras son motivadoras, dan ánimo: “No temas”; devuelven a la humanidad  el sentido esperanzador de la existencia. Estuve muerto y ahora estoy vivo para siempre, palabras y sentimientos que abren paso a una vida de esperanza más allá de la muerte: “Yo tengo la llave de la muerte y del más allá”. Total, este mensaje del Apocalipsis al igual que toda la liturgia de este domingo nos invita a ser testigos de la presencia viva del Resucitado en la comunidad, a beber el testimonio de todos los que experimentaron como Juan la vida de la resurrección. 

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 20, 19-31

“A los ocho días, llegó Jesús”
Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: "Paz a vosotros." Y diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: "Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo." Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: - "Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos." Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían: "Hemos visto al Señor." Pero él les contesto: "Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo."
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: "Paz a vosotros." Luego dijo a Tomás: "Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente." Contestó Tomás: "¡Señor mío y Dios mío!" Jesús le dijo: "¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto." Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Estos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Este domingo segundo de Pascua es desde ahora llamado por la Iglesia el Domingo de la Misericordia Divina. Si por la mañana del domingo los textos nos muestran que el sepulcro vacío dominaba los relatos, por la tarde y la noche lo domina la presencia de Jesús en medio de sus discípulos. Esta presencia explica aquel vacío, pero, sobre todo, restablece una continuidad de relación Jesús-discípulos, es el reanudar la relación que se sella con la alegría de los discípulos, quienes a partir de ahora hablan de Jesús como el Señor, enraizándolo por completo con Dios. Este es un primer paso, porque luego viene el envío de Jesús por el Padre. Los discípulos(as) deben hacer presente a Jesús y prolongar su obra, como Él lo ha hecho con el  Padre. Este envío no debe hacerse limitado a los doce o a los(as) 72, sino a toda la comunidad creyente. El tercer paso es la donación del Espíritu que capacita para el envío. El símbolo de exhalar el aliento significa transmisión de vida. El último paso es la potestad de perdonar los pecados.
Reflexionemos también sobre la misericordia a través de la lectura de hoy, Jesús les dice a los discípulos:  “Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo. (...) Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados les quedan perdonados; a quienes se los retengáis les quedan retenidos" (Jn 20, 21-23).   Antes de pronunciar estas palabras, Jesús muestra sus manos y su costado, es decir, señala las heridas de la Pasión, sobre todo la herida de su corazón, fuente de la que brota la gran ola de misericordia que se derrama sobre la humanidad. La misericordia divina llega a los hombres a través del corazón de Cristo crucificado. Cristo derrama esta misericordia sobre la humanidad mediante el envío del Espíritu Santo. Pero, como sucedió con los Apóstoles, es necesario que también la humanidad se deje penetrar e impregnar por el Espíritu que Cristo resucitado le infunde. El Espíritu sana las heridas de nuestro corazón, derriba las barreras que nos separan de Dios y nos desunen entre nosotros, y nos devuelve la alegría del amor del Padre y la de la unidad fraterna.  A través de las diversas lecturas, la liturgia parece trazar el camino de la misericordia que, a la vez que reconstruye la relación de cada uno con Dios, suscita también entre los hombres nuevas relaciones de solidaridad fraterna. Cristo nos enseñó que "el hombre no sólo recibe y experimenta la misericordia de Dios, sino que está llamado a "usar misericordia" con los demás: "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia" (Mt 5, 7)" Y nos señala, además, los múltiples caminos de la misericordia, que no sólo perdona los pecados, sino que también sale al encuentro de todas las necesidades de los hombres.
Y para terminar miremos como aparece también la situación con Tomas a quien los discípulos le dicen con certeza: “Hemos visto al Maestro”, pero la cual el no cree, y en la que luego Jesús le exhorta exclamando “Bienaventurados los que creen sin ver”·. Y es que fuera de la comunidad no se ve a Jesús, ni en el cielo ni en la tierra. Es en la comunidad donde se percibe la presencia del Señor. Es allí donde se realiza el seguimiento de Jesús. Y es que cuando Jesús no está en el centro de nuestra vida, de nuestra comunidad, se pierde parte de su mensaje liberador impidiendo la novedad que brota de su Espíritu. No seamos como Tomás y creamos sin ver en el resucitado y vivámoslo verdaderamente en nuestra comunidad.

ORACIÓN
Hoy, Señor, nos llevas a confrontar nuestro estilo de vida con la fe que profesamos. Haz que nuestra vida personal y comunitaria sea testimonio de compartir, de misericordia, de solidaridad, dominio propio, oración, acción y donación a ti y a los necesitados; que lo que transmitimos con la voz se nos note con la vida. Amén.


“Con una vida nueva correspondemos  al regalo de la paz y la alegría que nos brinda el Espíritu Santo”

Lunes 04 de Abril de 2016

Fiesta de la Anunciación

“EL ANUNCIO DE LA PALABRA POR LA FUERZA DEL ESPÍRITU”


María es introducida definitivamente en el misterio de Cristo a través de este acontecimiento: la anunciación del ángel, la fiesta que celebramos hoy. Acontece en Nazaret, en circunstancias concretas de la historia de Israel, el primer pueblo destinatario de las promesas de Dios.

PRIMERA LECTURA
ISAÍAS 7,10-14;8,10

“Mirad: la virgen está encinta”

En aquel tiempo, el Señor habló a Acaz: "Pide una señal al Señor, tu Dios: en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo." Respondió Acaz: "No la pido, no quiero tentar al Señor." Entonces dijo Dios: "Escucha, casa de David: ¿No os basta cansar a los hombres, que cansáis incluso a mi Dios? Pues el Señor, por su cuenta, os dará una señal: Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa "Dios-con-nosotros". Palabra de Dios.

REFLEXIÓN
El Señor toma la iniciativa y ofrece generosamente un signo al rey para confirmar su palabra y robustecerle su fe vacilante. Se le da amplitud a Acaz para que escoja el signo que quiera, no importa que éste supere el horizonte de lo humano que es la tierra; aún se le presenta todo el dominio de Dios como terreno posible para que él pida el signo que quiera. La respuesta del Rey se interpreta desde la falsa religiosidad; de hecho, su declaración de no querer pedir signos a Dios para no tentarlo como lo hizo el pueblo en el desierto (Ex.17,7) expresa su falta de fe y se vuelve una tentación a Dios mismo.

SALMO RESPONSORIAL: 39
R. / Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

Tú no quieres sacrificios ni ofrendas,
y, en cambio, me abriste el oído;
no pides sacrificio expiatorio,
entonces yo digo: "Aquí estoy." R.

“Como está escrito en mi libro-
para hacer tu voluntad."
 Dios mío, lo quiero,
y llevo tu ley en las entrañas. R.

He proclamado tu salvación
ante la gran asamblea;
no he cerrado los labios:
Señor, tú lo sabes. R.

No me he guardado en el pecho tu defensa,
he contado tu fidelidad y tu salvación,
no he negado tu misericordia y tu lealtad
ante la gran asamblea. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO
En este Salmo se encuentran reunidos dos poemas de estilo y contenido diversos. El primero (vs. 2-11) es un canto de acción de gracias por la liberación de un peligro grave. El segundo (vs. 14-18) es una súplica para pedir la ayuda divina en un momento de desgracia, y se vuelve a encontrar en el Salmo 70, en forma independiente. Los vs. 12-13 sirven de lazo de unión entre estas dos partes, que originariamente estaban separadas.

SEGUNDA LECTURA
HEBREOS 10,4-10

“Está escrito en el libro: "Aquí estoy, oh Dios, para hacer tu voluntad"

Hermanos: Es imposible que la sangre de los toros y de los machos cabríos quite los pecados. Por eso, cuando Cristo entró en el mundo dijo: "Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, pero me has preparado un cuerpo; no aceptas holocaustos ni víctimas expiatorias. Entonces yo dije lo que está escrito en el libro: "Aquí estoy, oh Dios, para hacer tu voluntad."" Primero dice: "No quieres ni aceptas sacrificios ni ofrendas, holocaustos ni víctimas expiatorias", que se ofrecen según la Ley. Después añade: "Aquí estoy yo para hacer tu voluntad." Niega lo primero, para afirmar lo segundo. Y conforme a esa voluntad todos quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha una vez para siempre. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
El autor de la carta a los Hebreos relee el salmo 39 utilizado hoy como un salmo responsorial, como si fuera una declaración de intenciones del mismo Cristo al entrar en el mundo, es decir, en el acontecimiento de la encarnación. Allí declara: “Aquí estoy, oh Dios, para hacer tu voluntad”. La encarnación como actitud de obediencia se lleva a cabo el día de la anunciación a María. El día del anuncio comienza la peregrinación mesiánica que finaliza con la entrega salvadora de Cristo en la Cruz. Gracias al mismo testimonio de las Escrituras, podemos decir hoy que “la Virgen anunciada por el profeta es María de Nazaret, y su “Hijo” el Mesías. Así lo anuncia el ángel Gabriel a la Virgen.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 1,26-38

“Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo”

A los seis meses, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo." Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo: "No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin." Y María dijo al ángel: "¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?" El ángel le contestó: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible." María contestó: "Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra." Y la dejó el ángel. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Para sanar de raíz nuestras vidas, Dios decidió hacerse hombre. Se hizo un Hijo de Hombre. Sencillo, bueno, generoso y trabajador. Necesitaba un lugar para nacer y el Espíritu le preparó el seno de María. Necesitaba una familia para crecer y Dios le dio a José y María, quien guardaba las cosas en su corazón, siempre dispuesta para salir al paso de los nuevos desafíos de Dios. Dios quiso revalorizar a la mujer en María. Dios “decidió” habitar en medio de la humanidad, inserto en una familia, en un pueblo y una cultura. Asume la condición humana en todas sus dimensiones para salvar a la humanidad desde dentro, desde abajo, desde el mismo corazón del mundo. Y es una jovencita adolescente de Nazaret la que ha sido elegida desde siempre para colaborar activamente en este proyecto de Dios. Una campesina de una aldea insignificante de Palestina es capaz de intuir la propuesta de Dios y responder con todo su ser a la misión cuyas dimensiones no alcanza a comprender del todo. Esta joven, auténtica judía, que espera que Dios realice sus promesas, se constituye en modelo y paradigma de creyente porque, como Abrahán, confía plenamente en la promesa de Dios y coloca todas sus posibilidades y cualidades al servicio de esta causa.

Y María supo responder al reto y designio de Dios. Dijo un SÍ incondicional, y con ese SÍ dijo muchos NO. María dijo no a su comodidad personal. Dijo no a su prestigio de muchacha joven en medio de la sociedad patriarcal de su época. Dijo no a aceptar las cosas simplemente, sin preguntar. Dijo no a su individualismo. Dijo no a sus miedos. Ojalá que con María sepamos decir un SÍ incondicional al Plan de Dios y también muchos No a tanto uso y abuso de las mujeres. Que sepamos decir No a tanta marginación que ya lleva tantos siglos. Que digamos No a tanta teología interesada en rebajar la dignidad de la mujer para justificar posturas patriarcales dentro y fuera de la Iglesia. Digámosle un SI rotundo para el Señor.

Recordemos también que como a María, Dios nos sigue anunciando muchas promesas para mantener viva la esperanza de nuestro pueblo. Dios nos llama, nos elige, nos propone, pero espera nuestra respuesta libre y voluntaria ¿Qué y cómo le responderemos?

ORACIÓN
Amado Dios, ayúdanos por favor para acoger tu Palabra, como lo que  realmente es, Palabra que se encarna  y hace fecunda la existencia, alimento para las heridas y transmisora de buenas noticias. Gracias por permitir que una joven mujer de un corazón tan grande y amoroso como el tuyo, accediera a recibir al que nacería y cambiaría el rumbo de este mundo. Ayúdanos Señor también a seguir el ejemplo de María, para continuar generando vida y vida abundante. Amén.


“Sintámonos llamados(as) por Dios y enviados a la misión con gratitud y empeño”