jueves, 1 de mayo de 2014

Lunes 05 de Mayo de 2014

Lunes 3ª semana de Pascua

“FATIGADOS EN COSAS PASAJERAS”


PRIMERA LECTURA
HECHOS DE LOS APÓSTOLES 6,8-15


“No lograban hacer frente a la sabiduría y al espíritu con que hablaba

En aquellos días, Esteban, lleno de gracia y poder, realizaba grandes prodigios y signos en medio del pueblo. Unos cuantos de la sinagoga llamada de los libertos, oriundos de Cirene, Alejandría, Cilicia y Asia, se pusieron a discutir con Esteban; pero no lograban hacer frente a la sabiduría y al espíritu con que hablaba. Indujeron a unos que asegurasen: "Le hemos oído palabras blasfemas contra Moisés y contra Dios." Alborotaron al pueblo, a los ancianos y a los escribas, agarraron a Esteban por sorpresa y lo condujeron al Sanedrín, presentando testigos falsos que decían: "Este individuo no para de hablar contra el templo y la Ley. Le hemos oído decir que ese Jesús de Nazaret destruirá el templo y cambiará las tradiciones que recibimos de Moisés." Todos los miembros del Sanedrín miraron a Esteban, y su rostro les pareció el de un ángel. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Hechos nos va haciendo un recorrido interesante del desarrollo de la primera comunidad cristiana. Y con el texto de hoy nos muestra que no sólo los apóstoles fueron protagonistas en la primera comunidad, porque hoy aparece uno de los diáconos recién ordenados, se trata de Esteban, dando testimonio de Cristo ante el pueblo y las autoridades, con la misma valentía y lucidez que Pedro y los demás apóstoles.
Esteban fue el primer mártir cristiano. Por lo que podemos leer, su manera de pensar y de hablar excitaba los ánimos, incluso de los judíos libertos, que se llamaban así porque, después de haber sido llevados como esclavos fuera de Palestina, habían sido liberados y devueltos, y que en principio se suponía que eran de un talante más abierto que los judíos de Jerusalén. Por eso tenían sinagoga propia. Pero aun a ellos les resulta inadmisible que Esteban, lleno del Espíritu, les muestre con su elocuencia cómo Jesús, el Resucitado, ha superado la ley y el Templo, y que sólo en él está la salvación. Por eso le acusan: “éste habla contra el Templo y contra las tradiciones que hemos recibido de Moisés”. Se cumple una vez más el anuncio que hizo Jesús a sus discípulos: cuando fueran llevados ante los tribunales, el Espíritu les sugeriría que tenían que decir.

Salmo responsorial: 118
R. / Dichoso el que camina en la voluntad del Señor.

Aunque los nobles se sienten a murmurar de mí,
tu siervo medita tus leyes;
tus preceptos son mi delicia,
tus decretos son mis consejeros. R.

Te expliqué mi camino, y me escuchaste:
enséñame tus leyes;
instrúyeme en el camino de tus decretos,
y meditaré tus maravillas. R.

Apártame del camino falso,
y dame la gracia de tu voluntad;
escogí el camino verdadero,
deseé tus mandamientos. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO
Este salmo el más largo de todos, está compuesto en forma alfabética. Presenta la excelencia de la Ley de Dios, entendida como la manifestación de la voluntad de Dios para el ser humano. Su cumplimiento le asegura el bienestar y la dicha. La urgencia de cumplir siempre la voluntad de Dios que nace de la  misma fe. Para nosotros se trata de “la ley perfecta del amor “que se encuentra en el Evangelio y se encarna en el seguimiento de Cristo    

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 6,22-29

Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna
Después que Jesús hubo saciado a cinco mil hombres, sus discípulos lo vieron caminando sobre el lago. Al día siguiente, la gente que se había quedado al otro lado del lago notó que allí no había habido más que una lancha y que Jesús no había embarcado con sus discípulos, sino que sus discípulos se habían marchado solos. Entretanto, unas lanchas de Tiberíades llegaron cerca del sitio donde habían comido el pan sobre el que el Señor pronunció la acción de gracias. Cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús. Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo has venido aquí?" Jesús les contestó: "Os lo aseguro, me buscáis, no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros. Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a éste lo ha sellado el Padre, Dios." Ellos le preguntaron: "Y, ¿qué obras tenemos que hacer para trabajar en lo que Dios quiere?" Respondió Jesús: "La obra que Dios quiere es ésta: que creáis en el que él ha enviado." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
El texto de hoy  es el comienzo del discurso sobre el pan de vida, manifestación principal de Jesús en el evangelio de san Juan. Aquí vemos como la gente que busca a Jesús es parte de la multitud ante la cual partió el pan y a la que luego alimentó. Jesús conoce el corazón de las personas y sabe que lo buscan por el pan que los ha saciado.

Todavía no llegan a descubrir que el verdadero milagro no está solo en saciar lo físico sino en creer y comprometerse con el proyecto del Reino. Jesús recrimina a esa multitud de seguidores-entusiastas porque no son conscientes de lo que están haciendo; no han comprendido el sentido último de los signos realizados (multiplicación de los panes y caminar sobre las aguas); están interesados únicamente en los beneficios que pueden recibir del mismo Jesús. Esta multitud no busca al Maestro, quien es la luz y la vida; sólo buscan el alimento transitorio, aquel que mantiene nuestra vida terrena-biológica. El interés de Jesús es que sus seguidores puedan encontrar en él el alimento que otorga el sentido pleno a la existencia y a la historia (Dios), y que puedan recuperar la dignidad y la vida que el poder de dominio de algunos pocos les ha arrebatado.  
La obra de Dios consiste en que crean en Jesús y que la fe en él alcance la madurez a través de un proceso y de un itinerario de crecimiento. Para desarrollar ese proceso hay que disponerse a caminar con Jesús, a conformar comunidades de discípulos  y discípulas que se dejan guiar, formar y enviar por él. Con perseverante paciencia y sabiduría, Jesús invita a todos a su seguimiento. A quienes aceptan seguirlo, los introduce en el misterio del Reino de Dios, desarrolla en cada uno las potencialidades de su persona, los forma en la fuente del amor y los envía a anunciar la Buena Noticia con la fuerza del Espíritu y las urgencias de la realidad. Solo así podemos ser orgullosamente discípulos y misioneros.

ORACIÓN
Señor, muchos(as) vivimos cansados(as) de luchar por cosas efímeras y pasajeras descuidando  lo verdaderamente importante, nuestra relación y encuentro contigo; buscamos el pan que se acaba y no el pan verdadero que permanece,  buscamos primero las cosas materiales y nos olvidamos  de nuestro pan espiritual,  tu Palabra, nos alimentamos físicamente pero dejamos de alimentar nuestro espíritu. Ayúdanos Señor a buscarte  de todo corazón no por lo que haces sino por lo que eres, Señor queremos ser  discípulos tuyos, a hacer comunidad y ser  verdaderos   constructores de tu Reino.   Amén.

“Soy peregrino(a) en este mundo, que va de paso, y se dirige a su patria: la eternidad con Dios”


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