“MUJER
GENERADORA DE VIDA”
En
Pascua entramos a celebrar el triunfo de Jesús sobre la muerte y todo lo que
significa destrucción y derrota en el ser humano. Cincuenta días vamos a estar
reflexionando entorno a la vida como esperanza, hasta Pentecostés. Les
proponemos a partir de los siguientes renglones, hacer una reflexión de la
resurrección en clave de mujer generadora de vida.
Las
mujeres han ido al sepulcro, el cuerpo no aparece, algunos han huido y otros se
encuentran escondidos y temerosos, ante la realidad de la persecución, pero
ellas como no tienen nada que perder (no tienen papel significativo en la
sociedad de ese tiempo), se quedaron allí en la cruz, se arriesgaron a
acompañarlo y se lanzan a buscarlo para
servirle y amarlo aún en el sepulcro, sin tener en cuenta que “la promesa de
Dios no se había cumplido”. Por esta razón, al encontrarse cerca, la mujer recibe el anuncio y privilegio de verlo resucitado.
La
relación entre la mujer y su Creador, su Maestro y Consolador, es el punto de partida para que
como discípula mantenga una cercanía profunda, afectiva y de mucha valentía,
como nos lo muestran mujeres de la biblia a través de la historia: Rahab, mujer que se une a la causa de la
liberación del pueblo de Israel, Rut,
sinónimo de la amistad fiel, Esther, mujer de fe y esforzada que arriesga la
vida por su pueblo, María de Nazaret, se entrega a la voluntad de su Señor y
conoce su realidad social, María Magdalena y otras discípulas, las primeras
testigos de la resurrección; entre muchas más, de quienes podemos
conocer escudriñando la Palabra.
La
calidad del testimonio discipular de la mujer,
como generadora de vida, se mide
por su inmenso amor, que desde sus vivencias de dolor de parto, de sueños, de sufrimientos, engaños,
esfuerzos, diversidad, soledad,
soltería, abandono….., se encuentra , acepta
y sigue a ese Dios que la lanza a:
Ø
Dejar el cántaro y cambiar de vida
Ø
Ayudar y amar a los demás
incondicionalmente
Ø
Vivir autentica fe viendo y atendiendo
las necesidades de su comunidad
Ø
Generar cambios en su entorno con
confianza y esperanza en un Dios grande y misericordioso.
Ø
Ser constructora de amor, paz y
fortaleza para otros
Ø
Descubrir a Dios en cada persona y
circunstancia
Ø
Buscar mayor comprensión, diálogo y
cambio de actitud para mejorar las relaciones con los demás.
Ø
Anhelar el crecimiento espiritual
intensificando la lectura de la Palabra que conlleve a su conocimiento y profundización
Jesús
sí que le dio un papel preponderante a la mujer, porque sabía con qué calidad
la había creado el Padre, haciéndola
madre, con una capacidad de amor muy similar al suyo, “Si una madre no es capaz
de dar una piedra a su hijo cuando le pide pan, mucho menos Él…”. Como no
identificarlas como generadoras de vida
cuando sacan fuerzas de donde no las tienen para cuidar y formar a sus hijos, e
hijas y se quitan el pan de la boca para alimentarles,
luchan por la justicia y se salen de sí mismas para dar a quien lo necesite.
Mujeres,
estamos llamadas también a ser y hacer fuerza social y signo de resurrección,
con nuestra manera de hablar, comportarnos, sentir, hacernos hijas de Dios,
sencillas, compasivas, bondadosas, humildes, sabias y adheridas a la guía de Él
para transformar nuestro entorno. Tengamos siempre presente que no podemos
dividirnos y que juntas y juntos, mujeres y hombres, debemos forjar un mundo
donde se mantengan vivos los sueños, se ame la vida y se formen personas más
humanas, fraternas y espirituales.
En la
elegida para ser la Madre del Jesús liberador, se hace un reconocimiento del
papel protagónico de la mujer, en la disposición para amar, servir, trascender
al dolor, ser fiel y sobre todo vivir guiada por el Espíritu para decir: hágase
en mi según la Palabra de mi Señor, para así, desde nuestras familias, regiones y comunidades, formar y
ayudar a cambiar vidas, sociedades y generaciones.
Madre,
damos gracias a Dios por encargarte de realizar en gran medida el papel de
Jesús aquí en la tierra, Él te hace ángel, de amor pleno, no permitas que esto
se pierda, somos dignas pastoras encomendadas por Jesucristo. Feliz misión, de la que hacemos un
reconocimiento en este mes de Pascua y resurrección.
Un
abrazo fuerte y mil bendiciones se
derraman sobre sus vidas, mujeres y madres del Día a Día con la Palabra.
Servidoras
de la pequeña comunidad Casa Abierta
ORACIÓN
AL COMENZAR EL DÍA
En cada amanecer
de este mes tengo presente, mi Señor, tu paso de la muerte a la vida. Si, se
cumplió la promesa, se consumó tu misión en la tierra y resplandeció tu
presencia de nuevo en la comunidad de las mujeres y hombres que tuvieron el
privilegio de tenerte tan cerca, caminar y aprender de Tí. Gracias, porque si
nos disponemos a recibirte en nuestra casa,
también hoy estarás tan cerca,
que podremos sentirte y seguirte. Te entregamos este encuentro con la Palabra
para que sea fructífero, a tal punto que con la unción de tu Espíritu Santo
logremos comprender muchas más cosas de tu proyecto de amor, que ya no es un
misterio, sino camino, verdad y la vida.
Queremos ser más como Tú Señor, queremos ser vasos de tu amor, permanecer
y pasar por esta tierra con una nueva
manera de pensar, de sentir, de hablar de obrar, para, en comunidad, generar
vida y ser signo de resurrección y fuerza social, cada día de nuestra existencia. Amén
ORACIÓN
AL FINALIZAR EL DÍA
Señor en las
noches de Pascua, queremos revisar cómo va quedando nuestro vestido nuevo, queremos ser verdaderos discípulos(as) y
misioneros(as) tuyos; tener las características de un testigo auténtico, para hacernos
de verdad a tu imagen y semejanza y así atraer a otros(as) hacia ti, más que
con nuestras palabras, con nuestras acciones y reacciones. Ayúdanos a tener compasión,
bondad, humildad y obediencia con todos los que nos rodean.
Por favor que a
través del descanso nocturno, el soplo de tu Espíritu se pose sobre nosotros
para que nuevo día, logres seguir
martillando y fundiendo nuestro ser y cada noche encontremos herramientas para
seguir naciendo de nuevo. Gracias Amado Creador, Liberador y Consolador.
Amén
PROMESA
BÍBLICA DEL MES
“Las
mujeres al REGRESAR al sepulcro VEN a
Jesús resucitado y CORREN a CONTARLO a los discípulos (COMUNIDAD)”
Mat.28, 1-8