CUARESMA 2014: EL SER HUMANO EN BUSCA DE LOS TRES GRANDES AMORES
Continuaremos
en este mes el tiempo que ya iniciamos de la Cuaresma. Como lo hemos
conversamos con muchos de ustedes, el término cuaresma viene de cuarenta, cuyos
significado es: purificación preparación y penitencia. Época rica en simbología
y especialmente en oportunidades para la revisión de nuestra vida personal,
familiar y comunitaria; días donde el gran énfasis es la invitación a la
“Conversión”, pero a la vez también un tiempo tan pobre, que se ha reducido a
veces a simples practicas externas de religiosidad y piedad alienante. ¿Cómo
lograr extraer mejores frutos de la Cuaresma?
Por
siglos, los cristianos han celebrado la Cuaresma, la seguimos celebrando y se
va a celebrar, no sabemos hasta cuándo. Pero siempre habrá algo que debe
preocupar: ¿Por qué las cosas siguen igual? ¿Por qué aunque los templos se
llenan, no se ven cambios reales y duraderos en nuestro comportamiento humano y
cristiano? Quizás ocurre que no se ha hecho de este tiempo litúrgico y de otros
una verdadera experiencia y encuentro personal con el que todo lo cambia,
reconcilia y transforma, Jesús de Nazaret.
Por
eso para que se de ese encuentro con el resucitado es muy importante subrayar
el valor y la importancia de:
ü
El Encuentro con la Palabra
ü
La Comunión en la oración
ü
La Solidaridad y fraternidad en
comunidad
ü
La Misión desde el servicio a los más
necesitados
De
esta manera haremos resonancia a la misma Palabra que vendrá y no volverá vacía
(Is. 55,10) “Como la lluvia, así caerá mi Palabra, no volverá a mi sin antes
haber dado su fruto”.
Estas
anteriores herramientas definitivamente, no solamente en este tiempo sino
siempre, nos tienen que llevar a un reencuentro vivo con los tres grandes amores
de la existencia humana:
1.
DIOS
– fuente de todo amor- El medio para encontrarme con Él es la ORACIÓN (manos
levantadas)
2.
YO
-Rencuentro conmigo mismo(a)– El medio para encontrarme el AYUNO(me abrazo)
3.
EL
OTRO(A)- el prójimo–El medio para encontrarme con el otro es la OFRENDA
generosa en el servicio a los demás (manos
extendidas).
La
Cuaresma también en su objetivo, como lo vimos antes que es la conversión, es
un tiempo propicio para regresar a la casa del Padre; como el Hijo Prodigo, que
después de despilfarrar todos sus bienes y tocar fondo, se arrepiente (dolor y
reconocimiento del error cometido y decisión de cambio) y decide regresar para
amar radicalmente a su Padre. La conversión, significa pues, un trasteo, o
cambiar de dirección, es decir pasar de una situación a otra: de la oscuridad a
la luz, de la muerte a la vida, etc. Recordemos que el gran clamor del
discípulo(a) arrepentido(a) es el del salmo “misericordia Señor, que he caído”
(salmo50 (51)). Caímos, ¿Habrá un nueva oportunidad?, ¿Podremos levantarnos?
(Jer. 8,14).
Terminemos
recordando que no estamos solos en este camino o desierto cuaresmal, donde muy
seguramente están al asecho las tentaciones, pruebas o crisis; el Espíritu que
acompaño a Jesús desde el bautismo y lo llevo a vencer en el desierto al mal
(diablo) y sus pruebas, también está contigo y conmigo y nos acompañará para
que en Jesús todos seamos vencedores en nuestras tentaciones y crisis.
Finalmente la última semana de este mes nos llevara a iniciar la gran
celebración de la Pascua, que se iniciará con la Semana Mayor o Semana santa,
que en si es el final de la Cuaresma.
Les
deseo un especial encuentro con estos tres amores, para unas felices pascuas.
Bendiciones
Roberto
Zamudio
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