AL COMENZAR EL DÍA
Bendito
Dios, al comenzar este nuevo día quiero agradecerte y alabarte. Me dispongo a
encontrarme contigo, conmigo y con el prójimo, por eso pido al Espíritu Santo
que me ayude a centrar todo mi ser para
buscar tu presencia, dialogar y recibir tu paz y amor, reconociendo tu acción
bondadosa en mi vida.
Examíname,
dame conciencia de mis acciones y ayúdame a encauzar aquellas debilidades,
temores y frustraciones que me impiden ser y hacer como Tú nos enseñas y guías.
Sí Señor, que este tiempo de cuaresma y pascua me lleve a hacer altos en el
camino cada mañana para interiorizar acerca de mí mismo(a) y suplicarte hacerme
más humilde, obediente, sencillo(a),
sabio(a) y sobre todo dispuesto(a) a darme y donarme a los que más lo
necesiten, basándome en tu Palabra y realizando, con tu ayuda, los cambios y sanidad que yo requiera para
ser discípulo(a) y promotor(a) de tu Evangelio. Amén.
AL FINALIZAR EL DÍA
Vengo
esta noche ante Ti, con la fe puesta en tu amor, porque me das la protección y
me libras de todas mis luchas. Eres mi escudo, mi gloria, el que levanta mi
cabeza. Tan pronto como te llamo, me respondes. Te entrego, Dios de la vida,
mis temores y miedos que no me permiten confiar en Ti, ni me dejan avanzar en
la consecución de mis metas. Tú sabes que muchas veces me desanimo por cosas
que no valen la pena, me angustio, siento que me ahogo en un vaso de agua y como si muchas tormentas sacudieran mi
vida, cuando son solo vientos que no logran moverme.
Se
el alivio para mi corazón, el consuelo para mi alma cuando sienta que no puedo
más. Yo me acuesto, me duermo, y me levanto, porque creo, mi Dios, que Tú me
sostienes. Amén.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Mensaje o Intercesión por: