jueves, 1 de agosto de 2013

Sábado 10 de Agosto de 2013


“SERVIR A DIOS,  

DESINTERESADAMENTE EN LOS 

NECESITADOS”


Fiesta de San Lorenzo, diácono y mártir.

PRIMERA LECTURA
2 CORINTIOS 9,6-10

“Al que da de buena gana lo ama Dios”
Hermanos: Recuerden que el que poco siembra, cosecha poco, y el que mucho siembra, cosecha mucho. Cada cual dé lo que su corazón le diga y no de mala gana ni por compromiso, pues Dios ama al que da con alegría. Y poderoso es Dios para colmarlos de toda clase de favores, a fin de que, teniendo siempre todo lo necesario, puedan participar generosamente en toda obra buena. Como dice la Escritura: “Repartió a manos llenas a los pobres; su justicia permanece eternamente”.
Dios, que proporciona semilla al sembrador y le da pan para comer, les proporcionará a ustedes una cosecha abundante y multiplicará los frutos de su justicia.

REFLEXIÓN
La liturgia de hoy, en esta celebración del diácono Lorenzo nos invita de nuevo a reflexionar en el tema del servicio, compartir, negarse en favor de los demás. En esta primera lectura, Pablo invita a la comunidad de Corinto para que no sean tacaños y se unan a la ofrenda a favor de la comunidad de Jerusalén. Les pide que sean generosos, sabiendo que dependiendo de la siembra, así será también la cosecha. Les presenta, además un argumento teológico: “¿Si Dios nos ha colmado de toda clase de favores, porque no compartir con los demás?, es lógico que nosotros seamos generosos con los otros, así Dios siempre premiará, bendecirá y no se dejará ganar en generosidad con el que comparte”. Ahora bien, no se debe dar por un interés egoísta, sino con alegría y amor.
La ofrenda cristiana no consiste en dar de lo que nos sobra, sino en darnos a nosotros mismos con amor en todo lo que compartimos y entregamos. Por tanto la ofrenda no es solo dinero o cosas, sino también la donación generosa de nuestro tiempo, vocación, talentos o carismas a favor de los hermanos que más lo necesiten.
El compartir debe buscar dar una respuesta integral del que lo necesita: en lo económico, en lo intelectual, cultural, en lo emocional,  y en lo espiritual. El compartir solidariamente con lo demás debe ser el gran testimonio de la comunidad del resucitado.     

SALMO RESPONSORIAL: 36
R./ El Señor es quien salva  los justos.

Confía en el Señor y haz el bien,
habita tu tierra y practica la lealtad;
sea el Señor tu delicia,
y él te dará lo que pide tu corazón. R.

Encomienda tu camino al Señor,
confía en él, y él actuará:
hará tu justicia como el amanecer,
tu derecho como el mediodía. R.

Apártate del mal y haz el bien,
y siempre tendrás una casa;
porque el Señor ama la justicia
y no abandona a sus fieles. R.

El Señor es quien salva a los justos,
él es su alcázar en el peligro;
el Señor los protege y los libra,
los libra de los malvados y los salva
porque se acogen a él. R.

OREMOS CON EL SALMO
Siguiendo el tono de las reflexiones de los sabios, este salmo proclama la felicidad que gozará el que es  justo, bueno, clemente y compasivo. Las bienaventuranzas de Jesús proponen temas complementarios en relación con su proclamación del Reino de Dios, que él hace presente entre las personas.

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 12, 24-26
“Si el grano de trigo muere, producirá mucho fruto” 
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Yo les aseguro que si el grano de trigo sembrado en la tierra, no muere, queda infecundo; pero si muere, producirá mucho fruto. El que se ama a sí mismo, se pierde; el que se aborrece a sí mismo en este mundo, asegura para la vida eterna.
El que quiera servirme que me siga, para que donde yo esté, también esté mi servidor. El que me sirve será honrado por mi Padre».

REFLEXIÓN
La comunidad de Juan, el discípulo amado, nos invita a reflexionar en la línea de la primera lectura, es decir, en la línea del darse, el compartir. El Señor Jesús nos recuerda que no se produce vida (fruto sin dar la propia); amar es darse sin límite, hasta desaparecer si es necesario. Solamente donde el amor que se comparte, libera, sana, y se realiza plenamente el ser humano. La muerte misma de quien  ama sin límites    se convierte en la culminación de aquel proceso de donación de sí mismo. “El desarrollo, crecimiento, realización o felicidad plena no depende de una religión o de la transmisión de una doctrina; sino de una muestra extrema de amor (si el grano de trigo no muere, no tendrá vida, permanecerá el sólo).
El verdadero discípulo(a) de Jesús colabora con Él, en la tarea de la construcción de una nueva sociedad: la de la civilización del amor, aún en medio de la hostilidad, los obstáculos y la persecución. Pero también no debe temer porque se encuentra con su maestro   en la dimensión del Espíritu, en el proyecto del hogar del Padre, es decir en el de la casa de Betania, o casa abierta. El hombre y la mujer verdaderamente poseídos por el amor son libres para vivir su presente y en cada presente se entregan totalmente; la entrega total en el amor en cada momento es el significado de morir. Podremos viajar, hacer muchas cosas, o tener grandes posesiones, pero nunca debemos perder de vista que lo importante y donde me estoy jugando el partido importante de la felicidad de la vida es el amor que hacemos compartido, en el servicio a los demás. Ese tiene que acabar siendo nuestro fin o nuestra más importante y auténtica riqueza.     

ORACIÓN

Señor cuando vamos entendiendo tu mensaje, que grato es saber que eres un Dios cuyo proyecto es ocuparse por los menos favorecidos y que siempre estás buscando la igualdad de derechos. Por eso nos invitas a ser sembradores, a seguirte, despojándonos de corazón de todo lo que nos hace insensibles al dolor humano y al amor por todo lo creado. Llénanos del Espíritu Santo  para aprender a dar generosamente y en justicia, como Tú nos das. Amén

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