miércoles, 1 de febrero de 2012

DOMINGO, 26 DE FEBRERO DE 2012

“EL ESPÍRITU DEL BAUTISMO”
PRIMERA LECTURA
GÉNESIS 9,8-15


“EL PACTO DE DIOS CON NOE SALVADO DEL DILUVIO”
Dios dijo a Noé y a sus hijos: "Yo hago un pacto con vosotros y con vuestros descendientes, con todos los animales que os acompañaron: aves, ganado y fieras; con todos los que salieron del arca y ahora viven en la tierra. Hago un pacto con vosotros: el diluvio no volverá a destruir la vida, ni habrá otro diluvio que devaste la tierra." Y Dios añadió: "Ésta es la señal del pacto que hago con vosotros y con todo lo que vive con vosotros, para todas las edades: pondré mi arco en el cielo, como señal de mi pacto con la tierra. Cuando traiga nubes sobre la tierra, aparecerá en las nubes el arco, y recordaré mi pacto con vosotros y con todos los animales, y el diluvio no volverá a destruir los vivientes."


REFLEXIÓN
La primera lectura, contiene la “alianza de Dios con Noé”. La alianza famosa, la más importante, será la alianza con Abraham... La Alianza con Noé pertenece a un segundo plano de “la economía de la salvación”. ¡Nunca más habrá diluvio para destruir la tierra!, le asegura Dios a Noé (Génesis. 9,11). Y esta promesa va acompañada de un memorial: el arco iris, señal del nuevo pacto entre Dios y la humanidad. ¡El miedo al “diluvio” ha sido quebrado! Ahora tenemos una nueva alianza a partir de una alternativa de vida para todos los seres. El arca que ha abrigado a la familia se transforma en una gran casa acogedora de la vida, en donde el cuidado con los animales se destaca de una manera especial (Génesis. 9,1-7). Es la casa de la vida que coloca al ser humano en comunión con la tierra, con la naturaleza, con el cosmos.


SALMO RESPONSORIAL: 24
R. / Tus sendas, Señor, son mi misericordia y lealtad para los que guardan tu alianza.

Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas:
haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. R.

Recuerda, Señor, que tu ternura
y tu misericordia son eternas.
Acuérdate de mí con misericordia,
por tu bondad, Señor. R.

El Señor es bueno y es recto,
y enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humildes con rectitud,
enseña su camino a los humildes. R.

SEGUNDA LECTURA
1PEDRO 3,18-22

“ACTUALMENTE OS SALVA EL BAUTISMO”

Queridos hermanos: Cristo murió por los pecados una vez para siempre: el inocente por los culpables, para conduciros a Dios. Como era hombre, lo mataron; pero, como poseía el Espíritu, fue devuelto a la vida. Con este Espíritu, fue a proclamar su mensaje a los espíritus encarcelados que en un tiempo habían sido rebeldes, cuando la paciencia de Dios aguardaba en tiempos de Noé, mientras se construía el arca, en la que unos pocos -ocho personas- se salvaron cruzando las aguas. Aquello fue un símbolo del bautismo que actualmente os salva: que no consiste en limpiar una suciedad corporal, sino en impetrar de Dios una conciencia pura, por la resurrección de Jesucristo, que llegó al cielo, se le sometieron ángeles, autoridades y poderes, y está a la derecha de Dios.


REFLEXIÓN
La segunda lectura nos trae un tema complementario: la fuerza del bautismo. La imagen que nos trae el apóstol Pedro es un poco compleja, sobre todo por aquello de los "espíritus encarcelados". Pero la idea general es clara: así como Noé y su familia fueron salvados a través de las aguas del diluvio por el arca, mientras todo perecía, así los cristianos sobreviven a un mundo pecador a través de las aguas del bautismo.
Es interesante comparar al bautismo con un diluvio, por aquello que significaba el agua para los hebreos. El agua era a la vez señal devastadora de muerte y principio irreemplazable de vida. El agua podía hacer eso que describe el relato del diluvio: borrar, cancelar una historia y hacer desaparecer a los agentes de iniquidad. El agua tiene poder para arrasar y limpiar. Pero así mismo en contraposición de dar vida.
Ese poder "natural", sin embargo, es sólo un símbolo, una sugerencia del verdadero poder de Dios y que llega a nosotros con el bautismo. Lo que no es de Él, lo que no le pertenece, lo que no le agrada puede ser borrado radicalmente por la fuerza de su designio, que ha quedado patente en aquel que estuvo muerto y ahora vive por los siglos de los siglos (Apocalipsis 1,18). Confiados en esa gracia eficaz entramos de lleno en la cuaresma, sabiendo que el que nos ha llamado, ha recorrido el primero nuestra senda y ha tomado victoria de nuestra historia.



LECTURA DEL EVANGELIO
MARCOS 1,12-15

“SE DEJABA TENTAR POR SATANÁS, Y LOS ÁNGELES LE SERVÍAN”

En aquel tiempo, el Espíritu empujó a Jesús al desierto. Se quedó en el desierto cuarenta días, dejándose tentar por Satanás; vivía entre alimañas, y los ángeles le servían. Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía: "Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio."

REFLEXIÓN
El río Jordán, el desierto, y la Galilea son como un mismo “hilo conductor” de un desplazamiento fundamental que da inicio al evangelio de Marcos. Ahí percibimos el movimiento del reino de Dios que nos invita a movilizarnos en búsqueda de nuestros propios “lugares del Reino” donde se concreten y desarrollen nuestras opciones por la vida, por la dignificación de las personas y de las comunidades.
Hablemos del “desierto”, es la mediación muy frecuente de discernimiento, formación y maduración en el proyecto de Dios. Jesús es llevado por el Espíritu al desierto, lugar por excelencia donde Israel aprendió a ser pueblo. Sujeto y proyecto anudados alrededor de la memoria del éxodo dando inicio al evangelio de Jesús.
“Galilea” es el lugar donde Jesús concreta su opción de humanidad y de humanización. Esta geografía es para Jesús el espacio vital del Reino. Es un mar, una tierra y un pueblo abierto a las naciones del entorno. Las fronteras se “cruzan” dando lugar a la inclusión de lo diverso en múltiples “misturas”. Favorabilidad donde madura e irrumpe el kairós (el tiempo de Dios), del propio reino de Dios.
El paso del Jordán al desierto, plantea la articulación de movimientos mesiánicos proféticos que tienen en esos lugares, sus fuentes de inspiración y de organización. La confrontación con Satanás, como principio cósmico del mal que Marcos lo vincula con la enfermedad, la marginación y la muerte de los pobres, será para Jesús la definición de su vida por la ruta del reino de Dios. El desierto deja de ser lugar de prueba y penitencia según la tradición judía, para convertirse en lugar de aprendizaje definitivo en la confrontación y el desequilibrio. El Espíritu de Dios lleva a Jesús hasta la memoria original de Israel, donde, venciendo a Satán, la vida se torna en fidelidad hacia Dios y hacia lo humano.
El simbolismo de los “cuarenta” tiene que ver con el trauma del nuevo nacimiento. Los poderes de la historia se hallan enfrentados: Jesús como principio de la humanidad liberada desde Dios, y Satanás, que es signo y causa de la muerte en el mundo. Nos hallamos frente al relato de un nuevo origen. Marcos re-escribe la historia, llevándonos del agua del bautismo a la re-construcción de la humanidad, para decirnos que Jesús está ahí apostando por una opción de vida, dignidad y felicidad humana. Pero Jesús no asume el combate solitario. Jesús cuenta con fuerzas naturales y angelicales (la tierra y el cielo) favorables. Jesús se encuentra entre la tentación satánica y el servicio angélico. Es el dilema que permanentemente enfrentaremos. Marcos ha evocado estos poderes como en un espejo para que podamos mirarnos en ellos. Nos ha dicho lo que es tentar y servir, nos ha arraigado en la “historia original”. Ya en la historia concreta esos actores sobrenaturales desaparecen y es cuando Jesús nos enseña a servir, sirviendo a su comunidad discipular.
En definitiva, la palabra nos presenta este evangelio del comienzo del ministerio de Jesús, por paralelo con el comienzo de la cuaresma. La Cuaresma es la vida humana...


ORACIÓN
Señor Jesús te contemplamos a ti, hombre como nosotros, tentado por el demonio, pero vencedor con la fuerza del Espíritu. Te pedimos nos ayudes a vivir este camino cuaresmal con decisión y amor, porque queremos llegar a la pascua unidos(as) a ti, limpios(as) de toda maldad y firmes en la alianza que un día hicimos contigo en el bautismo. Te ofrecemos todo nuestro esfuerzo, como alabanza y gloria para Ti, que eres Vencedor. Amén

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Mensaje o Intercesión por: