sábado, 1 de enero de 2011

Sábado, 29 de enero de 2011

“SI QUIERES SERVIR AL SEÑOR, PREPÁRATE PARA LA PRUEBA”

PRIMERA LECTURA

HEBREOS 11,1-2.8-10

“ESPERABA LA CIUDAD CUYO ARQUITECTO Y CONSTRUCTOR IBA A SER EL SEÑOR"

Tener fe es tener la plena seguridad de recibir lo que se espera; es estar convencidos de la realidad de cosas que no vemos. Nuestros antepasados fueron aprobados porque tuvieron fe.
Por fe, Abraham, cuando Dios lo llamó, obedeció y salió para ir al lugar que él le iba a dar como herencia. Salió de su tierra sin saber a dónde iba, y por la fe que tenía vivió como extranjero en la tierra que Dios le había prometido. Vivió en tiendas de campaña, lo mismo que Isaac y Jacob, que también recibieron esa promesa. Porque Abraham esperaba aquella ciudad que tiene bases firmes, de la cual Dios es arquitecto y constructor.

REFLEXIÓN
La fe y su valor en la historia de los patriarcas es el centro de este texto bíblico, lleno de referencias a la historia y a la tradición del pueblo de Dios, el autor pretende mostrar la excelencia pero a la vez la simpleza de la fe, tener fe no es algo difícil, si Dios fuera un escondido que detestara a los seres humanos, hasta podríamos comprender la necesidad y la urgencia de grandes y complicados tratados para poder entender y evadir un dios de esa naturaleza, pero precisamente el Dios vivo y verdadero, es un Dios de amor, preocupado por el bien de sus criaturas, cercano y de fácil acceso, Dios no está lejos, Él está cerca de quienes lo llaman, por eso la fe, tal y como la entiende el autor es una confianza firme, segura, absoluta en la bondad de Dios que nos permite esperar pacientemente el cumplimiento de sus promesas.

SALMO RESPONSORIAL: LUCAS 1
R. Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado a su pueblo.

LECTURA DEL EVANGELIO
MARCOS 4,35-41

“¿POR QUÉ ESTÁN ASUSTADOS? TODAVÍA NO TIENEN FE?”

Al anochecer de aquel mismo día, Jesús dijo a sus discípulos:
--Vamos al otro lado del lago.
Entonces dejaron a la gente y llevaron a Jesús en la barca en que ya estaba; y también otras barcas lo acompañaban. En esto se desató una tormenta, con un viento tan fuerte que las olas caían sobre la barca, de modo que se llenaba de agua. Pero Jesús se había dormido en la parte de atrás, apoyado sobre una almohada. Lo despertaron y le dijeron:
--¡Maestro! ¿No te importa que nos estemos hundiendo?
Jesús se levantó y dio una orden al viento, y dijo al mar:
--¡Silencio! ¡Quédate quieto!
El viento se calmó, y todo quedó completamente tranquilo. Después dijo Jesús a los discípulos:
--¿Por qué están asustados? ¿Todavía no tienen fe?
Ellos se llenaron de miedo, y se preguntaban unos a otros:
--¿Quién será este, que hasta el viento y el mar lo obedecen?

REFLEXIÓN
Jesús vence a la tormenta con sólo una orden. Esta actitud cobarde de los discípulos es cuestionada por Jesús, ya que es signo de una fe aún débil, que necesita señales prodigiosas o extraordinarias (sanaciones o milagros) para poder creer; no son suficientemente conscientes de la presencia salvífica de Jesús en medio de ellos. La fe del discípulo se caracteriza por reconocer que Dios se hace presente en su vida y en la comunidad, que actúa desde dentro y que desde allí salva.
Con esta experiencia de la crisis que viven los discípulos de la barca, Marcos quiere hacer una clara reflexión de tipo existencial de lo que significa la fe. La fe simple y llanamente es confianza, no confiaron en Dios, a pesar de que Jesús estaba con ellos.
Hoy es un sentir común entre los que aún creemos en Dios que de muchos lados nos vienen los reclamos sobre la lejanía, o aún, la ausencia de Dios en nuestras vidas, muchos preguntan ¿Dónde está el Dios que le dio hijos a Abrahan siendo el viejo y su esposa estéril? ¿Dónde está el Dios que condujo a Moisés hacia la tierra prometida abriendo las aguas del mar para que pudieran pasar y que los libró de los peligros del desierto? ¿Dónde está el Dios que derrumbó los muros de Jericó? Dónde está el Dios que salvó a Daniel cuando estaba en el foso con los leones? ¿Dónde está el Dios que se manifestó a tanta gente con tanta facilidad en la antigüedad y parece esconderse hoy?
Ese sentir es también infortunadamente, el de algunos creyentes, pero valdría la pena preguntarnos desde Dios cómo se ve el asunto, porque la fe nos ayuda a mirar las cosas no solo desde la persona que confía en Dios, sino también desde el Dios en quien confía esa persona.


PARA REFLEXIONAR:
1. ¿Cómo respondería si Jesús me preguntara, ¿dónde están los hombres que como Daniel confían en mí y están dispuestos a arriesgarlo todo por fidelidad a mi Palabra?
2. ¿Mi fe es tan fuerte que estaría yo dispuesto(a) a abandonar mi estabilidad y tranquilidad como lo hizo Abrahan?

ORACIÓN
Definitivamente Señor, entiendo que la fe no es el resultado de los milagros, en cambio los milagros si son el resultado de la fe, por esto te pido que aumentes mi fe y mi confianza en Ti, que aunque se presenten muchas tormentas, siga firme creyendo que Tú siempre estás a mi lado para confortarme, consolarme y salvarme. Amén.

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