jueves, 1 de agosto de 2024

Jueves 29 de Agosto de 2024

 

 Martirio de San Juan el Bautista

 

“DAR LA VIDA POR CRISTO”

 

PRIMERA LECTURA

JEREMÍAS 1, 17-19

 

Diles que yo te mando. No les tengas miedo

 

En aquellos días recibí esta palabra del Señor: “Cíñete los lomos, ponte en pie y diles lo que yo te mando. No les tengas miedo, que si no, yo te meteré miedo de ellos. Mira; yo te convierto hoy en plaza fuerte, en columna de hierro, en muralla de bronce, frente a todo el país: frente a los reyes y príncipes de Judá, frente a los sacerdotes y la gente del campo. Lucharán contra ti, pero no te podrán, porque yo estoy contigo para librarte.” Oráculo del Señor.   Palabra de Dios.

 

REFLEXIÓN

 

Detengámonos en algunas frases del profeta Jeremías y con ellas contemplemos la valentía de Juan el Bautista. El Señor le dirige la palabra al joven Jeremías y le da órdenes en forma de imperativo:

 

1. Cíñete es decir prepárate para emprender algo nuevo, para empezar un camino.

2. Prepárate,  la misión que se le encomienda a Jeremías requiere de su parte una fuerte dosis de preparación.

3. Ponte en pie, pues se trata de enfrentar a un pueblo de corazón obstinado; y ponerse de pie es un signo de autoridad y valentía; tendrá que denunciarle al pueblo obstinado, que el proyecto que Dios les pide va más allá de los sacrificios rituales.

4. Diles lo que yo te mando, Jeremías no podrá hacer otra cosa que decir las palabras del Señor, a veces le parecerán demasiado duras y se sentirá casi incapaz de seguir anunciando el querer de Dios pero Dios estará con él y le dará el coraje necesario para enfrentar al pueblo.

5. No temas, no demuestres inseguridad delante de ellos para que yo no te quebrante. Terrible orden del Señor. El profeta no podrá desistir, ni mostrar miedo, su forma de hablar ha de ser la de uno que no tiene duda de la palabra que anuncia, de la autoridad que le ha sido conferida por la vocación con la que ha sido capacitado.         

 

SALMO RESPONSORIAL 70

R. / Mi boca contará tu auxilio

 

A ti, Señor , me acojo:

no quede yo derrotado para siempre;

tú que eres justo, líbrame y ponme a salvo,

inclina a mí tu oído y sálvame. R.

 

Sé tu mi roca de refugio,

el alcázar donde me salve,

porque mi peña y mi alcázar eres tú, 

Dios mío, líbrame de la mano perversa. R.

 

Porque tú, Dios mío, fuiste mi esperanza

y mi confianza, Señor, desde mi juventud.

En el vientre materno ya me apoyaba en ti,

en el seno tú me sostenías. R.

 

 Mi boca contará tu auxilio,

y todo el día tu salvación.

Dios mío, me instruiste desde mi juventud,

y hasta hoy relato tus maravillas. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

El salmista apela a su larga experiencia de anciano para expresar, en medio de la aflicción, su confianza inalterable en la ayuda del Señor. El quiere dejar un testimonio de la gracia de Dios a las generaciones venideras, se encuentra la petición y la acción de gracias. La comunidad discipular en su oración también recure a la memoria del pasado, expresa en el presente su fe y su confianza en la esperanza del Reino de Dios.

 

LECTURA DEL EVANGELIO

MARCOS 6,17-29

 

Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista

 

En aquel tiempo, Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel, encadenado. El motivo era que Herodes se había casado con Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan le decía que no le era lícito tener la mujer de su hermano. Herodías aborrecía a Juan y quería quitarlo de en medio; no acababa de conseguirlo, porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre honrado y santo, y lo defendía. Cuando lo escuchaba, quedaba desconcertado, y lo escuchaba con gusto.

La ocasión llegó cuando Herodes, por su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea. La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a Herodes y a los convidados. El rey le dijo a la joven: "Pídeme lo que quieras, que te lo doy." Y le juró: "Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino." Ella salió a preguntarle a su madre: "¿Qué le pido?" La madre le contestó: "La cabeza de Juan, el Bautista." Entró ella en seguida, a toda prisa, se acercó al rey y le pidió: "Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista." El rey se puso muy triste; pero, por el juramento y los convidados, no quiso desairarla. En seguida le mandó a un verdugo que trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre. Al enterarse sus discípulos, fueron a recoger el cadáver y lo enterraron.  Palabra de Dios.

 

REFLEXIÓN

 

Palabras como profeta, mártir, testigo parecen sinónimos. El profeta es quien denuncia, enrostra, cuestiona y confronta al poder establecido encarnado en una estructura social, institución o persona. La consecuencia del ejercicio de la profecía, generalmente, es el martirio. Y mártir y testigo son sinónimos. Juan Bautista es la síntesis del profeta-mártir-testigo. Confronta la corrupción y la crueldad de Herodes. Es encarcelado por este a pesar que le tenga cierta admiración y aprecio. Actitud que queda diluida porque lo encarcela y luego lo manda matar. ¿Cómo es posible que la danza de una chiquilla mimada y malcriada valga más que la cabeza de un ser humano con infinidad de valores? ¿Dónde queda el afecto y admiración del tirano por el bautista? Hoy siguen muriendo muchos bautistas fieles al evangelio de la vida y la dignidad humana. Muchos siguen siendo asesinados por los sistemas represivos generadores de muerte, violencia e injusticia. Pero la verdad y la justicia siempre prevalecerán porque son dones que brotan del corazón del mismo Dios.

Recordemos que la misión de Juan fue la de ser el precursor del evangelio de Jesús y tuvo que pagar un precio; nuestra misión hoy es la de ser continuadores de esa misma misión. Como Juan, nosotros preparamos la irrupción del Mesías en la vida del pueblo; como Juan, nuestra tarea principal se concentra en dar testimonio de la verdad que Dios revela en Jesús de Nazaret; como Juan, nosotros también debemos ayudar a otras personas a buscar y a seguir a Jesús.

 

ORACIÓN

Señor vivir a tu estilo y llevar la gran comisión es difícil, nos desestabiliza y hasta nos puede quitar la vida, solo en la certeza de que estás con nosotros y que tu Espíritu nos fortalece se puede caminar en Ti. Gracias porque nos regalas tantos medios para armarnos de valor y no desfallecer. Amén.

 

 

“La maldad queda derrotada ante el testimonio de quienes son coherentes con su fe”

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Mensaje o Intercesión por: