jueves, 1 de agosto de 2024

Martes 27 de Agosto de 2024

 

 


“QUE NADIE LOS DESORIENTE”

 

PRIMERA LECTURA

2TESALONICENSES 2, 1-3A. 14-17

 

Conservad las tradiciones que habéis aprendido

 

Os rogamos, hermanos, a propósito de la venida de nuestro Señor Jesucristo y de nuestra reunión con él, que no perdáis fácilmente la cabeza ni os alarméis por supuestas revelaciones, dichos o cartas nuestras, como si afirmásemos que el día del Señor está encima. Que nadie en modo alguno os desoriente. Dios os llamó por medio del Evangelio que predicamos, para que sea vuestra la gloria de nuestro Señor Jesucristo. Así, pues, hermanos, manteneos firmes y conservad las tradiciones que habéis aprendido de nosotros, de viva voz o por carta. Que Jesucristo, nuestro Señor, y Dios, nuestro Padre que nos ha amado tanto y nos ha regalado un consuelo permanente y una gran esperanza, os consuele internamente y os dé fuerzas para toda clase de palabras y de obras buenas.  Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

Hoy parece indudable que la primera predicación cristiana insistía con mucha fuerza y con mucho entusiasmo en el pronto retorno de Cristo como Señor del Universo. Entendían estos cristianos que la proclamación de la victoria del Resucitado no es sencillamente el comienzo de un nuevo orden visible, como si un genio del derecho se pusiera a reorganizar la sociedad o como si un brillante filósofo nos diera las claves de una vida feliz. La noticia de la Resurrección es más bien la declaración del breve tiempo que resta antes de que todo lo visible comparezca ante Cristo, ya no como Salvador sino como Juez. Con ese contexto comprendemos que una cierta prisa de amor llevaba a algunos de los primeros cristianos a anhelar el retorno de Jesucristo con tal intensidad que ciertas señales de su tiempo les parecían ya los preliminares de la gran manifestación del Señor. Las cosas llegaron al extremo de crear cierto nerviosismo o expresiones de fanatismo en algunos que vivían demasiado atentos a cualquier mensaje o profecía que fuera en la dirección de sus deseos. Pablo, que como creyente tanto anhelaba el retorno de Jesús, se vio en el deber de sosegar los ánimos, como vemos en la primera lectura de hoy. Aprendemos de estos hechos que el amor no puede adormecerse con mediocridad pero tampoco puede exaltarse con nerviosismo. Nuestra esperanza es grande y, por grande, serena.

 

SALMO RESPONSORIAL: 95

R. / Llega el Señor a regir la tierra

 

Decid a los pueblos: "El Señor es rey,

él afianzó el orbe, y no se moverá;

él gobierna a los pueblos rectamente." R.

 

Alégrese el cielo, goce la tierra,

retumbe el mar y cuanto lo llena;

vitoreen los campos y cuanto hay en ellos. R.

 

Aclamen los árboles del bosque,

delante del Señor, que ya llega,

ya llega a regir la tierra:

regirá el orbe con justicia

y los pueblos con fidelidad. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

La proclamación de la realeza del Señor es asociada en este himno a dos acontecimientos decisivos de su obra salvadora: la creación y el juicio. La primera establece en la naturaleza el orden querido por Dios, el segundo restablece en la historia el orden quebrantado por la injusticia. Por eso, todos los seres creados son invitados a celebrar jubilosamente la llegada del Señor, que viene a instaurar definitivamente su justicia.

 

LECTURA DEL EVANGELIO

MATEO 23, 23-26

 

Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello

 

En aquel tiempo, habló Jesús diciendo: ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el décimo de la menta, del anís y del comino, y descuidáis lo más grave de la ley: el derecho, la compasión y la sinceridad! Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello.

¡Guías ciegos, que filtráis el mosquito y os tragáis el camello! ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis rebosando de robo y desenfreno! ¡Fariseo ciego!, limpia primero la copa por dentro, y así quedará limpio también por fuera."  Palabra del Señor

 

REFLEXIÓN

Jesús continúa desnudando el alma de los fariseos y la nuestra. Qué fácil convertir la experiencia religiosa en un cúmulo de ritos, costumbres, ceremonias, tradiciones y normas. Qué fácil resulta quitarle la esencia al mensaje humanizador del evangelio para convertirlo en un sartal de prohibiciones con sus consabidas sanciones. Lo fundamental de la fe es la práctica contante de la misericordia, la justicia y el derecho. Si nuestra fe, es decir, nuestra adhesión a la persona de Jesús no nos lleva a una acción permanente de defensa de la dignidad del ser humano, particularmente del pobre y excluido, algo falta a nuestra fe. Estará mermada. Y esto no lo tolera el Maestro. No es un secreto para nadie que nuestra sociedad contemporánea vive con tolerancia y aceptación resignada la corrupción a todos los niveles, la violencia de todo género, la exclusión, explotación y segregación de toda especie. Por eso el evangelio de Jesús se convierte en un imperativo urgente para el seguidor del Nazareno. ¿Cómo hemos asimilado los valores de la misericordia, la justicia y el derecho en nuestra vida cotidiana? 

 

ORACIÓN

Señor perdónanos, pues aún perteneciendo a la iglesia y siendo tus discípulos(as) nos pueden faltar muchos valores que viniste a rescatar, como la cercanía personal a Ti  y desde allí la renovación de nuestro cuerpo, alma y  espíritu. Por eso llegamos a caer en la falta de sentir el dolor del otro, y atrevernos a intervenir y promover esa vida que tanto necesita de nuestra ayuda.  Haznos más conscientes de nuestros actos para no estar fuera de tu proyecto. Amén

 

 

“El mismo Jesús nos llama a buscar siempre la verdad, a curarnos de nuestra ceguera, aceptando la luz que Él trajo al mundo”

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