“DECIDIDOS
A REVERTIR TODA CONDENA A MUERTE”
PRIMERA
LECTURA
1SAMUEL
18, 6-9
“Mi padre
Saúl te busca para matarte”
Cuando
volvieron de la guerra, después de haber matado David al filisteo, las mujeres
de todas las poblaciones de Israel salieron a cantar y recibir con bailes al
rey Saúl, al son alegre de panderos y sonajas. Y cantaban a coro esta copla:
"Saúl mató a mil, David a diez mil". A Saúl le sentó mal aquella
copla, y comentó enfurecido: "¡Diez mil a David, y a mí mil! ¡Ya sólo le
falta ser rey!" Y a partir de aquel día Saúl le tomó ojeriza a David.
Delante
de su hijo Jonatán y de sus ministros, Saúl habló de matar a David. Jonatán,
hijo de Saúl, quería mucho a David y le avisó: "Mi padre Saúl te busca
para matarte. Estate atento mañana y escóndete en sitio seguro; yo saldré e iré
al lado de mi padre, al campo donde tú estés; le hablaré de ti y, si saco algo
en limpio, te lo comunicaré. Así pues Jonatán habló a su padre Saúl en favor de
David: "¡Que el rey no ofenda a su siervo David! El no te ha ofendido, y
lo que él hace es en tu provecho: se jugó la vida cuando mató al filisteo y el
Señor dio a Israel una gran victoria; bien que te alegraste al verlo. ¡No vayas
a pecar derramando sangre inocente, matando a David sin motivo!" Saúl hizo
caso a Jonatán y juró: "¡Vive Dios, no morirá!"
Jonatán llamó a David y le contó la
conversación; luego lo llevó donde Saúl, y David siguió en palacio como
antes. Palabra Dios.
REFLEXIÓN
De la primera lectura de hoy podemos aprender
que la transición del reinado de Saúl al de David no fue fácil. Lo lógico, lo
esperado, era que el sucesor de Saúl fuera un descendiente suyo. Pero Dios
había descartado a Saúl, como el mismo profeta Samuel había tenido que
aprender, no sin dolor. Y sabemos la causa de este rechazo a Saúl. No es
exactamente porque él fuera el más pecador de los seres humanos. Muy al
contrario, en la larga serie de los reyes en Jerusalén hubo gente mucho más
"perversa", si se quiere. Lo grave de Saúl fue la desobediencia: su
manera de imponer su voluntad interpretando a capricho los designios de Dios.
Un rey así, lejos de ayudar al reinado de Dios, iba simplemente a impedirlo.
En todo caso, a Samuel le tocó la peor parte,
en cierto sentido, porque tuvo que presenciar la caída de Saúl sin contar
todavía con la consolidación de David. Además, a medida que Saúl entendía que
el elegido era David, más se llenaba se odio hacia él y más lo atacaba. El
drama es que Saúl sabía en el fondo de su corazón la verdad de todo esto, pero
no podía aceptar esa verdad. Sabía, pero odiaba lo que sabía. Sin duda
sorprende que en medio de estos sentimientos tan oscuros de Saúl haya podido
nacer una amistad tan ejemplar como la que se dio entre David y el propio hijo
de Saúl, Jonatán. Podemos decir que fue como un signo con el que el Señor
bendijo aún la memoria de la familia del rey rechazado y obstinado, y fue
también un modo de mostrarnos que su gracia puede crecer y prosperar hasta en
las circunstancias más adversas.
SALMO
RESPONSORIAL: 55
R. / En
Dios confío y no temo.
Misericordia,
Dios mío,
que me
hostigan, me atacan
y me
acosan todo el día;
todo el
día me hostigan mis enemigos,
me atacan
en masa. R.
Anota en
tu libro mi vida errante,
recoge mis lágrimas en tu odre, Dios mío.
Que
retrocedan mis enemigos
cuando te
invoco y así sabré que eres mi Dios. R.
En Dios,
cuya promesa alabo,
en el
Señor, cuya promesa alabo,
en Dios
confío y no temo;
¿qué
podrá hacerme un hombre? R.
Te debo,
Dios mío, los votos que hice;
los
cumpliré con acción de gracias. R.
LECTURA
DEL EVANGELIO
MARCOS 3,
7-12
“Los espíritus inmundos gritaban: "Tú
eres el Hijo de Dios", pero Jesús les prohibía que lo diesen a conocer”
En aquel tiempo, Jesús se retiró con sus
discípulos a la orilla del lago, y lo siguió una muchedumbre de Galilea. Al
enterarse de las cosas que hacía, acudía mucha gente de Judea, de Jerusalén y
de Idumea, de la Transjordania, de las cercanías de Tiro y Sidón. Encargó a sus
discípulos que le tuviesen preparada una lancha, no lo fuera a estrujar el
gentío.
Como había curado a muchos, todos los que
sufrían de algo se le echaban encima para tocarlo. Cuando lo veían, hasta los
espíritus inmundos se postraban ante él, gritando: "Tú eres el Hijo de
Dios". Pero él les prohibía severamente que lo diesen a conocer. Palabra
del Señor.
REFLEXIÓN
Las multitudes siguen a Jesús y hay un fuerte
acaloramiento, en cuanto la gente siente un entusiasmo un tanto enfermizo.
Jesús sabiamente no se deja embriagar del exaltamiento de la población. Él sabe
guardar su puesto en la Historia de la Salvación. La salvación que Dios ofrece,
y de la cual Jesús es portador, apunta en otro sentido. Su acción ha de tocar
no a las multitudes, sino el corazón de la persona en concreto, para doblegar
su orgullo y para que se inicie en la persona, que tiene una experiencia de él,
un proceso de conversión que le haga nacer de nuevo.
Ayer como hoy hay una gran multitud deseosa
de salvación. Pero hemos de tener mucho cuidado. El proceso de conversión ha de
darse en el interior de la persona y posteriormente en la experiencia
comunitaria concreta en la que desarrolla su vida. Hemos de responder al
llamado de Dios con una fe responsable, para luego comenzar el seguimiento de
su causa. Esta es la manera concreta de aceptar a Jesús como el Salvador y el
Señor. ¿Cómo estás viviendo el seguimiento de Jesús? ¿De qué manera estás
experimentando a Dios en tu vida?
ORACIÓN
Padre
Bendito, abre hoy nuestra mente y nuestro corazón para escucharte para tener
oídos atentos a tu llamado y a tu
propuesta de cambio y transformación, queremos dejarnos seducir por tu Palabra y que ella nos guíe que tu a través de ella
seas la luz que guíe nuestros pasos, la fortaleza de nuestras vidas, hoy te
pedimos que podamos sentir como tú la locura de tu Reino, que todo lo haces
nuevo, que reviertes toda maldición en bendición y toda muerte en vida. Amén.
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