sábado, 1 de junio de 2019

Miércoles 12 de Junio de 2019


“VIVIR SEGÚN EL ESPÍRITU DE LA NUEVA ALIANZA”

PRIMERA LECTURA
2CORINTIOS 3,4-11

“Nos ha hecho ministros de una alianza nueva, no de código escrito, sino de espíritu”

Hermanos: Esta confianza con Dios la tenemos por Cristo. No es que por nosotros mismos estemos capacitados para apuntarnos algo, como realización nuestra; nuestra capacidad nos viene de Dios, que nos ha capacitado para ser ministros de una alianza nueva: no de código escrito, sino de espíritu; porque la ley escrita mata, el Espíritu da la vida. Aquel ministerio de muerte -letras grabadas en piedra- se inauguró con gloria; tanto que los israelitas no podían fijar la vista en el rostro de Moisés, por el resplandor de su rostro, caduco y todo como era. Pues con cuánta mayor razón el ministerio del Espíritu resplandecerá de gloria. Si el ministerio de la condena se hizo con resplandor, cuánto más resplandecerá el ministerio del perdón. El resplandor aquel ya no es resplandor, eclipsado por esta gloria incomparable. Si lo caduco tuvo su resplandor, figuraos cuál será el de lo permanente. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
El apóstol Pablo es no sólo maestro sino testigo invaluable de la obra del Espíritu Santo. Su propia experiencia de vida se resume en haber sido arrollado por las aguas caudalosas de una gracia y un amor que cambiaron todo adentro de él, o mejor: que hicieron que todo lo suyo se convirtiera en instrumento puesto en manos de Dios para manifestar su gloria. Fue este apóstol el que una vez dijo: "No vivo yo, sino que Cristo vive en mí" (Gálatas 2,20). Hoy este mismo hombre nos deja ver que tiene clara conciencia de ser poseído por la virtud que viene de lo alto: "Ni siquiera somos capaces de pensar que algo procede de nosotros, sino que nuestra capacidad proviene de Dios." Este modo de obrar y hablar, este sabernos inundados del amor y del poder de Dios, es lo que llamamos vivir en el Espíritu Santo. Lo permanente es esta acción nueva del Espíritu, y es permanente porque no puede ser derrotada, ya que en Cristo hemos visto que ni la furia del maligno, ni el abandono de la cruz, ni la frialdad del sepulcro fueron mayores que la vida que Cristo anunció y trajo a nosotros. Pablo lo vio y vivió; nosotros si le creemos podemos verlo y vivirlo.
SALMO RESPONSORIAL: 98
R./ Santo eres, Señor, Dios nuestro.

Ensalzad al Señor, Dios nuestro,
postraos ante el estrado de sus pies:
Él es santo. R.

Moisés y Aarón con sus sacerdotes,
Samuel con los que invocan su nombre,
invocaban al Señor, y él respondía. R.

Dios les hablaba desde la columna de nube;
oyeron sus mandatos y la ley que les dio. R.

Señor, Dios nuestro, tú les respondías,
tú eras para ellos un Dios de perdón,
y un Dios vengador de sus maldades. R.

Ensalzad al Señor, Dios nuestro;
postraos ante su monte santo:
Santo es el Señor, nuestro Dios. R.

OREMOS CON EL SALMO
Este es un himno de aclamación a la realeza de Dios y de reconocimiento de su santidad. La santidad de Dios se muestra en el perdón y en las exigencias de justicia. La santidad soberana de Dios se manifiesta en el llamamiento que hace a todos a formar parte del pueblo  de Dios, consagrado por la sangre de Cristo.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 5,17-19

“No he venido a abolir, sino a dar plenitud”

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "No creáis que he venido a abolir la Ley o los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley. El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el Reino de los cielos." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
A veces la novedad genera espanto y nadie parece estar preparado para ella. Lo nuevo implica creatividad y está asociado con el futuro, con lo que nadie es capaz de ver más allá. Quizá las palabras de Jesús acerca de la Ley hayan provocado malas interpretaciones, tanto, que dentro de la comunidad judeocristiana existía el imaginario que Jesús llegó para anular lo antiguo, la Ley. No obstante, Jesús deja claro que ha venido a dar cumplimiento a la Ley y a los profetas, claro está, a través de la novedad del reino. Recuérdese que este proyecto sólo se hace posible a través de la vivencia de las bienaventuranzas como clave alternativa. Por eso, para ser considerado grande dentro del reino de los cielos debe de darse testimonio del proyecto de Jesús, asumiendo los riesgos de éste, luchando incansablemente por la justicia, es decir, la Ley. El reto de esta novedad hoy depende de nuestra respuesta a este compromiso: ¿será que nuestro proyecto de vida está encausado con el de Jesús?


 ORACIÓN
Señor queremos vivir en el verdadero sentido de la nueva alianza, esa que da sentido a la ley. La que nos enseña Jesús a través de esta Palaba escrita y del Espíritu Santo; la que se basa principalmente en el amor que nos lleva a tener relaciones armoniosas, de servicio y en comunión contigo para vivir en la voluntad original de Dios. Ayúdanos por favor para que así sea.  Amén.


“Ante Dios revisemos si hemos guardado  sus enseñanzas y hemos ayudado a otros a hacer lo mismo”

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