domingo, 1 de abril de 2012

Lunes 2 de abril de 2012

LUNES SANTO


"UN PERFUME QUE UNGE PARA LA SEPULTURA"


PRIMERA LECTURA
ISAÍAS 42, 1-7

“No gritará, no voceará por las calles”

Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, a quien prefiero. Sobre él he puesto mi espíritu, para que traiga el derecho a las naciones. No gritará, no clamara, no voceará por las calle.

La caña cascada no la quebrará., el pabilo vacilante no lo apagará, hasta implantar el derecho en la tierra, y sus leyes que esperan las islas.

Así dice el Señor Dios, que creo y desplegó los cielos, consolidó la tierra con su vegetación, dio el respiro al pueblo que lo habita y el aliento a los que se mueven en ella.

Yo, el Señor, te he llamado con justicia, te he cogido de la mano, te he formado, y te he hecho alianza de un pueblo, luz de las naciones. Para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos de la prisión, y de la mazmorra a los que habitan las tinieblas.

REFLEXIÓN
Durante estos días santos vamos a encontrarnos con los Cantos del Siervo de Yahvé del profeta Isaías. Son cantos que nos van anunciando la figura de este Siervo, que podría referirse al mismo pueblo de Israel, pero que poco a poco se va interpretando con el Mesías enviado por Dios con una misión muy concreta en medio de las naciones. El primer canto que escuchamos hoy presenta al Siervo como el elegido de Dios, lleno de su Espíritu, enviado a llevar el derecho a las naciones y abrir los ojos de los ciegos y liberar a los cautivos. Se describe el estilo con el que actuará, como la misión de ese Siervo no se prevé que sea fácil y así aparecerá en los siguientes cantos.

SALMO RESPONSORIAL: 26
R. / El Señor me ha coronado, sobre la columna me ha exaltado

El Señor es mi ley y mi salvación,
¿a quien temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿Quién Me hará temblar?. R.

Si un ejercito acampa contra mí,
mi corazón no tiembla;
si me declaran la guerra,
me siento tranquilo. R.

Una cosa pido al Señor,
eso buscaré:
habitar en la casa del Señor
por los días de mi vida; gozar de la dulzura del Señor,
contemplando su templo. R.

Él me protegerá en su tienda
el día del peligro;
me esconderá en lo escondido de su morada, me alzará sobre la roca. R



LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 12, 1-11

“María ungió con el perfume los pies a Jesús y se los enjugó con los cabellos”

Seis días antes de la Pascua, fue Jesús a Betania, donde vivía Lázaro, a quien había resucitado de entre los muertos. Allí le ofrecieron una cena: Marta servía y Lázaro era uno de los que estaban con él en la mesa.

María tomó una libra de perfume de nardo, auténtico y costoso, le ungió a Jesús los pies y se los enjugó con su cabellera. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume.

Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba a entregar, dice: ¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios para dárselos a los pobres? (Esto lo dijo no porque le importasen los pobres, sino porque era un ladrón; y como tenía la bolsa llevaba lo que iban echando)

Entonces Jesús dijo: Déjala: lo tenía guardado para el día de mi sepultura; porque a los pobres los tenéis con vosotros, pero a mi no siempre me tenéis.

Una muchedumbre de judíos se enteró de que estaba allí y fueron no sólo por Jesús, sino también para ver a Lázaro, al que había resucitado de entre los muertos. Los sumos sacerdotes decidieron matar también a Lázaro, porque muchos judíos, por su causa, se les iban y creían en Jesús.
Palabra de Dios

REFLEXIÓN

Jesús comparte en Betania una cena con sus amigos más cercanos. Cada uno de los tres hermanos atiende a Jesús de una manera particular. Lázaro como interlocutor, Martha en el servicio y María brindándole el gesto de acogida común en aquel entonces, lavar y secar los pies como gesto de hospitalidad y de acogida. María, al utilizar un perfume muy fino y costoso, está poniendo de manifiesto el inmenso amor que siente por Jesús. Contrasta con la actitud de Judas, que no comprende el gesto de la mujer y la cuestiona bajo el pretexto de ser solidario con los pobres. Jesús defiende el gesto de la mujer y le da un nuevo significado: le está preparando para la sepultura; ya que, según la costumbre de la época, a los muertos se les embalsamaba con perfumes. Tres aspectos sobresalen en el texto: el amor incondicional a Jesús que implica darle lo mejor de sí, darle lo más valioso; pretender utilizar la solidaridad con los pobres para alcanzar propósitos egoístas y mezquinos; e intentar eliminar a todo el que favorezca la conversión a Jesús. Nuestra solidaridad con los excluidos debe surgir de un auténtico amor compasivo y un fuerte deseo por la justicia y no como simple asistencialismo.

ORACIÓN
Gracias Señor porque en el transcurso del nuevo milenio podemos celebrar una vez más la Pascua contigo y con nuestra comunidad discipular. Ayúdanos a vivir ese auténtico amor sobreabundante y sin medida que se entrega en agradable olor, como signo de gratitud y reconocimiento a quien nos cambió la vida y merece toda alabanza. Amén.

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