domingo, 1 de agosto de 2010

Domingo, 1 de agosto

“TODO ES DON DE DIOS”

PRIMERA LECTURA ECLESIASTÉS 1,2-13

“QUE SACA EL HOMBRE DE TODOS SUS TRABAJOS”

¡Vana ilusión, vana ilusión!
¡Todo es vana ilusión!
¿Qué provecho saca el hombre
De tanto trabajar en este mundo?
Unos nacen, otros mueren,
Pero la tierra jamás cambia.
Sale el sol, se oculta el sol,
Y vuelve pronto a su lugar
Para volver a salir.
Sopla el viento hacia el sur,
Y gira luego hacia el norte.
¡Gira y gira el viento!
¡Gira y vuelve a girar!
Los ríos van nunca se llenan;
Y vuelven los ríos a su origen
Para recorrer el mismo camino.
No hay nadie capaz de expresar
Cuánto aburren todas las cosas;
Nadie ve ni oye lo suficiente
Como para quedar satisfecho.
Nada habrá que antes no haya habido;
Nada se hará que antes no se haya hecho.
¡Nada hay nuevo en este mundo!
Nunca faltará quien diga:
“¡Esto sí que es algo nuevo!”
Pero aún eso ya ha existido
Siglos antes de nosotros.
Las cosas pasadas han caído en el olvido,
Y en el olvido caerán las cosas futuras
Entre los que vengan después. Yo, el Predicador, fui rey de Israel en Jerusalén, y me entregué de lleno a investigar y estudiar con sabiduría todo lo que se hace en este mundo. ¡Vaya carga pesada que ha puesto Dios sobre los hombres para humillarlos con ella!

REFLEXIÓN

La palabra de Dios confronta hoy, una de las más fuertes tendencias del mundo moderno, trabajar, trabajar y trabajar sin parar en busca de niveles más cómodos de vida, a veces pisoteando la dignidad de muchos semejantes.
Esta primera lectura, proviene de la tradición sapiensal del antiguo testamento y hace parte de una serie de reflexiones en torno al sentido de la vida y de la historia del trabajo, allí, el predicador, encargado de orientar moralmente al pueblo, le pone en la encrucijada de optar por las comodidades logradas en el marco de lo terrenal o prestar atención a lo realmente definitivo, que es la sintonía entre la acción humana y orden de las cosas de Dios.

SALMO RESPONSORIAL: 89
R: Señor tú has sido nuestro refugio de generación en generación.

SEGUNDA LECTURA

COLOSENSES 3, 1-11

“CUÍDENSE DE CUALQUIER CODICIA”

¡Por lo tanto, ya que ustedes han sido resucitados con Cristo, busquen las cosas del cielo, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios. Piensen en las cosas del cielo, no en las de la tierra. Pues ustedes murieron, y Dios les tiene reservado el vivir con Cristo. Cristo mismo es la vid de ustedes. Cuando él aparezca, ustedes también aparecerán con él llenos de gloria. Hagan, pues, morir todo lo que hay de terrenal en ustedes: que nadie cometa inmoralidades sexuales, ni haga cosas impuras, ni siga sus pasiones y malos deseos, ni se deje llevar por la avaricia (que es forma de idolatría). Por estas cosas viene el terrible castigo de Dios sobre aquellos que no lo obedecen; y en su vida pasada ustedes las hacían. Pero ahora dejen todo eso: enojo, la pasión, la maldad, los insultos y las palabras indecentes. No se mientan los unos a los otros, puesto que ya se han despojado de lo que antes eran y de las cosas que antes hacían, y se han revestido de la nueva naturaleza: la del nuevo hombre, que se va renovando a imagen de Dios, su Creador, para llegar a conocerlo plenamente. Ya no tiene importancia el ser griego o judío, el estar circuncidado o no estarlo, el ser extranjero, inculto, esclavo o libre, sino que Cristo es todo y esté en todos.

REFLEXIÓN

Esta segunda lectura nos ubica en las claridades que San Pablo hace a los cristianos de Colosas, estableciendo una diferencia categórica entre las cosas del cielo y las de la tierra; mientras las primeras, equivalen a la realización del proyecto de Jesús, en cuanto a opciones, radicalidad, muerte y resurrección; las segundas están determinadas por los intereses egoístas de poder, tener y placer que no tienen para nada en cuenta un proyecto de identidad comunitaria. En la última parte de esta segunda lectura, Pablo concreta su anuncio, invitando a vivir en la verdad, que es el mismo Cristo resucitado. Otras opciones suponen el engaño y la mentira, conductas propias de los que se han hecho poderosos y han configurado reinos e imperios de injusticia. Por otra parte el apóstol subraya el carácter universal del proyecto cristiano, configurado en Cristo donde ya no hay fronteras, ni barreras de nacionalidad, raza o cultura, eso es realmente innovador en el cristianismo, en cuanto recrea su forma de entender el mundo, la sociedad y el reino de Dios haciendo de éste un proyecto altamente incluyente.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 12, 13-21

“BUSQUEN LOS BIENES DE ALLÁ ARRIBA DONDE ESTÁ CRISTO”

Uno de entre la gente le dijo a Jesús:
Maestro, dile a mi hermano que me dé mi parte de la herencia. Y Jesús le contestó: Amigo, ¿Quién me ha puesto sobre ustedes como juez o partidor? También dijo: Cuídense ustedes de toda avaricia, porque la vida no depende del poseer muchas cosas. Entonces les contó esta parábola: “Había un hombre rico, cuyas tierras dieron una gran cosecha. El rico se pudo a pensar: ¿Qué haré? No tengo donde guardar mi cosecha. Y se dijo: “Ya sé lo que voy a hacer. Derribaré mis graneros y levantaré otros más grandes, para guardar en ellos toda mi cosecha y todo lo que tengo. Luego me diré: Amigo, tienes muchas cosas guardadas para muchos años; descansa, come, bebe, goza de la vida. Pero Dios le dijo: “Necio, esta misma noche perderás la vida, y lo que tienes guardado, ¿para quién será? Así le pasa al hombre que amontona riquezas para sí mismo, pero es pobre delante de Dios”.

REFLEXIÓN

En el evangelio encontramos la respuesta de Jesús ante quienes han dedicado su existencia a la acumulación de riquezas y viven preocupados por los bienes terrenales. Dos hermanos que pelean por una herencia, no pueden ser otra cosa que hijos de una persona rica que acumuló riquezas y generó en sus hijos expectativas egoístas. Jesús, con sabiduría rechaza el ser juez en una disputa tan vana: la parábola con la que responde presenta el prototipo del terrateniente rico y egoísta, que gastó su vida en atesorar y nunca pensó en nadie, sino en almacenar para sí mismo. El protagonista de la parábola bien pudiera ser el padre de los muchachos que pide la intervención de Jesús. La pregunta: “Lo que has preparado ¿Para quién será? “es una confrontación radical a quienes han fincado o puesto sus expectativas de vida en el dinero y las propiedades, en medio de su riqueza. Ellos no son dueños de la vida, es Dios Padre, quien dispone de ella y para él, quienes acumulan riquezas se alejan del proyecto amoroso e igualitario, tan claramente revelado en Jesús. Podrían ser tres los cuestionamientos que orienten nuestra reflexión personal y comunitaria a partir de este encuentro con la palabra: 1. Nuestro proyecto de vida ¿En dónde he puesto mis mayores expectativas? Si es en un afán desenfrenado de tener y acumular riquezas pensando que eso nos garantiza todo, ese pensamiento acumulador se funda en el egoísmo y la injusticia. El mundo moderno nos ha impuesto ciertos criterios que de manera inconsciente nos obliga a pensar así.
2. Podemos preguntarnos ¿en dónde está nuestra verdadera identidad con el proyecto de Jesús? ¿son nuestras prácticas y actitudes de vida, testimonio de acogida, amor y generosidad? Estamos viendo y oyendo el clamor cada vez más agudo de los excluidos y empobrecidos. Servir de manera incondicional a estos pobres, será sin lugar a dudas, la mejor riqueza a los ojos de Dios. 3. Finalmente, es preciso examinar nuestras vidas y reconocer las veces que hemos caído en el encantamiento de la vanidad y la acumulación y desde ahí plantearnos un compromiso concreto y viable a realizar durante esta nueva semana que inicia hoy.

PARA REFLEXIONAR
¿Qué acción concreta puedo hacer hoy para que el reino de Dios comience a germinar en alguno de los ambientes en que me muevo?

ORACIÓN
Gracias Buen Señor de la vida por este nuevo mes que iniciamos hoy; te damos también gracias por la invitación que nos haces a través de tu palabra a ser prudentes y generosos. Seamos pobres o ricos, no permitas que nos apeguemos a lo poco o mucho que tengamos, sino que seamos generosos y solidarios en los demás. Que sepamos compartir lo que somos y tenemos, para construir un mundo más justo, más fraterno y solidario. Amén.

Domingo, 8 de agosto

“FE Y VIGILANCIA”

PRIMERA LECTURA
SABIDURÍA 18, 6-9

“CASTIGABAS A LOS ENEMIGOS Y NOS HONRABAS LLAMÁNDONOS A TI”

Lo que aquella noche había de suceder, nuestros antepasados lo supieron de antemano, para que, teniendo tal seguridad, se sintieran animados por las promesas en que habían creído. Tu pueblo esperó al mismo tiempo la salvación de los inocentes y la perdición de sus enemigos, pues con los mismos medios castigaste a estos y nos honraste llamándonos a ti. Los piadosos herederos de tus bendiciones ofrecieron sacrificios a escondidas; de común acuerdo se comprometieron a cumplir la ley divina y a compartir la prosperidad y los peligros, y cantaron ya los himnos tradicionales.

REFLEXIÓN

El discipulado de la palabra nos invita hoy a hacer una revisión profunda de la manera como estamos viviendo nuestra fe. En la primera lectura, el pueblo hace una relectura del hecho de la liberación de Egipto; se trata de una lectura de fe, en la cual el accionar de Dios es visto como bendición para los justos y a la vez como perdición para los perseguidores. El texto hace énfasis en la confianza que el pueblo depositó en Dios y en Moisés, lo mismo que en la vista fija en la tierra prometida; ellos sabían que la podían conquistar porque el Dios de la liberación andaba codo a codo con ellos, y luchaba contra el imperio que por tanto tiempo los esclavizó. En esta relectura es claro el criterio de Dios para apostar por Israel, ese es su pueblo, al que Él se siente perteneciente y del que espera igual fidelidad.

SALMO RESPONSORIAL: 32
R: Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.

SEGUNDA LECTURA
HEBREOS 11, 1-19

“ESPERABA LA CIUDAD CUYO ARQUITECTO SERÍA DIOS”

Tener fe es tener la plena seguridad de recibir lo que se espera; es estar convencidos de la realidad de cosas que no vemos. Nuestros antepasados fueron aprobados porque tuvieron fe. Por fe sabemos que Dios formó los mundos mediante su palabra, de modo que lo que ahora vemos fue hecho de cosas que no podían verse. Por fe, Abel ofreció a Dios un sacrificio mejor que el que ofreció Caín, y por eso Dios lo declaró justo y le aceptó sus ofrendas. Así que, aunque Abel está muerto, sigue hablando por medio de su fe. Por su fe, Henoc fue llevado en vida para que no muriera, y ya no lo encontraron, porque Dios se lo había llevado. Y la Escritura dice que, antes de ser llevado, Henoc había agradado a Dios. Pero no es posible agradar a Dios sin tener fe, porque para acercarse a Dios, uno tiene que creer que existe y que recompensa a los que lo buscan. Por fe, Noé, cuando Dios le advirtió que habían de pasar cosas que todavía no podían verse, obedeció y construyó la barca para salvar a su familia. Y por esa misma fe, Noé condenó a la gente del mundo y fue heredero de la justicia que se obtiene por la fe. Por fe, Abraham, cuando Dios lo llamó, obedeció y salió para ir al lugar que él le iba a dar como herencia. Salió de su tierra sin saber a dónde iba, y por la fe que tenía vivió como extranjero en la tierra que Dios le había prometido. Vivió en tiendas de campaña, lo mismo que Isaac y Jacob, que también recibieron esa promesa. Porque Abraham esperaba aquella ciudad que tiene bases firmes, de la cual Dios es arquitecto y constructor. Por fe también aunque Sara no podía tener hijos y Abraham era demasiado viejo, este recibió fuerzas para ser padre, porque creyó que Dios cumpliría sin falta su promesa. Así que Abraham, aunque ya próximo al fin de sus días, llegó a tener descendientes tan numerosos como las estrellas del cielo y como la arena de la orilla del mar, que no se puede contar. Todas esas personas murieron sin haber recibido las cosas que Dios había prometido; pero como tenían fe, las vieron de lejos, y las saludaron reconociéndose a sí mismos como extranjeros de paso por este mundo. Y los que dicen tal cosa, claramente dan a entender que todavía andan en busca de una patria. Si hubieran estado pensando en la tierra de donde salieron, bien podrían haber regresado allá; pero ellos deseaban una patria mejor, es decir, la patria celestial. Por eso, Dios no se avergüenza de ser llamado el Dios de ellos, pues les tiene preparada una ciudad. Por fe, Abraham, cuando Dios lo puso a prueba, tomó a Isaac para ofrecerlo en sacrificio. Estaba dispuesto a ofrecer su único hijo, a pesar de que Dios le había prometido: “Por medio de Isaac tendrás descendientes.” Es que Abraham reconocía que Dios tiene poder hasta para resucitar a los muertos; y por eso Abraham recobró a su hijo, y así vino a ser un símbolo.

REFLEXIÓN

La segunda lectura se ubica en una lógica similar a la primera, es una brillante exposición sobre la fe, como confianza plena en aquello que se espera. Aquí se recurre a la memoria patriarcal, Abraham, Isaac y Jacob, que fueron personas de una fe inquebrantable, que les mereció ser destinatarios de la promesa divina de la vida, representada en tierra, en prosperidad y en larga descendencia. El testimonio de los patriarcas, es una muestra fehaciente de lo que se logra con el poder de la fe. Ellos nunca dudaron de los mandatos de Dios y las promesas fueron cumplidas, ahora bien, todos ellos se entregaron sin reparos al quehacer profético y liberador, en contra de muchos poderes terrenos, de tipo social, político, económico, religioso y cultural.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 12, 32-48

“DICHOSO EL SERVIDOR QUE SE ENCUENTRA PREPARADO”

“No tengan miedo, ovejas mías; ustedes son pocos, pero el Padre, en su bondad, ha decidido darles el reino. Vendan lo que tienen, y den a los necesitados; procúrense bolsas que no se hagan viejas, riqueza sin fin en el cielo, donde el ladrón no puede entrar ni la polilla destruir. Pues donde esté la riqueza de ustedes, allí estará también su corazón. Sean como criados que está esperado a que su amo regrese de un banquete de bodas, preparados y con las lámparas encendidas, listos a abrirle la puerta tan pronto como llegue y toque. Dichosos los criados a quienes su amo, al llegar encuentre despiertos. Les aseguro que el amo mismo los hará sentarse a la mesa y se dispondrá a servirles la comida. Dichosos ellos, si los encuentran despiertos aunque llegue a la medianoche o a la madrugada. Y sepan ustedes esto: que si el dueño de una casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón, no dejaría que nadie se metiera en su casa a robar. Ustedes también estén preparados; porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperen.” Pedro le preguntó: --Señor, ¿dijiste esta parábola solamente para nosotros, o para todos? Dijo el Señor: "¿Quién es el mayordomo fiel y atento, a quien su amo deja encargado de los de su casa, para darles de comer a su debido tiempo? Dichoso el criado a quien su amo, cuando llega, lo encuentra cumpliendo con su deber. De veras les digo que el amo lo pondrá como encargado de todos sus bienes. Pero si ese criado, pensando que su amo va a tardar en llegar, comienza a maltratar a los otros criados y a las criadas, y se pone a comer, a beber y a emborracharse, el día que menos lo espere y a una hora que no sabe, llegará su amo y lo castigará, condenándolo a correr la misma suerte que los infieles. “El criado que sabe lo que quiere su amo, pero no está preparado ni lo obedece, será castigado con muchos golpes. Pero el criado que sin saberlo hace cosas que merecen castigo, será castigado con menos golpes. A quien mucho se le da, también se le pedirá mucho; a quien mucho se le confía, se le exigirá mucho más.

REFLEXIÓN

En el evangelio es evidente el cumplimiento de la promesa del reino definitivo para quienes están vigilantes, atentos a todo movimiento, tanto de los perseguidores de la fe como de los necesarios cambios que se deben dar en un proyecto de liberación. Si bien es cierto que el texto se expresa en un lenguaje altamente escatológico, es decir, orientado hacia el final de los tiempos, daría la impresión de que la recompensa por la fidelidad y vigilancia actual acontecerá en una mañana que cuesta mucho definir. Por eso es importante precisar algunos elementos que hacen más abarcable el cumplimiento de la promesa. En primer lugar, Jesús se refiere a la comunidad de manera muy afectiva, como pequeño rebaño y seguidamente les confirma que efectivamente, ellos son destinatarios de los tesoros del reino; sin embargo, un detalle pone novedad en la promesa, vendan todo lo que tienen y den limosna, no basta entonces con una vigilancia pasiva, es necesario un compromiso efectivo, con la trasformación de la realidad de los semejantes. Se trata de esperar en la acción, sólo así se habla el mismo lenguaje del Dios misericordioso. Lo que sigue es una ampliación de la promesa. A través de una parábola Jesús confronta las mentalidades confusas del grupo de discípulos, consideran que ellos serán los privilegiados en el nuevo reino. Jesús invita a establecer la proporción entre confines y exigencia: a quien mucho se le ha fiado, mucho se le exigirá. Confianza y compromiso es lo que Jesús pide a sus seguidores. Hoy como ayer, es importante tener en cuenta tres elementos fundamentales inspirados por la Palabra de Dios: Primero que todo, confiar plenamente en Dios como Padre y dueño de la vida. En segundo lugar, acompañar la fe con un compromiso efectivo en la lucha contra todo tipo de injusticia y esclavitud. Tercero, finalmente, mantenernos despiertos y vigilantes ante un mundo que suele tener cambios vertiginosos y por lo tanto exige hacer una constante recreación de nuestro compromiso cristiano.

PARA REFLEXIONAR
¿Si el Señor me llamara a dar cuentas de mis responsabilidades en este momento, qué tendría para decirles?

ORACIÓN
Gracias Padre Bueno por la nueva semana que iniciamos hoy. Tú has puesto en nuestras manos la responsabilidad de tu reino; por eso danos prudencia y fidelidad, para administrar tus bienes y enséñanos a ser buenos administradores de la vida. Guíanos con tu Espíritu en esta nueva semana. Amén.

Domingo, 15 de agosto

"EL SEÑOR SE FIJA EN LOS HUMILDES"

PRIMERA LECTURA
APOCALIPSIS 11, 19a; 12, 1-10

"UNA MUJER VESTIDA DE SOL, LA LUNA POR PEDESTAL"

Entonces se abrió el templo de Dios que está en el cielo, y en el templo se veía el arca de su alianza. Y hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto y una gran granizada. Apareció en el cielo una gran señal: una mujer envuelta en el sol como en un vestido, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en la cabeza.La mujer estaba encinta, y gritaba por los dolores del parto, por el sufrimiento de dar a luz. Luego apareció en el cielo otra señal: un gran dragón rojo que tenía siete cabezas, diez cuernos y una corona en cada cabeza. Con la cola arrastró la tercera parte de las estrellas del cielo, y las lanzó sobre la tierra. El dragón se detuvo delante de la mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo tan pronto como naciera. Y la mujer dio a luz un hijo varón, el cual ha de gobernar a todas las naciones con cetro de hierro. Pero su hijo le fue quitado y llevado ante Dios y ante su trono; y la mujer huyó al desierto, donde Dios le había preparado un lugar para que allí le dieran de comer durante mil doscientos sesenta días. Después hubo una batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles lucharon contra el dragón. El dragón y sus ángeles pelearon, pero o pudieron vencer, y ya hubo lugar para ellos en el cielo. Así que fue expulsado el gran dragón, aquella serpiente antigua que se llama Diablo y Satanás, y que engaña a todo el mundo. Él y sus ángeles fueron lanzados a la tierra. Entonces oí una fuerte voz en el cielo, que decía: “Ya llegó la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Mesías; porque ha sido expulsado el acusador de nuestros hermanos, el que de día y noche los acusaba delante de nuestro Dios.

REFLEXIÓN

Hoy los cristianos nos reunimos para celebrar la asunción de la virgen María, y asumir de ella la radicalidad de su fe, su entrega desinteresada y su fortaleza para asumir el sufrimiento causado por las estructuras injustas de poder y muerte. En la primera lectura encontramos un combate frontal entre la debilidad de una mujer a punto de dar a luz y la crueldad de un monstruo perverso y poderoso que se ha apropiado de una buena parte del mundo y quiere arrebatarle el hijo a la mujer. El Apocalipsis hace un relato rico en simbología en el cual las comunidades cristianas pueden estar representadas en la mujer reconociendo que un sector del cristianismo de los primeros días tuvo un alto influjo de la persona de María y de la presencia femenina en medio de ellas, como sostenedoras de la fe, la radicalidad y la misión. Por otra parte el monstruo, es un sinónimo del aparato imperial. Con sus respectivas cabezas y cuernos representa los tentáculos del poder civil, militar, cultural, económico y religioso, que está empeñado en eliminar al cristianismo por su talante profético, ya que se ha tornado incómodo para los poderosos de la tierra.

SALMO RESPONSORIAL: 44
R: De pie a tu derecha está la reina, enjoyada con oro

SEGUNDA LECTURA
1RA DE CORINTIOS 15, 20-27

“PRIMERO CRISTO, PRIMICIA DE TODO;
DESPUÉS, TODOS LOS QUE SON DE CRISTO”

Pero lo cierto es que Cristo ha resucitado. Él es el primer fruto de la cosecha: ha sido el primero en resucitar. Así como por causa de un hombre vino la muerte, también por causa de un hombre viene la resurrección de los muertos. Y así como en Adán todos mueren, así también en Cristo todos tendrán vida. Pero cada uno en el orden que le corresponda: Cristo en primer lugar; después, cuando Cristo vuelva, los que son suyos. Entonces vendrá el fin, cuando Cristo derrote a todos los señoríos, autoridades y poderes, y entregue el reino al Dios y Padre. Porque Cristo tiene que reinar hasta que todos sus enemigos estén puestos debajo de sus pies; y el último enemigo que será derrotado es la muerte. Porque Dios lo ha sometido todo bajo los pies de Cristo. Pero cuando dice que todo le ha quedado sometido, es claro que esto no incluye a Dios mismo, ya que es él quien le sometió todas las cosas.

REFLEXIÓN

La segunda lectura, abre bellamente con una metáfora de la resurrección de Cristo como primer fruto de la cosecha y luego clarifica como todos los que en Cristo viven y en Cristo mueren, también en Cristo resucitarán. Se trata también de una afirmación de la vida plena para los que asumen el proyecto de Jesús como propios y en ese sentido se hacer participes de la gloria de resurrección.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 1, 39-56

“EL PODEROSO HA HECHO OBRAS GRANDES POR MI”

Por aquellos días, María se fue de prisa a un pueblo de la región montañosa de Judea, y entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Cuando Isabel oyó el saludo de María, la criatura se le estremeció en el vientre, y ella quedó llena del Espíritu Santo. Entonces, con voz muy fuerte, dijo:
- ¡Dios te ha bendecido más que a todas las mujeres, y ha bendecido a tu hijo! ¿Quién soy yo, para que venga a visitarme la madre de mi Señor? Pues tan pronto como oí tu saludo, mi hijo se estremeció de alegría en mi vientre. ¡Dichosa tú por haber creído que han de cumplirse las cosas que el Señor te ha dicho!
María dijo:
"Mi alma alaba la grandeza del Señor;
mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador.
Porque Dios ha puesto sus ojos en mí, su humilde esclava,
y desde ahora siempre me llamarán dichosa;
porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas.
¡Santo es su nombre!
Dios tiene siempre misericordia
de quienes lo reverencian.
Actuó con todo su poder:
deshizo los planes de los orgullosos,
derribó a los reyes de sus tronos
y puso en alto a los humildes.
Llenó de bienes a los hambrientos
y despidió a los ricos con las manos vacías.
Ayudó al pueblo de Israel, su siervo,
y no se olvidó de tratarlo con misericordia.
Así lo había prometido a nuestros antepasados,
a Abraham y a sus futuros descendientes."
María se quedó con Isabel unos tres meses, y después regresó a su casa.

REFLEXIÓN

En el evangelio de hoy, se da un encuentro fraterno y solidario de María con Isabel que da lugar al Magnificat como manifestación del poder definitivo de Dios a favor de los humildes y de los desposeídos; en consecuencia se opone a los poderosos y a los grandes. Esta alabanza de María constituye una verdadera pieza de espiritualidad cristiana para reafirmar el carácter popular del proyecto de Dios.
Hoy, cuando los poderosos de la tierra quieren hacer su voluntad, sacrificando la vida de los pueblos pequeños, humildes y empobrecidos, que son la mayoría, y que para lograrlo se valen de mecanismos ilegales que señalan, estigmatizan, persiguen y eliminan la resistencia de los pequeños. En ese contexto, es que los cristianos de hoy, hemos de asumir la radicalidad y la entereza de María para proclamar que Dios apuesta por los pequeños, que Dios garantiza la vida de sus servidores y se enfrenta enérgicamente a todo poder injusto. Hoy más que nunca nos tenemos que llenar de valor para hablar contra toda injusticia, para correr los riesgos que sean necesarios en el establecimiento de otro mundo posible donde la paz y la justicia sean una realidad.

PARA REFLEXIONAR

  • ¿Mi vida es un reflejo de las opciones y voluntad de nuestro Dios como lo fue la de María?
  • ¿Qué acciones realizo en mi vida diaria que sirvan para construir el proyecto de Dios?

ORACIÓN
Por el modelo de discipulado de María de Nazaret te damos hoy y siempre gracias Señor. Y a ti buena madre así como formaste a Jesús en tu vientre, fórmalo y hazlo vivir a Él en cada uno de nosotros. Iniciando una nueva semana me doy enteramente a ti; entrégame a tu hijo Jesús, hazlo nacer en mi vida. Que por tus ruegos, todo cuanto hay en mí, quede consagrado a la gloria de tu hijo Jesús y que prefiera morir antes que perder tú gracia. Bendíceme en esta nueva semana. Amén.

Domingo, 22 de agosto

“LA SALVACIÓN ESTA DESTINADA A TODOS”

PRIMERA LECTURA
ISAÍAS 66, 18-21

“DE TODOS LOS PAÍSES TRAERÁN A TODOS SUS HERMANOS”

El Señor afirma: "Los que se consagran y purifican para el culto pagano en los jardines siguiendo a uno que va en medio, los que comen carne de cerdo, de rata o de otros animales impuros, serán exterminados de una sola vez, porque yo conozco sus acciones y sus pensamientos. "Entonces vendré yo mismo a reunir a todos los pueblos y naciones, y vendrán y verán mi gloria. Yo les daré una señal: dejaré que escapen algunos y los enviaré a las naciones: a Tarsis, a Libia, a Lidia, país donde saben manejar el arco, a Tubal, a Grecia y a los lejanos países del mar, que nunca han oído hablar de mí ni han visto mi gloria; ellos anunciarán mi gloria entre las naciones. Harán venir de todas las naciones a todos los compatriotas de ustedes, a caballo, en carros, en literas, en mulas y en camellos. Serán una ofrenda para mí en Jerusalén, mi monte santo, como las ofrendas que traen los israelitas en vasos limpios a mi templo. Yo, el Señor, lo he dicho. "A algunos de ellos los elegiré para que sean sacerdotes y levitas. Yo, el Señor, lo he dicho."

REFLEXIÓN

El día de hoy la palabra del Señor, a través del profeta Isaías, deja ver con claridad el ordenamiento de Dios para el pueblo de Israel, retornado de un largo destierro que lo confrontó profundamente pero que no le hizo perder la fe en el Dios de la liberación. El proyecto del nuevo pueblo necesita establecer criterios claros para afianzar su identidad, es por eso que no tiene cabida la idolatría y las impurezas rituales. Dios mismo los ha elegido, los ha hecho regresar y ahora se empeñará en recoger a todo el redil, buscándolos en diversos pueblos. La diversidad de procedencias del pueblo de Israel supone también una diversidad de variantes culturales incorporadas en los muchos años del destierro; por eso el nuevo Israel contará con esa diversidad de tipo cultural. Sin embargo lo único que no está en juego es la fe en Dios, que debe ser base de la reconstrucción de la confianza en Dios y que no se puede debilitar.

SALMO RESPONSORIAL: 116
R: Id al mundo entero Y proclamad el evangelio.

SEGUNDA LECTURA
HEBREOS 12, 5-13

“EL SEÑOR REPRENDE A LOS QUE AMA”

Y han olvidado ya lo que Dios les aconseja como a hijos suyos. Dice en la Escritura: "No desprecies, hijo mío, la corrección del Señor, ni te desanimes cuando te reprenda. Porque el Señor corrige a quien él ama, y castiga a aquel a quien recibe como hijo." Ustedes están sufriendo para su corrección: Dios los trata como a hijos. ¿Acaso hay algún hijo a quien su padre no corrija? Pero si Dios no los corrige a ustedes como corrige a todos sus hijos, entonces ustedes no son hijos legítimos. Además, cuando éramos niños, nuestros padres aquí en la tierra nos corregían, y los respetábamos. ¿Por qué no hemos de someternos, con mayor razón, a nuestro Padre celestial, para obtener la vida? Nuestros padres aquí en la tierra nos corregían durante esta corta vida, según lo que les parecía más conveniente; pero Dios nos corrige para nuestro verdadero provecho, para hacernos santos como él. Ciertamente, ningún castigo es agradable en el momento de recibirlo, sino que duele; pero si uno aprende la lección, el resultado es una vida de paz y rectitud. Así pues, renueven las fuerzas de sus manos cansadas y de sus rodillas debilitadas, y busquen el camino derecho, para que sane el pie que está cojo y no se tuerza más.

REFLEXIÓN

La segunda lectura presenta un cristianismo donde los niveles de exigencia son profundos. Los cristianos de estas comunidades están pasando por momentos difíciles donde las estructuras imperiales pueden hacer perder la radicalidad, la identidad y el compromiso. Es ahí donde tiene lugar la reprensión de Dios a la comunidad, que con dureza, pero siempre con amor, corrige el obrar de los cristianos.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 13, 22-30

“MUCHOS INTENTARÁN ENTRAR Y NO PODRÁN”

En su camino a Jerusalén, Jesús enseñaba en los pueblos y aldeas por donde pasaba. Uno le preguntó: --Señor, ¿son pocos los que se salvan? Y él contestó: Procuren entrar por la puerta angosta; porque les digo que muchos querrán entrar, y no podrán. Después que el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, ustedes, los que están afuera, llamarán y dirán: 'Señor, ábrenos.' Pero él les contestará: 'No sé de dónde son ustedes.' Entonces comenzarán ustedes a decir: 'Hemos comido y bebido contigo, y tú enseñaste en nuestras calles.' Pero él les contestará: 'No sé de dónde son ustedes. ¡Apártense de mí, malhechores!' Entonces vendrán el llanto y la desesperación, al ver que Abraham, Isaac, Jacob y todos los profetas están en el reino de Dios, y que ustedes son echados fuera. Porque va a venir gente del norte y del sur, del este y del oeste, para sentarse a comer en el reino de Dios. Entonces algunos de los que ahora son los últimos serán los primeros, y algunos que ahora son los primeros serán los últimos.

REFLEXIÓN

En el evangelio tenemos un relato de juicio, en el que Jesús reclama radicalidad y compromiso de parte de los discípulos; no basta con haber compartido un tiempo con el maestro, es necesario entrar de lleno en el proyecto, con sacrificio y dedicación, es ahí donde Dios mira y vincula para glorificar más tarde. La exigencia del evangelio, hoy apunta sobre todo a la capacidad de ser cristianos en coherencia, de tal manera que estemos en condiciones de testimoniar a Cristo resucitado en nuestra vida cotidiana y no seamos tan sólo cristianos de nombre o haber asumido una serie de ritos y prácticas religiosas, a veces sin sentido, pues la salvación no será el resultado de esos sacrificios, sino de la practica auténtica de la misericordia y la justicia; eso es lo que representa la puerta angosta. El mundo hoy está lleno de ofertas de salvación por caminos fáciles, comprar la salvación en un rito, en una alabanza eufórica lejos de cualquier realidad, acudimos a un mercado religioso, que lejos de promover, confunde y fanatiza la experiencia cristiana, entregando recetas únicas y mágicas aparentemente efectivas de salvación y felicidad. Esto es lo que significa la puerta ancha. Finalmente, sólo los que han luchado por la justicia, los que han sido excluidos, perseguidos y maltratados por el amor a los pobres, los que históricamente han sido los últimos serán ahora los primeros.

PARA REFLEXIONAR
¿Cómo manifiesto mi compromiso de ser colaborador para que muchos se acerquen a la fuente de la salvación a través de la palabra de Dios?

ORACIÓN
Señor, enséñanos a comprender cómo la escucha de la palabra y la participación en tu banquete han de ir acompañadas por una vida de testimonio, esfuerzo y sacrificio, que moldee nuestra persona según los criterios del evangelio y nos haga conformes a tu estilo de vida, hasta darlo todo por la verdad y la justicia, y construir un mundo mejor. Dirígeme y bendíceme en esta nueva semana. Gracias Señor. Amén.

Domingo, 29 de agosto

“EL VALOR DE LA HUMILDAD”

PRIMERA LECTURA
ECLESIÁSTICO 3, 17-29

“HAZTE PEQUEÑO Y ALCANZARÁS EL FAVOR DE DIOS”

Hijo mío, se humilde en todo lo que hagas y te estimarán más que al que hace muchos regalos. Cuando más grande seas más deberás humillarte, así agradarás a Dios. Porque grande es la misericordia de Dios y El revela a los humildes sus secretos. No busques lo que es demasiado elevado para ti, ni quieras saber lo que es demasiado difícil. Procura entender lo que Dios te ha mandado y no te preocupes de lo que está en secreto. No te inquietes por lo que te sobrepasa, pues lo que has visto ya es demasiado para ti. Muchos se han dejado engañar por sus propias ideas, y falsos pensamientos han desequilibrado tu mente. Al que es terco, al fin le irá mal, y el que ama el peligro en el perecerá. Al terco le esperan muchos sufrimientos, y el pecador amontona más y más pecados. La desgracia del orgulloso no tiene remedio, pues es el retoño de una mala planta. El sabio entiende los proverbios de los sabios; el que escucha atentamente se alegra en la sabiduría.

REFLEXIÓN

El encuentro con la palabra de Dios nos da hoy una profunda lección de humildad, tan necesaria para reconstruir el mundo gobernado por la pugna de poderes y de prepotencia. En la primera lectura, hay un consejo sabio sobre las consecuencias de la humildad que pasan por el agrado a la sociedad y por el agrado a Dios mismo. La humildad es una de las virtudes que más debe caracterizar al ser humano. Humildad puede entenderse como no ponerse por encima de los demás o sentirse mejor que otros con el fin de oprimirlos; también puede darse una falsa humildad, que consiste en el quietismo o pasividad con el argumento de nuestra incapacidad o indignidad; la verdadera humildad atrae el amor de los demás y la compasión y misericordia de Dios.

SALMO 67
R: Haz preparado, Señor, tú casa a los desvalidos.

SEGUNDA LECTURA
HEBREOS 12, 18-24

“SE HAN ACERCADO AL MONTE SIÓN, CIUDAD DEL DIOS VIVO”

Ustedes no se acercaron, como los israelitas, a algo que se podía tocar y que ardía en llamas, donde había oscuridad, tinieblas y tempestad; ni oyeron el sonido de la trompeta ni la voz de Dios. Los que oyeron esa voz rogaron que no les siguiera hablando, porque no podían soportar el mandato que decía: "Al que ponga el pie en el monte, hay que matarlo a pedradas o con lanza, aunque sea un animal." Tan espantoso era lo que se veía, que el mismo Moisés dijo: "Estoy temblando de miedo." Ustedes, por el contrario, se han acercado al monte Sión, y a la ciudad del Dios viviente, la Jerusalén celestial, y a muchos miles de ángeles reunidos para alabar a Dios, y a la comunidad de los primeros hijos de Dios inscritos en el cielo. Se han acercado a Dios, el Juez de todos, a los espíritus de los hombres buenos que Dios ha hecho perfectos, a Jesús, mediador de una nueva alianza, y a la sangre con que hemos sido purificados, la cual nos habla mejor que la sangre de Abel.

REFLEXIÓN

En la segunda lectura es evidente la condición de la primera comunidad, como un recinto de vida fraterna, constituida por justos, por personas sencillas, humildes y trasparentes, ese es el referente de la Jerusalén celestial y del Reino de Dios, lejos de los orgullosos y prepotentes. La comunidad cristiana es entonces el lugar donde Dios se revela con más claridad, en la convivencia fraterna, la fracción del pan y el compromiso misionero.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 14, 1. 7-14

“EL QUE SE ENALTECE SERÁ HUMILLADO,
PERO EL QUE SE HUMILLA
SERA ENALTECIDO"

Sucedió que un sábado Jesús fue a comer a casa de un jefe fariseo, y otros fariseos lo estaban espiando. Al ver Jesús cómo los invitados escogían los asientos de honor en la mesa, les dio este consejo: Cuando alguien te invite a un banquete de bodas, no te sientes en el lugar principal, pues puede llegar otro invitado más importante que tú; y el que los invitó a los dos puede venir a decirte: “Dale tu lugar a este otro.” Entonces tendrás que ir con vergüenza a ocupar el último asiento. Al contrario, cuando te inviten, siéntate en el último lugar, para que cuando venga el que te invitó, te diga: “Amigo, pásate a un lugar de más honor.” Así recibirás honores delante de los que están sentados contigo a la mesa. Porque el que a sí mismo se engrandece, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido. Dijo también al hombre que lo había invitado: Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos; porque ellos, a su vez, te invitarán, y así quedarás ya recompensado. Al contrario, cuando tú des un banquete, invita a los pobres, los inválidos, los cojos y los ciegos; y serás feliz. Pues ellos no te pueden pagar, pero tú tendrás tu recompensa el día en que los justos resuciten.

REFLEXIÓN

En el evangelio, como pocas veces, Jesús está comiendo en casa de un fariseo, desde allí observa cómo los comensales se ubican en los primeros puestos, buscando reconocimientos y protagonismos, a ellos les reprende duramente, haciéndoles caer en cuenta que realmente ante los ojos de Dios ellos no son los primeros y que fácilmente se les puede humillar, solicitándoles que se vayan a los últimos puestos. Por su parte al anfitrión de la cena le pide que no invite a los de su círculo pudiente, porque eso realmente no demarca novedad alguna; le pide más bien que invite a los desposeídos, a los enfermos y a toda clase de marginados; ellos, que no tienen como pagar, son los que santifican al hombre y la cena; en ellos están las dignidades para Dios. Vale la pena tener en cuenta tres aspectos para nuestra revisión de vida personal y comunitaria: En primer lugar la humildad como un camino de identificación con Dios, el Dios de los humildes, el que levanta del polvo a los caídos. En segundo término es importante que nos preguntemos por nuestra experiencia comunitaria de base; puede ser la familia, una comunidad cristiana, un grupo pastoral de iglesia, o a veces del mismo trabajo, como espacio y compartir humano, donde Dios se hace presente en la vida fraterna, la fracción del pan y el compromiso apostólico. Finalmente es urgente reconocer cuál es nuestra actitud ante la vida, tendemos a buscar reconocimiento ocupando los primeros puestos o hemos aprendido que de la humildad depende la cercanía al corazón de Dios. Pidámosle a Dios Padre y Madre de la vida, que nos de la coherencia necesaria entre nuestra fe y nuestra vida y sepamos discernir con sabiduría nuestras actitudes ante las permanentes tentaciones del poder y el protagonismo.

PARA REFLEXIONAR
¿Cuáles son los criterios con los que escojo a mis amigos, a los que comparten mi mesa y mi vida?

ORACIÓN
Señor de la vida, gracias por tu bendición y bendiciones a través de este itinerario bíblico de día a día con tu palabra. Señor, mi corazón no es ambicioso, ni mis ojos altaneros. No pretendo grandeza que supera mi capacidad, sino que hoy acallo y modero mis deseos, como un niño en brazos de su madre. Gracias por esta nueva semana que tú me regalas. Guíame con tu Espíritu de amor. Amén.