Miércoles de Ceniza
“VOLVERSE A DIOS DE CORAZÓN”
Hoy estamos iniciando el tiempo de la cuaresma. Este es un momento para
vivir con más hondura la misericordia de Dios en nuestras vidas. Los cuarenta
días que hoy comienzan, son la invitación concreta a experimentar la acción del
Padre Misericordioso que nos sigue dando posibilidades para volver a comenzar
en la vida. La Cuaresma es tiempo de misericordia. Es un tiempo y es una
pedagogía propicia para sentir que Dios apuesta y cree en nosotros. El Buen
Padre Dios nos invita, desde hoy, a desandar el camino recorrido para volver a
comenzar. No es una tarea fácil, pero Jesús nos va mostrando el camino, nos va
indicando la manera de proceder, nos regala las pistas para que todo hombre y
mujer que abraza su propuesta viva según el corazón de Dios.
PRIMERA LECTURA
JOEL 2,12-18
“Rasgad los corazones y no las vestiduras”
"Ahora -oráculo del Señor- convertíos a mí de todo corazón con
ayuno, con llanto, con luto. Rasgad los corazones y no las vestiduras;
convertíos al Señor, Dios vuestro, porque es compasivo y misericordioso, lento
a la cólera, rico en piedad; y se arrepiente de las amenazas." Quizá se
arrepienta y nos deje todavía su bendición, la ofrenda, la libación para el
Señor, vuestro Dios.
Tocad la trompeta en Sión, proclamad el ayuno, convocad la reunión.
Congregad al pueblo, santificad la asamblea, reunid a los ancianos. Congregad a
muchachos y niños de pecho. Salga el esposo de la alcoba, la esposa del tálamo.
Entre el atrio y el altar lloren los sacerdotes, ministros del Señor, y digan:
"Perdona, Señor, a tu pueblo; no entregues tu heredad al oprobio, no la
dominen los gentiles; no se diga entre las naciones: ¿Dónde está su Dios? El
Señor tenga celos por su tierra, y perdone a su pueblo." Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
Volved a mí de todo corazón... primeras palabras de Dios al empezar la
Cuaresma, efectivamente es lo verdaderamente esencial. Una invitación a entrar
más y más en la intimidad del Señor. La expresión de la primera lectura nos
impacta, pero es dada en lenguaje de amor: "Desgarren los corazones, no
las vestiduras". Un corazón desgarrado es un corazón próximo al encuentro
con el Señor, por más de una razón.
Ante todo, un corazón desgarrado es un corazón ABIERTO. Cerramos el
corazón cuando no queremos escuchar; lo cerramos cuando no queremos sentir; lo
clausuramos cuando preferimos no compadecernos de nadie sino de nosotros
mismos; lo sellamos a fuego cuando pretendemos que podemos resolverlo todo y
que no hace falta un Dios en nuestra vida. Un corazón cerrado es una tumba.
Abrir el corazón es dejarlo respirar, dejarlo escuchar, dejarlo sentir. Pero
para abrir un corazón que se sentía cómodo en su propia cárcel hay que
desgarrarlo.
Un corazón desgarrado es un corazón DOLIENTE. Supone rompimientos, hay
que desgarrar, rasgar....cambiar, implica que no hay éxodos sin desiertos, que
no hay resurrección sin cruz. Volver el corazón, convertirse es asunto serio,
de fondo y no de forma, de adentro y no de afuera, va a la raíz del corazón y
no a las vestiduras.
SALMO RESPONSORIAL:
50
R. / Misericordia, Señor: hemos pecado.
Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito, / limpia mi pecado. R.
Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti sólo pequé,
cometí la maldad que aborreces. R.
Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. R.
Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza. R.
OREMOS CON EL SALMO
Este Salmo es una confesión de un pecador arrepentido, que pide a Dios
perdón e implora la misericordia divina. En la parábola del hijo pródigo y del
padre compasivo (Luc. 15, 11-32), nos habla Jesús de la alegría que siente Dios
por todo pecador que confiesa su pecado y vuelve a él.
SEGUNDA LECTURA
2CORINTIOS 5,20-6,2
“Reconciliaos con Dios: ahora es tiempo favorable”
Hermanos: Nosotros actuamos como enviados de Cristo, y es como si Dios
mismo os exhortara por nuestro medio. En nombre de Cristo os pedimos que os
reconciliéis con Dios. Al que no había pecado Dios lo hizo expiación por
nuestro pecado, para que nosotros, unidos a él, recibamos la justificación de
Dios. Secundando su obra, os exhortamos a no echar en saco roto la gracia de
Dios, porque él dice: "En tiempo favorable te escuché, en día de salvación
vine en tu ayuda"; pues mirad, ahora es tiempo favorable, ahora es día de
salvación. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
A la vista de estos llamados de la gracia en la voz de Nuestro Señor y
de sus profetas entendemos la expresión apremiante de San Pablo en la segunda
lectura de hoy: "¡En nombre de Cristo les suplicamos que se dejen
reconciliar con Dios!".
Esta época, esta cuaresma, es "un tiempo favorable". Lo mejor
que podía sucedernos quiere sucedernos. Dios quiere llegar a nuestra vida y
reconstruirla. Dios sabe quiénes somos; conoce lo escondido, y así como somos
nos acepta; aunque no para dejarnos cuales somos sino para hacernos cada vez
más imagen y semejanza suya. Este es el tono sereno y profundo de gozo que se
esconde detrás del tiempo de cuaresma que hoy empezamos.
LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 6,1-6.16-18
“Tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará”
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Cuidad de no
practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de
lo contrario, no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto,
cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante, como hacen los
hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por
los hombres; os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando
hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu
limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará.
Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta rezar
de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la
gente. Os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, cuando vayas a rezar, entra
en tu aposento, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y
tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará. Cuando ayunéis, no andéis
cabizbajos, como los hipócritas que desfiguran su cara para hacer ver a la
gente que ayunan. Os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando
ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la
gente, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo
escondido, te recompensará." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Dice un refrán árabe que Dios lo ve todo, hasta una hormiga negra, sobre
un mármol negro, en una noche oscura. Jesús dice que el Padre Dios ve en lo más
profundo de nuestros corazones, allí donde el orgullo y la vanidad no pueden
estropear la gratuidad de nuestro amor. En espiritualidad se enseña que, cuando
estamos en situaciones de crisis o conflictos, practiquemos la “oración de
transparencia”. Nos colocamos en la presencia de Dios, transparentes, dejando
que él lo mire todo. Él “ve” lo que hay en el fondo de nuestra oración, ayuno y
limosna cuaresmales. Su mirada nos saca de nuestros escondrijos, escudriña los
rincones más ocultos, él lo ve todo y descubre nuestros egoísmos, disimulos e
hipocresías. De esa vergüenza nos salva el saber que quien nos está mirando
así, a corazón abierto, es nuestro Padre, el Abba de Jesús, el que puede
perdonarnos y sanarnos; y esto nos ayuda a abrirnos a su amor tan gratuito y
generoso. Hoy es Miércoles de Ceniza. Abramos con sencillez el corazón a Dios,
que nos espera en “lo secreto”, allí donde somos auténticamente nosotros
mismos. Tal vez éste sea un buen punto de partida para una conversión sincera
en este tiempo de Cuaresma, tiempo de cambio y conversión.
ORACIÓN
Señor prepara nuestros corazones para el encuentro contigo y con
nosotros mismos, que este sea un tiempo de silencio y de reflexión fecundo; que
tu Palabra nos guíe por nuestros desiertos, que sea luz en la oscuridad, que
sea semilla que nazca para dar vida verdadera, agua para calmar nuestra sed,
que nos de felicidad, que anime nuestras vidas y conforte nuestro interior.
Gracias por estos cuarenta días que iniciamos hoy para alimentar nuestro
crecimiento espiritual. Oramos, damos gracias y bendecimos la vida de Ramiro Urrea en su cumpleaños. Amén
“Se ora como
se vive y se vive como se ora”
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