jueves, 1 de agosto de 2024

AGOSTO 2024

 

“¿Y DESPUÉS QUÉ?”

 

San Felipe Neri, un santo del siglo XVI, famoso por su sabiduría pero especialmente por su alegría, por lo cual fue llamado el Santo de la Alegría, nos habla de una historia, de una conversación sencilla, pero al mismo tiempo profunda que tuvo con un joven muy emocionado que le dijo a Felipe: “Mis padres, finalmente han aceptado mi idea de estudiar leyes, Felipe le preguntó simplemente: ¿Y después qué?  Y el joven le contesto: Después me haré abogado. Y nuevamente Felipe le dijo ¿Y después qué? Y el joven le respondió, ganaré mucho dinero, compraré una casa en el campo, compraré un carruaje y unos caballos, me casaré con una mujer hermosa, viajaré por todo el mundo, y tendré una vida deleitosa. Felipe entonces le preguntó de nuevo: ¿Y después qué? El joven se extrañó ante esa insistencia de Felipe y comenzó a reflexionar por primera vez en torno a los sentidos más profundos de la vida, pensó en lo que nunca había pasado por su mente: La vejez, la enfermedad y la muerte. Se dio cuenta que tenía muchos planes en la vida pero no había tenido en cuenta estas realidades y mucho menos había incluido a Dios en sus proyectos,  que estaba construyendo una vida solo sobre valores temporales. Te invito a que hoy  también nos cuestionemos sobre nuestra vida: ¿Y después qué?.  Sé que tienes muchos planes; y después del próximo viaje ¿Qué?. ¿Y después del próximo negocio qué?   ¿Y  después de esa nueva relación afectiva qué?, ¿Y después de ese nuevo curso, diplomado, doctorado qué?. ¿Y después de ese nuevo bolso, zapatos, vestido, casa, apartamento y carro nuevo qué?.

Quizás la moraleja de esta reflexión o historia de Felipe Neri, no es que las riquezas sean malas, no es que los placeres sean malos; pero si se convierten en nuestra meta central, estamos ignorando la verdadera vida. Te has preguntado que con lo poco o mucho que puedas tener, no puedes esquivar la vejez, la enfermedad y la muerte. No sigamos ignorando el corto tiempo que estaremos aquí en esta tierra. Démonos una oportunidad de pensar en la Vida Eterna. Quizás algunos lleguen a pensar que no les falta nada, que todo lo tienen, pero que tal si llegara en estos días o en este momento  a la muerte, y entonces viene la gran pregunta ¿Y después qué?.

Miremos como el hombre es buscador de metas, pero apunta y pone su energía  muchas veces sobre objetivos y metas muy elementales, superfluas, como lo mencionábamos antes,; unos zapatos nuevos, un nuevo vestido, una nueva pareja, un casamiento, un viaje, una nueva casa, un nuevo automóvil, etc…..pero cuando se cumplen, llega luego un nuevo vacío al obtenerla, nuevamente está insatisfecho y busca una nueva meta que lo sacie, así es la psicología humana; por lo que la invitación es que  tenemos que apuntar a metas  más trascendentes, a buscar razones y sentidos más profundos para nuestra vida, que no nos dejen ese sinsabor, debemos apuntar a Dios y contar y someter toda nuestra vida y nuestros planes a Él… “si Dios lo permite” y así nuestra vida tendrá un nuevo y verdadero sentido.

 

Jesús el Señor, nos habló de una vida Eterna, una vida que no termina aquí en la tierra; pero una eternidad que comienza aquí y ahora mismo. La eternidad a la que se refiere Jesús y que en tu vida y mi vida puede comenzar ya, una vida con propósito y sentido en todo lo que hagamos, incluyendo los momentos difíciles.  No dependamos tanto de las cosas materiales, Jesús dijo que es imposible amar a Dios y al dinero (Mateo 6,24), y advirtió “No acumulen tesoros aquí en la tierra, sino más bien acumulen tesoros en el cielo. (Mateo 6,19-20).

Jóvenes y viejos por igual debemos hacer planes importantes para nuestra vida. Pero tengamos presente siempre la eternidad en nuestra mente y no olvidemos invitar a Dios en esos planes, sometiendo esos proyectos a su voluntad y bendición ( Santiago 4,13-16). 

 

“LA VERDADERA MEDIDA DE NUESTRA RIQUEZA ES EL TESORO QUE DESDE YA EMPEZAMOS A SEMBRAR PARA EL CIELO”

 

Roberto Zamudio

 

 

 

PROMESA BÍBLICA DEL MES

 

“La riquezas no son eternas”  Proverbios 27,24

 

ORACIÓN AL COMENZAR EL DÍA

 

Señor, al empezar una vez más un nuevo día en este mes de agosto, no tenemos más que palabras de agradecimiento  porque podemos volver a respirar y sentir tu presencia en nuestro corazón que nos da paz, que nos llena el alma y nos motiva a salir adelante. En este momento queremos entregarte, de manera especial, todos nuestros sueños y anhelos,  que llevamos en la mente y en el corazón. Queremos ser capaces de llevarlos a cabo, de alcanzar cada una de las metas que nos propongamos en nuestras vidas. Regálanos la fuerza necesaria para poder lograrlo. Te pedimos también, que bendigas a todas las personas que amamos, aquellas que comparten nuestra vida, aquellas que día a día se esfuerzan por ser mejores y por ayudarnos a ser mejores. Te alabamos y bendecimos porque sabemos que escuchas nuestra oración y que en este momento nos estas llenando de fuerza, ayudándonos a salir adelante. Sabemos que quieres vernos felices siempre y eso nos hace sentir confiados(as) en ti. Amén         

 

 

ORACIÓN AL FINALIZAR EL DÍA

 

Terminamos este día con confianza, porque en medio de las actividades, sentimos que nos acompañaste y nos guiaste durante este día.  Te hemos encontrado en cada persona, situación y elemento que nos rodea y tu Espíritu nos ha dado luz para hacer algo, así sea pequeño, con nuestro trabajo generoso y capacidad de servicio, por esto, Gracias Señor. En la quietud de la noche nos llevas a recordar las enseñanzas recibidas a través del Kerigma y te pedimos que nos ayudes a interiorizar como estamos llevando cada momento, cada paso, aunque llevemos un camino contigo, siempre necesitamos volver al primer amor y retomar tantas claves espirituales para iniciar y continuar la vida junto a ti Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Tu amor tan grande hacia nosotros nos enseña la entrega, el perdón y la salvación, así como la misericordia y el servicio; el ser cristiano por la fe nos mantiene en comunión contigo y con la certeza de tu actuar en nuestra existencia, la vida nueva en el Espíritu nos va liberando y convirtiendo en mejores personasGracias por permanecer en nuestro corazón. Ayúdanos a ser granitos de arena para cambiar este mundo desde nuestro pequeño mundo. Amén     

 

CUMPLEAÑOS

 

2. Valentina Suabita

4. Catalina Fonseca y Julio Rodríguez

5. Carmen Bejarano y Camilo Ramírez

7. Ligia Mancipe y Fanny Vásquez

8. Dominga Téllez y Luz Dary Piza

21.  Emilse Roa y Héctor Buitrago

22. Francisco Henao

25. Silvia González

28. Miriam Riveros

31. Teresa Quiñones

 

Jueves 01 de Agosto de 2024

 

“EN MANOS DEL MEJOR ALFARERO”

 

 

PRIMERA LECTURA

JEREMIAS 18, 1-6

 

Como está el barro en manos del alfarero, así estáis vosotros en mi mano

 

Palabra del Señor que recibió Jeremías: Levántate y baja al taller del alfarero, y allí te comunicaré mi palabra." Bajé al taller del alfarero, que estaba trabajando en el torno. A veces, le salía mal una vasija de barro que estaba haciendo, y volvía a hacer otra vasija, según le parecía al alfarero. Entonces me vino la palabra del Señor: ¿Y no podré yo trataros a vosotros, casa de Israel, como este alfarero? -oráculo del Señor-. Mirad: como está el barro en manos del alfarero, así estáis vosotros en mi mano, casa de Israel." Palabra de Dios.

 

REFLEXIÓN

Una nueva acción simbólica de la profecía de Jeremías nos deja una enseñanza imborrable: la caricia vigorosa del alfarero hace posible el milagro de la belleza en el barro; la gracia poderosa del Señor hace posible la vida divina en la existencia humana. Las manos son el símbolo y el instrumento primero del poder. Ya el filósofo Aristóteles destacaba el papel de la mano como vehículo de la voluntad; luego los antropólogos destacaron el diseño de la mano humana, con el pulgar opuesto a los otros dedos, cosa que permite asir, sujetar y "manejar."

 

Jeremías le da la vuelta a ese cuadro: se trata no de llenarnos de poder sino de permitir que el poder de Dios obre; se trata no de tener a Dios en nuestras manos sino de ponernos en sus manos. En ello está nuestra real posibilidad de ser felices y de realizarnos en plenitud, pero también está el sacrificio de ser remodelados incluso en aquellas cosas que quizá preferíamos o no queríamos soltar.

 

SALMO RESPONSORIAL: 145

R. / Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob.

 

Alaba, alma mía, al Señor:

alabaré al Señor mientras viva,

tañeré para mi Dios mientras exista. R.

 

No confiéis en los príncipes,

 seres de polvo que no pueden salvar;

exhalan el espíritu y vuelven al polvo,

ese día perecen sus planes. R.

 

Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob,

el que espera en el Señor, su Dios,

que hizo el cielo y la tierra,

el mar y cuanto hay en él. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

La alabanza expresada en este Salmo se fundamenta en el poder creador del Señor y en su bondad para con los pobres y oprimidos. Los motivos para alabar a Dios están precedidos de una exhortación sapiencial y de una “bienaventuranza”. El salmista invita a los fieles a no confiar en los poderosos, porque de ellos no puede venir la salvación; proclama la felicidad de los que confían en el SeñorJesús proclamó el Reino de Dios y lo hizo presente con sus obras de compasión y poder.

 

 

LECTURA DEL EVANGELIO

MATEO 13, 47-53

 

 

Reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran

 

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: "El reino de los cielos se parece también a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces: cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan, y reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran. Lo mismo sucederá al final del tiempo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los echarán al horno encendido. Allí será el llanto y el rechinar de dientes. ¿Entendéis bien todo esto?" Ellos le contestaron: "Sí." Él les dijo: "Ya veis, un escriba que entiende del reino de los cielos es como un padre de familia que va sacando del arca lo bueno y lo antiguo." Cuando Jesús acabó estas parábolas, partió de allí.   Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

 

El evangelio nos habla de “hacernos discípulos del Reino” para discernir qué parte de nuestras tradiciones contribuye al crecimiento en la fe y qué otras partes debemos descartar. El creyente debe aprender a determinar qué es lo conveniente para la vida cristiana de acuerdo al discernimiento de los ‘signos de los tiempos’. Cada época ofrece unas bondades, unas posibilidades que deben ser abrazadas inmediatamente y sin reservas; pero, al mismo tiempo, cada época tiene sus perversidades, y es un deber aprender a manejarlas. El momento presente nos ofrece algunas bondades, como la posibilidad de comunicarnos simultáneamente con cualquier persona, y ésta es una clara oportunidad para aumentar la difusión del evangelio. Nuestra época también permite que todas las personas tengan acceso a la Biblia, y esto nos exige prepararnos para su lectura y ayudar a otras personas a formarse como lectores. Nosotros ahora podemos contribuir a conservar la integridad de la creación al seleccionar los desechos que producimos en casa o en el trabajo, pero debemos luchar contra la contaminación, el calentamiento y el oscurecimiento global.

Veamos qué retos nos plantea hoy nuestra  realidad y cómo podemos actuar para ser verdaderos discípulos del Reino.

 

ORACIÓN

Señor cuando nos estas moldeando la vida para ser y hacer más como Tu, te rogamos que nos ayudes a tener en el corazón la certeza que es para algo positivo y no caer en la desesperación, sino en la oración que fortalece para alcanzar tu propósito de ser personas, familias y comunidades verdaderamente renovadas. Amén  

 

“Dios quiere volver a hacerte con su poder, no le opongas resistencia; con su sabiduría, no hagas demasiadas preguntas; y con su bondad, confía”

 

Viernes 02 de Agosto de 2024

 

“DIOS ACTÚA DESDE LA  HUMILDAD”

 

PRIMERA LECTURA

JEREMÍAS 26, 1-9

 

“El pueblo se juntó contra Jeremías en el templo del Señor”

 

Al comienzo del reinado de Joaquín, hijo de Josías, rey de Judá, vino esta palabra del Señor a Jeremías: Así dice el Señor: Ponte en el atrio del templo y di a todos los ciudadanos de Judá que entran en el templo para adorar, las palabras que yo te mande decirles; no dejes ni una sola. A ver si escuchan y se convierte cada cual de su mala conducta, y me arrepiento del mal que medito hacerles a causa de sus malas acciones. Les dirás: "Así dice el Señor: Si no me obedecéis, cumpliendo la ley que os di en vuestra presencia, y escuchando las palabras de mis siervos, los profetas, que os enviaba sin cesar (y vosotros no escuchabais), entonces trataré a este templo como al de Silo, a esta ciudad la haré fórmula de maldición para todos los pueblos de la tierra."

 

Los profetas, los sacerdotes y el pueblo oyeron a Jeremías decir estas palabras, en el templo del Señor.

 

Y, cuando terminó Jeremías de decir cuanto el Señor le había mandado decir al pueblo, lo agarraron los sacerdotes y los profetas y el pueblo, diciendo: Eres reo de muerte. ¿Por qué profetizas en nombre del Señor que este templo será como el de Silo, y esta ciudad quedará en ruinas, deshabitada?"

Y el pueblo se juntó contra Jeremías en el templo del Señor.   Palabra de Dios.

 

REFLEXIÓN

Jeremías tiene un difícil encargo: debe predicar las consecuencias del pecado. Esto es hablar con la verdad, y por eso, cuando la gente no quiere oír la verdad no quiere oír que sus pecados tendrán consecuencias. De hecho, para pecar y para seguir pecando es preciso engañar o engañarse  creyendo que nuestras faltas no tendrán consecuencias. Pero Jeremías es de Dios y Dios le ha encargado hablar de eso que nadie quiere oír: pecar trae consecuencias.

 

Santa Catalina de Siena dijo una vez que la estrategia del mal para llevar a la gente a la condenación era esta: durante la vida, vendarles los ojos para que no vieran lo que estaban haciendo; a la hora de la muerte, quitarles la venda de repente y obligarlos a ver la gravedad espantosa de las faltas cometidas. Este plan es una conjunción de indolencia irresponsable y desesperación arrogante: vivir distraídos para morir desesperados. Como Dios nos ama, Dios lucha contra esta estrategia del demonio, y lo hace sobre todo a través de medios que nos pueden parecer muy ordinarios, como es la voz de nuestra conciencia y la voz de aquellos que, como Jeremías, despiertan a esa conciencia mostrándole las consecuencias de nuestros actos. Está en nosotros qué suceda después: podemos rechazar a Dios y a su profeta, como hicieron los judíos con Jeremías, pero ciertamente también podemos acoger el amor de Dios, así nos parezca severo, y emprender un camino nuevo y mejor.

 

SALMO RESPONSORIAL: 68

R. / Que me escuche tu gran bondad, Señor.

 

Más que los pelos de mi cabeza

son los que me odian sin razón;

más duros que mis huesos,

 los que me atacan injustamente.

¿Es que voy a devolver

lo que no he robado? R.

 

Por ti he aguantado afrentas,

la vergüenza cubrió mi rostro.

Soy un extraño para mis hermanos,

un extranjero para los hijos de mi madre;

porque me devora el celo de tu templo,

y las afrentas con que te afrentan caen sobre mí. R.

 

Pero mi oración se dirige a ti,

Dios mío, el día de tu favor;

que me escuche tu gran bondad,

que tu fidelidad me ayude. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

Este salmo es una lamentación de profunda emotividad de alguien que sufre diversas aflicciones y clama a Dios para que lo socorra a él personalmente y a todo el pueblo. Salmo frecuentemente citado en el Nuevo Testamente, que lo entiende como referido a Cristo, el justo sufriente por excelencia, que confía plenamente en Dios. 

 

 

LECTURA DEL EVANGELIO

MATEO 13, 54-58

 

¿No es el hijo del carpintero? Entonces, ¿de dónde saca todo eso?

 

En aquel tiempo fue Jesús a su ciudad y se puso a enseñar en la sinagoga. La gente decía admirada: "¿De dónde saca éste esa sabiduría y esos milagros? ¿No es el hijo del carpintero? ¿No es su madre María, y sus hermanos, Santiago, José, Simón y Judas? ¿No viven aquí todas sus hermanas? Entonces, ¿de dónde saca todo eso?".Y aquello les resultaba escandaloso. Jesús les dijo: "Sólo en su tierra y en su casa desprecian a un profeta". Y no hizo allí muchos milagros, porque les faltaba fe.  Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

 

Sus paisanos rechazan a Jesús porque consideran que no tiene las credenciales de maestro y de profeta. Y preguntan, ¿de dónde saca todo esto? Para descalificarlo por ser un artesano, el hijo de una vecina, y por no ser “teólogo de raza”, es decir por no haber recibido instrucción superior en alguna escuela de Jerusalén o de un rabino acreditado. La humildad, la sencillez y sobretodo la audacia y el carisma de Jesús se convierte en un obstáculo ante sus paisanos y de allí se pasa a la incredulidad. El problema de fondo de todo esto no era sólo que descalificaran a Jesús por su origen, oficio y formación, sino que en esa descalificación también desechaban el mensaje del evangelio. Nosotros ahora afrontamos una realidad semejante. Tendemos a creer más en lo que dicen en los medios sobre Jesús que lo que nos dice la Palabra de Dios, nuestros compañeros de iglesia o nuestros pastores. Creemos más en lo que dice la publicidad de Jesús que en lo que dice la misma Biblia. Y todo porque pensamos que lo que sale en una pantalla o en un aviso publicitario es más real que la realidad misma.

 

ORACIÓN

 

Señor hay tantas personas a tu servicio y no las reconocemos, ni valoramos. Ayúdanos a no ser tan ciegos y distraídos que no percibamos, en el espíritu, a quienes vienen en tu nombre trayendo esa vivencia de amor de Dios que también confronta y examina para ser sanados(as) y transformados(as) en verdaderos hijos(as) y discípulos(as) tuyos(as). Amén

 

 

“Dios no sigue la lógica del poder y la apariencia, sino la lógica del amor y del servicio”

Sábado 03 de Agosto de 2024

 


“PROFETAS PARA EL MUNDO DE HOY”

 

PRIMERA LECTURA

JEREMÍAS 26, 11-16. 24

 

 

Ciertamente me ha enviado el Señor a vosotros, a predicar estas palabras

 

En aquellos días, los sacerdotes y los profetas dijeron a los príncipes y al pueblo: "Este hombre es reo de muerte, porque ha profetizado contra esta ciudad, como lo habéis oído con vuestros oídos."

 

Jeremías respondió a los príncipes y al pueblo: El Señor me envió a profetizar contra este templo y esta ciudad las palabras que habéis oído. Pero, ahora, enmendad vuestra conducta y vuestras acciones, escuchad la voz del Señor, vuestro Dios; y el Señor se arrepentirá de la amenaza que pronunció contra vosotros. Yo, por mi parte, estoy en vuestras manos: haced de mí lo que mejor  os parezca. Pero, sabedlo bien: si vosotros me matáis, echáis sangre inocente sobre vosotros, sobre esta ciudad y sus habitantes. Porque ciertamente me ha enviado el Señor a vosotros, a predicar a vuestros oídos estas palabras." Los príncipes del pueblo dijeron a los sacerdotes y profetas: Este hombre no es reo de muerte, porque nos ha hablado en nombre del Señor, nuestro Dios." Entonces Ajicán, hijo de Safán, se hizo cargo de Jeremías, para que no lo entregaran al pueblo para matarlo.  Palabra de Dios.

 

REFLEXIÓN

 

La primera lectura, del libro del profeta de Jeremías, nos deja ver un momento dramático del ministerio de este hombre de Dios, enfrentado por las circunstancias a decir lo que nadie quiere oír y a no poder callar lo que sabe que sólo le atrae enemistad y persecución.Las cosas alcanzan una tensión máxima cuando empiezan a deliberar si Jeremías merece o no la muerte. Algunos dicen que sí, presentando al profeta como un enemigo del templo, y por lo tanto, como enemigo de Dios y de la Ley; otros en cambio dicen que no puede merecer la muerte porque precisamente ha hablado de parte de ese mismo Dios. Las cosas se dan de tal modo que el profeta mismo poco puede hacer y casi le toca convertirse en espectador angustiado de las deliberaciones y decisiones de otros sobre sí mismo.

 

 Por otra parte, es interesante ver cuáles son las partes a favor o en contra de Jeremías. En contra van los sacerdotes (que ven disminuirse el culto en el templo, por las críticas de Jeremías a la hipocresía de ese culto) y van los demás profetas (que pierden popularidad al ser denunciados como farsantes que sólo endulzan el oído de la gente). A favor van "los jefes," especies de líderes por tribus y "el pueblo entero." Es en cierto modo, la gente, el sentido de la fe de la gente, quien percibe que Jeremías lo está arriesgando todo, hasta su propia vida, por ser fiel al Señor. Eso lo salvará.

 

 

SALMO RESPONSORIAL: 68

R. / Escúchame, Señor, el día de tu favor

 

Arráncame del cieno, que no me hunda;

líbrame de los que me aborrecen,

y de las aguas sin fondo.

Que no me arrastre la corriente,

que no me trague el torbellino,

que no se cierre la poza sobre mí. R.

 

Yo soy un pobre malherido;

Dios mío, tu salvación me levante.

Alabaré el nombre de Dios con cantos,

proclamaré su grandeza con acción de gracias. R.

 

Miradlo, los humildes, y alegraos,

buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón.

Que el Señor escucha a sus pobres,

no desprecia a sus cautivos. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

El salmista se siente desesperado y exclama a Dios que le salve porque siente que se ahoga. Aunque es un salmo de David, no se ve la grandeza y majestad de él.  Al contrario, es un grito de sufrimiento lanzado por un hombre justo, distanciado aún de su familia por su celo por Dios.  David, el mayor héroe de Israel es presentado como una víctima impotente a causa de su fe en Dios.  Jesús cumplió con todos los requisitos de este modelo, aunque no siguió todas las propuestas del salmo.  En vez de las maldiciones a sus enemigos, Jesús oró pidiendo que fueran perdonados.

 

LECTURA DEL EVANGELIO

MATEO 14, 1-12

 

“Herodes mandó decapitar a Juan, y sus discípulos fueron a contárselo a Jesús”

 

En aquel tiempo oyó el virrey Herodes lo que se contaba de Jesús, y dijo a sus ayudantes: "Ese es Juan Bautista que ha resucitado de entre los muertos, y por eso los Poderes actúan en él". Es que Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel encadenado por motivo de Herodías, mujer de su hermano Felipe, porque Juan le decía que no le estaba permitido vivir con ella. Quería mandarlo matar, pero tuvo miedo de la gente, que lo tenía por profeta.

 

El día del cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó delante de todos, y le gustó tanto a Herodes, que juró darle lo que pidiera. Ella, instigada por su madre, le dijo: "Dame ahora mismo en una bandeja la cabeza de Juan Bautista". El rey lo sintió; pero, por el juramento y los invitados, ordenó que se la dieran; y mandó decapitar a Juan en la cárcel. Trajeron la cabeza en una bandeja, se la entregaron a la joven, y ella se la llevó a su madre. Sus discípulos recogieron el cadáver, lo enterraron y fueron a contárselo a Jesús.  Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

Si bien Juan murió víctima de una conspiración palaciega, la razón de su martirio se encuentra en el ministerio que él ejerció a orillas del Jordán, en el desierto de Judea. Una primera característica de su carisma fue la vestimenta que asumió, que lo asemejaba a los profetas de antaño, como Elías, que vestían un sencillo traje de lana de camello. Además de esto, le recordó a Israel la necesidad de volver al desierto, al lugar de encuentro con Dios. Por esta razón se ubicó en ese paraje aislado, por donde Josué pasó de camino en la búsqueda de la Tierra Prometida. Juan además asumió la dieta del nazareo, es decir de la persona que hacía votos de consagración a Dios y los vivía por medio de las prescripciones dietéticas y por su vinculación a la actividad de los santuarios. Todos estos gestos proféticos herían gravemente la sensibilidad y el prestigio de las autoridades de Jerusalén, caracterizadas por su corrupción, por su convivencia con los invasores y por la relajación de las auténticas exigencias religiosas. Pero, tal vez, lo más radical de todo fue la denuncia del trato inmisericorde que los hijos de Herodes se daban entre sí mismos y contra su propio pueblo.

 

ORACIÓN

Señor que inclementes podemos ser los seres humanos cuando nos dejamos llevar por nuestros propios intereses, sentimientos y emociones, que hasta podemos caer en el gran pecado de irrespetar la vida de otros, siendo que esa vida te pertenece solo a Ti.  Por favor te suplicamos haz algo cuando nuestra inconsciencia nos haga siquiera pensar en tan graves errores.  Amén

 

 

“El verdadero profeta,  escucha en profundidad la voz del Señor y ama y busca su gloria, aunque es consciente de las implicaciones de su servicio, no se calla sino que presenta con mansedumbre y buena conciencia, y a la vez, con completa claridad lo que entiende que es el querer del Señor; no se detiene ni siquiera ante el dolor de ver las incoherencias en su propia familia o comunidad o incluso en los pastores del Pueblo de Dios”