jueves, 1 de febrero de 2024

Viernes 09 de Febrero de 2024

  

“HABLEMOS DE AMOR”

 

PRIMERA LECTURA

1REYES 11,29-32.12,19

 

“Se independizó Israel de la casa de David”       

 

Un día, salió Jeroboán de Jerusalén, y el profeta Ajías, de Siló, envuelto en un manto nuevo, se lo encontró en el camino; estaban los dos solos, en descampado. Ajías agarró su manto nuevo, lo rasgó en doce trozos y dijo a Jeroboán: "Coge diez trozos, porque así dice el Señor, Dios de Israel: "Voy a arrancarle el reino a Salomón y voy a darte a ti diez tribus; lo restante será para él, en consideración a mi siervo David y a Jerusalén, la ciudad que elegí entre todas las tribus de Israel." Así fue como se independizó Israel de la casa de David hasta hoy. Palabra de Dios

 

 

REFLEXIÓN

La lectura de hoy es en realidad el epílogo amargo de una historia que parecía merecer otro final. Después de la calidad de amor y oración que hemos visto brotar del corazón de David; después de la magnificencia del reinado de Salomón lo único que nos encontramos hoy es una escena desabrida y la música destemplada del cisma. Jeroboam viene a ser un oportunista aquí, y su oportunidad ha llegado para alzarse con el trono del que será el Reino del Norte.

 

Para ser justos hay que reconocer que Jeroboam no fue el que creó esa división entre las diez tribus del Norte y las dos del Sur. Más bien los historiadores tienden a decir hoy que incluso antes de llegar a Egipto, los antiguos hebreos, lo que la Biblia presenta como la familia de Jacob, ya tenía esa tensión, de modo que el desierto y la lucha contra los enemigos comunes, los filisteos, en realidad vinieron a servir como de frenos a las divisiones internas. Paradójicamente, una vez consolidada una nación, cuando ya la amenaza exterior disminuía su importancia, resurgió el recelo  y los del Norte buscaron pretextos para su añorada independencia.

 

No hay que negar lo razonable de estas hipótesis de historiadores pero la enseñanza fundamental no viene de esa clase de datos, a pesar de lo interesantes que son. De todo esto podemos aprender que las codicias, y en general los pecados, nunca mueren mientras estemos en esta vida y que todos nuestros actos siempre tendrán consecuencias.

 

SALMO RESPONSORIAL: 80

R./ Yo soy el Señor, Dios tuyo: escucha mi voz.

 

No tendrás un dios extraño,

no adorarás un dios extranjero;

yo soy el Señor, Dios tuyo,

que te saqué del país de Egipto. R.

 

Pero mi pueblo no escuchó mi voz,

Israel no quiso obedecer:

los entregué a su corazón obstinado,

para que anduviesen según sus antojos. R.

 

¡Ojalá me escuchase mi pueblo

y caminase Israel por mi camino!:

en un momento humillaría a sus enemigos

y volvería mi mano contra sus adversarios. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

El salmista invita al pueblo a celebrar una fiesta y a recordar las lecciones de la historia, para poder obtener las bendiciones divinas. La fiesta cristiana también es un recuerdo de la historia de salvación y una constante invitación a ser fieles al Dios de amor.

 

 

LECTURA DEL EVANGELIO   

MARCOS 7,31-37

       

“Hace oír a los sordos y hablar a los mudos”

 

En aquel tiempo, dejando Jesús el territorio de Tiro, pasó por Sidón, camino del lago de Galilea, atravesando la Decápolis. Y le presentaron un sordo que, además, apenas podía hablar; y le piden que le imponga las manos. Él, apartándolo de la gente a un lado, le metió los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua. Y, mirando al cielo, suspiró y le dijo: "Effetá", esto es: "Ábrete". Y al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y hablaba sin dificultad. Él les mandó que no lo dijeran a nadie; pero, cuanto más se lo mandaba, con más insistencia lo proclamaban ellos. Y en el colmo del asombro decían: "Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos." Palabra del Señor

 

REFLEXIÓN

La persona sorda se aísla, se convierte en una isla y pierde capacidad de contacto con los demás, porque termina confinada en su propio mundo. La propuesta de Jesús es tomar el camino contrario, es decir, romper el aislamiento y abrirse a los demás, aun en medio de las limitaciones. La palabra aramea “éffatá” representa esa experiencia de apertura y de escucha del otro por medios que trascienden la audición física. Hoy podemos releer esa experiencia del evangelio al reconocer que el estruendoso ritmo de la sociedad de consumo no nos deja tiempo para nosotros mismos, para la espiritualidad y para Dios. Ya no escuchamos ni nuestra propia voz. Necesitamos la mano de Jesús que sintonice nuestros oídos con la onda de la sabiduría del evangelio y desate nuestra lengua para proclamar su mensaje en medio del ruido cotidiano. Tenemos que dejar que Jesús nos destape los oídos para escuchar la voz de Dios allí donde antes sólo habitaban las voces del consumo y del egoísmo. Nuestra lengua puede dejar de repetir los clichés publicitarios para comenzar a comunicar una voz de consuelo, esperanza y reconciliación. Bajémosle el volumen al televisor y subámosle el volumen a la vida, y sobre todo a la Palabra de Dios.

 

ORACIÓN

Padre Bueno, ten hoy compasión de nosotros. Abre nuestros oídos para que podamos escucharte y entenderte. Que el ruido de este mundo egoísta no nos aturda, ni distorsione tu vos en nosotros. Desata nuestra lengua para que podamos  contarle al mundo tus maravillas, todo lo que has hecho en nosotros. Oramos, damos gracias y bendecimos la vida de Rosa Elena Murcia en su cumpleaños. Amén   

 

“Cristo abre nuestros oídos para que podamos escucharlo y nuestra boca para que podamos proclamarlo”

 

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