jueves, 1 de febrero de 2024

Martes 13 de Febrero de 2024

 

 

“¿DE QUÉ NOS PREOCUPAMOS?”

 

PRIMERA LECTURA

SANTIAGO 1,12-18

 

“Dios no tienta a nadie”

 

Queridos hermanos: Dichoso el hombre que soporta la prueba, porque, una vez aquilatado, recibirá la corona de la vida que el Señor ha prometido a los que lo aman. Cuando alguien se ve tentado, no diga que Dios lo tienta; Dios no conoce la tentación al mal y él no tienta a nadie. A cada uno le viene la tentación cuando su propio deseo lo arrastra y seduce; el deseo concibe y da a luz el pecado, y el pecado, cuando se comete, engendra muerte. Mis queridos hermanos, no os engañéis.

Todo beneficio y todo don perfecto viene de arriba, del Padre de los astros, en el cual no hay fases ni períodos de sombra. Por propia iniciativa, con la palabra de la verdad, nos engendró, para que seamos como la primicia de sus criaturas. Palabra del Señor

 

REFLEXIÓN

La pedagogía del apóstol Santiago es bien conocida por su cierta rudeza. Santiago utiliza extensamente un método judío de argumentación, que es la diatriba. El propósito con este método es desarmar toda posible objeción contraria a la tesis que se quiere plantear. El que habla usa un estilo demoledor no porque quiera demoler a sus opositores sino porque quiere mostrar de una vez por todas que no hay excusas ni impedimentos para asumir con toda el alma lo que se está predicando. Santiago nos habla de tentaciones, pruebas, autoengaños…. Es fácil buscar excusas y decir cosas como: "Dios me puso una prueba tan difícil que no la pude soportar." Y entrar luego a quejarnos de la dureza de la vida o cobijarnos todos en la fragilidad humana. Pero Santiago nos quiere ante todo honestos: no le echemos la culpa a Dios; no nos disculpemos tan fácilmente; vayamos al centro y raíz real de nuestras faltas. Según este apóstol, esa causa está en lo que deseamos; en nuestros deseos y nuestros actos.

Pero reconocer el origen de nuestros males no es suficiente si no atendemos también al origen de nuestros bienes. Por eso él escribe: "Todo regalo valioso y todo don perfecto viene de arriba, del Padre de las luces, en quien no hay cambios ni períodos de sombra." De este modo, el capricho de nuestros deseos queda vencido por la libre voluntad del que nos rescata de ellos y nos envuelve  con su  amor salvador.

 

SALMO RESPONSORIAL: 93

R. /  Dichoso el hombre a quien tú educas, Señor.

 

Dichoso el hombre a quien tú educas,

al que enseñas tu ley,

dándole descanso tras los años duros. R.

 

Porque el Señor no rechaza a su pueblo,

ni abandona su heredad:

el justo obtendrá su derecho,

y un porvenir los rectos de corazón. R.

 

Cuando me parece que voy a tropezar,

tu misericordia, Señor, me sostiene;

cuando se multiplican mis preocupaciones,

tus consuelos son mi delicia. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

El salmista comienza con una angustiosa invocación al Señor, para que se manifieste como juez de la tierra y castigue a los opresores de su Pueblo, luego presenta un severo reproche a los que ponen en duda el triunfo final de la justicia.  Por último, el salmista se reconforta a sí mismo, fundado en su propia experiencia de la intervención salvadora de Dios y en la seguridad de que el Señor no puede estar de parte de la injusticia.

 

LECTURA DEL EVANGELIO

MARCOS 8,14-21

 

“Tened cuidado con la levadura de los fariseos y con la de Herodes”

       

En aquel tiempo, a los discípulos se les olvidó llevar pan, y no tenían más que un pan en la barca. Jesús les recomendó: "Tened cuidado con la levadura de los fariseos y con la de Herodes." Ellos comentaban: "Lo dice porque no tenemos pan." Dándose cuenta, les dijo Jesús: "¿Por qué comentáis que no tenéis pan? ¿No acabáis de entender? ¿Tan torpes sois? ¿Para qué os sirven los ojos si no veis, y los oídos si no oís? A ver, ¿cuántos cestos de sobras recogisteis cuando repartí cinco panes entre cinco mil? ¿Os acordáis?" Ellos contestaron: "Doce." "¿Y cuántas canastas de sobras recogisteis cuando repartí siete entre cuatro mil?" Le respondieron: "Siete." Él les dijo: "¿Y no acabáis de entender?" Palabra del Señor

 

REFLEXIÓN

Los discípulos están en el mar y se dan cuenta que no tienen pan, se sienten inseguros, a la intemperie, tienen miedo de pasar necesidad como pasan tantos días los pobres del mundo. El milagro de la solidaridad que ayudó a multiplicar el pan para todos y que sobraran muchas canastas, no los ha hecho confiados en el Reino. Siguen pensando que la solución es económica, que lo que hizo Jesús fue algo improvisado y que salvó la situación por un momento. Esa es la levadura (mentalidad) de los fariseos y de Herodes. No entienden que detrás de lo que había hecho Jesús, hay un proyecto de compartir solidario que es el único que puede restablecer la igualdad y hacer que sobre el pan. Ni los fariseos comprendían a Jesús ni los discípulos lo comprenden. Nosotros, ¿lo comprendemos? ¿Qué mentalidad egoísta, consumista, individualista, se apoderó de nosotros que nos alejó de la simplicidad del Evangelio? Tenían un pan en la barca: Jesús, pero no confiaban en Él. Pidamos al Señor que alimente nuestra vida con la levadura del Evangelio y no la del poder. 

 

ORACIÓN

Padre misericordioso, no queremos  que pases por nuestra vida sin dejar huella. Queremos que hoy habites  en  nuestro ser, abre nuestro  ojos  Señor, queremos verte; nuestros  oídos para poder escucharte,  nuestro  corazón para que podamos experimentar y comprender tu amor que nos libera. Que entendamos que tu eres el verdadero Pan vivo, que sacia todas nuestras necesidades, que aprendamos a confiar plenamente en ti;  ayúdanos a entender tu proyecto y ponerlo en práctica en la realidad que vivimos día a día. Amén  

 

 

“Para construir un mundo más equitativo y justo se necesitan personas que sepan permanecer en el sendero de la rectitud y superar sus propias debilidades y afanes”

 

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